Monday, November 14, 2022

DAB Español, Martes 15 de Noviembre

Día 319, DAB Español, Martes 15 de Noviembre


Ezequiel 31:1-32:32; Hebreos 12:14-29; Salmos 113-114; Proverbios 27:18-20 (Traducción en lenguaje actual (TLA))









Ezequiel 31-32

Traducción en lenguaje actual

El rey de Egipto es comparado a un árbol

31 Habían pasado once años desde que llegamos presos a Babilonia. El día primero del mes de Siván,[a] Dios me dijo:

2 «Ezequiel, hombre mortal, diles de mi parte al rey de Egipto y a toda su gente:

“¡Tu grandeza es incomparable!

3 Pareces un cedro del Líbano,

cubierto de abundantes ramas.

¡Con ellas tocas el cielo!

4 La lluvia y el agua del suelo

te han hecho crecer;

los ríos que te rodean

te riegan con sus corrientes,

como a los árboles del bosque.

5 ”Eres el árbol más alto;

con ramas altas y abundantes,

pues tienes agua en abundancia.

6 A ti vienen todas las naciones

en busca de protección;

se parecen a los pájaros:

hacen nidos en tus ramas;

son como los animales salvajes:

buscan la protección de tu sombra.

7 ”¡Tu grandeza es impresionante!

Eres como un árbol

de grandes ramas y profundas raíces,

regado con agua abundante.

8 No hay en todo el paraíso

un solo cedro igual a ti.

Tampoco hay un solo pino

con ramas como las tuyas,

ni un castaño con tantas hojas.

¡No hay en todo el paraíso

un solo árbol tan hermoso como tú!

9 Todos los árboles de mi jardín

te ven y sienten envidia,

porque yo te hice muy hermoso

y te di abundantes ramas.

10 ”Yo soy el Dios de Israel, y quiero que sepas una cosa: Has llegado a ser como un árbol muy alto. Con la punta de tus ramas puedes tocar el cielo. Por eso te has llenado de orgullo. 11 Por eso también te he rechazado. Voy a dejarte caer bajo el poder de otro rey, que te castigará como merece tu maldad. 12 Gente de naciones violentas te echará abajo y te dejará abandonado. Tus ramas caerán por los valles, las montañas y los ríos del país. Todos los pueblos que buscaban la protección de tu sombra huirán y te dejarán abandonado. 13 Cuando caigas, las aves del cielo harán su nido en tu tronco, y los animales salvajes pisotearán tus ramas.

14 ”De ahora en adelante, ningún árbol crecerá tan alto ni volverá a tocar el cielo con sus ramas. Aunque esté bien regado y crezca junto a muchos ríos, al final caerá a lo más profundo de la tierra. ¡Morirá como mueren todos!

15-16 ”Yo soy el Dios de Israel, y quiero que sepas una cosa: El día que mueras y caigas hasta el fondo de la tumba, haré que el mar profundo se quede seco, y que los ríos y los arroyos dejen de correr. ¡Todos los árboles del campo, y hasta las montañas del Líbano se marchitarán de tristeza!

”Cuando llegue ese día, será tan fuerte tu caída que, al oír el ruido, las naciones temblarán de miedo. Allí, en lo más profundo de la tierra, los árboles de mi jardín lanzarán un suspiro de alivio, lo mismo que los árboles más bellos de los bosques del Líbano. 17 Y todos tus aliados, los que buscaron tu protección, morirán y bajarán contigo a la tumba, como los que mueren en batalla.

18 ”No había en todo el paraíso un solo árbol que pudiera compararse contigo. No había nadie que tuviera tu grandeza y hermosura. Sin embargo, caerás a lo más profundo de la tierra, junto con los demás árboles de mi jardín. Allí quedarás tendido. ¡Morirás como mueren en batalla los que no creen en mí!

”En este ejemplo, tú, rey de Egipto, eres el árbol, junto con todo tu pueblo. Te juro que así es”».

Lamento por el rey de Egipto

32 Habían pasado doce años desde que llegamos presos a Babilonia. El día primero del mes de Adar,[b] Dios me dijo:

2 «Ezequiel, hombre mortal, entona este lamento por el rey de Egipto:

“Tú eres el rey de Egipto,

y te crees un león entre las naciones;

pero no eres más que un lagarto

que chapotea en el río Nilo.

Ensucias el agua con las patas,

y dejas turbios los arroyos.

3 ”Pero yo soy el Dios de Israel.

Aunque vivas entre mucha gente,

te atraparé con mi red.

4 Te arrastraré por el suelo,

y te dejaré tirado en el campo.

Haré que las aves del cielo

se detengan sobre tu cuerpo;

¡haré que los animales salvajes

te devoren hasta quedar asqueados!

5 Luego echaré tu carne podrida

por los montes y los valles.

6 ¡Con tu sangre regaré la tierra,

empaparé las montañas

y llenaré los ríos!

7-8 ”Cuando dejes de existir,

haré que el cielo se oscurezca.

Las estrellas más brillantes se apagarán;

cubriré el sol con una nube,

y la luna perderá su brillo.

¡Todo tu país quedará en tinieblas!

Te juro que así lo haré.

9-10 ”Yo te castigaré delante de muchos pueblos lejanos, que ni siquiera conoces. Y cuando sepan que has sido destruido, tanto ellos como sus reyes temblarán por miedo a perder la vida.

11 ”Yo soy el Dios de Israel, y quiero que sepas que el rey de Babilonia te matará con su espada. 12 Sus soldados son muy crueles y violentos, y derrotarán por completo a tus grandes ejércitos. ¡Así acabarán la grandeza y el orgullo de Egipto!

13 ”Yo destruiré todos los ganados que se alimentan junto a tus ríos. El agua no volverá a ensuciarse con las pisadas de personas o animales, 14 sino que estará siempre clara y correrá tranquila como el aceite. Te juro que así será. 15 Y cuando yo haya convertido a Egipto en un desierto, y haya acabado con los que allí viven, reconocerán que yo soy Dios.

16 ”Cuando las mujeres de otras naciones lloren por Egipto y sus riquezas, lo harán entonando este lamento. Te juro que así será”».

Lamento por la caída de Egipto

17 Habían pasado doce años desde que llegamos presos a Babilonia. El día quince del mes de Adar,[c] Dios me dijo:

18 «Ezequiel, hombre mortal, entierra a Egipto y sus riquezas; arrójalo a su tumba, junto con las naciones más poderosas. Y cuando vayan cayendo a lo más profundo de la tierra, donde se encuentran los muertos, entona este lamento:

19 “Entre todas las naciones

ustedes fueron muy privilegiadas,

pero ahora les toca morir

como mueren los pecadores.

20 ”¡Ya la espada está lista! ¡Los ejércitos de Egipto perderán la vida en la batalla! 21 En la tumba, los valientes soldados que ya murieron recibirán a los egipcios y a sus ejércitos aliados. Y dirán:

‘¡Ya llegaron! ¡Miren, los que no confiaron en Dios ahora están tendidos entre los que murieron en batalla!

22-23 ’Aquí está Asiria, rodeada de sus soldados, que tanto asustaban a la gente. Todos ellos murieron en batalla, y ahora están aquí, ¡en lo más profundo de la tierra!

24-25 ’Aquí también está Elam, rodeada de sus soldados, que tanto asustaban a la gente. Todos ellos murieron en batalla, y ahora están aquí, enterrados sin honor, como se lo merecen los que no confían en Dios, ¡en lo más profundo de la tierra!

26-27 ’Aquí también están Mésec y Tubal, rodeados de sus soldados, que tanto asustaban a la gente. Todos estos murieron en batalla, pero no los sepultaron con honores. Sus héroes bajaron a la tumba vestidos con su armadura de guerra.

28-30 ’Aquí también está Edom, con todos sus reyes y jefes principales. Eran muy poderosos, pero ahora están aquí, ¡enterrados sin honor entre los que murieron en batalla por no confiar en Dios!

’Aquí están todos los jefes importantes del norte, y todos los jefes de Sidón. Eran muy poderosos y asustaban a la gente, pero finalmente bajaron a la tumba, pues no confiaron en Dios. Ahora están aquí, ¡humillados y tendidos en el suelo, entre los que murieron en batalla!

’¡Y aquí estás tú, Egipto, todo destrozado y sepultado entre los malvados que murieron en batalla!’

31-32 ”Cuando el rey de Egipto vea en la tumba a todas esas naciones, se consolará de la muerte de todos sus soldados. Y aunque yo le permití llenar de miedo a todo el mundo, tanto él como su ejército serán enterrados entre los malvados que murieron en batalla. Juro que así será”».

Footnotes

  1. Ezequiel 31:1 Siván: Tercer mes del calendario lunar judío. En nuestro calendario solar corresponde al período que va de mediados de mayo a mediados de junio.

  2. Ezequiel 32:1 Adar. Véase nota en 26.1-2.

  3. Ezequiel 32:17 Adar. Véase nota en 26.1-2.

Hebreos 12:14-29

Traducción en lenguaje actual

Advertencia

14 Traten de vivir en paz con todos, y de obedecer a Dios; porque si no lo hacen, jamás lo verán cara a cara. 15 No dejen que nadie se aleje del amor de Dios. Tampoco permitan que nadie cause problemas en el grupo, porque eso les haría daño; ¡sería como una planta amarga, que los envenenaría! 16 Ninguno debe tener relaciones sexuales prohibidas ni despreciar a Dios. Eso fue lo que hizo Esaú, pues cambió sus derechos de hijo mayor[a] por un plato de comida, 17 y cuando quiso que su padre le reconociera esos derechos, él no se los reconoció. Esaú lloró mucho, pero ya no había nada que hacer.

18 Ustedes no se acercaron al monte Sinaí, el cual se podía ver y tocar, y en el que había fuego, oscuridad, tinieblas y tormenta. 19 Tampoco oyeron el sonido de una trompeta, ni la voz de Dios dándoles mandamientos. Los que oyeron esa voz en el monte Sinaí pedían que se callara, 20 pues no podían obedecer el mandamiento que les ordenaba: «Deberán matar a pedradas, o con una lanza, a cualquier persona o animal que ponga un pie en este monte.» 21 Tan terrible fue lo que ellos vieron en ese monte, que Moisés mismo dijo: «Estoy temblando de miedo.»

22 Ustedes, por el contrario, se han acercado al monte Sión y a la ciudad de Dios, quien vive para siempre. Ésa es la ciudad de Jerusalén, que está en el cielo. Allí hay miles de ángeles que alaban a Dios, 23 y allí están todos aquellos a quienes Dios trató como a hijos, y a quienes les dio el derecho de vivir en el cielo. Ustedes se han acercado a Dios, quien juzgará a todo el mundo. También se han acercado a los espíritus de las personas buenas que Dios hizo perfectas. 24 Se han acercado a Jesús, y recuerden que, por medio de él, Dios hizo un nuevo pacto con ustedes. Gracias a la sangre que Jesús derramó al morir, hemos sido perdonados de nuestros pecados. Por eso Jesús es mejor que Abel, pues la sangre de Abel no ofrece perdón, sino que pide venganza.

25-26 Tengan cuidado cuando Dios les llame la atención. No lo rechacen, porque los israelitas que en el pasado lo rechazaron, no escaparon del castigo. En aquella ocasión, cuando Dios les habló, su voz hizo temblar la tierra. Y si nosotros rechazamos a Dios, que nos llama la atención desde el cielo, tampoco escaparemos del castigo. Porque ahora él dice: «Otra vez haré temblar, no sólo la tierra, sino también el cielo.» 27 Y cuando dice «otra vez», entendemos que él quitará las cosas creadas, las que se pueden mover, para dejar las cosas que no pueden ser movidas. 28 Gracias a Dios, el reino que él nos da no puede ser movido. Por eso debemos adorar a Dios con el amor y la honra que a él le gusta recibir. 29 Porque nuestro Dios es como un fuego destructor.

Footnotes

  1. Hebreos 12:16 Derechos de hijo mayor: El primer hijo de una familia tenía algunos privilegios y derechos que los otros hijos no tenían; por ejemplo, al hijo mayor le tocaba una doble parte de la herencia que dejara su padre.

Salmos 113-114

Traducción en lenguaje actual

La bondad de Dios

SALMO 113 (112)

113 ¡Alabemos a nuestro Dios!

Ustedes, los que obedecen a Dios,

¡alábenlo!

2-3 ¡Sea siempre bendito nuestro Dios!

¡Alábenlo a todas horas!

¡Alábenlo ahora y siempre!

4-6 Dios reina en las alturas,

y desde allí contempla

los cielos y la tierra.

Dios gobierna con poder

sobre todas las naciones.

¡No hay nada que se compare

con nuestro Dios!

7 A la gente pobre y humilde

la saca de la miseria,

8 y le da un sitio de honor

entre la gente importante.

9 A la mujer que no tiene hijos,

le concede dos alegrías:

¡llegar a ser madre,

y tener un hogar!

¡Alabemos a nuestro Dios!

Marcha triunfal de los israelitas

SALMO 114 (113a)

114 Desde que los israelitas

salieron de Egipto,

de ese país extranjero,

2 Judá llegó a ser

el lugar donde Dios puso su templo.

La tierra de Israel

llegó a ser su dominio.

3 Al ver a los israelitas,

el mar les abrió paso

y el río Jordán dejó de correr;

4 las montañas y las colinas

saltaron como corderos.

5 ¿Qué te pasó, mar?

¿Por qué les abriste paso?

¿Qué te pasó, río Jordán?

¿Por qué dejaste de correr?

6 Y ustedes, montañas y colinas,

¿por qué saltaron como corderos?

7-8 Tierra,

¡ponte a temblar

en presencia de nuestro Dios!

Él convirtió la roca en manantial.

¡Él es el Dios de Israel!

Proverbios 27:18-20

Traducción en lenguaje actual

18 Si quieres buena fruta,

cuida del árbol;

si quieres buen trato,

trata bien a tu jefe.

19 El espejo refleja el rostro;

y los ojos revelan la personalidad.

20 Hay tres cosas

que nunca están satisfechas:

la tumba, la muerte,

y la ambición humana.

Traducción en lenguaje actual (TLA)

Copyright © 2000 by United Bible Societies

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