Monday, August 22, 2022

DAB Español, Martes 23 de Agosto

Día 235, DAB Español, Martes 23 de Agosto


Job 8:1-11:20; 1 Corintios 15:1-28; Salmos 38; Proverbios 21:28-29 (Traducción en lenguaje actual (TLA))









Job 8-11

Traducción en lenguaje actual

Primera participación de Bildad

8 Entonces Bildad le dijo a Job:

2 «¡Hablas con la violencia

de un fuerte huracán!

¿Cuándo te vas a callar?

3 El Dios todopoderoso

nunca hace nada injusto.

4 Si tus hijos pecaron contra Dios,

él les ha dado su merecido.

5-6 Pero si tú eres inocente,

habla con él y pídele perdón;

él te protegerá y te recompensará

devolviéndote todo lo que tenías.

7 Tus primeras riquezas no serán nada,

comparadas con las que tendrás después.

8-10 »Pregúntales a nuestros abuelos,

y verás cuántas cosas descubrieron.

Ellos te lo harán saber todo

y compartirán contigo su experiencia.

Nosotros hemos vivido muy poco,

y poco o nada sabemos;

nuestra vida pasa como una sombra.

11 »Los juncos crecen en el agua,

pero si el agua les llega a faltar

12 se secan más pronto

que cualquier otra planta.

13 Lo mismo les pasa a los malvados,

a los que se olvidan de Dios:

al morir nada bueno les espera.

14 Su confianza es tan frágil

como una telaraña:

15 no les brinda ningún apoyo.

16 Los malvados son como esas hierbas

que cuando les pega el sol

se extienden por todo el jardín,

17 y hunden sus raíces en las piedras.

18 Pero si alguien las arranca,

nadie podrá saber dónde estaban.

19 ¡Así termina su alegría de vivir,

y en su lugar nacen otras hierbas!

20 »Dios acepta al honrado,

y rechaza al malvado.

21 Dios hará que vuelvas a reír

y a lanzar gritos de alegría.

22 Tus enemigos quedarán avergonzados,

y sus casas serán destruidas».

Segunda respuesta de Job

9 Al oír esto, Job respondió:

2 «¡Ese cuento ya lo conozco!

Yo sé bien que ante Dios

nadie puede alegar inocencia,

3 ni puede tampoco discutir con él.

Dios puede hacer mil preguntas,

y nadie puede responderle.

4 ¿Quién puede desafiar a Dios

y esperar salir victorioso?

Su sabiduría es muy profunda,

y su poder es muy grande.

5 Cuando Dios se enoja,

cambia de lugar las montañas

sin que nadie se dé cuenta;

6 también cambia de lugar a la tierra,

y la hace temblar hasta sus bases.

7 Reprende al sol, y el sol no sale;

también apaga la luz de las estrellas.

8 Con su poder extiende el cielo

y calma las olas del mar.

9 Dios creó todas las estrellas,

y las agrupó en constelaciones:

la Osa Mayor, la Cruz del Sur,

Orión y las Siete Cabritas.

10 »Dios hace cosas tan maravillosas

que es muy difícil comprenderlas,

y más aún, hablar de ellas.

11 Si Dios pasara junto a mí,

me sería imposible verlo;

si se alejara de mí,

no me daría cuenta.

12 Si quisiera tomar algo,

¿quién podría ordenarle no hacerlo?

13 Cuando Dios se enoja,

hasta el mar y sus olas

se rinden ante él.

14 »Si esto es así,

¿cómo voy a poder responderle?

15 A pesar de que soy inocente,

ante Dios no me puedo defender;

sólo puedo suplicarle

que me tenga compasión.

16 Si lo llamara, y él me respondiera,

no creo que me prestaría atención.

17-18 ¡Al contrario!

¡Por la cosa más simple

aumentaría mis heridas

y no me dejaría ni respirar!

¡Me llenaría de amargura

y con una tormenta me despedazaría!

19 Si de comparar fuerzas se trata,

¡Dios es más poderoso!

Y si le abriera un juicio,

¿quién podría obligarlo a presentarse?

20 ¡Aunque no he hecho nada malo,

mi boca me condena y resulto culpable!

21 »No tengo nada de qué arrepentirme,

pero eso ya no importa;

¡estoy cansado de esta vida!

22 En todo caso, da lo mismo.

Por eso puedo afirmar

que Dios destruye por igual

a los buenos y a los malos.

23 Y si alguna enfermedad provoca

que la gente muera de pronto,

Dios se burla de la angustia

de los que nada malo hicieron.

24 Cuando algún malvado

se apodera de un terreno,

es Dios mismo quien les tapa

los ojos a los jueces.

25-26 »La vida se me escapa

con la rapidez del rayo.

Mis días pasan como el águila

cuando se lanza sobre su presa.

El tiempo es como un barco

que se pierde en la distancia,

y yo aquí estoy,

sin saber lo que es la felicidad.

27 A veces pienso en olvidarlo todo,

en cambiar de actitud y sonreír;

28 pero me asusto de tanto sufrimiento,

pues sé bien que ante Dios,

no resulto inocente.

29 Y si él me considera culpable,

¿qué caso tiene seguir luchando?

30 Aunque me lave con jabón

las manos y todo el cuerpo,

31 Dios me arrojará al basurero,

¡y no habrá ropa que me cubra!

32 »¿Cómo puedo atreverme

a citar a Dios ante un tribunal,

si soy un simple mortal?

33 ¿Qué juez en este mundo

podría dictar sentencia entre nosotros?

34 Si alguien pudiera quitarme el miedo

de sufrir el castigo divino,

35 podría hablar sin temor;

pero en verdad, tengo miedo.

10 »Si doy rienda suelta a mi queja

y a la amargura que llevo dentro,

es porque estoy cansado de la vida.

2 Por eso le he dicho a Dios:

“Dios mío, no seas injusto conmigo;

¡dime qué mal he cometido!

3 Tú eres mi creador,

y no está bien que me maltrates

ni que permitas que los malvados

hagan planes contra mí.

4 Tú no ves las cosas

como nosotros las vemos,

5 ni vives los pocos años

que nos toca vivir;

6 ¿por qué, entonces, quieres saber

qué pecados he cometido?

7 ¡Tú sabes que no soy culpable,

y yo bien sé que no es posible

que me libre de tu poder!

8-10 ”Tú, con tus propias manos,

me fuiste dando forma,

como quien hace una olla de barro,

como quien derrama crema

para hacer queso;

¿por qué quieres quitarme la vida

y hacerme volver al polvo?

11 Tú recubriste mis huesos

con carne y con piel;

12 tú me diste vida

y me trataste con bondad;

¡siempre cuidaste de mí!

13 Pero ahora me doy cuenta

de algo que no me dijiste:

14 ¡que me estarías vigilando

para ver si yo pecaba,

pues no perdonarías mi pecado!

15 Pero, inocente o culpable,

estoy en un gran problema

y no puedo mirarte a los ojos.

¡Estoy muy avergonzado

y me muero de tristeza!

16 Siempre me estás vigilando,

como si fueras un león al acecho;

apenas hago el menor movimiento,

me haces sentir tu poder.

17 Tu enojo contra mí va en aumento;

presentas nuevos testigos que me acusan;

tus ejércitos me atacan sin cesar.

18 ”¿Por qué me dejaste nacer?

¡Ojalá me hubiera muerto,

sin que nadie llegara a conocerme!

19 ¡Más me valdría no haber nacido,

y pasar directamente a la tumba!

20 Mis días están contados;

ya están llegando a su fin.

¡Por favor, déjame en paz!

¡Quiero tener un momento de alegría,

21-22 antes de emprender el viaje sin regreso

al país de las tinieblas y el desorden!”»

Primera participación de Zofar

11 Al oír las palabras de Job, su amigo Zofar le dijo:

2 «¡Tantas palabras sin sentido

no pueden quedar sin respuesta!

¡Un charlatán como éste

no puede ser inocente!

3 ¿Vamos a quedarnos callados

ante tantas tonterías?

¿Y acaso vas a burlarte de nosotros

sin que te respondamos?

4 Tú aseguras estar en lo correcto,

y no haber hecho nada malo.

5 ¡Cómo me gustaría ver

que Dios mismo te acusara,

6 y que te hiciera saber

los secretos de la sabiduría!

Así podrías darte cuenta

de que Dios no te ha castigado

como te mereces.

7 »¿Crees que puedes llegar a conocer

los secretos del Dios todopoderoso?

8-9 ¡Nunca podrás llegar a conocerlos!

¡Son más altos que los cielos,

más profundos que el sepulcro,

más extensos que la tierra

y más anchos que la mar!

10-11 »Dios sabe quién es tonto

y quién es malvado;

lo sabe, y no los perdona.

Si Dios decide llamarte a cuentas

y meterte en la cárcel,

¿quién se lo impedirá?

12 »No es nada fácil

que el tonto llegue a ser sabio,

como tampoco es fácil

que de un burro nazca un hombre.

13 »Pero si tú amas a Dios

y le pides perdón,

14 y si tú y tu familia

dejan de hacer el mal,

15 entonces no tendrás que avergonzarte,

y podrás vivir sin ningún temor.

16 Olvidarás tus sufrimientos por completo,

y si acaso los recuerdas,

será como recordar cosas sin importancia.

17 Tendrás una vida muy feliz.

¡Tus pesadillas más horribles,

se convertirán en dulces sueños!

18-19 Vivirás en paz y protegido por Dios;

dormirás confiado y lleno de esperanza,

sin miedo a nada ni a nadie,

y muchos querrán ser tus amigos.

20 Pero los malvados no podrán escapar:

sus ojos se irán apagando,

hasta que les llegue la muerte».

1 Corintios 15:1-28

Traducción en lenguaje actual

¡Cristo ha resucitado!

15 Queridos hermanos, quiero recordarles la buena noticia que les di. Ustedes la recibieron con gusto y confiaron en ella. 2 Si continúan confiando firmemente en esa buena noticia, serán salvos. Pero si no, de nada les servirá haberla aceptado.

3 Lo primero que les enseñé fue lo mismo que yo aprendí: que Cristo murió en lugar de nosotros, que éramos pecadores. Tal como lo enseña la Biblia, 4 fue sepultado y, después de tres días, Dios lo resucitó. 5 Primero se le apareció a Pedro, y después a los doce apóstoles. 6 Luego se les apareció a más de quinientos de sus seguidores a la vez. Algunos de ellos todavía viven, y otros ya murieron. 7 Más tarde se apareció a Santiago, y luego a todos los apóstoles. 8 Por último, se me apareció a mí; a pesar de que lo conocí mucho tiempo después que los otros apóstoles.

Por eso me considero 9 el menos importante de los apóstoles, y ni siquiera merezco que la gente me llame así, pues le hice mucho daño a la iglesia de Dios. 10 Sin embargo, Dios fue bueno conmigo, y por eso soy apóstol. No desprecié el poder especial que me dio, y trabajé más que los otros apóstoles; aunque en realidad todo lo hice gracias a ese poder especial de Dios. 11 Pero ni yo ni los otros apóstoles importamos. Lo que sí importa es que todos nosotros hemos anunciado esa buena noticia, y que ustedes han creído en ella.

Nosotros también resucitaremos

12 La buena noticia que anunciamos es que Dios resucitó a Cristo. Pero entonces, ¿cómo es que algunos de ustedes dicen que los muertos no resucitan? 13 Porque, si los muertos no resucitan, entonces Cristo tampoco resucitó. 14 Y si Cristo no resucitó, esta buena noticia que anunciamos no sirve para nada, y de nada sirve tampoco que ustedes crean en Cristo. 15 Si fuera cierto que los muertos no resucitan, nosotros estaríamos diciendo una mentira acerca de Dios, pues afirmamos que él resucitó a Cristo.

16 Si en realidad los muertos no resucitan, entonces tampoco Cristo resucitó. 17 Y si Cristo no resucitó, de nada sirve que ustedes crean en él, pues sus pecados aún no habrán sido perdonados. 18 Y los que antes creyeron en Cristo y murieron, están totalmente perdidos. 19 Si nuestra esperanza es que Cristo nos ayude solamente en esta vida, no hay nadie más digno de lástima que nosotros.

20 Sin embargo, ¡Cristo resucitó! Esto nos enseña que también resucitarán los que murieron. 21-22 Por el pecado de Adán todos fuimos castigados con la muerte; pero, gracias a Cristo, ahora podemos volver a vivir. 23 Cada uno resucitará a su debido tiempo: primero Cristo; después, cuando él vuelva, resucitarán los que creyeron en él. 24 Luego vendrá el fin del mundo, cuando Cristo derrotará a todas las autoridades y a todos los poderes, y le entregará el reinado a Dios el Padre.

25 Cristo reinará hasta que haya vencido a todos sus enemigos. 26 El último enemigo que Cristo vencerá es la muerte. 27 Cuando la Biblia dice: «Dios puso todo bajo su dominio», la palabra «todo» no incluye a Dios, porque es Dios quien puso todo bajo la autoridad de Cristo. 28 Y cuando todo esté bajo el dominio del Hijo, él mismo se pondrá bajo la autoridad de Dios. Así, Dios estará sobre todas las cosas, pues él es quien puso todo bajo el dominio de Cristo.

Salmos 38

Traducción en lenguaje actual

¡Ven en mi ayuda!

SALMO 38 (37)

Himno de David para cantarlo cuando se presentan las ofrendas de incienso.

38 Dios mío,

si estás enojado, no me reprendas;

si estás furioso, no me castigues.

2 Me has herido con tu enojo,

has descargado tu mano sobre mí.

3 Tan grande ha sido tu disgusto

que nada sano tengo en el cuerpo;

tan grande ha sido mi pecado

que no tengo paz en los huesos.

4 Ya no aguanto mi maldad;

¡no soporto carga tan pesada!

5 Tan necio he sido,

que hasta mis llagas apestan;

¡están llenas de pus!

6 Me siento cansado,

y totalmente deprimido;

todo el día ando muy triste.

7 Estoy ardiendo en fiebre;

nada en mi cuerpo está sano.

8 Estoy muy débil y adolorido;

tengo la mente aturdida.

¡Por eso me quejo!

9 Dios mío, pongo ante ti

mis más grandes deseos;

¡no te los puedo esconder!

10 Mi corazón late con ansias,

las fuerzas me abandonan,

la vista se me nubla.

11 Mis amigos más queridos

se quedan lejos de mí

por causa de mis males;

mis parientes cercanos

se mantienen a distancia.

12 Los que quieren matarme

me ponen trampas;

los que buscan mi mal

amenazan con destruirme,

¡no hay un solo momento

en que no hagan planes contra mí!

13-14 Pero yo cierro los oídos

y hago como que no los oigo;

me hago el mudo y no digo nada.

15 Mi Señor y Dios,

yo en ti confío;

tú serás quien les responda.

16 Sólo una cosa te pido:

si acaso llego a caer,

no les concedas el gusto

de burlarse de mí.

17 Casi me doy por vencido;

este dolor no me deja en paz.

18 Debo reconocer mi maldad;

me llena de angustia haber pecado.

19 Mis enemigos son poderosos,

son muchos y me odian sin razón.

20 Yo los traté bien,

y ahora ellos me tratan mal;

procuré su bienestar,

y ahora ellos me atacan.

21-22 Mi Señor y Dios,

¡tú eres mi salvador!

No me abandones;

no te alejes de mí,

¡ven pronto en mi ayuda!

Proverbios 21:28-29

Traducción en lenguaje actual

28 El testigo falso será destruido,

pero al testigo verdadero

siempre se le da la palabra.

29 El malvado parece estar muy seguro;

pero sólo el hombre honrado

está seguro de verdad.

Traducción en lenguaje actual (TLA)

Copyright © 2000 by United Bible Societies

No comments:

Post a Comment

DAB Español, Viernes 10 de Mayo

Día 131, DAB Español, Viernes 10 de Mayo 1 Samuel 8:1-9:27; Juan 6:22-42; Salmos 106:32-48; Proverbios 14:34-35 (Reina Valera Contemporánea ...