Wednesday, November 9, 2022

DAB Español, Jueves 10 de Noviembre

Día 314, DAB Español, Jueves 10 de Noviembre


Ezequiel 21:1-22:31; Hebreos 10:1-18; Salmos 108; Proverbios 27:12 (Dios Habla Hoy (DHH))









Ezequiel 21-22

Dios Habla Hoy

La espada del Señor

21 (6) Entonces el Señor se dirigió a mí, y me dijo: 2 (7) «Tú, hombre, vuélvete hacia Jerusalén y dirige tu palabra contra su templo. Habla en mi nombre contra el país de Israel, 3 (8) y dile: “Esto dice el Señor: Yo me declaro tu enemigo. Voy a sacar mi espada, y mataré lo mismo a justos que a pecadores. 4 (9) Sí, voy a sacar mi espada para matar a todos por igual, a justos y a pecadores, desde el norte hasta el sur. 5 (10) Y todo el mundo sabrá que yo, el Señor, he sacado la espada y no la voy a guardar.”

6 (11) »Y tú, hombre, llora amargamente y con el corazón hecho pedazos; llora delante del pueblo. 7 (12) Y si acaso te preguntan por qué lloras, diles que es por la noticia de algo que está a punto de suceder, y que todo el mundo se quedará sin ánimo y dejará caer los brazos; nadie tendrá valor, a todos les temblarán las rodillas de miedo. Ya llega el momento, ya va a suceder. Yo, el Señor, lo afirmo.»

8 (13) El Señor se dirigió a mí, y me dijo: 9 (14) «Tú, hombre, habla en nombre mío y di que yo, el Señor, te he ordenado decir:

»“¡La espada, la espada!

Ya está afilada y pulida.

10 (15) Afilada para hacer una matanza,

pulida para lanzar rayos;

11 (16) la hicieron pulir para que uno la empuñe.

La espada está afilada y pulida,

para ponerla en la mano del asesino.

12 (17) Y tú, hombre, ¡grita, chilla,

porque está destinada a matar a mi pueblo,

a todos los gobernantes de Israel!

Están condenados a morir con mi pueblo,

así que date golpes de dolor.

13 (18) Yo, el Señor, lo afirmo.”

14 (19) »Tú, hombre, habla en nombre mío;

incita a la espada a que hiera

con el doble y el triple de furor.

Es una espada para matar,

la terrible espada de la matanza

que amenaza al pueblo por todas partes.

15 (20) Ella los va a llenar de miedo,

va a hacer muchas víctimas.

En todas sus casas

he puesto la espada asesina.

Es la espada pulida para lanzar rayos,

afilada para la matanza.

16 (21) ¡Afilada te quiero,

a la derecha, a la izquierda,

cortando a uno y otro lado!

17 (22) Yo también la voy a incitar

hasta que mi ira se calme.

Yo, el Señor, lo he dicho.»

18 (23) El Señor se dirigió a mí, y me dijo: 19 (24) «Traza dos caminos, para que el rey de Babilonia pase con su espada. Los dos caminos deben salir del mismo país, y al comienzo de cada camino deberás poner una señal que diga a qué ciudad lleva. 20 (25) Debes trazar un camino por donde pase el rey con la espada. Las ciudades son Rabá de los Amonitas y Jerusalén, la ciudad fortificada de Judá. 21 (26) El rey de Babilonia se ha colocado donde comienzan los dos caminos, y consulta a la suerte: revuelve las flechas, consulta a sus dioses, examina hígados de animales. 22 (27) En la mano derecha le salió la flecha que señala a Jerusalén, y ello significa que debe atacarla con instrumentos de asalto y dar órdenes de matanza, lanzar gritos de guerra, atacar sus puertas, construir una rampa y rodearla por completo. 23 (28) Pero a la gente de Jerusalén le parece que ésta es una falsa profecía, por las alianzas que han hecho. Pero en realidad es una acusación contra el pecado de ellos, y un anuncio de su captura. 24 (29) Por eso yo, el Señor, digo: Las maldades y los crímenes de ustedes saltan a la vista; los pecados que cometen en todas sus acciones están al descubierto. Por eso van a ser capturados. 25 (30) Y a ti, rey de Israel, criminal malvado, se te acerca el momento de recibir el castigo final. 26 (31) Yo, el Señor, digo: Te quitarán el turbante, te arrebatarán la corona, y todo será diferente. ¡Llegue a la cumbre lo que está en el llano, y caiga por tierra lo que está en la cumbre! 27 (32) Todo lo dejaré convertido en ruinas, ruinas y más ruinas. Pero esto sólo sucederá cuando venga aquel a quien, por encargo mío, le corresponde hacer justicia.

Castigo de los amonitas

28 (33) »Tú, hombre, habla en mi nombre y diles de mi parte a los amonitas que insultan a Israel, que la espada ya está desenfundada: lista para matar y pulida para lanzar rayos y destruir. 29 (34) Sus visiones son falsas, y sus predicciones son mentira. La espada caerá sobre el cuello de esos malvados criminales. Ya se acerca el momento de su castigo final.

30 (35) »¡Espada, vuelve a tu funda! Yo te voy a juzgar allí donde te forjé, en la tierra en que naciste, 31 (36) y descargaré sobre ti mi ira como un incendio terrible; te entregaré en poder de gente brutal y destructora. 32 (37) Serás quemada, destruida; tu sangre correrá por todo el país y nadie volverá a acordarse de ti. Yo, el Señor, lo he dicho.»

Crímenes de Jerusalén

22 El Señor se dirigió a mí, y me dijo: 2 «Tú, hombre, vas a dictar la sentencia contra la ciudad criminal. La acusarás de todas las cosas detestables que ha hecho, 3 y le dirás: “Esto dice el Señor: Ciudad que matas a tus habitantes y fabricas ídolos para contaminarte, ¡ya te va a llegar tu hora! 4 Con los asesinatos que has cometido te has hecho culpable, y con los ídolos que has fabricado te has contaminado; has hecho que tu hora se acerque y que haya llegado el fin de tus días. Así pues, yo voy a hacer que los pueblos te insulten, que todas las naciones se burlen de ti. 5 Los de cerca y los de lejos se burlarán de ti, ciudad famosa por tu idolatría y tu gran desorden. 6 Allí están los gobernantes de Israel, que viven en medio de ti y cometen todos los crímenes que pueden. 7 Tus habitantes no honran a su padre ni a su madre, maltratan a los extranjeros, explotan a los huérfanos y a las viudas. 8 No respetan mis lugares sagrados ni mis sábados. 9 Por causa de sus mentiras, algunos de tus habitantes son los culpables de que otros mueran; asisten a los banquetes que se celebran en los montes en honor de los ídolos, y hacen cosas detestables. 10 Algunos tienen relaciones sexuales con la esposa de su padre, o abusan de la mujer que está en su período de menstruación. 11 Hay quienes cometen adulterio con la mujer de su prójimo, o tienen relaciones vergonzosas con su nuera, o hacen violencia a una media hermana. 12 Algunos de tus habitantes se dejan comprar para matar a otros. Prestan dinero a usura e interés, explotan y hacen violencia a su prójimo, y se olvidan de mí. Yo, el Señor, lo afirmo.

13 »”Yo estoy muy enojado por tus explotaciones y asesinatos. 14 No pienses que vas a poder hacerme frente cuando yo tome medidas contra ti. Yo, el Señor, lo he dicho y lo voy a cumplir: 15 te esparciré por todas las naciones, te dispersaré por todos los países y te limpiaré totalmente de tu impureza; 16 me harás quedar mal a los ojos de las demás naciones, pero reconocerás que yo soy el Señor.”»

17 El Señor se dirigió a mí, y me dijo: 18 «El pueblo de Israel es para mí como el resto inservible que queda cuando se echa cobre, estaño, hierro, plomo o plata en el horno. 19 Por eso yo, el Señor, digo: Como todos ustedes se han convertido en un resto inservible, los voy a reunir en medio de Jerusalén. 20 Así como la plata, el cobre, el hierro, el plomo y el estaño se echan juntos en un horno, y se atiza el fuego para fundirlos, así yo, en mi ira terrible, los voy a reunir a ustedes y los pondré a fundir. 21 Sí, voy a atizar el fuego de mi ira, y los reuniré a ustedes para fundirlos en medio de la ciudad. 22 Así como se funde la plata en el horno, así serán fundidos ustedes en medio de la ciudad, y así reconocerán que yo, el Señor, he descargado mi ira contra ustedes.»

23 El Señor se dirigió a mí, y me dijo: 24 «Tú, hombre, dile a Israel: “Eres un país castigado con falta de lluvias y de agua, 25 un país con gobernantes como leones, que rugen y despedazan su presa; que en su territorio devoran a la gente, le roban sus tesoros y riquezas y dejan viudas a muchas mujeres. 26 Los sacerdotes de este país tuercen el sentido de mis enseñanzas y profanan las cosas que yo considero sagradas; no hacen ninguna distinción entre lo sagrado y lo profano, ni enseñan a otros a distinguir entre lo puro y lo impuro. No ponen atención a mis sábados, ni me honran. 27 Los jefes de este país son como lobos que despedazan su presa, listos a derramar sangre y a matar gente con tal de enriquecerse. 28 Los profetas ocultan la verdad, como quien blanquea una pared; dicen tener visiones, y anuncian cosas que resultan falsas. Aseguran que hablan en mi nombre, cuando en realidad yo no he hablado. 29 La gente del pueblo se dedica a la violencia y al robo; explotan al pobre y al necesitado, y cometen violencias e injusticias con los extranjeros. 30 Yo he buscado entre esa gente a alguien que haga algo en favor del país y que interceda ante mí para que yo no los destruya, pero no lo he encontrado. 31 Por eso he descargado mi castigo sobre ellos y los he destruido con el fuego de mi ira, para hacerlos responder por su conducta. Yo, el Señor, lo afirmo.”»

Hebreos 10:1-18

Dios Habla Hoy

Ineficacia de la ley antigua

10 Porque la ley de Moisés era solamente una sombra de los bienes que habían de venir, y no su presencia verdadera. Por eso la ley nunca puede hacer perfectos a quienes cada año se acercan a Dios para ofrecerle los mismos sacrificios. 2 Pues si la ley realmente pudiera purificarlos del pecado, ya no se sentirían culpables, y dejarían de ofrecer sacrificios. 3 Pero estos sacrificios sirven más bien para hacerles recordar sus pecados cada año. 4 Porque la sangre de los toros y de los chivos no puede quitar los pecados.

El sacrificio de Cristo

5 Por eso Cristo, al entrar en el mundo, dijo a Dios:

«No quieres sacrificio ni ofrendas,

sino que me has dado un cuerpo.

6 No te agradan los holocaustos ni las ofrendas para quitar el pecado.

7 Entonces dije: “Aquí estoy, tal como está escrito de mí en el libro,

para hacer tu voluntad, oh Dios.”»

8 En primer lugar, dice que Dios no quiere ni le agradan sacrificios ni ofrendas de animales, ni holocaustos para quitar el pecado, a pesar de que son cosas que la ley manda ofrecer. 9 Y después añade: «Aquí vengo para hacer tu voluntad.» Es decir, que quita aquellos sacrificios antiguos y pone en su lugar uno nuevo. 10 Dios nos ha consagrado porque Jesucristo hizo la voluntad de Dios al ofrecer su propio cuerpo en sacrificio una sola vez y para siempre.

11 Todo sacerdote judío oficia cada día y sigue ofreciendo muchas veces los mismos sacrificios, aunque éstos nunca pueden quitar los pecados. 12 Pero Jesucristo ofreció por los pecados un solo sacrificio para siempre, y luego se sentó a la derecha de Dios. 13 Allí está esperando hasta que Dios haga de sus enemigos el estrado de sus pies, 14 porque por medio de una sola ofrenda hizo perfectos para siempre a los que han sido consagrados a Dios. 15 Y el Espíritu Santo nos lo confirma, al decir:

16 «La alianza que haré con ellos

después de aquellos días,

será ésta, dice el Señor:

Pondré mis leyes en su corazón

y las escribiré en su mente.

17 Y no me acordaré más de sus pecados y maldades.»

18 Así pues, cuando los pecados han sido perdonados, ya no hay necesidad de más ofrendas por el pecado.

Salmos 108

Dios Habla Hoy

Mi corazón está dispuesto

(1) Cántico y salmo de David.

108 (2) Mi corazón está dispuesto, Dios mío,

¡dispuesto a cantarte himnos!

Despierta, alma mía;

2 (3) despierten, arpa y salterio;

¡despertaré al nuevo día!

3 (4) Te alabaré con himnos, Señor,

en medio de pueblos y naciones.

4 (5) Pues tu amor es más grande que los cielos.

¡Tu lealtad alcanza al cielo azul!

5 (6) ¡Dios mío, tú estás por encima del cielo;

tu gloria llena toda la tierra!

6 (7) Sálvanos con tu poder,

para que sean libertados los que amas.

¡Respóndenos!

7 (8) Dios habló desde su santuario:

«¡Con qué alegría dividiré Siquem

y repartiré el valle de Sucot!

8 (9) Galaad y Manasés me pertenecen;

Efraín es el casco que cubre mi cabeza;

Judá es mi bastón de mando;

9 (10) Moab es la palangana en que me lavo;

sobre Edom arrojaré mi sandalia;

¡cantaré victoria sobre los filisteos!»

10 (11) ¿Quién me llevará a la ciudad amurallada?

¿Quién me guiará hasta Edom?

11 (12) Pues tú, oh Dios, nos has rechazado;

¡no sales ya con nuestras tropas!

12 (13) Ayúdanos contra el enemigo,

pues nada vale la ayuda del hombre.

13 (14) Con la ayuda de Dios haremos grandes cosas;

¡él aplastará a nuestros enemigos!

Proverbios 27:12

Dios Habla Hoy

12 El prudente ve el peligro y lo evita;

el imprudente sigue adelante y sufre el daño.

Dios Habla Hoy (DHH)

Dios habla hoy ®, © Sociedades Bíblicas Unidas, 1966, 1970, 1979, 1983, 1996.

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