Día 35, DAB Español, Domingo 4 de Febrero
Éxodo 19:16-21:21; Mateo 23:13-39; Salmos 28; Proverbios 7:1-5 (Dios Habla Hoy (DHH))
Éxodo
19:16-21:21 Dios Habla Hoy (DHH)
16 Al amanecer del tercer día hubo relámpagos y
truenos, y una espesa nube se posó sobre el monte. Un fuerte sonido de
trompetas hizo que todos en el campamento temblaran de miedo. 17 Entonces
Moisés llevó al pueblo fuera del campamento para encontrarse con Dios, y se
detuvieron al pie del monte. 18 Todo el monte Sinaí echaba humo debido a que el
Señor había bajado a él en medio de fuego. El humo subía como de un horno, y
todo el monte temblaba violentamente. 19 El sonido de trompetas fue haciéndose
cada vez más fuerte; Moisés hablaba, y Dios le contestaba con voz de trueno.
20 El Señor bajó a la parte más alta del monte Sinaí,
y le pidió a Moisés que subiera a ese mismo lugar. Moisés subió, 21 y el Señor
le dijo:
—Baja y adviértele a la gente que no pase del límite
ni trate de verme, no sea que muchos de ellos caigan muertos. 22 Aun los
sacerdotes, que pueden acercarse a mí, deberán purificarse, no sea que yo haga
destrozos entre ellos.
23 Moisés le contestó al Señor:
—El pueblo no se atreverá a subir a este monte Sinaí,
pues tú nos ordenaste ponerle un límite y declararlo sagrado.
24 Pero el Señor le dijo:
—Anda, baja; después subirás con Aarón. Pero los
sacerdotes y el pueblo no deben pasar del límite para subir a donde yo estoy,
no sea que yo haga destrozos entre ellos.
25 Moisés bajó y repitió esto a los israelitas.
Los diez mandamientos
20 Dios habló, y dijo todas estas palabras:
2 «Yo soy el Señor tu Dios, que te sacó de Egipto,
donde eras esclavo.
3 »No tengas otros dioses aparte de mí.
4 »No te hagas ningún ídolo ni figura de lo que hay
arriba en el cielo, ni de lo que hay abajo en la tierra, ni de lo que hay en el
mar debajo de la tierra. 5 No te inclines delante de ellos ni les rindas culto,
porque yo soy el Señor tu Dios, Dios celoso que castiga la maldad de los padres
que me odian, en sus hijos, nietos y bisnietos; 6 pero que trato con amor por
mil generaciones a los que me aman y cumplen mis mandamientos.
7 »No hagas mal uso del nombre del Señor tu Dios, pues
él no dejará sin castigo al que use mal su nombre.
8 »Acuérdate del sábado, para consagrarlo al Señor. 9
Trabaja seis días y haz en ellos todo lo que tengas que hacer, 10 pero el
séptimo día es de reposo consagrado al Señor tu Dios. No hagas ningún trabajo
en ese día, ni tampoco tu hijo, ni tu hija, ni tu esclavo, ni tu esclava, ni
tus animales, ni el extranjero que viva contigo. 11 Porque el Señor hizo en
seis días el cielo, la tierra, el mar y todo lo que hay en ellos, y descansó el
día séptimo. Por eso el Señor bendijo el sábado y lo declaró día sagrado.
12 »Honra a tu padre y a tu madre, para que vivas una
larga vida en la tierra que te da el Señor tu Dios.
13 »No mates.
14 »No cometas adulterio.
15 »No robes.
16 »No digas mentiras en perjuicio de tu prójimo.
17 »No codicies la casa de tu prójimo: no codicies su
mujer, ni su esclavo, ni su esclava, ni su buey, ni su asno, ni nada que le
pertenezca.»
Los israelitas sienten temor de Dios
18 Todos los israelitas fueron testigos de los truenos
y relámpagos, del sonido de trompetas y del monte envuelto en humo; pero tenían
miedo y se mantenían alejados. 19 Así que le dijeron a Moisés:
—Háblanos tú, y obedeceremos; pero que no nos hable
Dios, no sea que muramos.
20 Y Moisés les contestó:
—No tengan miedo. Dios ha venido para ponerlos a
prueba y para que siempre sientan temor de él, a fin de que no pequen.
21 Y mientras el pueblo se mantenía alejado, Moisés se
acercó a la nube oscura en la que estaba Dios.
La ley para el altar
22 El Señor le dijo a Moisés:
«Di lo siguiente a los israelitas: “Ya ustedes han
visto que he hablado desde el cielo con ustedes. 23 No hagan ídolos de oro o
plata para adorarlos como a mí. 24 Háganme un altar de tierra, y ofrézcanme en
él los animales de sus rebaños y ganados como holocaustos y sacrificios de
reconciliación. Yo vendré y los bendeciré en cada lugar en el que yo quiera que
se recuerde mi nombre. 25 Y si me hacen un altar de piedras, que no sea de
piedras labradas, porque al labrar la piedra con herramientas se la hace indigna
de un altar. 26 Y mi altar no debe tener escalones, para que al subir ustedes
no muestren la parte desnuda del cuerpo.”
Leyes acerca de los esclavos
21 »Éstas son las leyes que les darás:
2 »Si compras un esclavo hebreo, trabajará durante
seis años, pero al séptimo año quedará libre, sin que tenga que pagar nada por
su libertad. 3 Si llegó solo, se irá solo; si tenía mujer, su mujer se irá con
él; 4 si su amo le da una mujer, y ella le da hijos o hijas, la mujer y los
hijos serán de su amo y el esclavo se irá solo. 5 Pero si el esclavo no acepta
su libertad porque ama a su mujer, a sus hijos y a su amo, 6 entonces el amo lo
llevará ante Dios, lo arrimará a la puerta o al marco de la puerta, y con un
punzón le atravesará la oreja. Así será esclavo suyo para siempre.
7 »Si alguien vende a su hija como esclava, ella no
saldrá libre como los esclavos varones. 8 Si el amo decide no tomarla por
esposa, porque la muchacha no le gusta, deberá permitir que paguen su rescate;
pero aunque la rechace, no podrá venderla a ningún extranjero. 9 Si la da por
esposa a su hijo, deberá tratarla como a una hija. 10 Si toma otra esposa, no
deberá reducirle a la primera ni la comida, ni la ropa, ni sus derechos de
esposa. 11 Pero si no le da ninguna de estas tres cosas, ella quedará libre,
sin tener que pagar nada por su libertad.
Leyes contra acciones violentas
12 »El que hiera a alguien, y lo mate, será condenado
a muerte. 13 Pero si no lo hizo a propósito, sino que de Dios estaba que
muriera, yo te diré después a qué lugar podrá ir a refugiarse. 14 Pero al que
se enoje con su prójimo y lo mate a sangre fría, lo buscarás aunque se refugie
en mi altar, y lo condenarás a muerte.
15 »El que hiera a su padre o a su madre, será
condenado a muerte.
16 »El que secuestre a una persona, ya sea que la haya
vendido o que aún la tenga en su poder, será condenado a muerte.
17 »El que insulte a su padre o a su madre, será
condenado a muerte.
18 »En casos de peleas, si un hombre hiere a otro de
una pedrada o de un puñetazo, y lo hace caer en cama, pero no lo mata, 19 el
que hirió será declarado inocente sólo si el herido se levanta y puede salir a
la calle con ayuda de un bastón, pero tendrá que pagarle las curaciones y el
tiempo perdido.
20 »Si alguien golpea con un palo a su esclavo o
esclava, y lo mata, deberá hacérsele pagar su crimen. 21 Pero si vive un día o
más, ya no se le castigará, pues el esclavo es de su propiedad.
Dios Habla Hoy (DHH)
Dios habla hoy ®, © Sociedades Bíblicas Unidas, 1966,
1970, 1979, 1983, 1996.
Mateo
23:13-39 Dios Habla Hoy (DHH)
13 »¡Ay de ustedes, maestros de la ley y fariseos,
hipócritas!, que cierran la puerta del reino de los cielos para que otros no
entren. Y ni ustedes mismos entran, ni dejan entrar a los que quieren hacerlo.
15 »¡Ay de ustedes, maestros de la ley y fariseos,
hipócritas!, que recorren tierra y mar para ganar un adepto, y cuando lo han
logrado, hacen de él una persona dos veces más merecedora del infierno que
ustedes mismos.
16 »¡Ay de ustedes, guías ciegos!, que dicen: “Quien
hace una promesa jurando por el templo, no se compromete a nada; pero si jura
por el oro del templo, entonces sí queda comprometido.” 17 ¡Tontos y ciegos!
¿Qué es más importante: el oro, o el templo por cuya causa el oro queda
consagrado? 18 También dicen ustedes: “Quien hace una promesa jurando por el
altar, no se compromete a nada; pero si jura por la ofrenda que está sobre el
altar, entonces sí queda comprometido.” 19 ¡Ciegos! ¿Qué es más importante: la
ofrenda, o el altar por cuya causa la ofrenda queda consagrada? 20 El que jura
por el altar, no está jurando solamente por el altar, sino también por todo lo
que hay encima; 21 y el que jura por el templo, no está jurando solamente por
el templo, sino también por Dios, que vive allí. 22 Y el que jura por el cielo,
está jurando por el trono de Dios, y a la vez por Dios, que se sienta en él.
23 »¡Ay de ustedes, maestros de la ley y fariseos,
hipócritas!, que separan para Dios la décima parte de la menta, del anís y del
comino, pero no hacen caso de las enseñanzas más importantes de la ley, que son
la justicia, la misericordia y la fidelidad. Esto es lo que deben hacer, sin
dejar de hacer lo otro. 24 ¡Ustedes, guías ciegos, cuelan el mosquito, pero se
tragan el camello!
25 »¡Ay de ustedes, maestros de la ley y fariseos,
hipócritas!, que limpian por fuera el vaso y el plato, pero no les importa
llenarlos con el robo y la avaricia. 26 ¡Fariseo ciego: primero limpia por
dentro el vaso, y así quedará limpio también por fuera!
27 »¡Ay de ustedes, maestros de la ley y fariseos,
hipócritas!, que son como sepulcros blanqueados, bien arreglados por fuera,
pero llenos por dentro de huesos de muertos y de toda clase de impureza. 28 Así
son ustedes: por fuera aparentan ser gente honrada, pero por dentro están llenos
de hipocresía y de maldad.
29 »¡Ay de ustedes, maestros de la ley y fariseos,
hipócritas!, que construyen los sepulcros de los profetas y adornan los
monumentos de los justos, 30 y luego dicen: “Si nosotros hubiéramos vivido en
tiempos de nuestros antepasados, no habríamos tomado parte en la muerte de los
profetas.” 31 Ya con esto, ustedes mismos reconocen que son descendientes de
los que mataron a los profetas. 32 ¡Terminen de hacer, pues, lo que sus
antepasados comenzaron!
33 »¡Serpientes! ¡Raza de víboras! ¿Cómo van a escapar
del castigo del infierno? 34 Por esto yo les voy a enviar profetas, sabios y
maestros. Pero ustedes matarán y crucificarán a algunos de ellos, y a otros los
golpearán en las sinagogas y los perseguirán de pueblo en pueblo. 35 Así que
sobre ustedes caerá el castigo por toda la sangre inocente que ha sido
derramada desde Abel el justo hasta Zacarías, hijo de Berequías, a quien
ustedes mataron entre el santuario y el altar. 36 Les aseguro que el castigo
por todo esto caerá sobre la gente de hoy.
Jesús llora por Jerusalén
37 »¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas y
apedreas a los mensajeros que Dios te envía! ¡Cuántas veces quise juntar a tus
hijos, como la gallina junta sus pollitos bajo las alas, pero no quisiste! 38
Pues miren, el hogar de ustedes va a quedar abandonado; 39 y les digo que, a
partir de este momento, no volverán a verme hasta que digan: “¡Bendito el que
viene en el nombre del Señor!”»
Dios Habla Hoy (DHH)
Dios habla hoy ®, © Sociedades Bíblicas Unidas, 1966, 1970,
1979, 1983, 1996.
Salmos
28 Dios Habla Hoy (DHH)
El Señor escucha nuestros ruegos
(1a) De David.
28 (1b) Señor, mi protector,
a ti clamo.
¡No te niegues a responderme!
Pues si te niegas a responderme,
ya puedo contarme entre los muertos.
2 Oye mis gritos cuando te pido ayuda,
cuando extiendo mis manos hacia tu santo templo.
3 No me arrastres junto con los malvados,
no me hagas correr la suerte de los malhechores,
que por fuera se muestran amistosos
pero por dentro son todo maldad.
4 Dales su merecido,
conforme a sus malas acciones;
págales con la misma moneda,
conforme al mal que han cometido.
5 Ya que no tienen presentes
las cosas que hizo el Señor,
¡que él los destruya y no los vuelva a levantar!
6 ¡Bendito sea el Señor, que ha escuchado mis ruegos!
7 El Señor es mi poderoso protector;
en él confié plenamente, y él me ayudó.
Mi corazón está alegre;
cantaré y daré gracias al Señor.
8 El Señor es la fuerza de su pueblo;
es ayuda y refugio de su rey escogido.
9 Salva a tu pueblo, Señor;
bendice a los tuyos.
Cuídalos como un pastor;
¡llévalos en tus brazos para siempre!
Dios Habla Hoy (DHH)
Dios habla hoy ®, © Sociedades Bíblicas Unidas, 1966,
1970, 1979, 1983, 1996.
Proverbios
7:1-5 Dios Habla Hoy (DHH)
Artimañas de la mujer adúltera
7 Obedece mis palabras, hijo mío;
guarda en tu mente mis mandamientos.
2 Obedece mis mandamientos y enseñanzas;
cuídalos como a las niñas de tus ojos, y vivirás.
3 Átalos a tus dedos,
grábatelos en la mente.
4 Haz de la sabiduría tu hermana,
haz de la inteligencia tu amiga.
5 Ellas te librarán de la mujer adúltera,
de la extraña de palabras seductoras.
Dios Habla Hoy (DHH)
Dios habla hoy ®, © Sociedades Bíblicas Unidas, 1966,
1970, 1979, 1983, 1996.
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