Día 352, DAB Español, Martes 18 de Diciembre
Habacuc 1:1-3:19; Apocalipsis 9:1-21; Salmos 137; Proverbios 30:10 (Reina-Valera 1960 (RVR1960))
Habacuc
1-3 Reina-Valera 1960 (RVR1960)
Habacuc se queja de injusticia
1 La profecía
que vio el profeta Habacuc.
2 ¿Hasta cuándo, oh Jehová, clamaré, y no oirás; y
daré voces a ti a causa de la violencia, y no salvarás?
3 ¿Por qué me haces ver iniquidad, y haces que vea
molestia? Destrucción y violencia están delante de mí, y pleito y contienda se
levantan.
4 Por lo cual la ley es debilitada, y el juicio no
sale según la verdad; por cuanto el impío asedia al justo, por eso sale torcida
la justicia.
Los caldeos castigarán a Judá
5 Mirad entre las naciones, y ved, y asombraos; porque
haré una obra en vuestros días, que aun cuando se os contare, no la creeréis.
6 Porque he aquí, yo levanto a los caldeos, nación
cruel y presurosa, que camina por la anchura de la tierra para poseer las
moradas ajenas.
7 Formidable es y terrible; de ella misma procede su
justicia y su dignidad.
8 Sus caballos serán más ligeros que leopardos, y más
feroces que lobos nocturnos, y sus jinetes se multiplicarán; vendrán de lejos
sus jinetes, y volarán como águilas que se apresuran a devorar.
9 Toda ella vendrá a la presa; el terror va delante de
ella, y recogerá cautivos como arena.
10 Escarnecerá a los reyes, y de los príncipes hará
burla; se reirá de toda fortaleza, y levantará terraplén y la tomará.
11 Luego pasará como el huracán, y ofenderá
atribuyendo su fuerza a su dios.
Protesta de Habacuc
12 ¿No eres tú desde el principio, oh Jehová, Dios
mío, Santo mío? No moriremos. Oh Jehová, para juicio lo pusiste; y tú, oh Roca,
lo fundaste para castigar.
13 Muy limpio eres de ojos para ver el mal, ni puedes
ver el agravio; ¿por qué ves a los menospreciadores, y callas cuando destruye
el impío al más justo que él,
14 y haces que sean los hombres como los peces del
mar, como reptiles que no tienen quien los gobierne?
15 Sacará a todos con anzuelo, los recogerá con su
red, y los juntará en sus mallas; por lo cual se alegrará y se regocijará.
16 Por esto hará sacrificios a su red, y ofrecerá
sahumerios a sus mallas; porque con ellas engordó su porción, y engrasó su comida.
17 ¿Vaciará por eso su red, y no tendrá piedad de
aniquilar naciones continuamente?
Jehová responde a Habacuc
2 Sobre mi
guarda estaré, y sobre la fortaleza afirmaré el pie, y velaré para ver lo que
se me dirá, y qué he de responder tocante a mi queja.
2 Y Jehová me respondió, y dijo: Escribe la visión, y
declárala en tablas, para que corra el que leyere en ella.
3 Aunque la visión tardará aún por un tiempo, mas se
apresura hacia el fin, y no mentirá; aunque tardare, espéralo, porque sin duda
vendrá, no tardará.
4 He aquí que aquel cuya alma no es recta, se
enorgullece; mas el justo por su fe vivirá.
5 Y también, el que es dado al vino es traicionero,
hombre soberbio, que no permanecerá; ensanchó como el Seol su alma, y es como
la muerte, que no se saciará; antes reunió para sí todas las gentes, y juntó
para sí todos los pueblos.
Ayes contra los injustos
6 ¿No han de levantar todos éstos refrán sobre él, y
sarcasmos contra él? Dirán: !!Ay del que multiplicó lo que no era suyo! ¿Hasta
cuándo había de acumular sobre sí prenda tras prenda?
7 ¿No se levantarán de repente tus deudores, y se
despertarán los que te harán temblar, y serás despojo para ellos?
8 Por cuanto tú has despojado a muchas naciones, todos
los otros pueblos te despojarán, a causa de la sangre de los hombres, y de los
robos de la tierra, de las ciudades y de todos los que habitan en ellas.
9 !!Ay del que codicia injusta ganancia para su casa,
para poner en alto su nido, para escaparse del poder del mal!
10 Tomaste consejo vergonzoso para tu casa, asolaste
muchos pueblos, y has pecado contra tu vida.
11 Porque la piedra clamará desde el muro, y la tabla
del enmaderado le responderá.
12 !!Ay del que edifica la ciudad con sangre, y del
que funda una ciudad con iniquidad!
13 ¿No es esto de Jehová de los ejércitos? Los
pueblos, pues, trabajarán para el fuego, y las naciones se fatigarán en vano.
14 Porque la tierra será llena del conocimiento de la
gloria de Jehová, como las aguas cubren el mar.
15 !!Ay del que da de beber a su prójimo! !!Ay de ti,
que le acercas tu hiel, y le embriagas para mirar su desnudez!
16 Te has llenado de deshonra más que de honra; bebe
tú también, y serás descubierto; el cáliz de la mano derecha de Jehová vendrá
hasta ti, y vómito de afrenta sobre tu gloria.
17 Porque la rapiña del Líbano caerá sobre ti, y la
destrucción de las fieras te quebrantará, a causa de la sangre de los hombres,
y del robo de la tierra, de las ciudades y de todos los que en ellas habitaban.
18 ¿De qué sirve la escultura que esculpió el que la
hizo? ¿la estatua de fundición que enseña mentira, para que haciendo imágenes
mudas confíe el hacedor en su obra?
19 !!Ay del que dice al palo: Despiértate; y a la
piedra muda: Levántate! ¿Podrá él enseñar? He aquí está cubierto de oro y
plata, y no hay espíritu dentro de él.
20 Mas Jehová está en su santo templo; calle delante
de él toda la tierra.
Oración de Habacuc
3 Oración del
profeta Habacuc, sobre Sigionot.
2 Oh Jehová, he oído tu palabra, y temí.
Oh Jehová, aviva tu obra en medio de los tiempos,
En medio de los tiempos hazla conocer;
En la ira acuérdate de la misericordia.
3 Dios vendrá de Temán,
Y el Santo desde el monte de Parán. Selah
Su gloria cubrió los cielos,
Y la tierra se llenó de su alabanza.
4 Y el resplandor fue como la luz;
Rayos brillantes salían de su mano,
Y allí estaba escondido su poder.
5 Delante de su rostro iba mortandad,
Y a sus pies salían carbones encendidos.
6 Se levantó, y midió la tierra;
Miró, e hizo temblar las gentes;
Los montes antiguos fueron desmenuzados,
Los collados antiguos se humillaron.
Sus caminos son eternos.
7 He visto las tiendas de Cusán en aflicción;
Las tiendas de la tierra de Madián temblaron.
8 ¿Te airaste, oh Jehová, contra los ríos?
¿Contra los ríos te airaste?
¿Fue tu ira contra el mar
Cuando montaste en tus caballos,
Y en tus carros de victoria?
9 Se descubrió enteramente tu arco;
Los juramentos a las tribus fueron palabra segura.
Selah
Hendiste la tierra con ríos.
10 Te vieron y tuvieron temor los montes;
Pasó la inundación de las aguas;
El abismo dio su voz,
A lo alto alzó sus manos.
11 El sol y la luna se pararon en su lugar;
A la luz de tus saetas anduvieron,
Y al resplandor de tu fulgente lanza.
12 Con ira hollaste la tierra,
Con furor trillaste las naciones.
13 Saliste para socorrer a tu pueblo,
Para socorrer a tu ungido.
Traspasaste la cabeza de la casa del impío,
Descubriendo el cimiento hasta la roca. Selah
14 Horadaste con sus propios dardos las cabezas de sus
guerreros,
Que como tempestad acometieron para dispersarme,
Cuyo regocijo era como para devorar al pobre
encubiertamente.
15 Caminaste en el mar con tus caballos,
Sobre la mole de las grandes aguas.
16 Oí, y se conmovieron mis entrañas;
A la voz temblaron mis labios;
Pudrición entró en mis huesos, y dentro de mí me
estremecí;
Si bien estaré quieto en el día de la angustia,
Cuando suba al pueblo el que lo invadirá con sus
tropas.
17 Aunque la higuera no florezca,
Ni en las vides haya frutos,
Aunque falte el producto del olivo,
Y los labrados no den mantenimiento,
Y las ovejas sean quitadas de la majada,
Y no haya vacas en los corrales;
18 Con todo, yo me alegraré en Jehová,
Y me gozaré en el Dios de mi salvación.
19 Jehová el Señor es mi fortaleza,
El cual hace mis pies como de ciervas,
Y en mis alturas me hace andar. d Al jefe de los
cantores, sobre mis instrumentos de cuerdas.
Reina-Valera 1960 (RVR1960)
Versión Reina-Valera 1960 © Sociedades Bíblicas en
América Latina, 1960. Renovado © Sociedades Bíblicas Unidas, 1988.
Apocalipsis
9 Reina-Valera 1960 (RVR1960)
9 El quinto
ángel tocó la trompeta, y vi una estrella que cayó del cielo a la tierra; y se
le dio la llave del pozo del abismo.
2 Y abrió el pozo del abismo, y subió humo del pozo
como humo de un gran horno; y se oscureció el sol y el aire por el humo del
pozo.
3 Y del humo salieron langostas sobre la tierra; y se
les dio poder, como tienen poder los escorpiones de la tierra.
4 Y se les mandó que no dañasen a la hierba de la tierra,
ni a cosa verde alguna, ni a ningún árbol, sino solamente a los hombres que no
tuviesen el sello de Dios en sus frentes.
5 Y les fue dado, no que los matasen, sino que los
atormentasen cinco meses; y su tormento era como tormento de escorpión cuando
hiere al hombre.
6 Y en aquellos días los hombres buscarán la muerte,
pero no la hallarán; y ansiarán morir, pero la muerte huirá de ellos.
7 El aspecto de las langostas era semejante a caballos
preparados para la guerra; en las cabezas tenían como coronas de oro; sus caras
eran como caras humanas;
8 tenían cabello como cabello de mujer; sus dientes
eran como de leones;
9 tenían corazas como corazas de hierro; el ruido de
sus alas era como el estruendo de muchos carros de caballos corriendo a la
batalla;
10 tenían colas como de escorpiones, y también
aguijones; y en sus colas tenían poder para dañar a los hombres durante cinco
meses.
11 Y tienen por rey sobre ellos al ángel del abismo,
cuyo nombre en hebreo es Abadón, y en griego, Apolión.[a]
12 El primer ay pasó; he aquí, vienen aún dos ayes
después de esto.
13 El sexto ángel tocó la trompeta, y oí una voz de
entre los cuatro cuernos del altar de oro que estaba delante de Dios,
14 diciendo al sexto ángel que tenía la trompeta:
Desata a los cuatro ángeles que están atados junto al gran río Eufrates.
15 Y fueron desatados los cuatro ángeles que estaban
preparados para la hora, día, mes y año, a fin de matar a la tercera parte de
los hombres.
16 Y el número de los ejércitos de los jinetes era
doscientos millones. Yo oí su número.
17 Así vi en visión los caballos y a sus jinetes, los
cuales tenían corazas de fuego, de zafiro y de azufre. Y las cabezas de los
caballos eran como cabezas de leones; y de su boca salían fuego, humo y azufre.
18 Por estas tres plagas fue muerta la tercera parte
de los hombres; por el fuego, el humo y el azufre que salían de su boca.
19 Pues el poder de los caballos estaba en su boca y
en sus colas; porque sus colas, semejantes a serpientes, tenían cabezas, y con
ellas dañaban.
20 Y los otros hombres que no fueron muertos con estas
plagas, ni aun así se arrepintieron de las obras de sus manos, ni dejaron de
adorar a los demonios, y a las imágenes de oro, de plata, de bronce, de piedra
y de madera, las cuales no pueden ver, ni oír, ni andar;
21 y no se arrepintieron de sus homicidios, ni de sus
hechicerías, ni de su fornicación, ni de sus hurtos.
Footnotes:
Apocalipsis 9:11 O, destructor.
Reina-Valera 1960 (RVR1960)
Versión Reina-Valera 1960 © Sociedades Bíblicas en
América Latina, 1960. Renovado © Sociedades Bíblicas Unidas, 1988.
Salmos
137 Reina-Valera 1960 (RVR1960)
Lamento de los cautivos en Babilonia
137 Junto a los
ríos de Babilonia,
Allí nos
sentábamos, y aun llorábamos,
Acordándonos
de Sion.
2 Sobre los sauces en medio de ella
Colgamos nuestras arpas.
3 Y los que nos habían llevado cautivos nos pedían que
cantásemos,
Y los que nos habían desolado nos pedían alegría,
diciendo:
Cantadnos algunos de los cánticos de Sion.
4 ¿Cómo cantaremos cántico de Jehová
En tierra de extraños?
5 Si me olvidare de ti, oh Jerusalén,
Pierda mi diestra su destreza.
6 Mi lengua se pegue a mi paladar,
Si de ti no me acordare;
Si no enalteciere a Jerusalén
Como preferente asunto de mi alegría.
7 Oh Jehová, recuerda contra los hijos de Edom el día
de Jerusalén,
Cuando decían: Arrasadla, arrasadla
Hasta los cimientos.
8 Hija de Babilonia la desolada,
Bienaventurado el que te diere el pago
De lo que tú nos hiciste.
9 Dichoso el que tomare y estrellare tus niños
Contra la peña.
Reina-Valera 1960 (RVR1960)
Versión Reina-Valera 1960 © Sociedades Bíblicas en
América Latina, 1960. Renovado © Sociedades Bíblicas Unidas, 1988.
Proverbios
30:10 Reina-Valera 1960 (RVR1960)
10 No acuses al siervo ante su señor,
No sea que te maldiga, y lleves el castigo.
Reina-Valera 1960 (RVR1960)
Versión Reina-Valera 1960 © Sociedades Bíblicas en
América Latina, 1960. Renovado © Sociedades Bíblicas Unidas, 1988.
No comments:
Post a Comment