Thursday, October 2, 2025

DAB Español, Viernes 03 de Octubre

Día 277, DAB Español, Viernes 03 de Octubre


Jeremías 1:1-2:30; Filipenses 4:1-23; Salmos 75; Proverbios 24:17-20 (La Biblia de las Américas (LBLA))











Jeremías 1:1-2:30

La Biblia de las Américas

Llamamiento y comisión de Jeremías


1 Palabras de Jeremías, hijo de Hilcías, de los sacerdotes que habitaban en Anatot, en la tierra de Benjamín, 2 a quien vino la palabra del Señor en los días de Josías, hijo de Amón, rey de Judá, en el año trece de su reinado. 3 También vino a él la palabra en los días de Joacim, hijo de Josías, rey de Judá, hasta el fin del año once de Sedequías, hijo de Josías, rey de Judá, hasta el destierro de Jerusalén en el mes quinto.


4 Y vino a mí la palabra del Señor, diciendo:


5

Antes que yo te formara en el seno materno, te conocí,

y antes que nacieras, te consagré,

te puse por profeta a las naciones.

6

Entonces dije: ¡Ah, Señor Dios[a]!

He aquí, no sé hablar,

porque soy joven.

7

Pero el Señor me dijo:

No digas: «Soy joven»,

porque adondequiera que te envíe, irás,

y todo lo que te mande, dirás.

8

No tengas temor ante ellos,

porque contigo estoy para librarte —declara el Señor.


9 Entonces extendió el Señor su mano y tocó mi boca. Y el Señor me dijo:


He aquí, he puesto mis palabras en tu boca.

10

Mira, hoy te he dado autoridad sobre las naciones y sobre los reinos,

para arrancar y para derribar,

para destruir y para derrocar,

para edificar y para plantar.


11 Vino entonces a mí la palabra del Señor, diciendo: ¿Qué ves tú, Jeremías? Y yo respondí: Veo una vara de almendro[b]. 12 Y me dijo el Señor: Bien has visto, porque yo velo[c] sobre mi palabra para cumplirla.


13 Por segunda vez vino a mí la palabra del Señor, diciendo: ¿Qué ves tú? Y respondí: Veo una olla hirviendo que se vuelca desde el norte[d].


14

Y me dijo el Señor:

Desde el norte irrumpirá[e] el mal

sobre todos los habitantes de esta[f] tierra.

15

Porque he aquí, llamo

a todas las familias de los reinos del norte

—declara el Señor—

y vendrán y cada uno pondrá su trono

a la entrada de las puertas de Jerusalén,

frente a todos sus muros alrededor

y frente a todas las ciudades de Judá.

16

Y yo pronunciaré[g] mis juicios contra ellos

por toda su maldad, porque me abandonaron,

ofrecieron sacrificios[h] a otros dioses

y adoraron la obra de sus manos.

17

Tú, pues, ciñe tus lomos,

levántate y diles todo lo que yo te mande.

No temas ante ellos,

no sea que yo te infunda temor delante de ellos.

18

He aquí, yo te he puesto hoy

como ciudad fortificada,

como columna de hierro y como muro[i] de bronce

contra toda esta[j] tierra:

contra los reyes de Judá, sus príncipes,

sus sacerdotes y el pueblo de la tierra.

19

Pelearán contra ti, pero no te vencerán,

porque yo estoy contigo —declara el Señor— para librarte.

Apostasía de Israel


2 Y vino a mí la palabra del Señor, diciendo: 2 Ve y clama a los oídos de Jerusalén, diciendo: «Así dice el Señor:


“De ti recuerdo el cariño[k] de tu juventud,

el amor de tu desposorio,

de cuando me seguías en el desierto,

por tierra no sembrada.

3

Santo era Israel para el Señor,

primicias de su cosecha[l];

todos los que comían de ella se hacían culpables;

el mal venía sobre ellos” —declara el Señor».


4 Oíd la palabra del Señor, casa de Jacob, y todas las familias de la casa de Israel. 5 Así dice el Señor:


¿Qué injusticia hallaron en mí vuestros padres,

para que se alejaran de mí

y anduvieran tras lo vano y se hicieran vanos?

6

Tampoco dijeron: ¿Dónde está el Señor

que nos hizo subir de la tierra de Egipto,

que nos condujo por el desierto,

por una tierra de yermos y de barrancos,

por una tierra seca y tenebrosa[m],

una tierra por la que nadie pasó

y donde ningún hombre habitó?

7

Yo os traje a una tierra fértil,

para que comierais de su fruto y de sus delicias[n];

pero vinisteis y contaminasteis mi tierra,

y de mi heredad hicisteis abominación.

8

Los sacerdotes no dijeron: «¿Dónde está el Señor?».

Los que se ocupaban de la ley no me conocieron,

los gobernantes[o] se rebelaron contra mí,

y los profetas profetizaban por Baal,

y andaban tras cosas que no aprovechan.


9

Por tanto, aún contenderé con vosotros —declara el Señor—

y con los hijos de vuestros hijos contenderé.

10

Pasad, pues, a las islas de Quitim[p] y ved,

enviad gente a Cedar y observad atentamente,

y ved si ha habido cosa semejante:

11

¿Ha cambiado alguna nación sus dioses,

aunque esos no son dioses?

Pues mi pueblo ha cambiado su gloria

por lo que no aprovecha.

12

Espantaos, oh cielos, por esto,

y temblad, quedad en extremo desolados —declara el Señor.

13

Porque dos males ha hecho mi pueblo:

me han abandonado a mí,

fuente de aguas vivas,

y han cavado[q] para sí cisternas,

cisternas agrietadas que no retienen el agua.


14

¿Es un esclavo Israel o un siervo nacido en casa?

¿Por qué se ha convertido en presa?

15

Contra él rugieron los leoncillos,

rugieron fuertemente[r],

y han hecho de su tierra una desolación;

sus ciudades están quemadas, sin habitantes.

16

Incluso los hombres[s] de Menfis y de Tafnes

te han afeitado[t] la coronilla.

17

¿No te ha sucedido[u] esto

por haber dejado al Señor tu Dios,

cuando Él te guiaba por el camino?

18

Y ahora, ¿qué haces en el camino a Egipto

para beber las aguas del Nilo[v]?

¿O qué haces en el camino a Asiria

para beber las aguas del Eufrates[w]?

19

Te castigará tu propia maldad,

y tus apostasías te condenarán.

Reconoce, pues, y ve que es malo y amargo

el dejar al Señor tu Dios,

y no tener temor de mí[x] —declara el Señor, Dios[y] de los ejércitos.


20

Porque desde hace tiempo rompí[z] tu yugo

y arranqué[aa] tus coyundas;

pero dijiste: «No serviré».

Porque sobre toda colina alta

y bajo todo árbol frondoso

te echabas como ramera.

21

Pero yo te planté como vid escogida,

toda ella de simiente genuina.

¿Cómo, pues, te has vuelto delante de mí

sarmiento degenerado de una vid extraña?

22

Aunque te laves con soda[ab]

y uses mucho[ac] jabón,

la mancha de tu iniquidad está aún delante de mí —declara el Señor Dios[ad].

23

¿Cómo puedes decir: «No estoy manchada,

no he ido tras los baales»?

Mira tu proceder en el valle,

reconoce lo que has hecho.

Eres una camella joven y liviana que enreda sus pasos,

24

asna montés acostumbrada al desierto,

que en su ardor olfatea el viento.

En la época de su celo ¿quién la puede refrenar[ae]?

Todos los que la busquen, no se tienen que fatigar,

en su mes la hallarán.

25

Guarda tus pies de andar descalzos

y tu garganta de la sed.

Mas dijiste: «Es en vano[af].

¡No! Porque amo a los extraños,

y tras ellos andaré».

26

Como se avergüenza el ladrón cuando es descubierto,

así se ha avergonzado la casa de Israel:

ellos, sus reyes, sus príncipes,

sus sacerdotes y sus profetas;

27

los que dicen al leño: «Mi padre eres tú»,

y a la piedra: «Tú me engendraste».

Porque ellos me han vuelto las espaldas,

y no el rostro;

pero en el tiempo de su calamidad[ag] dirán:

«Levántate y sálvanos».

28

Mas ¿dónde están tus dioses,

los que hiciste para ti?

Que se levanten, a ver si pueden salvarte

en el tiempo de tu calamidad[ah];

porque según el número de tus ciudades

son tus dioses, oh Judá.


29

¿Por qué contendéis conmigo?

Todos vosotros os habéis rebelado contra mí —declara el Señor.

30

En vano he herido a vuestros hijos,

no han aceptado corrección.

Vuestra espada ha devorado a vuestros profetas

como león destructor.

Footnotes


Jeremías 1:6 Heb., YHWH, generalmente traducido Señor

Jeremías 1:11 Heb., shaqued

Jeremías 1:12 Heb., shoqued

Jeremías 1:13 Lit., su cara está opuesta al norte

Jeremías 1:14 Lit., se abrirá o será suelto

Jeremías 1:14 Lit., la

Jeremías 1:16 Lit., hablaré

Jeremías 1:16 O, han quemado incienso

Jeremías 1:18 Lit., muros

Jeremías 1:18 Lit., la

Jeremías 2:2 O, la bondad

Jeremías 2:3 Lit., fruto

Jeremías 2:6 O, de sombra de muerte

Jeremías 2:7 Lit., cosas buenas

Jeremías 2:8 Lit., pastores

Jeremías 2:10 I.e., Chipre y otras islas

Jeremías 2:13 Lit., para cavar

Jeremías 2:15 Lit., dieron su voz

Jeremías 2:16 O, hijos

Jeremías 2:16 En heb., apacentado

Jeremías 2:17 Lit., ¿No te has hecho

Jeremías 2:18 Heb., Shijor

Jeremías 2:18 Lit., río

Jeremías 2:19 Lit., y mi temor no está en ti

Jeremías 2:19 Heb., YHWH, generalmente traducido Señor

Jeremías 2:20 O, rompiste

Jeremías 2:20 O, arrancaste

Jeremías 2:22 I.e., carbonato sódico

Jeremías 2:22 Lit., y hagas que sea mucho para ti el

Jeremías 2:22 Heb., YHWH, generalmente traducido Señor

Jeremías 2:24 O, desviar

Jeremías 2:25 O, Es algo desesperado

Jeremías 2:27 O, mal

Jeremías 2:28 O, mal



Filipenses 4

La Biblia de las Américas

Regocijo y paz en el Señor


4 Así que, hermanos míos, amados y añorados, gozo y corona mía, estad así firmes en el Señor, amados.


2 Ruego a Evodia y a Síntique, que vivan en armonía[a] en el Señor. 3 En verdad, fiel compañero, también te ruego que ayudes a estas mujeres que han compartido mis luchas en la causa del evangelio, junto con Clemente y los demás colaboradores míos, cuyos nombres están en el libro de la vida.


4 Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez lo diré: ¡Regocijaos! 5 Vuestra bondad sea conocida de todos los hombres. El Señor está cerca. 6 Por nada estéis afanosos; antes bien, en todo, mediante oración y súplica con acción de gracias, sean dadas a conocer vuestras peticiones delante de Dios. 7 Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento[b], guardará vuestros corazones y vuestras mentes en Cristo Jesús.

El secreto de la paz


8 Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo digno, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo honorable[c], si hay alguna virtud o algo que merece elogio, en esto meditad. 9 Lo que también habéis aprendido y recibido y oído y visto en mí, esto practicad, y el Dios de paz estará con vosotros.

Actitud ejemplar de Pablo hacia las cosas materiales


10 Me alegré grandemente en el Señor de que ya al fin habéis reavivado vuestro cuidado para conmigo; en verdad, antes os preocupabais, pero os faltaba la oportunidad. 11 No que hable porque tenga escasez[d], pues he aprendido a contentarme cualquiera que sea mi situación. 12 Sé vivir en pobreza[e], y sé vivir en prosperidad; en todo y por todo he aprendido el secreto tanto de estar saciado como de tener hambre, de tener abundancia como de sufrir necesidad. 13 Todo lo puedo en Cristo[f] que me fortalece. 14 Sin embargo, habéis hecho bien en compartir conmigo en mi aflicción. 15 Y vosotros mismos también sabéis, filipenses, que al comienzo de la predicación del evangelio, después que partí de Macedonia, ninguna iglesia compartió conmigo en cuestión de dar y recibir, sino vosotros solos; 16 porque aun a Tesalónica enviasteis dádivas más de una vez para mis necesidades. 17 No es que busque la dádiva en sí, sino que busco fruto que aumente en vuestra cuenta. 18 Pero lo he recibido todo y tengo abundancia; estoy bien abastecido[g], habiendo recibido de Epafrodito lo que habéis enviado[h]: fragante aroma[i], sacrificio aceptable, agradable a Dios. 19 Y mi Dios proveerá a todas vuestras necesidades, conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús. 20 A nuestro Dios y Padre sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén.

Saludos y bendición


21 Saludad a todos los santos en Cristo Jesús. Los hermanos que están conmigo os saludan. 22 Todos los santos os saludan, especialmente los de la casa del César.


23 La gracia del Señor Jesucristo sea con vuestro espíritu[j].

Footnotes


Filipenses 4:2 O, que sean del mismo sentir

Filipenses 4:7 Lit., toda mente

Filipenses 4:8 O, de buena reputación

Filipenses 4:11 Lit., conforme a la escasez

Filipenses 4:12 Lit., vivir humildemente

Filipenses 4:13 Lit., en aquel

Filipenses 4:18 Lit., lleno

Filipenses 4:18 Lit., las cosas de parte de vosotros

Filipenses 4:18 Lit., un olor de fragancia

Filipenses 4:23 Algunos mss. antiguos agregan: Amén



Salmos 75

La Biblia de las Américas

Dios humilla al orgulloso y exalta al justo

Para el director del coro; según tonada de No destruyas. Salmo de Asaf. Cántico.


75 Te damos gracias, oh Dios, te damos gracias,

pues cercano está tu nombre;

los hombres declaran tus maravillas.

2

Cuando yo escoja el tiempo oportuno,

seré yo quien juzgará con equidad.

3

Tiemblan la tierra y todos sus moradores,

mas yo sostengo sus columnas. (Selah[a])

4

Dije a los orgullosos: No os jactéis;

y a los impíos: No alcéis la frente[b];

5

no levantéis en alto vuestra frente[c];

no habléis con orgullo[d] insolente.


6

Porque ni del oriente ni del occidente,

ni del desierto[e] viene el enaltecimiento;

7

sino que Dios es el juez;

a uno humilla y a otro ensalza.

8

Porque hay un cáliz en la mano del Señor, y el vino fermenta,

lleno de mixtura, y de este Él sirve[f];

ciertamente lo sorberán hasta las heces y lo beberán todos los impíos de la tierra.


9

Pero yo lo anunciaré para siempre;

cantaré alabanzas al Dios de Jacob.

10

Quebraré todo el poderío[g] de los impíos,

pero el poderío[h] del justo será ensalzado.

Footnotes


Salmos 75:3 Posiblemente, Pausa, Crescendo, o Interludio

Salmos 75:4 Lit., el cuerno

Salmos 75:5 Lit., vuestro cuerno

Salmos 75:5 Lit., cuello

Salmos 75:6 O, desierto montañoso

Salmos 75:8 Lit., derrama

Salmos 75:10 Lit., los cuernos

Salmos 75:10 Lit., los cuernos



Proverbios 24:17-20

La Biblia de las Américas


17

No te regocijes cuando caiga tu enemigo,

y no se alegre tu corazón cuando tropiece;

18

no sea que el Señor lo vea y le desagrade[a],

y aparte de él su ira.


19

No te impacientes a causa de los malhechores,

ni tengas envidia de los impíos,

20

porque no habrá futuro[b] para el malo.

La lámpara de los impíos será apagada.

Footnotes


Proverbios 24:18 Lit., sea malo a sus ojos

Proverbios 24:20 Lit., final


La Biblia de las Américas (LBLA)


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