Día 275, DAB Español, Miércoles 01 de Octubre
Isaías 62:6-65:25; Filipenses 2:19-3:4; Salmos 73; Proverbios 24:13-14 (La Biblia de las Américas (LBLA))
Isaías 62:6-65:25
La Biblia de las Américas
6
Sobre tus murallas, oh Jerusalén, he puesto centinelas;
en todo el día y en toda la noche jamás callarán.
Los que hacéis que el Señor recuerde, no os deis descanso,
7
ni le concedáis descanso hasta que la restablezca,
hasta que haga de Jerusalén una alabanza en la tierra.
8
El Señor ha jurado por su diestra y por su fuerte brazo:
Nunca más daré tu grano por alimento a tus enemigos,
ni hijos de extranjeros beberán tu mosto por el que trabajaste;
9
pero los que lo cosechen, lo comerán y alabarán al Señor;
y los que lo recolecten, lo beberán en los atrios de mi santuario.
10
Pasad, pasad por las puertas;
abrid camino al[a] pueblo.
Construid, construid la calzada;
quitad las piedras, alzad estandarte sobre los pueblos.
11
He aquí, el Señor ha proclamado hasta los confines de la tierra:
Decid a la hija de Sión: «He aquí, tu salvación viene;
he aquí, su galardón está con Él, y delante de Él su recompensa».
12
Y los llamarán: Pueblo Santo,
redimidos del Señor.
Y a ti te llamarán: Buscada, ciudad no abandonada.
El día de la venganza divina
63 ¿Quién es este que viene de Edom,
de Bosra con vestiduras de colores brillantes[b];
este, majestuoso en su ropaje,
que marcha[c] en la plenitud de su fuerza?
Soy yo que hablo en justicia, poderoso para salvar.
2
¿Por qué es rojo tu ropaje,
y tus vestiduras como las del que pisa en el lagar?
3
El lagar lo he pisado yo solo;
de los pueblos, ningún hombre estaba conmigo.
Los pisé en mi ira
y los hollé en mi furor;
su sangre[d] salpicó mis vestiduras
y manché[e] todo mi ropaje.
4
Porque el día de la venganza estaba en mi corazón,
y el año de mi redención había llegado.
5
Miré, y no había quien ayudara,
me asombré de que no hubiera quien apoyara;
entonces me salvó mi brazo,
y fue mi furor el que me sostuvo.
6
Pisoteé los pueblos en mi ira,
los embriagué en mi furor
y derramé su sangre por tierra[f].
Recuento de las misericordias del Señor
7
Las misericordias del Señor recordaré, las alabanzas del Señor,
conforme a todo lo que nos ha otorgado el Señor,
y la gran bondad hacia la casa de Israel,
que les ha otorgado conforme a su compasión,
y conforme a la multitud de sus misericordias.
8
Porque Él dijo: Ciertamente, ellos son mi pueblo,
hijos que no engañarán.
Y Él fue su Salvador.
9
En todas sus angustias Él fue afligido[g],
y el ángel de su presencia los salvó;
en su amor y en su compasión los redimió,
los levantó y los sostuvo todos los días de antaño.
10
Mas ellos se rebelaron
y contristaron su santo Espíritu;
por lo cual Él se convirtió en su enemigo
y peleó contra ellos.
11
Entonces su pueblo se acordó de los días antiguos, de Moisés.
¿Dónde está el que los sacó del mar con los pastores[h] de su rebaño?
¿Dónde está el que puso su santo Espíritu en medio de ellos[i],
12
el que hizo que su glorioso brazo fuera a la diestra de Moisés,
el que dividió las aguas delante de ellos para hacerse un nombre eterno,
13
el que los condujo por los abismos?
Como un caballo en el desierto, no tropezaron;
14
como a ganado que desciende al valle,
el Espíritu del Señor les[j] dio descanso.
Así guiaste a tu pueblo,
para hacerte un nombre glorioso.
Plegaria por ayuda y misericordia
15
Mira desde el cielo, y ve desde tu santa y gloriosa morada;
¿dónde está tu celo y tu poder?
La conmoción de tus entrañas y tu compasión para conmigo se han restringido.
16
Porque tú eres nuestro Padre, aunque Abraham no nos conoce,
ni nos reconoce Israel.
Tú, oh Señor, eres nuestro Padre,
desde la antigüedad tu nombre es Nuestro Redentor.
17
¿Por qué, oh Señor, nos haces desviar de tus caminos
y endureces nuestro corazón a tu temor?
Vuélvete por amor de tus siervos, las tribus de tu heredad.
18
Por breve tiempo poseyó tu santuario tu pueblo santo;
nuestros adversarios lo han pisoteado.
19
Hemos venido a ser como aquellos sobre los que nunca gobernaste,
como aquellos que nunca fueron llamados por tu nombre.
64 [k]¡Oh, si rasgaras los cielos y descendieras,
si los montes se estremecieran ante tu presencia
2
[l](como el fuego enciende el matorral, como el fuego hace hervir el agua),
para dar a conocer tu nombre a tus adversarios,
para que ante tu presencia tiemblen las naciones!
3
Cuando hiciste cosas terribles que no esperábamos,
y descendiste, los montes se estremecieron ante tu presencia.
4
Desde la antigüedad no habían escuchado ni dado oídos,
ni el ojo había visto a un Dios fuera de ti
que obrara a favor del que esperaba en Él.
5
Sales al encuentro del que se regocija y practica la justicia,
de los que se acuerdan de ti en tus caminos.
He aquí, te enojaste porque pecamos;
continuamos en los pecados[m] por mucho tiempo,
¿y seremos salvos?
6
Todos nosotros somos como el inmundo,
y como trapo de inmundicia todas nuestras obras justas;
todos nos marchitamos como una hoja,
y nuestras iniquidades, como el viento, nos arrastran.
7
Y no hay quien invoque tu nombre,
quien se despierte para asirse de ti;
porque has escondido tu rostro de nosotros
y nos has entregado al[n] poder de nuestras iniquidades.
8
Mas ahora, oh Señor, tú eres nuestro Padre,
nosotros el barro, y tú nuestro alfarero;
obra de tus manos somos todos nosotros.
9
No te enojes en exceso, oh Señor,
ni para siempre te acuerdes de la iniquidad;
he aquí, mira, te rogamos, todos nosotros somos tu pueblo.
10
Tus ciudades santas se han vuelto un desierto;
Sión se ha convertido en un desierto,
Jerusalén en una desolación.
11
Nuestra casa santa y hermosa
donde te alababan nuestros padres,
ha sido quemada por el fuego
y todas nuestras cosas preciosas se han convertido en ruinas.
12
¿Te contendrás ante estas cosas, oh Señor?
¿Guardarás silencio y nos afligirás sin medida?
Castigo de los rebeldes
65 Me dejé buscar por los que no preguntaban por mí;
me dejé hallar por los que no me buscaban.
Dije: «Heme aquí, heme aquí»,
a una nación que no invocaba mi nombre.
2
Extendí mis manos todo el día hacia un pueblo rebelde,
que anda por el camino que no es bueno, en pos de sus pensamientos;
3
un pueblo que de continuo me provoca en mi propio rostro,
sacrificando en huertos y quemando incienso sobre ladrillos;
4
que se sientan entre sepulcros y pasan la noche en lugares secretos;
que comen carne de cerdo,
y en sus ollas hay caldo de carnes inmundas;
5
que dicen: «Quédate donde estás, no te acerques a mí,
porque soy más santo que tú».
Estos son humo en mi nariz,
fuego que arde todo el día.
6
He aquí, escrito está delante de mí:
no guardaré silencio, sino que les daré su pago,
y les recompensaré en su seno,
7
por vuestras iniquidades y por las iniquidades de vuestros padres juntamente —dice el Señor.
Porque quemaron incienso en los montes,
y en las colinas me injuriaron;
por tanto mediré en su seno su obra pasada.
8
Así dice el Señor:
Como cuando se encuentra mosto en el racimo
y alguien dice: «No lo destruyas,
porque en él hay bendición»,
así haré yo por mis siervos
para no destruirlos a todos[o].
9
Sacaré de Jacob descendencia[p]
y de Judá heredero de mis montes;
mis escogidos la heredarán,
y mis siervos morarán allí.
10
Sarón será pastizal para ovejas,
y el valle de Acor para lugar de descanso de vacas,
para mi pueblo que me busca.
11
Pero vosotros que abandonáis al Señor,
que olvidáis mi santo monte,
que ponéis mesa para la Fortuna[q],
y que preparáis[r] vino mezclado para el Destino[s],
12
yo os destinaré a la espada,
y todos vosotros os encorvaréis para la matanza.
Porque llamé, mas no respondisteis,
hablé, mas no oísteis;
hicisteis lo malo ante mis ojos
y escogisteis aquello que no me complacía.
13
Por tanto, así dice el Señor Dios[t]:
He aquí, mis siervos comerán, mas vosotros tendréis hambre;
he aquí, mis siervos beberán, mas vosotros tendréis sed;
he aquí, mis siervos se alegrarán, mas vosotros seréis avergonzados;
14
he aquí, mis siervos darán gritos de júbilo con corazón alegre,
mas vosotros clamaréis con corazón triste[u],
y con espíritu quebrantado gemiréis.
15
Y dejaréis vuestro nombre como maldición a mis escogidos;
el Señor Dios[v] te matará,
pero mis siervos serán llamados[w] por otro nombre.
16
Porque el que es bendecido[x] en la tierra,
será bendecido[y] por el Dios de la verdad;
y el que jura en la tierra,
jurará por el Dios de la verdad;
porque han sido olvidadas las angustias primeras,
y porque están ocultas a mis ojos.
17
Pues he aquí, yo creo cielos nuevos y una tierra nueva,
y no serán recordadas las cosas primeras ni vendrán a la memoria[z].
18
Pero gozaos y regocijaos para siempre en lo que yo voy a crear;
porque he aquí, voy a crear a Jerusalén para regocijo,
y a su pueblo para júbilo.
19
Me regocijaré por Jerusalén y me gozaré por mi pueblo;
no se oirá más en ella
voz de lloro ni voz de clamor.
20
No habrá más allí niño que viva pocos días,
ni anciano que no complete sus días;
porque el joven morirá a los cien años,
y el que no alcance[aa] los cien años
será considerado maldito.
21
Construirán casas y las habitarán,
plantarán también viñas y comerán su fruto.
22
No edificarán para que otro habite,
ni plantarán para que otro coma;
porque como los días de un árbol, así serán los días de mi pueblo,
y mis escogidos disfrutarán de[ab] la obra de sus manos.
23
No trabajarán en vano,
ni darán a luz para desgracia[ac],
porque son la simiente de los benditos del Señor,
ellos, y sus vástagos con ellos.
24 Y sucederá que antes que ellos clamen, yo responderé; aún estarán hablando, y yo habré oído. 25 El lobo y el cordero pacerán juntos, y el león, como el buey, comerá paja, y para la serpiente el polvo será su alimento. No harán mal ni dañarán en todo mi santo monte —dice el Señor.
Footnotes
Isaías 62:10 Lit., del
Isaías 63:1 O, carmesí
Isaías 63:1 Lit., inclinándose
Isaías 63:3 Lit., jugo
Isaías 63:3 Lit., contaminé
Isaías 63:6 Lit., hice caer su jugo a la tierra
Isaías 63:9 Otra posible lectura es: El no fue adversario
Isaías 63:11 Algunos mss. dicen: el pastor
Isaías 63:11 Lit., él
Isaías 63:14 Lit., le
Isaías 64:1 En el texto heb., cap. 63:19
Isaías 64:2 En el texto heb., cap. 64:1
Isaías 64:5 Lit., en ellos
Isaías 64:7 Así en la versión gr. (sept.); en el T.M., derretido en el
Isaías 65:8 Lit., la totalidad
Isaías 65:9 Lit., simiente
Isaías 65:11 Heb., Gad
Isaías 65:11 Lit., llenáis
Isaías 65:11 Heb., Mení
Isaías 65:13 Heb., YHWH, generalmente traducido Señor
Isaías 65:14 Lit., con dolor de corazón
Isaías 65:15 Heb., YHWH, generalmente traducido Señor
Isaías 65:15 Así en la versión gr. (sept.); en heb., El llamará a sus siervos
Isaías 65:16 O, se bendice
Isaías 65:16 O, se bendecirá
Isaías 65:17 Lit., al corazón
Isaías 65:20 Lit., el que yerra el blanco de
Isaías 65:22 Lit., consumirán
Isaías 65:23 Lit., terror súbito
Filipenses 2:19-3:4
La Biblia de las Américas
Timoteo y Epafrodito, soldados fieles
19 Mas espero en[a] el Señor Jesús enviaros pronto a Timoteo, a fin de que yo también sea alentado al saber de vuestra condición. 20 Pues a nadie más tengo del mismo sentir mío y que esté sinceramente interesado en vuestro bienestar. 21 Porque todos buscan sus propios intereses, no los de Cristo Jesús. 22 Pero vosotros conocéis sus probados méritos, que sirvió conmigo en la propagación del evangelio como un hijo sirve a su padre. 23 Por tanto, a este espero enviarlo inmediatamente tan pronto vea cómo van las cosas conmigo; 24 y confío en el Señor que también yo mismo iré pronto. 25 Pero creí necesario enviaros a Epafrodito, mi hermano, colaborador y compañero de milicia, quien también es vuestro mensajero[b] y servidor[c] para mis necesidades; 26 porque él os añoraba[d] a todos vosotros, y estaba angustiado porque habíais oído que se había enfermado. 27 Pues en verdad estuvo enfermo, a punto de morir; pero Dios tuvo misericordia de él, y no solo de él, sino también de mí, para que yo no tuviera tristeza sobre tristeza. 28 Así que lo he enviado con mayor solicitud, para que al verlo de nuevo, os regocijéis y yo esté más tranquilo en cuanto a vosotros. 29 Recibidlo, pues, en el Señor con todo gozo, y tened en alta estima a los que son como él; 30 porque estuvo al borde de la muerte por la obra de Cristo, arriesgando su vida para completar lo que faltaba en vuestro servicio hacia mí.
El valor infinito de conocer a Cristo
3 Por lo demás, hermanos míos, regocijaos en el Señor. A mí no me es molesto escribiros otra vez lo mismo, y para vosotros es motivo de seguridad. 2 Cuidaos de los perros, cuidaos de los malos obreros, cuidaos de la falsa circuncisión[e]; 3 porque nosotros somos la verdadera circuncisión[f], que adoramos en el Espíritu de Dios[g] y nos gloriamos en Cristo Jesús, no poniendo la confianza en la carne, 4 aunque yo mismo podría confiar[h] también en la carne. Si algún otro cree tener motivo para confiar en la carne, yo mucho más:
Footnotes
Filipenses 2:19 O, confío en
Filipenses 2:25 Lit., apóstol
Filipenses 2:25 O, ministro
Filipenses 2:26 O, añoraba veros
Filipenses 3:2 Lit., de la mutilación; (gr., katatomé)
Filipenses 3:3 Lit., el cortamiento; (gr., peritomé)
Filipenses 3:3 O, adoramos a Dios en espíritu
Filipenses 3:4 Lit., tener confianza
Salmos 73
La Biblia de las Américas
LIBRO TERCERO
El fin de los malos en contraste con el de los justos
Salmo de Asaf.
73 Ciertamente Dios es bueno para con Israel,
para con los puros de corazón.
2
En cuanto a mí, mis pies estuvieron a punto de tropezar,
casi resbalaron[a] mis pasos.
3
Porque tuve envidia de los arrogantes,
al ver la prosperidad de los impíos.
4
Porque no hay dolores en su muerte,
y su cuerpo es robusto[b].
5
No sufren penalidades como los mortales[c],
ni son azotados como[d] los demás hombres.
6
Por tanto, el orgullo es su collar;
el manto de la violencia los cubre.
7
Los ojos se les saltan de gordura;
se desborda su corazón con sus antojos[e].
8
Se mofan, y con maldad hablan de opresión;
hablan desde su encumbrada posición[f].
9
Contra[g] el cielo han puesto su boca,
y su lengua se pasea por la tierra.
10
Por eso el pueblo de Dios[h] vuelve a este lugar,
y beben[i] las aguas de la abundancia.
11
Y dicen: ¿Cómo lo sabe Dios?
¿Y hay conocimiento en el Altísimo?
12
He aquí, estos son los impíos,
y, siempre desahogados, han aumentado sus riquezas.
13
Ciertamente en vano he guardado puro[j] mi corazón
y lavado mis manos[k] en inocencia;
14
pues he sido azotado todo el día
y castigado[l] cada mañana.
15
Si yo hubiera dicho: Así hablaré,
he aquí, habría traicionado a la generación de tus hijos[m].
16
Cuando pensaba, tratando de[n] entender esto,
fue difícil para mí[o],
17
hasta que entré en el santuario[p] de Dios;
entonces comprendí el fin de ellos.
18
Ciertamente tú los pones en lugares resbaladizos;
los arrojas a la destrucción[q].
19
¡Cómo son destruidos[r] en un momento!
Son totalmente consumidos por terrores repentinos.
20
Como un sueño del que despierta,
oh Señor, cuando te levantes, despreciarás su apariencia[s].
21
Cuando mi corazón se llenó de amargura,
y en mi interior[t] sentía punzadas,
22
entonces era yo torpe y sin entendimiento;
era como una bestia[u] delante de ti[v].
23
Sin embargo, yo siempre estoy contigo;
tú me has tomado de la mano derecha.
24
Con tu consejo me guiarás,
y después me recibirás en gloria[w].
25
¿A quién tengo yo en los cielos, sino a ti?
Y fuera de ti[x], nada deseo en la tierra.
26
Mi carne y mi corazón pueden desfallecer,
pero Dios es la fortaleza[y] de mi corazón y mi porción para siempre.
27
Porque he aquí, los que están lejos de ti perecerán;
tú has destruido[z] a todos los que te son infieles[aa].
28
Mas para mí, estar cerca de Dios es mi bien;
en Dios[ab] el Señor he puesto mi refugio,
para contar todas tus obras.
Footnotes
Salmos 73:2 Lit., fueron hechos resbalar
Salmos 73:4 Lit., hay grosura en su vientre
Salmos 73:5 Lit., No están en tribulación de hombres o No...de mortales
Salmos 73:5 Lit., con
Salmos 73:7 O, imaginaciones
Salmos 73:8 O, hablan con iniquidad; desde arriba hablan de opresión
Salmos 73:9 O, En
Salmos 73:10 Lit., su pueblo
Salmos 73:10 Lit., y son extraídas por ellos
Salmos 73:13 O, he limpiado
Salmos 73:13 Lit., palmas
Salmos 73:14 Lit., mi castigo
Salmos 73:15 I.e., hijos de Dios
Salmos 73:16 Lit., para
Salmos 73:16 Lit., fue trabajo ante mis ojos
Salmos 73:17 Lit., los santuarios
Salmos 73:18 Lit., las ruinas
Salmos 73:19 Lit., ¡Cómo son hechos una desolación
Salmos 73:20 O, imagen
Salmos 73:21 Lit., mis riñones
Salmos 73:22 O, un animal
Salmos 73:22 Lit., contigo
Salmos 73:24 O, con honor
Salmos 73:25 Lit., contigo
Salmos 73:26 Lit., roca
Salmos 73:27 O, silenciado
Salmos 73:27 Lit., se prostituyen, dejándote
Salmos 73:28 Heb., YHWH, generalmente traducido Señor
Proverbios 24:13-14
La Biblia de las Américas
13
Come miel, hijo mío, porque es buena;
sí, la miel del panal es dulce a tu paladar.
14
Sabe que así es la sabiduría para tu alma;
si la hallas, entonces habrá un futuro[a],
y tu esperanza no será cortada.
Footnotes
Proverbios 24:14 Lit., final
La Biblia de las Américas (LBLA)
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