Día 285, DAB Español, Viernes 12 de Octubre
Jeremías 19:1-21:14; 1 Tesalonicenses 5:4-28; Salmos 82; Proverbios 25:8-10 (La Palabra (Hispanoamérica) (BLPH))
Jeremías
19-21 La Palabra (Hispanoamérica) (BLPH)
La jarra rota
19 Así ha dicho el Señor:
— Compra una jarra de loza. Luego, con algunos
ancianos del pueblo y de los sacerdotes, 2 sal hacia el valle de Ben Hinón, por
la Puerta de los Cascotes, y pronuncia allí las palabras que te voy a
transmitir. 3 Dirás: “Escuchen la palabra del Señor, reyes de Judá y habitantes
de Jerusalén. Así dice el Señor del universo, Dios de Israel: Voy a traer una
calamidad tal sobre este lugar, que a quien la oiga le zumbarán los oídos. 4
Porque me abandonaron, desnaturalizaron este lugar y ofrecieron incienso en él
a dioses extranjeros, que ni ellos ni sus antepasados conocían, y los reyes de
Judá llenaron este lugar de sangre inocente. 5 Construyeron recintos sagrados a
Baal, para quemar en ellos a sus hijos como holocausto en honor de Baal, algo
que ni les ordené, ni les dije, ni me pasó por la imaginación. 6 Por eso, van a
llegar días en que este lugar ya no se llamará Tófet ni valle de Ben Hinón,
sino valle de la Matanza. 7 En este lugar echaré por tierra los planes de Judá
y de Jerusalén, los haré caer a espada ante sus enemigos, los entregaré en
manos de los que quieren quitarles la vida, y daré sus cadáveres como alimento
a las aves del cielo y a las bestias de la tierra. 8 Convertiré esta ciudad en
desolación; el que pase junto a ella quedará espantado y silbará en son de
burla al ver tantas heridas. 9 Haré que coman la carne de sus hijos y de sus
hijas; se comerán unos a otros durante el angustioso asedio al que los someterán
los enemigos que tratan de quitarles la vida”. 10 Después romperás la jarra
delante de los que te han acompañado, 11 y les dirás: “Esto dice el Señor del
universo: Así voy a romper a este pueblo y a esta ciudad, igual que el alfarero
rompe un cacharro que ya no tiene arreglo; y serán enterrados en el Tófet, por
no quedar lugares de enterramiento. 12 Esto es lo que pienso hacer con este
lugar y con sus habitantes —oráculo del Señor—; trataré a esta ciudad igual que
a Tófet. 13 Las viviendas de Jerusalén y los palacios de los reyes de Judá
quedarán impuros, igual que el recinto de Tófet, esas viviendas en cuyas
azoteas quemaban ofrendas de incienso a todo el ejército del cielo y donde
hacían libaciones a dioses extranjeros”.
Nuevo discurso contra Jerusalén
14 Jeremías volvió de Tófet, donde el Señor lo había
enviado a profetizar, se detuvo en el atrio del Templo del Señor y dijo a todos
los presentes:
15 — Así dice el Señor del universo, Dios de Israel:
Voy a traer sobre esta ciudad y todas sus aldeas todas las desgracias que he
anunciado, pues se han vuelto más tercos y no quieren escuchar mis palabras.
20 Pasjur, hijo de Imer, el principal sacerdote
supervisor del Templo del Señor, oyó a Jeremías profetizar todo aquello. 2
Entonces Pasjur mandó que azotaran al profeta Jeremías y que lo metieran en el
cepo que hay en la Puerta de Benjamín, la de arriba, en el Templo del Señor. 3
A la mañana siguiente mandó Pasjur sacar a Jeremías del cepo. Jeremías entonces
le dijo:
— El Señor ya no te llama Pasjur, sino Magor Missabib
(Terror-En-Derredor); 4 pues así dice el Señor: Te voy a convertir en terror
para ti y todos tus allegados, que caerán abatidos por la espada enemiga
delante de tus ojos. Y voy a entregar a toda la gente de Judá en manos del rey
de Babilonia, que los deportará a Babilonia donde los matará a espada. 5
Respecto a la riqueza de esta ciudad, a sus posesiones, a sus objetos de valor
y a todos los tesoros de los reyes de Judá, voy a ponerlos a merced de sus
enemigos, que los saquearán, los tomarán y se los llevarán a Babilonia. 6 Y tú,
Pasjur, junto con toda la gente de tu casa, irás al destierro, a Babilonia.
Allí morirás y allí serás enterrado con todos tus allegados, a quienes
profetizabas en falso.
Quinta y última confesión
7 Me sedujiste, Señor, y quedé seducido;
me agarraste con fuerza y me sometiste.
Yo era objeto de mofa todo el día,
todo el mundo se burlaba de mí.
8 Cuando hablo, tengo que gritar
anunciando violencia y destrucción;
la palabra del Señor me servía
de insulto y burla todo el día.
9 Me decía: No me acordaré más de él,
no hablaré más en su nombre.
Pero algo ardía en mi corazón como fuego,
algo ardiente encerrado en mis huesos,
que trataba inútilmente de apagar.
10 Oía a muchos murmurar:
“Este es Terror-En-Derredor,
denúncienlo, vamos a denunciarlo”.
La gente que me era más cercana
andaba acechando mi traspié:
“Tal vez, seducido, lo sometamos
y podamos vengarnos de él”.
11 Pero el Señor está conmigo
como poderoso defensor;
por eso tropiezan al perseguirme
y son incapaces de someterme.
Quedan decepcionados al fracasar,
nunca se olvidará su eterno deshonor.
12 Señor, que examinas al honrado,
que ves sentimientos y pensamientos,
¡que yo vea que te vengas de ellos,
ya que a ti he encomendado mi causa!
13 ¡Canten al Señor, alaben al Señor,
que libró la vida del pobre
del poder de los malvados!
14 ¡Maldito el día en que nací;
no sea bendito el día
en que me dio a luz mi madre!
15 ¡Maldito el que felicitó
a mi padre diciendo:
“Te ha nacido un hijo varón”,
dándole así una alegría!
16 ¡Sea ese hombre como las ciudades
que el Señor destruyó sin compasión!
¡Que oiga alaridos por la mañana
y toque de alarma a mediodía!
17 ¡Por qué no me mataría en el vientre!
Mi madre habría sido mi tumba,
con su vientre preñado para siempre.
18 ¿Para qué salí del vientre?
¿Para pasar penas y problemas
y consumir mis días deshonrado?
Oráculo contra Sedecías
21 Palabra que recibió Jeremías de parte del Señor,
cuando el rey Sedecías le envió a Pasjur, hijo de Malaquías, y al sacerdote
Sofonías, hijo de Maasías, con este encargo:
2 — Consulta al Señor por nosotros, ahora que
Nabucodonosor, rey de Babilonia, está en guerra con nosotros. Tal vez el Señor
realice a nuestro favor sus conocidos prodigios, y Nabucodonosor levante el
cerco.
3 Les respondió Jeremías:
— Esto le dirán a Sedecías: 4 “Así dice el Señor, Dios
de Israel: Voy a hacer que las tropas con que tratan de hacer frente, fuera de
las murallas, al rey de Babilonia y a los caldeos que los cercan, retrocedan y
se reúnan en medio de esta ciudad. 5 Yo en persona lucharé contra ustedes, con
mano extendida y potente brazo, con ira, con cólera y con rabia incontrolada. 6
Mataré a los habitantes de esta ciudad: personas y animales morirán víctimas de
una gran peste. 7 Después de esto —oráculo del Señor—, entregaré a Sedecías,
rey de Judá, a sus cortesanos y a la gente de esta ciudad que haya sobrevivido
a la peste, a la espada y al hambre, en manos de Nabucodonosor, rey de
Babilonia, en manos de sus enemigos y en manos de los que quieren matarlos.
Acabará con ellos a filo de espada, sin piedad, sin misericordia y sin
compasión”. 8 Y a este pueblo le dirás: “Así dice el Señor: Pongo ante ustedes
un camino de muerte y un camino de vida: 9 el que se quede en esta ciudad,
morirá a espada, de hambre o de peste; el que salga y se pase a los caldeos que
los están asediando, seguirá con vida: su vida será su botín. 10 Pues he
dirigido mi mirada hacia esta ciudad para mal, no para bien —oráculo del
Señor—; será entregada en manos del rey de Babilonia, que la pasará a fuego”.
Oráculo contra la casa real de Judá
11 Familia real de Judá,
escucha la palabra del Señor.
12 Porque esto dice el Señor
a los descendientes de David:
juzguen cada mañana conforme a derecho,
liberen al desposeído de manos del opresor,
para que no estalle mi ira como fuego
y arda sin nadie que la apague,
a causa de sus malas acciones.
Oráculo contra Jerusalén
13 Aquí estoy contra ti,
ciudad asentada en el valle,
roca que domina la llanura
—oráculo del Señor—.
Dicen: “¿Quién vendrá contra nosotros?
¿Quién entrará en nuestros escondrijos?”.
14 Pues pienso pedirles cuentas,
conforme al fruto de sus acciones
—oráculo del Señor—:
prenderé fuego a su bosque
y arderá todo alrededor.
La Palabra (Hispanoamérica) (BLPH)
La Palabra, (versión hispanoamericana) © 2010 Texto y
Edición, Sociedad Bíblica de España
1
Tesalonicenses 5:4-28 La Palabra (Hispanoamérica) (BLPH)
4 Pero ustedes, hermanos, no viven en las tinieblas.
Por eso, el día del Señor no debe sorprenderlos como si fuera un ladrón. 5
Todos ustedes, en efecto, pertenecen a la luz y al día, no a las tinieblas o a
la noche. 6 Por lo tanto, no estemos dormidos, como están otros; vigilemos y
vivamos sobriamente. 7 Los que duermen, de noche duermen; los que se
emborrachan, de noche se emborrachan. 8 Nosotros, en cambio, que pertenecemos
al día, vivamos sobriamente, armados con la coraza de la fe y del amor y con el
casco protector de la esperanza de la salvación. 9 Porque no nos ha destinado
Dios al castigo, sino a obtener la salvación por medio de nuestro Señor
Jesucristo 10 que murió por nosotros a fin de que, tanto en vida como en
muerte, vivamos siempre con él. 11 Por tanto, dense ánimo mutuamente y ayúdense
unos a otros como ya lo hacen.
Últimas recomendaciones
12 Les pedimos, hermanos, que tengan en consideración
a quienes desempeñan entre ustedes la misión de presidirlos y aconsejarlos en
el nombre del Señor. 13 Estímenlos y ámenlos de manera especial como merece su
tarea, y que la paz reine entre ustedes.
14 Les recomendamos también, hermanos, que corrijan a
los indisciplinados, animen a los tímidos y sostengan a los débiles, teniendo
paciencia con todos. 15 Miren que nadie devuelva mal por mal; al contrario,
busquen siempre hacerse el bien los unos a los otros y a todos. 16 Estén
siempre alegres. 17 No cesen de orar. 18 Manténganse en constante acción de
gracias, porque esto es lo que Dios quiere de ustedes como cristianos. 19 No
apaguen la fuerza del Espíritu, 20 ni desprecien los dones proféticos. 21 Examínenlo
todo y quédense con lo bueno. 22 Eviten toda clase de mal.
Conclusión (5,23-28)
Invocación y saludo final
23 Que el Dios de la paz les conceda vivir totalmente
consagrados a él, de modo que todo su ser —espíritu, alma y cuerpo— permanezca
sin tacha para el día en que se manifieste nuestro Señor Jesucristo. 24 Aquel
que los ha llamado es fiel y cumplirá su palabra.
25 Hermanos, rueguen también por nosotros. 26 Saluden
con un beso fraterno* a todos los hermanos. 27 Y les suplico encarecidamente
por el Señor que esta carta sea leída a todos ellos. 28 La gracia de nuestro
Señor Jesucristo esté con ustedes.
La Palabra (Hispanoamérica) (BLPH)
La Palabra, (versión hispanoamericana) © 2010 Texto y
Edición, Sociedad Bíblica de España
Salmos
82 La Palabra (Hispanoamérica) (BLPH)
Salmo 82 (81)
Dios imparte justicia
82 Salmo de Asaf.
Dios se alza en la asamblea divina,
entre los dioses imparte justicia.
2 “¿Hasta cuándo juzgarán injustamente
y serán favorables a los malos? [ Pausa]
3 Hagan justicia al huérfano y al pobre,
defiendan al humilde y al necesitado,
4 pongan a salvo al desvalido y al pobre,
¡líbrenlos de las garras del malvado!”.
5 Pero no entienden, no comprenden,
en medio de la oscuridad deambulan.
¡Que tiemblen los cimientos de la tierra!
6 Y yo dije: “Ustedes son dioses,
hijos del Altísimo son todos,
7 pero van a morir como humanos,
caerán como un príncipe cualquiera”
8 ¡Ponte, oh Dios, en acción y juzga a la tierra
porque todas las naciones son tuyas!
La Palabra (Hispanoamérica) (BLPH)
La Palabra, (versión hispanoamericana) © 2010 Texto y
Edición, Sociedad Bíblica de España
Proverbios
25:8-10 La Palabra (Hispanoamérica) (BLPH)
8 no tengas prisa en denunciarlo,
pues ¿qué harás al final
cuando tu prójimo te desmienta?
9 Arregla tu pleito con tu prójimo
y no descubras secreto ajeno,
10 no sea que algún oyente te avergüence
y tu deshonra no tenga remedio.
La Palabra (Hispanoamérica) (BLPH)
La Palabra, (versión hispanoamericana) © 2010 Texto y
Edición, Sociedad Bíblica de España
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