Día 293, DAB Español, Domingo 19 de Octubre
Jeremías 33:1-34:22; 1 Timoteo 4:1-16; Salmos 89:1-13; Proverbios 25:23-24 (Nueva Biblia Viva (NBV))
Jeremías 33-34
Nueva Biblia Viva
Promesas de restauración
33 Estaba Jeremías aún en la cárcel cuando el Señor le envió este otro mensaje:
2 El Señor, el Creador del cielo y de la tierra —el Señor es su nombre— dice así:
3 Pregúntame y yo te revelaré algunos importantes secretos acerca de lo que habrá de ocurrir aquí. 4 Pues aunque han derribado las casas de esta ciudad y el palacio del rey en busca de materiales para fortalecer las murallas contra las arremetidas del enemigo, 5 los babilonios penetrarán, y los habitantes de esta ciudad pueden darse por muertos, pues en mi cólera he decidido destruirlos. Los he abandonado por sus maldades, y no me compadeceré de ellos cuando pidan auxilio.
6 Sin embargo, vendrá el tiempo en que sanaré a Jerusalén y le daré prosperidad y paz. 7 Reconstruiré las ciudades de Judá e Israel y restauraré también su fortuna. 8 Y los limpiaré de todas sus acciones perversas contra mí y los perdonaré. 9 Entonces esta ciudad será honra para mí, me dará gozo y será para mí fuente de reconocimiento y gran fama ante todas las naciones de la tierra. Los pueblos del mundo verán el bien que le hago a mi pueblo y estarán asombrados de todos los bienes que les concederé a Judá e Israel.
10-11 El Señor declara que las alegres voces de los novios y las desposadas, y los jubilosos cánticos de los que traen ofrendas de gratitud al Señor se escucharán otra vez en esta tierra sentenciada. El pueblo cantará: «¡Rindan homenaje al Señor! ¡Porque es bueno y su capacidad de perdonar no tiene límites!». Y es que daré a esta tierra mayor felicidad y prosperidad de la que nunca tuvo. 12 Este país, aunque toda persona, animal y ciudad de ella estén sentenciados, nuevamente verán pastores conduciendo ovejas y corderos. 13 Nuevamente sus rebaños se multiplicarán en los pueblos montañosos y en las ciudades al este de la llanura filistea, en todas las ciudades del sur, en la región de Benjamín, en la cercanía de Jerusalén y en todas las ciudades de Judá. 14 ¡Sí, día viene, dice el Señor, cuando yo haré por Israel y Judá todo el bien que les prometí!
15 Y en aquel tiempo haré subir al trono al verdadero Hijo de David, y él gobernará con justicia. 16 Y en aquel día los de Judá y Jerusalén vivirán en seguridad y su lema será: «El Señor es nuestra justicia». 17 Porque el Señor declara que desde entonces en adelante David tendrá por siempre un heredero que ocupe el trono de Israel. 18 Y habrá siempre levitas que presenten ofrendas quemadas, ofrendas de granos y sacrificios al Señor.
19 Llegó luego a Jeremías este mensaje del Señor:
20-21 Cuando puedan quebrantar mi pacto con el día y la noche, de modo que el día no venga cuando le corresponda, sólo entonces será quebrantado mi convenio con mi siervo David, de modo que no haya hijo suyo que reine en su trono. Y mi convenio con los sacerdotes y levitas ministros míos, no se deroga. 22 Y así como no se pueden contar las estrellas ni contarse los granos de arena de las playas, así los descendientes de mi servidor David y la descendencia de los levitas que para mí ministran se multiplicarán.
23 El Señor le habló nuevamente a Jeremías diciendo:
24 ¿Has oído lo que el pueblo dice? ¡Que el Señor eligió a Judá e Israel y luego los abandonó! Se burlan y dicen que Israel no merece ser tenida como nación. 25-26 Pero esta es la respuesta del Señor: ¡Yo no rechazaría a mi pueblo así como no modificaría mis leyes del día y la noche, de la tierra y el cielo! ¡Jamás abandonaré a los israelitas, ni a mi servidor David; no modificaré el plan de que un descendiente suyo gobierne un día sobre estos descendientes de Abraham, Isaac y Jacob! Por el contrario, les restauraré su prosperidad y tendré piedad de ellos, voy a liberarlos del cautiverio y traerlos de regreso a su tierra.
Advertencia al rey Sedequías
34 Este es el mensaje del Señor que llegó a Jeremías cuando Nabucodonosor, rey de Babilonia, y todos sus ejércitos de todos los reinos que gobernaba, llegaron a combatir contra Jerusalén y las ciudades de Judá:
2 Ve y dile a Sedequías, rey de Judá, que el Señor dice así: Entregaré esta ciudad al rey de Babilonia y él la tomará e incendiará. 3 Tú no escaparás; serás capturado y llevado ante el rey de Babilonia el cual te sentenciará y serás desterrado a Babilonia. 4 Pero escucha esto, Sedequías, rey de Judá: El Señor dice que no caerás en la matanza de la guerra, 5 sino que morirás tranquilamente y con honor entre tu pueblo, y ellos quemarán incienso en recuerdo tuyo, así como hicieron por tu padre. Llorarán por ti y dirán: «¡Ay, nuestro rey ha muerto!». Así lo he decretado, dice el Señor.
6 Así dio Jeremías el mensaje al rey Sedequías. 7 Por entonces el ejército babilónico sitiaba a Jerusalén, Laquis y Azeca, las únicas ciudades amuralladas de Judá que aún quedaban en pie.
Liberación para los esclavos
8 Este es el mensaje del Señor que llegó a Jeremías después de que el rey Sedequías de Judá había libertado a todos los esclavos de Jerusalén. 9 (El rey Sedequías había ordenado a todos que se diera libertad a sus esclavos hebreos, hombres y mujeres. Había dicho que ningún judío debía ser amo de otro judío, pues todos eran hermanos. 10 Los príncipes y todo el pueblo habían obedecido el mandado del rey y liberado sus esclavos, pero eso fue sólo temporal. 11 Cambiaron de sentir y volvieron a esclavizar a sus siervos. 12 Fue por eso que el Señor dio el siguiente mensaje a Jerusalén).
13 El Señor, el Dios de Israel, dice:
Con sus antepasados establecí un convenio hace mucho cuando los liberé de su esclavitud en Egipto. 14 Les dije que todo esclavo hebreo debe ser liberado luego de servir seis años, pero no lo hicieron así. 15 Recientemente comenzaron a proceder correctamente, como se lo había ordenado, y liberaron a sus esclavos. Solemnemente me habían prometido en mi templo que lo harían. 16 Pero ahora rehúsan cumplir, y han mancillado mi fama quebrantando su juramento y los han vuelto a esclavizar.
17 Por lo tanto, dice el Señor, como no quieren escucharme y liberarlos, yo los entregaré al poder de la muerte mediante la guerra, el hambre y la enfermedad. Y los esparciré por todo el mundo como exiliados. 18-19 Como han rechazado los términos de nuestro convenio, yo los descuartizaré como descuartizaron el becerro para pasar por en medio de las dos mitades como acto solemne para simbolizar sus votos. ¡Sí, los entregaré a la matanza, ya sean príncipes, dignatarios de la corte, sacerdotes o del común del pueblo, porque han quebrantado su juramento! 20 Los entregaré a sus enemigos y los matarán. Daré sus cadáveres como alimento a los buitres y a las fieras. 21 Y entregaré a Sedequías, rey de Judá, y a sus dignatarios en manos del ejército del rey de Babilonia, aunque este se ha alejado de la ciudad por breve tiempo. 22 Volveré a llamar a los ejércitos de Babilonia que lucharán contra esta ciudad, la tomarán y la incendiarán. Y yo me encargaré de que las ciudades de Judá sean totalmente destruidas y queden desoladas, sin persona viva.
1 Timoteo 4
Nueva Biblia Viva
Instrucciones a Timoteo
4 Pero el Espíritu dice claramente que en los últimos tiempos algunos se apartarán de la fe y se convertirán en seguidores de ideas engañosas y doctrinas diabólicas. 2 Los propagadores de tales enseñanzas mienten con tanta hipocresía que la conciencia ni siquiera les molesta. 3 Afirmarán que es malo casarse y prohibirán comer ciertos alimentos que Dios ha creado para que los creyentes, los que han conocido la verdad, los coman con acción de gracias. 4 Todo lo que Dios hizo es bueno y nada debe desecharse si lo tomamos con agradecimiento a Dios, 5 pues la palabra de Dios y la oración lo santifican.
6 Explica esto a los hermanos y estarás cumpliendo con tu deber como buen servidor de Cristo Jesús. Así estarás demostrando que te nutres de la fe y de las buenas enseñanzas que fielmente has seguido.
7 No pierdas el tiempo discutiendo mitos y leyendas mundanas. Emplea el tiempo y las energías en ejercitarte para vivir como Dios manda. 8 Está bien que te ejercites físicamente, pero es mucho mejor que te ejercites para vivir piadosamente, ya que esto es útil para todo, te ayudará en esta vida y también en la venidera. 9 ¡Este mensaje es cierto y debe ser aceptado por todo el mundo! 10 En efecto, si trabajamos arduamente y sufrimos mucho es porque hemos puesto nuestra esperanza en el Dios viviente, que es el salvador de todos, particularmente de los que creen.
11 Enseña y encarga estas cosas.
12 Que nadie te menosprecie por ser joven. Pero sé ejemplo de los fieles en la forma en que hablas y vives, en el amor, en la fe y en la pureza.
13 Mientras llego, ocúpate en leer públicamente las Escrituras, en enseñar y en animar a los hermanos. 14 No dejes de ejercitar el don que recibiste por medio de una profecía, cuando los ancianos de la iglesia impusieron las manos sobre ti. 15 Sé diligente en estos asuntos; entrégate de lleno al cumplimiento de tu deber para que todos vean tus progresos. 16 Cuida estrechamente tus acciones y tus enseñanzas. Mantente fiel en todo ello, porque así te salvarás a ti mismo y a los que te escuchen.
Salmos 89:1-13
Nueva Biblia Viva
Masquil de Etán el ezraíta.
89 Oh Señor, por siempre cantaré la grandeza de tu amor; por todas las generaciones proclamará mi boca tu fidelidad. 2 Tu gran amor dura para siempre; tu fidelidad dura tanto como los cielos.
3 El Señor Dios dice: «He hecho un pacto con mi escogido; le he jurado a David mi siervo: 4 “Estableceré tu dinastía para siempre, y afirmaré tu trono por todas las generaciones”».
5 Todo el cielo alabará tus milagros, Señor; millares de ángeles te alabarán por tu fidelidad. 6 Porque ¿quién en todo el cielo puede compararse con el Señor? ¿Qué ángel por más poderoso que sea, puede siquiera parecerse al Señor? 7 Los poderes angelicales más altos se quedan temerosos ante Dios; él es más asombroso que ninguno de los que rodea su trono. 8 Oh Señor, Dios Todopoderoso, ¿dónde hay otro tan poderoso como tú? La fidelidad es una de tus cualidades.
9 Tú mandas a los océanos cuando sus olas se elevan en furiosa tempestad; tú las calmas. 10 Tú eres el que aplasta al gran monstruo marino; dispersas a tus enemigos con tu brazo poderoso. 11 Tuyos son los cielos y la tierra; todo en el mundo es tuyo. Tú lo creaste todo. 12 Tú creaste el norte y el sur. Los montes Tabor y Hermón cantan alegres a tu nombre. 13 Poderoso es tu brazo. Fuerte es tu mano. Tu mano derecha se eleva con gloriosa fortaleza.
Proverbios 25:23-24
Nueva Biblia Viva
23 Tan cierto como que el viento del norte trae lluvia, las malas lenguas traen miradas de enojo.
24 Es mejor vivir en un rincón de la azotea que en una hermosa casa con una mujer pendenciera.
Nueva Biblia Viva (NBV)
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