Thursday, February 1, 2024

DAB Español, Sábado 03 de Febrero

Día 034, DAB Español, Sábado 03 de Febrero


Éxodo 17:8-19:15; Mateo 22:33-23:12; Salmos 27:8-14; Proverbios 6:27-35 (Reina Valera Actualizada (RVA-2015))








Éxodo 17:8-19:15

Reina Valera Actualizada

Victoria de Israel sobre Amalec


8 Entonces vino Amalec y combatió contra Israel en Refidim. 9 Y Moisés dijo a Josué:


—Escoge algunos de nuestros hombres y sal a combatir contra Amalec. Mañana yo estaré sobre la cima de la colina con la vara de Dios en mi mano.


10 Josué hizo como le dijo Moisés y combatió contra Amalec, mientras Moisés, Aarón y Hur subieron a la cumbre de la colina. 11 Sucedió que cuando Moisés alzaba su mano, Israel prevalecía; pero cuando bajaba su mano, prevalecía Amalec. 12 Ya las manos de Moisés estaban cansadas; por tanto, tomaron una piedra y la pusieron debajo de él, y él se sentó sobre ella. Aarón y Hur sostenían sus manos, el uno de un lado y el otro del otro lado. Así hubo firmeza en sus manos hasta que se puso el sol. 13 Y así derrotó Josué a Amalec y a su pueblo, a filo de espada. 14 Entonces el SEÑOR dijo a Moisés:


—Escribe esto en un libro como recordatorio, y di claramente a Josué que yo borraré del todo la memoria de Amalec de debajo del cielo.


15 Moisés edificó un altar y llamó su nombre “el SEÑOR es mi bandera”. 16 Y dijo:


—Por cuanto alzó la mano contra el trono del SEÑOR, el SEÑOR tendrá guerra contra Amalec de generación en generación.

Jetro visita a Moisés en Refidim


18 Jetro, sacerdote de Madián y suegro de Moisés, oyó todas las cosas que Dios había hecho a favor de Moisés y de su pueblo Israel, y cómo el SEÑOR había sacado a Israel de Egipto. 2 Y Jetro, suegro de Moisés, tomó a Séfora, la mujer de Moisés, a quien este había enviado; 3 también tomó a sus dos hijos. (El uno se llamaba Gersón[a], porque Moisés había dicho: “Fui forastero en tierra extranjera”. 4 El otro se llamaba Eliezer[b], porque había dicho: “El Dios de mi padre me ayudó y me libró de la espada del faraón”). 5 Jetro, suegro de Moisés, y la mujer de este y sus hijos fueron a ver a Moisés en el desierto donde estaba el campamento, junto al monte de Dios. 6 Y envió a decir a Moisés: “Yo, tu suegro Jetro, vengo a ti con tu mujer y con sus dos hijos”.


7 Moisés salió a recibir a su suegro, se postró ante él y lo besó. Se preguntaron el uno al otro cómo estaban, y entraron en la tienda. 8 Moisés contó a su suegro todas las cosas que el SEÑOR había hecho al faraón y a los egipcios a favor de Israel, los contratiempos que habían pasado en el camino, y cómo los había librado el SEÑOR. 9 Se alegró Jetro de todo el bien que el SEÑOR había hecho a Israel, librándolo de la mano de los egipcios. 10 Jetro dijo:


—¡Bendito sea el SEÑOR, que los libró de mano de los egipcios y de mano del faraón! Él es quien libró al pueblo de mano de los egipcios. 11 Ahora reconozco que el SEÑOR es más grande que todos los dioses, porque castigó[c] a aquellos que los trataron con arrogancia.


12 Después Jetro, suegro de Moisés, ofreció[d] un holocausto y sacrificios a Dios. Aarón y todos los ancianos de Israel fueron a comer con el suegro de Moisés delante de Dios.

Jetro asesora la elección de jueces


13 Aconteció que al día siguiente Moisés se sentó para administrar justicia al pueblo. Y el pueblo estuvo delante de Moisés desde la mañana hasta la noche. 14 Al ver el suegro de Moisés todo lo que él hacía por el pueblo, dijo:


—¿Qué es esto que haces con el pueblo? ¿Por qué te sientas tú solo, y todo el pueblo está delante de ti desde la mañana hasta la noche?


15 Moisés respondió a su suegro:


—Porque el pueblo viene a mí para consultar a Dios. 16 Cuando tienen cualquier asunto, vienen a mí. Yo juzgo entre uno y otro, y les hago conocer las leyes y las instrucciones de Dios.


17 Entonces el suegro de Moisés le dijo:


—No está bien lo que haces. 18 Te agotarás del todo, tú y también este pueblo que está contigo. El trabajo es demasiado pesado para ti; no podrás hacerlo tú solo. 19 Ahora pues, escúchame; yo te aconsejaré, y Dios estará contigo. Sé tú el portavoz del pueblo delante de Dios, y lleva los asuntos a Dios. 20 Enséñales las leyes y las instrucciones, y muéstrales el camino a seguir y lo que han de hacer. 21 Pero selecciona de entre todo el pueblo a hombres capaces, temerosos de Dios, hombres íntegros que aborrezcan las ganancias deshonestas, y ponlos al frente de ellos como jefes de mil, de cien, de cincuenta y de diez, 22 para que juzguen al pueblo en todo tiempo. Todo asunto difícil lo traerán a ti, pero ellos juzgarán todo asunto menor. Así aliviarás la carga que hay sobre ti, haciendo que otros la compartan contigo. 23 Si haces esto, y Dios así te lo manda, tú podrás resistir; y también todo este pueblo irá en paz a su lugar.


24 Moisés escuchó el consejo de su suegro e hizo todo lo que él dijo. 25 Escogió Moisés hombres capaces de entre todo Israel y los puso al frente del pueblo como jefes de mil, de cien, de cincuenta y de diez. 26 Ellos juzgaban al pueblo en todo tiempo. Los asuntos difíciles los llevaban a Moisés, pero ellos se hacían cargo de todos los asuntos menores.


27 Entonces despidió Moisés a su suegro, y este se fue a su tierra.

El SEÑOR confirma su pacto en Sinaí


19 En el mes tercero[e] después de la salida de los hijos de Israel de la tierra de Egipto, en ese mismo día llegaron al desierto de Sinaí. 2 Partieron de Refidim y llegaron al desierto de Sinaí, e Israel acampó allí en el desierto frente al monte. 3 Entonces Moisés subió para encontrarse con Dios, y el SEÑOR lo llamó desde el monte, diciendo:


—Así dirás a la casa de Jacob y anunciarás a los hijos de Israel: 4 “Ustedes han visto lo que he hecho a los egipcios, y cómo los he levantado a ustedes sobre alas de águilas y los he traído a mí. 5 Ahora pues, si de veras escuchan mi voz y guardan mi pacto, serán para mí un pueblo[f] especial entre todos los pueblos. Porque mía es toda la tierra, 6 y ustedes me serán un reino de sacerdotes y una nación santa”. Estas son las palabras que dirás a los hijos de Israel.


7 Entonces Moisés volvió y llamó a los ancianos del pueblo, y expuso en su presencia todas estas palabras que el SEÑOR le había mandado. 8 Todo el pueblo respondió a una, y dijo:


—¡Haremos todo lo que el SEÑOR ha dicho!


Y Moisés repitió al SEÑOR las palabras del pueblo. 9 El SEÑOR dijo a Moisés:


—He aquí, yo vendré a ti en una densa nube, para que el pueblo oiga mientras yo hablo contigo y te crea para siempre.


Y Moisés repitió al SEÑOR las palabras del pueblo. 10 El SEÑOR dijo a Moisés:


—Ve al pueblo y santifícalos hoy y mañana, y que laven sus vestidos. 11 Que estén preparados para el tercer día, porque al tercer día el SEÑOR descenderá sobre el monte Sinaí, a la vista de todo el pueblo. 12 Tú señalarás un límite al pueblo, alrededor, diciendo: “Cuidado; no suban al monte ni toquen su límite. Cualquiera que toque el monte, morirá irremisiblemente. 13 Nadie pondrá sus manos sobre él, porque ciertamente será apedreado o muerto a flechazos; sea animal u hombre, no vivirá. Solo podrán subir al monte cuando la corneta suene prolongadamente”.


14 Moisés descendió del monte al encuentro del pueblo y lo santificó, y ellos lavaron sus vestidos. 15 Entonces dijo al pueblo:


—Estén preparados para el tercer día. Absténganse de relaciones con mujer.

Footnotes


Éxodo 18:3 Significa extranjero o forastero.

Éxodo 18:4 Significa mi Dios es ayuda.

Éxodo 18:11 Heb. omite castigó.

Éxodo 18:12 Según vers. antiguas; heb., y tomó.

Éxodo 19:1 Aprox. may.-jun.

Éxodo 19:5 Según LXX y Targum; heb. omite pueblo.



Mateo 22:33-23:12

Reina Valera Actualizada


33 Al oír esto, las multitudes estaban atónitas de su doctrina.

El gran mandamiento


34 Entonces los fariseos, al oír que había hecho callar a los saduceos, se reunieron de común acuerdo. 35 Uno de ellos, intérprete de la ley, preguntó para probarle:


36 —Maestro, ¿cuál es el gran mandamiento de la ley?


37 Jesús le dijo:


—Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma[a] y con toda tu mente. 38 Este es el grande y el primer mandamiento. 39 Y el segundo es semejante a él: Amarás a tu prójimo como a ti mismo[b]. 40 De estos dos mandamientos dependen toda la Ley y los Profetas.

Jesús, hijo y Señor de David


41 Habiéndose reunido los fariseos, Jesús les preguntó 42 diciendo:


—¿Qué piensan acerca del Cristo? ¿De quién es hijo?


Le dijeron:


—De David.


43 Él les dijo:


—Entonces, ¿cómo es que David, mediante el Espíritu, le llama “Señor”? Pues dice:


44 Dijo el Señor a mi Señor:


“Siéntate a mi diestra,


hasta que ponga a tus enemigos


debajo de tus pies”[c].


45 Pues, si David le llama “Señor”, ¿cómo es su hijo?


46 Nadie le podía responder palabra, ni nadie se atrevió desde aquel día a preguntarle más.

Jesús denuncia a escribas y fariseos


23 Entonces habló Jesús a la multitud y a sus discípulos, 2 diciéndoles: “Los escribas y los fariseos están sentados en la cátedra de Moisés. 3 Así que, todo lo que les digan háganlo y guárdenlo; pero no hagan según sus obras, porque ellos dicen y no hacen. 4 Atan cargas pesadas y difíciles de llevar, y las ponen sobre los hombros de los hombres; pero ellos mismos no las quieren mover ni aun con el dedo. 5 Más bien, hacen todas sus obras para ser vistos por los hombres. Ellos ensanchan sus filacterias y alargan los flecos de sus mantos. 6 Aman los primeros asientos en los banquetes y las primeras sillas en las sinagogas, 7 las salutaciones en las plazas y el ser llamados por los hombres: Rabí, Rabí.


8 “Pero ustedes, no sean llamados Rabí; porque uno solo es su Maestro, y todos ustedes son hermanos. 9 Y no llamen a nadie su Padre en la tierra, porque su Padre que está en los cielos es uno solo. 10 Ni los llamen Guía, porque su Guía es uno solo, el Cristo. 11 Pero el que es mayor entre ustedes será su siervo; 12 porque el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido.

Footnotes


Mateo 22:37 Deut. 6:5.

Mateo 22:39 Lev. 19:18.

Mateo 22:44 Sal. 110:1.



Salmos 27:8-14

Reina Valera Actualizada


8

Mi corazón ha dicho:

“Busquen su[a] rostro”.

¡Tu rostro buscaré, oh SEÑOR!

9

No escondas de mí tu rostro;

no apartes con ira a tu siervo. Tú has sido mi ayuda;

no me dejes ni me desampares,

oh Dios de mi salvación.

10

Aunque mi padre y mi madre me dejen,

con todo, el SEÑOR me recogerá.

11

Enséñame, oh SEÑOR, tu camino; guíame por sendas de rectitud

a causa de los que me son contrarios.

12

No me entregues a la voluntad de mis adversarios,

porque contra mí se han levantado testigos falsos que respiran violencia.

13

¡Oh, si yo no creyese que he de ver

la bondad del SEÑOR

en la tierra de los vivientes!

14

Espera en el SEÑOR.

Esfuérzate y aliéntese tu corazón. ¡Sí, espera en el SEÑOR!

Footnotes


Salmos 27:8 Heb., mi.



Proverbios 6:27-35

Reina Valera Actualizada


27

¿Tomará el hombre fuego en su seno sin que se quemen sus vestidos?

28

¿Andará el hombre sobre las brasas sin que se le quemen los pies?

29

Así sucede con el que se enreda

con la mujer de su prójimo;

no quedará impune ninguno

que la toque.

30

¿Acaso no desprecian al ladrón, aunque robe para saciar su apetito cuando tiene hambre,

31

y si es sorprendido pagará siete veces

y entregará todo lo que posee

en su casa?

32

Así también el que comete adulterio con una mujer es falto de

entendimiento;

el que hace tal cosa se destruye

a sí mismo.

33

Heridas e ignominia encontrará

y su afrenta no será borrada;

34

porque los celos del hombre

son su furor,

y él no perdonará en el día

de la venganza.

35

No aceptará ninguna restitución;

ni consentirá, aunque sea grande

tu soborno.

Reina Valera Actualizada (RVA-2015)


Version Reina Valera Actualizada, Copyright © 2015 by Editorial Mundo Hispano



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