Día 362, DAB Español, Viernes 28 de Diciembre
Zacarías 12:1-13:9; Apocalipsis 19:1-21; Salmos 147; Proverbios 31:1-7 (Nueva Biblia Latinoamericana de Hoy (NBLH))
Zacarías
12-13 Nueva Biblia Latinoamericana de Hoy (NBLH)
Liberación de Jerusalén
12 Profecía, palabra del Señor acerca de Israel.
El Señor que extiende los cielos, pone los cimientos
de la tierra y forma el espíritu del hombre dentro de él, declara: 2 “Yo haré
de Jerusalén una copa de vértigo para todos los pueblos de alrededor, y cuando
haya asedio contra Jerusalén, también lo habrá contra Judá. 3 Y sucederá en
aquel día que haré de Jerusalén una piedra pesada para todos los pueblos. Todos
los que la levanten serán severamente desgarrados, y contra ella se congregarán
todas las naciones de la tierra.
4 “En aquel día,” declara el Señor, “heriré de espanto
a todo caballo, y a su jinete, de locura. Pero sobre la casa de Judá abriré Mis
ojos, mientras hiero de ceguera a todo caballo de los pueblos. 5 Entonces los
jefes de familias de Judá dirán en su corazón: ‘Gran apoyo para nosotros son
los habitantes de Jerusalén por el Señor de los ejércitos, su Dios.’
6 “En aquel día haré de los jefes de familias de Judá
como brasero de fuego entre leños, y como antorcha ardiendo entre gavillas, y
consumirán a diestra y a siniestra a todos los pueblos de alrededor, mientras
que Jerusalén será habitada de nuevo en su lugar, en Jerusalén. 7 El Señor
salvará primero las tiendas de Judá, para que la gloria de la casa de David y
la gloria de los habitantes de Jerusalén no se engrandezca sobre Judá. 8 En aquel
día el Señor defenderá a los habitantes de Jerusalén, y el débil entre ellos
aquel día será como David, y la casa de David será como Dios, como el ángel del
Señor delante de ellos. 9 Y sucederá en aquel día que me dispondré a destruir a
todas las naciones que vengan contra Jerusalén.
Lamento por el Traspasado
10 “Y derramaré sobre la casa de David y sobre los
habitantes de Jerusalén, el Espíritu de gracia y de súplica, y Me mirarán a Mí,
a quien han traspasado. Y se lamentarán por El, como quien se lamenta por un
hijo único, y llorarán por El, como se llora por un primogénito. 11 En aquel
día habrá gran lamentación en Jerusalén, como la lamentación de Hadad Rimón en
la llanura de Meguido. 12 Y se lamentará la tierra, cada familia por su lado:
la familia de la casa de David por su lado, y sus mujeres por su lado; la
familia de la casa de Natán por su lado, y sus mujeres por su lado; 13 la
familia de la casa de Leví por su lado, y sus mujeres por su lado; la familia
de los Simeítas por su lado, y sus mujeres por su lado; 14 todas las demás
familias, cada familia por su lado, y sus mujeres por su lado.
Purificación de Israel
13 “En aquel día habrá una fuente abierta para la casa
de David y para los habitantes de Jerusalén, para lavar el pecado y la impureza.
2 “Y sucederá en aquel día,” declara el Señor de los
ejércitos, “que eliminaré de la tierra los nombres de los ídolos, y nunca más
serán recordados; también Yo quitaré de la tierra a los profetas y al espíritu
inmundo. 3 Y sucederá que si alguien profetiza todavía, su padre y su madre que
lo engendraron le dirán: ‘No vivirás porque has hablado falsamente en el nombre
del Señor’; y su padre y su madre que lo engendraron lo traspasarán mientras
profetiza.
4 También sucederá aquel día que los profetas se avergonzarán
cada uno de su visión cuando profetice, y no se vestirán con el manto de piel
para engañar, 5 sino que cada uno dirá: ‘No soy profeta, soy labrador de la
tierra, porque un hombre me vendió como esclavo en mi juventud.’
6 Y alguien le dirá: ‘¿Qué son esas heridas en tu
cuerpo?’ Y él responderá: ‘Son aquéllas con que fui herido en casa de mis
amigos.’
7 “Despierta, espada, contra Mi pastor,
Y contra el hombre compañero Mío,”
Declara el Señor de los ejércitos.
“Hiere al Pastor y se dispersarán las ovejas,
Y volveré Mi mano contra los pequeños.
8 “Y sucederá en toda la tierra,”
declara el Señor,
“que dos partes serán cortadas en ella, y perecerán;
Pero la tercera quedará en ella.
9 Y meteré la tercera parte en el fuego,
Los refinaré como se refina la plata,
Y los probaré como se prueba el oro.
Invocarán Mi nombre,
Y Yo les responderé;
Diré: ‘Ellos son Mi pueblo,’
Y ellos dirán: ‘El Señor es mi Dios.’”
Nueva Biblia Latinoamericana de Hoy (NBLH)
©
2005 by The Lockman Foundation, La Habra, California
Apocalipsis
19 Nueva Biblia Latinoamericana de Hoy (NBLH)
Alabanzas en el Cielo
19 Después de esto oí como una gran voz de una gran
multitud en el cielo, que decía:
“¡Aleluya!
La salvación y la gloria y el poder pertenecen a
nuestro Dios,
2 porque Sus juicios son verdaderos y justos,
Pues ha juzgado a la gran ramera
Que corrompía la tierra con su inmoralidad,
Y ha vengado la sangre de Sus siervos en ella[a].”
3 Y dijeron por segunda vez:
“¡Aleluya!
El humo de ella sube por los siglos de los siglos.”
4 Entonces los veinticuatro ancianos y los cuatro
seres vivientes se postraron y adoraron a Dios, que está sentado en el trono, y
decían:
“¡Amén! ¡Aleluya!”
5 Y del trono salió una voz que decía:
“Alaben ustedes a nuestro Dios, todos ustedes Sus
siervos,
Los que Le temen, los pequeños y los grandes.”
Anuncio de las Bodas del Cordero
6 Oí como la voz de una gran multitud, como el
estruendo de muchas aguas y como el sonido de fuertes truenos, que decía:
“¡Aleluya!
Porque el Señor nuestro Dios Todopoderoso reina.
7 Regocijémonos y alegrémonos, y démosle a El la
gloria,
Porque las bodas del Cordero han llegado y Su esposa
se ha preparado.”
8 Y a ella le fue concedido vestirse de lino fino,
resplandeciente y limpio,
Porque las acciones justas de los santos son[b] el
lino fino.
9 El ángel me dijo: “Escribe: ‘Bienaventurados los que
están invitados (los llamados) a la cena de las Bodas del Cordero.’” También me
dijo: “Estas son palabras verdaderas de Dios.” 10 Entonces caí a sus pies para
adorarlo. Y me dijo: “No hagas eso[c]. Yo soy consiervo tuyo y de tus hermanos
que poseen el testimonio de Jesús; adora a Dios. El testimonio de Jesús es el
espíritu de la profecía.”
El Jinete del Caballo Blanco
11 Vi el cielo abierto, y apareció un caballo blanco.
El que lo montaba se llama Fiel y Verdadero. Con justicia juzga y hace la
guerra. 12 Sus ojos son una llama de fuego, y sobre Su cabeza hay muchas
diademas (coronas). Tiene un nombre escrito que nadie conoce sino El. 13 Está
vestido de un manto empapado en sangre, y Su nombre es: El Verbo (La Palabra)
de Dios.
14 Los ejércitos que están en los cielos, vestidos de
lino fino, blanco y limpio, Lo seguían sobre caballos blancos. 15 De Su boca
sale una espada afilada para herir con ella a las naciones y las regirá[d] con
vara de hierro. El mismo pisa el lagar del vino del furor de la ira de Dios
Todopoderoso. 16 En Su manto y en Su muslo tiene un nombre escrito: “REY DE
REYES Y SEÑOR DE SEÑORES.”
17 Vi a un ángel que estaba de pie en el sol. Clamó a
gran voz, diciendo a todas las aves que vuelan en medio del cielo: “Vengan,
congréguense para la gran cena de Dios, 18 para que coman carne de reyes, carne
de comandantes[e] y carne de poderosos, carne de caballos y de sus jinetes, y
carne de todos los hombres, libres y esclavos, pequeños y grandes.”
19 Entonces vi a la bestia, a los reyes de la tierra y
a sus ejércitos reunidos para hacer guerra contra Aquél que iba montado en el
caballo blanco y contra Su ejército. 20 Y la bestia fue apresada, junto con el
falso profeta que hacía señales en su presencia[f], con las cuales engañaba a
los que habían recibido la marca de la bestia y a los que adoraban su imagen.
Los dos fueron arrojados vivos al lago de fuego que arde con azufre. 21 Los
demás fueron muertos con la espada que salía de la boca de Aquél que montaba el
caballo, y todas las aves se saciaron de sus carnes.
Footnotes:
Apocalipsis 19:2 Lit de la mano de ella
Apocalipsis 19:8 Lit es
Apocalipsis 19:10 Lit No, cuidado
Apocalipsis 19:15 O pastoreará
Apocalipsis 19:18 Gr quiliarcas; i.e. oficiales
militares Romanos al mando de mil soldados
Apocalipsis 19:20 O por su autoridad
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Salmos
147 Nueva Biblia Latinoamericana de Hoy (NBLH)
Alabanza por la Restauración y Prosperidad de
Jerusalén
147 ¡Aleluya!
Porque bueno es cantar alabanzas a nuestro Dios,
Porque agradable y apropiada es la alabanza.
2 El Señor edifica a Jerusalén;
Congrega a los dispersos de Israel;
3 Sana a los quebrantados de corazón
Y venda sus heridas.
4 Cuenta el número de las estrellas,
Y a todas ellas les pone nombre.
5 Grande es nuestro Señor, y muy poderoso;
Su entendimiento es infinito.
6 El Señor sostiene al afligido
Pero humilla a los impíos hasta la tierra.
7 Canten al Señor con acción de gracias;
Canten alabanzas con la lira a nuestro Dios,
8 El que cubre de nubes los cielos,
El que provee lluvia para la tierra,
El que hace brotar la hierba en los montes.
9 El da su alimento al ganado
Y a la cría de los cuervos cuando chillan.
10 No se deleita en la fuerza del caballo,
Ni se complace en las piernas ágiles del hombre.
11 El Señor favorece a los que Le temen,
A los que esperan en Su misericordia.
12 ¡Alaba al Señor, oh Jerusalén!
¡Alaba a tu Dios, oh Sion!
13 Porque El ha reforzado los cerrojos de tus puertas;
Ha bendecido a tus hijos dentro de ti.
14 El hace la paz en tus fronteras;
Te sacia con lo mejor del trigo.
15 Envía Sus órdenes a la tierra;
Su palabra corre velozmente.
16 Manda la nieve como lana;
Esparce la escarcha cual ceniza.
17 Arroja Su hielo como migas de pan;
¿Quién puede resistir ante Su frío?
18 Envía Su palabra y los derrite;
Hace soplar Su viento y el agua corre.
19 Declara Su palabra a Jacob,
Y Sus estatutos y Sus ordenanzas a Israel.
20 No ha hecho así con ninguna otra nación;
Y en cuanto a Sus ordenanzas, no las han conocido.
¡Aleluya!
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2005 by The Lockman Foundation, La Habra, California
Proverbios
31:1-7 Nueva Biblia Latinoamericana de Hoy (NBLH)
Palabras del Rey Lemuel
31 Palabras del rey Lemuel, oráculo[a] que le enseñó
su madre.
2 ¿Qué, hijo mío?
¿Y qué, hijo de mis entrañas[b]?
¿Y qué, hijo de mis votos?
3 No des tu vigor a las mujeres,
Ni tus caminos a lo que destruye a los reyes.
4 No es para los reyes, oh Lemuel,
No es para los reyes beber vino,
Ni para los gobernantes desear bebida fuerte;
5 No sea que beban y olviden lo que se ha decretado,
Y perviertan los derechos[c] de todos los
afligidos[d].
6 Denle bebida fuerte al que está pereciendo,
Y vino a los amargados de alma.
7 Que beba y se olvide de su pobreza,
Y no recuerde más su aflicción.
Footnotes:
Proverbios 31:1 O la carga
Proverbios 31:2 O mi vientre
Proverbios 31:5 Lit el juicio
Proverbios 31:5 Lit hijos de aflicción
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