Día 50, DAB Español, Lunes 19 de Febrero
Levítico 7:28-9:6; Marcos 3:31-4:25; Salmos 37:12-28; Proverbios 10:5 (Nueva Biblia al Día (NBD))
Levítico
7:28-9:6 Nueva Biblia al Día (NBD)
La porción de los sacerdotes
28 El Señor le ordenó a Moisés 29 que les dijera a los
israelitas: «El que ofrezca al Señor un sacrificio de *comunión deberá
presentar al Señor parte de ese sacrificio, 30 y presentarle también una
ofrenda por fuego. Llevará la grasa y el pecho, y mecerá ante el Señor el pecho
de la víctima como ofrenda mecida. 31 El sacerdote quemará la grasa en el
altar, pero el pecho será para Aarón y sus hijos. 32 Al sacerdote se le dará,
como contribución, el muslo derecho del sacrificio de comunión. 33 El muslo derecho
será la porción del sacerdote[a] a quien le toque ofrecer la sangre y la grasa
del sacrificio. 34 Porque de los sacrificios de comunión que ofrecen los
israelitas, yo he tomado el pecho mecido y el muslo para dárselos, como
contribución, al sacerdote Aarón y a sus hijos. Éste será un estatuto[b]
perpetuo entre los israelitas.»
35 De las ofrendas presentadas por fuego al Señor, ésa
es la porción consagrada para Aarón y sus hijos desde el día en que Moisés se
los presentó al Señor como sacerdotes. 36 El día en que fueron ungidos, el
Señor ordenó a los israelitas darles esa porción. Es un estatuto perpetuo para
sus descendientes.
37 Ésta es la ley respecto a los *holocaustos, las
ofrendas de cereales, los sacrificios *expiatorios, los sacrificios por la culpa,
los sacrificios de ordenación y los sacrificios de comunión. 38 El Señor se la
dio a Moisés en el monte Sinaí el día en que mandó a los israelitas presentarle
ofrendas en el desierto de Sinaí.
La ordenación de Aarón y sus hijos
8 El Señor le dijo a Moisés: 2 «Toma a Aarón y a sus
hijos, junto con sus vestiduras, el aceite de la unción, el novillo para el
sacrificio *expiatorio, los dos carneros y el canastillo de los panes sin
levadura, 3 y congrega a toda la comunidad a la entrada de la *Tienda de reunión.»
4 Moisés llevó a cabo la orden del Señor, y congregó a
la comunidad a la entrada de la Tienda de reunión. 5 Allí Moisés les dijo:
«Esto es lo que el Señor nos ha ordenado hacer.» 6 Acto seguido, Moisés hizo
que se acercaran Aarón y sus hijos, y los lavó con agua. 7 A Aarón le puso la
túnica y se la ciñó con la faja; luego lo cubrió con el manto, y encima le puso
el *efod, ciñéndoselo con la cinta del mismo. 8 En seguida, le colocó el
pectoral, y sobre éste puso el *urim y el tumim. 9 Por último, le colocó la
tiara en la cabeza, y en la parte delantera puso la placa de oro, símbolo de su
consagración, tal como el Señor se lo había mandado.
10 Después Moisés tomó el aceite de la unción, y ungió
el santuario y todo lo que había en él, para consagrarlos. 11 Siete veces roció
el aceite sobre el altar, para ungirlo y consagrarlo junto con el lavamanos y
su base, y todos sus utensilios. 12 Luego, para consagrar a Aarón, lo ungió
derramando sobre su cabeza el aceite de la unción.
13 Acto seguido, Moisés hizo que los hijos de Aarón se
acercaran, y los vistió con las túnicas; se las ciñó con la faja, y les sujetó
las mitras, tal como el Señor se lo había mandado. 14 Luego hizo traer el
novillo del sacrificio expiatorio, y Aarón y sus hijos pusieron las manos sobre
la cabeza del novillo. 15 Después Moisés lo degolló, y tomando un poco de
sangre con el dedo, la untó en los cuernos alrededor del altar para
*purificarlo. El resto de la sangre la derramó al pie del altar, y así lo
consagró e hizo *propiciación por él. 16 Luego Moisés tomó toda la grasa que
recubre los intestinos, el lóbulo del hígado, los dos riñones y su grasa, y los
quemó en el altar. 17 Pero el resto del novillo, es decir, la piel, la carne y
el excremento, lo quemó en el fuego, fuera del campamento, tal como el Señor se
lo había mandado.
18 Moisés mandó traer el carnero del *holocausto, y
Aarón y sus hijos pusieron las manos sobre la cabeza del carnero. 19 Moisés lo
degolló, y derramó la sangre alrededor del altar. 20 Cortó luego el carnero en
trozos, y quemó la cabeza, los trozos y el sebo. 21 Lavó con agua los
intestinos y las patas, y luego quemó todo el carnero en el altar como
holocausto de aroma grato, como ofrenda presentada por fuego al Señor, tal como
el Señor se lo había mandado.
22 Después Moisés mandó traer el otro carnero, el del
sacrificio de ordenación, y Aarón y sus hijos pusieron las manos sobre la
cabeza del carnero. 23 Moisés lo degolló, y tomando un poco de la sangre, se la
untó a Aarón en el lóbulo de la oreja derecha, en el pulgar de la mano derecha
y en el dedo gordo del pie derecho. 24 Además, hizo que los hijos de Aarón se
acercaran, y les untó sangre en el lóbulo de la oreja derecha, en el pulgar de
la mano derecha y en el dedo gordo del pie derecho. Luego derramó la sangre
alrededor del altar. 25 Tomó la grasa y la cola, y toda la grasa que recubre
los intestinos, el lóbulo del hígado, los dos riñones y su grasa, y el muslo
derecho, 26 y tomando del canastillo que estaba colocado ante el Señor un pan
sin levadura, una oblea y una torta de pan amasada con aceite, lo puso todo
sobre la grasa y el muslo derecho. 27 Todo esto lo puso sobre las manos de
Aarón y de sus hijos, y Aarón lo ofreció ante el Señor como ofrenda mecida. 28
Después se lo entregaron a Moisés, quien lo quemó en el altar, junto con el
holocausto, como un sacrificio de ordenación de aroma grato, como una ofrenda
presentada por fuego al Señor. 29 Luego, de la parte de la ofrenda que le
pertenecía, Moisés tomó el pecho de la víctima y se lo presentó al Señor como
ofrenda mecida, tal como el Señor se lo había mandado.
30 Moisés tomó un poco del aceite de la unción y de la
sangre del altar, y roció a Aarón y a sus hijos, junto con sus vestiduras. Así
consagró Moisés a Aarón y a sus hijos, junto con sus vestiduras.
31 Luego les dijo Moisés a Aarón y a sus hijos:
«Cuezan la carne a la entrada de la Tienda de reunión, y cómanla allí junto con
el pan del sacrificio de ordenación, tal como lo ordené cuando dije: “Aarón y
sus hijos se lo comerán.” 32 Quemen después en el fuego el resto de la carne y
del pan. 33 Quédense siete días a la entrada de la Tienda de reunión, hasta que
se complete el rito de su ordenación, que dura siete días. 34 El Señor mandó
que se hiciera propiciación por ustedes, tal como se ha hecho hoy. 35 Así que
siete días con sus noches se quedarán a la entrada de la Tienda de reunión,
cumpliendo con lo que el Señor ha prescrito, para que no mueran. Así me lo ha
mandado el Señor.» 36 Y Aarón y sus hijos hicieron todo lo que el Señor había
mandado por medio de Moisés.
Los sacerdotes inician su ministerio
9 Al octavo día Moisés llamó a Aarón y a sus hijos, y
a los *ancianos de Israel. 2 A Aarón le dijo: «Toma un becerro para el
sacrificio *expiatorio y un carnero para el *holocausto, ambos sin defecto, y
preséntaselos al Señor. 3 Diles después a los israelitas: “Traigan un macho
cabrío para el sacrificio expiatorio, y un becerro y un cordero para el
holocausto, ambos de un año y sin defecto. 4 Traigan también un toro y un
carnero para ofrecérselos al Señor como sacrificio de *comunión; y traigan una
ofrenda de cereal amasada con aceite. El Señor se manifestará hoy ante
ustedes.” »
5 Los israelitas llevaron hasta la *Tienda de reunión
lo que Moisés había mandado; y toda la comunidad se acercó y se quedó de pie
ante el Señor. 6 Y Moisés les dijo: «Esto es lo que el Señor les manda hacer,
para que la gloria del Señor se manifieste ante ustedes.»
Footnotes:
Levítico 7:33 del sacerdote. Lit. de entre los hijos
de Aarón.
Levítico 7:34 estatuto. Alt. derecho; también en v.
36.
Nueva Biblia al Día (NBD)
La
Santa Biblia, Nueva Biblia al Dia (The New Living Bible, Spanish) Copyright ©
2006, 2008 by Biblica, Inc.® Used by permission. All rights reserved worldwide.
Marcos 3:31-4:25 Nueva Biblia al Día
(NBD)
La madre y los hermanos de Jesús
31 En eso llegaron la madre y los hermanos de Jesús.
Se quedaron afuera y enviaron a alguien a llamarlo, 32 pues había mucha gente
sentada alrededor de él.
—Mira, tu madre y tus hermanos[a] están afuera y te
buscan —le dijeron.
33 —¿Quiénes son mi madre y mis hermanos? —replicó
Jesús.
34 Luego echó una mirada a los que estaban sentados
alrededor de él y añadió:
—Aquí tienen a mi madre y a mis hermanos. 35
Cualquiera que hace la voluntad de Dios es mi hermano, mi hermana y mi madre.
Parábola del sembrador
4 De nuevo comenzó Jesús a enseñar a la orilla del
lago. La multitud que se reunió para verlo era tan grande que él subió y se
sentó en una barca que estaba en el lago, mientras toda la gente se quedaba en
la playa. 2 Entonces se puso a enseñarles muchas cosas por medio de parábolas
y, como parte de su instrucción, les dijo: 3 «¡Pongan atención! Un sembrador
salió a sembrar. 4 Sucedió que al esparcir él la semilla, una parte cayó junto
al camino, y llegaron los pájaros y se la comieron. 5 Otra parte cayó en
terreno pedregoso, sin mucha tierra. Esa semilla brotó pronto porque la tierra
no era profunda; 6 pero cuando salió el sol, las plantas se marchitaron y, por
no tener raíz, se secaron. 7 Otra parte de la semilla cayó entre espinos que,
al crecer, la ahogaron, de modo que no dio fruto. 8 Pero las otras semillas
cayeron en buen terreno. Brotaron, crecieron y produjeron una cosecha que
rindió el treinta, el sesenta y hasta el ciento por uno.
9 »El que tenga oídos para oír, que oiga», añadió
Jesús.
10 Cuando se quedó solo, los doce y los que estaban
alrededor de él le hicieron preguntas sobre las parábolas. 11 «A ustedes se les
ha revelado el *secreto del reino de Dios —les contestó—; pero a los de afuera
todo les llega por medio de parábolas, 12 para que
»“por mucho que vean, no perciban;
y por mucho
que oigan, no entiendan;
no sea que se conviertan y sean perdonados.”[b]
13 »¿No entienden esta parábola? —continuó Jesús—.
¿Cómo podrán, entonces, entender las demás? 14 El sembrador siembra la palabra.
15 Algunos son como lo sembrado junto al camino, donde se siembra la palabra.
Tan pronto como la oyen, viene Satanás y les quita la palabra sembrada en
ellos. 16 Otros son como lo sembrado en terreno pedregoso: cuando oyen la
palabra, en seguida la reciben con alegría, 17 pero como no tienen raíz, duran
poco tiempo. Cuando surgen problemas o persecución a causa de la palabra, en
seguida se apartan de ella. 18 Otros son como lo sembrado entre espinos: oyen
la palabra, 19 pero las preocupaciones de esta vida, el engaño de las riquezas
y muchos otros malos deseos entran hasta ahogar la palabra, de modo que ésta no
llega a dar fruto. 20 Pero otros son como lo sembrado en buen terreno: oyen la
palabra, la aceptan y producen una cosecha que rinde el treinta, el sesenta y
hasta el ciento por uno.»
Una lámpara en una repisa
21 También les dijo: «¿Acaso se trae una lámpara para
ponerla debajo de un cajón o debajo de la cama? ¿No es, por el contrario, para
ponerla en una repisa? 22 No hay nada escondido que no esté destinado a
descubrirse; tampoco hay nada oculto que no esté destinado a ser revelado. 23
El que tenga oídos para oír, que oiga.
24 »Pongan mucha atención —añadió—. Con la medida que
midan a otros, se les medirá a ustedes, y aún más se les añadirá. 25 Al que
tiene, se le dará más; al que no tiene, hasta lo poco que tiene se le quitará.»
Footnotes:
Marcos 3:32 tus hermanos. Var. tus hermanos y tus
hermanas.
Marcos 4:12 Is 6:9,10
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Salmos 37:12-28 Nueva Biblia al Día
(NBD)
Zayin
12 Los malvados conspiran contra los justos
y crujen los
dientes contra ellos;
13 pero el Señor se ríe de los malvados,
pues sabe
que les llegará su hora.
Jet
14 Los malvados sacan la espada y tensan el arco
para abatir
al pobre y al necesitado,
para matar a
los que viven con rectitud.
15 Pero su propia espada les atravesará el corazón,
y su arco
quedará hecho pedazos.
Tet
16 Más vale lo poco de un justo
que lo mucho
de innumerables malvados;
17 porque el brazo de los impíos será quebrado,
pero el
Señor sostendrá a los justos.
Yod
18 El Señor protege la vida de los íntegros,
y su
herencia perdura por siempre.
19 En tiempos difíciles serán prosperados;
en épocas de
hambre tendrán abundancia.
Caf
20 Los malvados, los enemigos del Señor,
acabarán por
ser destruidos;
desaparecerán como las flores silvestres,
se
desvanecerán como el humo.
Lámed
21 Los malvados piden prestado y no pagan,
pero los
justos dan con generosidad.
22 Los benditos del Señor heredarán la tierra,
pero los que
él maldice serán destruidos.
Mem
23 El Señor afirma los pasos del *hombre
cuando le
agrada su modo de vivir;
24 podrá tropezar, pero no caerá,
porque el
Señor lo sostiene de la mano.
Nun
25 He sido joven y ahora soy viejo,
pero nunca
he visto justos en la miseria,
ni que sus
hijos mendiguen pan.
26 Prestan siempre con generosidad;
sus hijos
son una bendición.
Sámej
27 Apártate del mal y haz el bien,
y siempre
tendrás dónde vivir.
28 Porque el Señor ama la justicia
y no
abandona a quienes le son fieles.
El Señor los protegerá para siempre,
pero acabará
con la descendencia de los malvados.
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Proverbios 10:5 Nueva Biblia al Día
(NBD)
5 El hijo prevenido se abastece en el verano,
pero el
sinvergüenza duerme en tiempo de cosecha.
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