Thursday, February 22, 2024

DAB Español, Viernes 23 de Febrero

Día 054, DAB Español, Viernes 23 de Febrero


Levítico 14:1-57; Marcos 6:30-56; Salmos 40:1-10; Proverbios 10:11-12 (Nueva Traducción Viviente (NTV))








Levítico 14

Nueva Traducción Viviente

Purificación de las enfermedades de la piel


14 El Señor le dijo a Moisés: 2 «Las siguientes instrucciones son para los que buscan la purificación ceremonial de una enfermedad cutánea:[a] los que han sido sanados deben ser llevados al sacerdote, 3 quien los examinará en un lugar fuera del campamento. Si el sacerdote comprueba que alguien se ha sanado de una enfermedad grave de la piel, 4 llevará a cabo una ceremonia de purificación, usando para ello dos aves vivas que estén ceremonialmente puras, un palo de cedro,[b] un hilo escarlata y una rama de hisopo. 5 El sacerdote mandará matar una de las aves sobre una vasija de barro llena de agua fresca. 6 Tomará el ave viva, el palo de cedro, el hilo escarlata y la rama de hisopo, y los mojará en la sangre del ave muerta sobre el agua fresca. 7 Luego el sacerdote rociará la sangre del ave muerta siete veces sobre la persona que está siendo purificada de la enfermedad cutánea. Después de purificar a la persona, el sacerdote soltará el ave viva en el campo abierto.


8 »Entonces, aquellos que están siendo purificados deberán lavar su ropa, rasurarse todo el cuerpo y bañarse con agua; así quedarán ceremonialmente puros y podrán regresar al campamento. Sin embargo, tendrán que permanecer fuera de su carpa durante siete días. 9 Al séptimo día, nuevamente deberán rasurarse todo el pelo de su cabeza, incluidas la barba y las cejas. También deberán lavar su ropa y bañarse con agua; entonces quedarán ceremonialmente puros.


10 »Al octavo día, cada persona que está siendo purificada debe llevar dos corderos sin defecto y una cordera de un año sin defecto, junto con una ofrenda de grano de seis litros[c] de harina selecta humedecida con aceite de oliva, y un tercio de litro[d] de aceite de oliva. 11 Después el sacerdote oficiante presentará a la persona que será purificada, junto con las ofrendas, ante el Señor a la entrada del tabernáculo.[e] 12 El sacerdote tomará uno de los corderos y el aceite de oliva y los ofrecerá como una ofrenda por la culpa y los levantará como una ofrenda especial ante el Señor. 13 Luego matará al cordero en el área sagrada donde se matan las ofrendas por el pecado y las ofrendas quemadas. Al igual que la ofrenda por el pecado, la ofrenda por la culpa le pertenece al sacerdote; es una ofrenda sumamente santa. 14 Luego el sacerdote tomará un poco de la sangre de la ofrenda por la culpa y la untará en el lóbulo de la oreja derecha, en el pulgar de la mano derecha y en el dedo gordo del pie derecho de la persona que está siendo purificada.


15 »Después el sacerdote derramará un poco del aceite de oliva en la palma de su propia mano izquierda. 16 Mojará el dedo derecho en el aceite que tiene en la palma y rociará un poco del aceite siete veces ante el Señor. 17 A continuación untará un poco del aceite que está en la palma sobre la sangre de la ofrenda por la culpa que está en el lóbulo de la oreja derecha, en el pulgar de la mano derecha y en el dedo gordo del pie derecho de la persona que está siendo purificada. 18 El sacerdote untará el resto del aceite que le quede en la mano sobre la cabeza del que está siendo purificado. Mediante este proceso el sacerdote purificará a[f] la persona ante el Señor.


19 »Luego el sacerdote deberá presentar la ofrenda por el pecado para purificar a la persona que fue sanada de la enfermedad de la piel. Después, el sacerdote matará al animal que se usará para la ofrenda quemada 20 y la presentará sobre el altar junto con la ofrenda de grano. Mediante este proceso, el sacerdote purificará al que fue sanado y quedará ceremonialmente puro.


21 »Aquel que sea demasiado pobre y no tenga para comprar estas ofrendas podrá llevar un cordero para la ofrenda por la culpa, para que se levante como una ofrenda especial para purificación. También deberá llevar dos litros[g] de harina selecta humedecida con aceite de oliva para la ofrenda de grano y una taza de aceite de oliva. 22 La ofrenda también debe incluir dos tórtolas o dos pichones de paloma, según sus posibilidades. Una de ellas deberá ser usada para la ofrenda por el pecado y la otra para la ofrenda quemada. 23 Al octavo día de la ceremonia de la purificación, la persona que está siendo purificada debe llevar las ofrendas al sacerdote en la presencia del Señor a la entrada del tabernáculo. 24 Entonces el sacerdote tomará el cordero para la ofrenda por la culpa, junto con el aceite de oliva, y los levantará como una ofrenda especial para el Señor. 25 Después matará al cordero para la ofrenda por la culpa. Tomará un poco de la sangre y la untará en el lóbulo de la oreja derecha, en el pulgar de la mano derecha y en el dedo gordo del pie derecho de la persona que se purifica.


26 »El sacerdote también derramará un poco del aceite de oliva en la palma de su propia mano izquierda. 27 Mojará el dedo derecho en el aceite de la palma y lo rociará siete veces ante el Señor. 28 A continuación untará un poco del aceite que está en la palma de la mano sobre la sangre de la ofrenda por la culpa que está en el lóbulo de la oreja derecha, en el pulgar de la mano derecha y en el dedo gordo del pie derecho de la persona que está siendo purificada. 29 El sacerdote untará el resto del aceite que le quede en la mano sobre la cabeza del que está siendo purificado. Mediante este proceso, el sacerdote purificará a la persona ante el Señor.


30 »Después el sacerdote ofrecerá las dos tórtolas o los dos pichones de paloma, según lo que la persona pueda pagar. 31 Una de las aves es una ofrenda por el pecado y la otra, una ofrenda quemada; serán presentadas junto con la ofrenda de grano. Mediante este proceso, el sacerdote purificará a la persona ante el Señor. 32 Estas son las instrucciones para la purificación de los que se han recuperado de una enfermedad grave de la piel, pero no les alcanza para llevar las ofrendas que se requieren normalmente para la ceremonia de purificación».

Tratamiento de casas contaminadas


33 Luego el Señor les dijo a Moisés y a Aarón: 34 «Cuando lleguen a Canaán, la tierra que les doy como posesión, puede que yo contamine con moho[h] algunas de las casas de su tierra. 35 El propietario de una casa así deberá acudir al sacerdote y decirle: “Parece que mi casa tiene algún tipo de moho”. 36 Antes que el sacerdote entre a inspeccionar la casa, deberá vaciarla con el fin de que nada de lo que hay dentro sea declarado ceremonialmente impuro. 37 Entonces el sacerdote entrará en la casa y examinará el moho de las paredes. Si encuentra manchas verdosas o rojizas y la contaminación parece estar más profunda que la superficie de la pared, 38 el sacerdote saldrá por la puerta y pondrá la casa en cuarentena durante siete días. 39 Al séptimo día, el sacerdote regresará para inspeccionarla nuevamente. Si encuentra que el moho de las paredes se ha extendido, 40 mandará quitar las piedras de las áreas contaminadas. Luego, el material contaminado será llevado fuera de la ciudad a un lugar designado como ceremonialmente impuro. 41 Entonces se deberá raspar a fondo las paredes de todo el interior de la casa y tirar el material raspado en el lugar impuro fuera de la ciudad. 42 Se traerán piedras nuevas en lugar de las que se han quitado y volverán a cubrirse las paredes con yeso.


43 »Sin embargo, si el moho vuelve a aparecer después de que todas las piedras hayan sido reemplazadas y las paredes hayan sido raspadas y recubiertas con yeso, 44 el sacerdote deberá regresar a la casa y examinarla de nuevo. Si encuentra que el moho se ha extendido, es evidente que las paredes han sido afectadas con un moho grave, y la casa está totalmente contaminada. 45 Deberá ser demolida y todas sus piedras, maderas y yeso deberán ser llevados fuera de la ciudad al lugar designado como ceremonialmente impuro. 46 Los que entren en la casa durante el tiempo de cuarentena quedarán ceremonialmente impuros hasta el anochecer, 47 y todos los que duerman o coman en la casa deberán lavar su ropa.


48 »Si el sacerdote regresa para su inspección y encuentra que el moho no ha vuelto a aparecer en la casa después de haber sido cubiertas las paredes con yeso, declarará pura la casa porque es evidente que el moho ha desaparecido. 49 Para purificar la casa, el sacerdote deberá tomar dos aves, un palo de cedro, un poco de hilo escarlata y una rama de hisopo. 50 Matará una de las aves sobre una vasija de barro llena de agua fresca. 51 Tomará el palo de cedro, la rama de hisopo, el hilo escarlata y el ave viva, y los mojará en la sangre del ave muerta y en el agua fresca. Luego rociará la casa siete veces. 52 Cuando el sacerdote haya purificado la casa exactamente de esta forma, 53 soltará el ave viva en el campo abierto fuera de la ciudad. Mediante este proceso, el sacerdote purificará la casa y quedará ceremonialmente pura.


54 »Estas son las instrucciones para tratar enfermedades graves de la piel,[i] que incluyen llagas costrosas, 55 moho[j]—tanto sobre la ropa como en una casa—, 56 hinchazón de la piel, erupciones, o decoloración de la piel. 57 Este procedimiento determinará si una persona u objeto es ceremonialmente puro o impuro.


»Estas son las instrucciones con respecto a las enfermedades de la piel y al moho».

Footnotes


14:2 Tradicionalmente se traduce lepra, ver nota en 13:2a.

14:4 O enebro; también en 14:6, 49, 51.

14:10a En hebreo 3/10 de un efa [6 cuartos].

14:10b En hebreo un log [una taza]; también en 14:21.

14:11 En hebreo de la carpa de reunión; también en 14:23.

14:18 O el sacerdote hará expiación por; similar en 14:19, 20, 21, 29, 31, 53.

14:21 En hebreo 1/10 de un efa [2 cuartos].

14:34 Tradicionalmente se traduce lepra; ver nota en 13:47.

14:54 Tradicionalmente se traduce lepra; ver nota en 13:2a.

14:55 Tradicionalmente se traduce lepra; ver nota en 13:47.



Marcos 6:30-56

Nueva Traducción Viviente

Jesús alimenta a cinco mil


30 Los apóstoles regresaron de su viaje y le contaron a Jesús todo lo que habían hecho y enseñado. 31 Entonces Jesús les dijo: «Vayamos solos a un lugar tranquilo para descansar un rato». Lo dijo porque había tanta gente que iba y venía que Jesús y sus apóstoles no tenían tiempo ni para comer.


32 Así que salieron en la barca a un lugar tranquilo, donde pudieran estar a solas; 33 pero muchos los reconocieron y los vieron salir, y gente de muchos pueblos corrió a lo largo de la orilla y llegó antes que ellos. 34 Cuando Jesús salió de la barca, vio a la gran multitud y tuvo compasión de ellos porque eran como ovejas sin pastor. Entonces comenzó a enseñarles muchas cosas.


35 Al atardecer, los discípulos se le acercaron y le dijeron:


—Este es un lugar alejado y ya se está haciendo tarde. 36 Despide a las multitudes para que puedan ir a las granjas y aldeas cercanas a comprar algo de comer.


37 Jesús les dijo:


—Denles ustedes de comer.


—¿Con qué?—preguntaron—. ¡Tendríamos que trabajar durante meses para ganar suficiente[a] a fin de comprar comida para toda esta gente!


38 —¿Cuánto pan tienen?—preguntó—. Vayan y averigüen.


Ellos regresaron e informaron:


—Tenemos cinco panes y dos pescados.


39 Entonces Jesús les dijo a los discípulos que sentaran a la gente en grupos sobre la hierba verde. 40 Así que se sentaron en grupos de cincuenta y de cien.


41 Jesús tomó los cinco panes y los dos pescados, miró hacia el cielo y los bendijo. Luego, a medida que partía los panes en trozos, se los daba a sus discípulos para que los distribuyeran entre la gente. También dividió los pescados para que cada persona tuviera su porción. 42 Todos comieron cuanto quisieron, 43 y después los discípulos juntaron doce canastas con lo que sobró de pan y pescado. 44 Un total de cinco mil hombres y sus familias se alimentaron.[b]

Jesús camina sobre el agua


45 Inmediatamente después, Jesús insistió en que sus discípulos regresaran a la barca y comenzaran a cruzar el lago hacia Betsaida mientras él enviaba a la gente a casa. 46 Después de despedirse de la gente, subió a las colinas para orar a solas.


47 Muy tarde esa misma noche, los discípulos estaban en la barca en medio del lago y Jesús estaba en tierra, solo. 48 Jesús vio que ellos se encontraban en serios problemas, pues remaban con mucha fuerza y luchaban contra el viento y las olas. A eso de las tres de la madrugada,[c] Jesús se acercó a ellos caminando sobre el agua. Su intención era pasarlos de largo, 49 pero cuando los discípulos lo vieron caminar sobre el agua, gritaron de terror pues pensaron que era un fantasma. 50 Todos quedaron aterrados al verlo.


Pero Jesús les habló de inmediato: «No tengan miedo—dijo—. ¡Tengan ánimo! ¡Yo estoy aquí![d]». 51 Entonces subió a la barca, y el viento se detuvo. Ellos estaban totalmente asombrados 52 porque todavía no entendían el significado del milagro de los panes. Tenían el corazón demasiado endurecido para comprenderlo.


53 Después de cruzar el lago, arribaron a Genesaret. Llevaron la barca hasta la orilla 54 y bajaron. Los habitantes reconocieron a Jesús enseguida 55 y corrieron por toda la región llevando a los enfermos en camillas hasta donde oían que él estaba. 56 Por donde iba—fueran aldeas, ciudades o granjas—le llevaban enfermos a las plazas. Le suplicaban que permitiera a los enfermos tocar al menos el fleco de su túnica, y todos los que tocaban a Jesús eran sanados.

Footnotes


6:37 En griego Costaría 200 denarios. Un denario equivalía a la paga de un obrero por una jornada completa de trabajo.

6:44 Algunos manuscritos dicen se alimentaron de los panes.

6:48 En griego Cerca de la cuarta vigilia de la noche.

6:50 O ¡El “Yo Soy” está aquí! En griego dice Yo soy. Ver Ex 3:14.



Salmos 40:1-10

Nueva Traducción Viviente

Para el director del coro: salmo de David.


40 Con paciencia esperé que el Señor me ayudara,

y él se fijó en mí y oyó mi clamor.

2

Me sacó del foso de desesperación,

del lodo y del fango.

Puso mis pies sobre suelo firme

y a medida que yo caminaba, me estabilizó.

3

Me dio un canto nuevo para entonar,

un himno de alabanza a nuestro Dios.

Muchos verán lo que él hizo y quedarán asombrados;

pondrán su confianza en el Señor.


4

Ah, qué alegría para los que confían en el Señor,

los que no confían en los orgullosos

ni en aquellos que rinden culto a ídolos.

5

Oh Señor mi Dios, has realizado muchas maravillas a nuestro favor.

Son tantos tus planes para nosotros que resulta imposible enumerarlos.

No hay nadie como tú.

Si tratara de mencionar todas tus obras maravillosas,

no terminaría jamás.


6

No te deleitas en los sacrificios ni en las ofrendas.

Ahora que me hiciste escuchar, finalmente comprendo:[a]

tú no exiges ofrendas quemadas ni ofrendas por el pecado.

7

Entonces dije: «Aquí estoy.

Como está escrito acerca de mí en las Escrituras:

8

me complace hacer tu voluntad, Dios mío,

pues tus enseñanzas están escritas en mi corazón».


9

A todo tu pueblo le conté de tu justicia.

No tuve temor de hablar con libertad,

como tú bien lo sabes, oh Señor.

10

No oculté en mi corazón las buenas noticias acerca de tu justicia;

hablé de tu fidelidad y de tu poder salvador.

A todos en la gran asamblea les conté

de tu fidelidad y tu amor inagotable.

Footnotes


40:6 La versión griega dice Me has dado un cuerpo. Comparar Hb 10:5.



Proverbios 10:11-12

Nueva Traducción Viviente


11

Las palabras de los justos son como una fuente que da vida;

las palabras de los perversos encubren intenciones violentas.


12

El odio provoca peleas,

pero el amor cubre todas las ofensas.

Nueva Traducción Viviente (NTV)


La Santa Biblia, Nueva Traducción Viviente, © Tyndale House Foundation, 2010. Todos los derechos reservados.

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