Día 331, DAB Español, Martes 27 de Noviembre
Daniel 4:1-37; 2 Pedro 1:1-21; Salmos 119:97-112; Proverbios 28:17-18 (Dios Habla Hoy (DHH))
Daniel
4 Dios Habla Hoy (DHH)
La locura del rey Nabucodonosor
4 (3.31) «Yo, el rey Nabucodonosor, deseo paz y
prosperidad a los hombres de todos los pueblos, naciones y lenguas que habitan
la tierra. 2 (3.32) Quiero que sepan ustedes las cosas tan maravillosas que el
Dios altísimo ha hecho conmigo. 3 (3.33) ¡Qué grandes son sus prodigios y
milagros! Su reino durará por siempre, y su poder continuará de generación en
generación.
4 (1) »Yo, Nabucodonosor, vivía tranquilo en mi
palacio y disfrutaba de una gran prosperidad. 5 (2) Pero una noche, estando ya
acostado, tuve un sueño que me espantó, y pensamientos y visiones que me
llenaron de terror. 6 (3) Entonces ordené que vinieran a verme todos los sabios
de Babilonia, para que me explicaran el significado del sueño. 7 (4) Vinieron
todos los magos, adivinos, sabios y astrólogos de Babilonia, y yo les conté el
sueño, pero no pudieron decirme lo que significaba. 8 (5) Por último se
presentó Daniel, llamado también Beltsasar en honor a mi dios, y cuya vida está
guiada por el espíritu del Dios santo, y le conté mi sueño de la siguiente
manera: 9 (6) “Beltsasar, jefe de los adivinos, yo sé que el espíritu del Dios
santo te guía, y que conoces todos los misterios. Escucha, pues, lo que he
visto en mi sueño, y dime lo que significa. 10 (7) Éstas son las visiones que
tuve mientras estaba acostado:
»”‘En medio de la tierra había un árbol muy alto.
11 (8) El árbol creció y se hizo muy grueso;
su copa tocaba el cielo, y se le podía ver
desde los puntos más lejanos de la tierra.
12 (9) Eran tan hermosas sus hojas
y tan abundante su fruto,
que bastaba para alimentar a todos.
Las bestias del campo se ponían a su sombra,
en sus ramas hacían nidos las aves
y la vida de todo el mundo dependía de él.’
13 (10) »”De repente vi en mis visiones un ángel
centinela que bajaba del cielo, 14 (11) y que en voz alta decía:
»”‘Echen abajo el árbol, córtenle las ramas,
quítenle las hojas, esparzan sus frutos.
Que huyan las bestias que están bajo su sombra
y las aves que están en sus ramas.
15 (12) Pero dejen en la tierra el tronco y sus
raíces;
sujétenlo con cadenas de hierro y de bronce,
y déjenlo entre la hierba del campo.
Que caiga el rocío sobre él,
y que comparta con las bestias la hierba del campo.
16 (13) Que su mente se trastorne
y se vuelva como la de un animal,
y que ese mal le dure siete años.
17 (14) Ésta es la sentencia que han dictado
los santos ángeles centinelas,
para que todos los hombres sepan
que el Dios altísimo tiene poder
sobre los reinos humanos,
que él da el gobierno a quien quiere dárselo
y hace jefe de una nación
al más humilde de los hombres.’
18 (15) »”Éste es el sueño que yo, el rey
Nabucodonosor, tuve. Ahora, Beltsasar, dime su significado, pues ninguno de los
sabios de mi reino lo ha entendido; pero tú podrás interpretarlo, porque en ti
está el espíritu del Dios santo.
19 (16) »”Entonces Daniel, al que llamaban Beltsasar,
se quedó un momento pensativo, horrorizado por los pensamientos que le venían a
la mente. Pero yo, el rey, le dije: ‘Beltsasar, no te preocupes por el sueño
que he tenido, ni por su explicación.’ Y Beltsasar contestó: ‘¡Ay, que todo lo
que el sueño significa recaiga sobre los enemigos de Su Majestad! 20 (17) El
árbol alto y grueso que vio Su Majestad, el cual llegaba hasta el cielo y se
podía ver desde los puntos más lejanos de la tierra, 21 (18) que tenía hojas
hermosas y fruto abundante que alcanzaba para alimentar a todos, a cuya sombra
se arrimaban las bestias del campo y en cuyas ramas hacían su nido las aves, 22
(19) ese árbol es Su Majestad, que ha crecido y se ha hecho poderoso. La
grandeza de Su Majestad ha aumentado hasta alcanzar la altura del cielo, y su
dominio se ha extendido sobre toda la tierra. 23 (20) Su Majestad vio también
que un santo ángel centinela bajaba del cielo y decía: Echen abajo el árbol y
destrúyanlo, pero dejen en la tierra el tronco y sus raíces; sujétenlo con
cadenas de hierro y de bronce, y déjenlo entre la hierba del campo. Que caiga
el rocío sobre él, y que comparta con las bestias la hierba del campo durante
siete años. 24 (21) Esto significa la sentencia que el Dios altísimo ha dictado
contra Su Majestad. 25 (22) Y Su Majestad será separado de la gente y vivirá
con los animales; comerá hierba, como los bueyes, y el rocío empapará su
cuerpo. Así vivirá Su Majestad durante siete años, hasta que reconozca que el
Dios altísimo tiene poder sobre todos los reinos humanos, y que es él quien
pone como gobernante a quien él quiere. 26 (23) La orden de que se dejara en la
tierra el tronco y sus raíces, significa que se devolverá a Su Majestad el reino
cuando Su Majestad haya reconocido que Dios es quien tiene el poder. 27 (24)
Por tanto, siga Su Majestad este consejo mío: actúe con rectitud y no peque
más; ponga fin a sus maldades y ocúpese de ayudar a los pobres. Tal vez así
pueda Su Majestad seguir viviendo en paz y prosperidad.’”»
28 (25) Todas estas cosas anunciadas al rey
Nabucodonosor, se cumplieron: 29 (26) Un año después, mientras el rey se
paseaba por la terraza de su palacio de Babilonia, 30 (27) dijo: «¡Miren qué
grande es Babilonia! Yo, con mi gran poder, la edifiqué como capital de mi
reino, para dejar muestras de mi grandeza.»
31 (28) Todavía estaba hablando el rey cuando se oyó
una voz del cielo, que decía: «Oye esto, rey Nabucodonosor. Tu reino ya no te
pertenece; 32 (29) serás separado de la gente y vivirás con los animales;
comerás hierba como los bueyes durante siete años, hasta que reconozcas que el
Dios altísimo tiene poder sobre todas las naciones de la tierra, y que es él
quien pone como gobernante a quien él quiere.»
33 (30) En ese mismo instante se cumplió la sentencia
anunciada, y Nabucodonosor fue separado de la gente; comió hierba, como los
bueyes, y el rocío empapó su cuerpo, hasta que el pelo y las uñas le crecieron
como si fueran plumas y garras de águila.
Curación de Nabucodonosor
34 (31) «Cuando el tiempo de la sentencia se cumplió,
yo, Nabucodonosor, miré al cielo y me sentí curado de mi locura; entonces
bendije al Dios altísimo y alabé con estas palabras al que vive para siempre:
»“Su poder durará siempre;
su reino permanecerá de generación en generación.
35 (32) Ante él nada son
los habitantes de la tierra.
Él actúa según su voluntad,
tanto en el cielo como en la tierra.
No hay nadie que pueda oponerse a su poder
ni preguntarle por qué actúa como actúa.”
36 (33) »En aquel mismo momento recobré el juicio, el
esplendor de mi reino, mi honor y mi grandeza. Mis consejeros y las altas
personalidades de mi gobierno vinieron a buscarme, y me puse nuevamente al
frente del gobierno de mi nación, llegando a tener un poder todavía mayor del
que había tenido antes.
37 (34) »Ahora pues, yo, Nabucodonosor, alabo, honro y
glorifico al Rey del cielo, porque todo lo que hace es verdadero y justo, y
puede humillar a los que se creen importantes.»
Dios Habla Hoy (DHH)
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2
Pedro 1 Dios Habla Hoy (DHH)
Saludo
1 Simón Pedro, siervo y apóstol de Jesucristo, saluda
a los que han llegado a tener una fe tan preciosa como la nuestra, porque
nuestro Dios y Salvador Jesucristo es justo. 2 Reciban abundancia de gracia y
de paz mediante el conocimiento que tienen de Dios y de Jesús, nuestro Señor.
El llamamiento de Dios y sus exigencias
3 Dios, por su poder, nos ha concedido todo lo que
necesitamos para la vida y la devoción, al hacernos conocer a aquel que nos
llamó por su propia grandeza y sus obras maravillosas. 4 Por medio de estas
cosas nos ha dado sus promesas, que son muy grandes y de mucho valor, para que
por ellas lleguen ustedes a tener parte en la naturaleza de Dios y escapen de
la corrupción que los malos deseos han traído al mundo. 5 Y por esto deben
esforzarse en añadir a su fe la buena conducta; a la buena conducta, el
entendimiento; 6 al entendimiento, el dominio propio; al dominio propio, la paciencia;
a la paciencia, la devoción; 7 a la devoción, el afecto fraternal; y al afecto
fraternal, el amor.
8 Si ustedes poseen estas cosas y las desarrollan, ni
su vida será inútil ni habrán conocido en vano a nuestro Señor Jesucristo. 9
Pero el que no las posee es como un ciego o corto de vista; ha olvidado que fue
limpiado de sus pecados pasados. 10 Por eso, hermanos, ya que Dios los ha
llamado y escogido, procuren que esto arraigue en ustedes, pues haciéndolo así
nunca caerán. 11 De ese modo se les abrirán de par en par las puertas del reino
eterno de nuestro Señor y Salvador Jesucristo.
Autoridad de las enseñanzas
12 Por eso les seguiré recordando siempre todo esto,
aun cuando ya lo saben y permanecen firmes en la verdad que les han enseñado.
13 Mientras yo viva, creo que estoy en el deber de llamarles la atención con
estos consejos. 14 Nuestro Señor Jesucristo me ha hecho saber que pronto habré
de dejar esta vida; 15 pero haré todo lo posible para que también después de mi
muerte se acuerden ustedes de estas cosas.
16 La enseñanza que les dimos sobre el poder y el
regreso de nuestro Señor Jesucristo, no consistía en cuentos inventados
ingeniosamente, pues con nuestros propios ojos vimos al Señor en su grandeza.
17 Lo vimos cuando Dios el Padre le dio honor y gloria, cuando la voz de Dios
le habló de aquella gloriosa manera: «Éste es mi Hijo amado, a quien he
elegido.» 18 Nosotros mismos oímos aquella voz que venía del cielo, pues
estábamos con el Señor en el monte sagrado.
19 Esto hace más seguro el mensaje de los profetas, el
cual con toda razón toman ustedes en cuenta. Pues ese mensaje es como una
lámpara que brilla en un lugar oscuro, hasta que el día amanezca y la estrella
de la mañana salga para alumbrarles el corazón. 20 Pero ante todo tengan esto presente:
que ninguna profecía de la Escritura es algo que uno pueda interpretar según el
propio parecer, 21 porque los profetas nunca hablaron por iniciativa humana; al
contrario, eran hombres que hablaban de parte de Dios, dirigidos por el
Espíritu Santo.
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Salmos
119:97-112 Dios Habla Hoy (DHH)
97 ¡Cuánto amo tu enseñanza!
¡Todo el día medito en ella!
98 Tus mandamientos son míos para siempre;
me han hecho más sabio que mis enemigos.
99 Entiendo más que todos mis maestros
porque pienso mucho en tus mandatos.
100 Entiendo más que los ancianos
porque obedezco tus preceptos.
101 He alejado mis pies de todo mal camino
para cumplir tu palabra.
102 No me he apartado de tus decretos
porque tú eres quien me enseña.
103 Tu promesa es más dulce a mi paladar
que la miel a mi boca.
104 De tus preceptos he sacado entendimiento;
por eso odio toda conducta falsa.
105 Tu palabra es una lámpara a mis pies
y una luz en mi camino.
106 Hice un juramento, y lo voy a cumplir:
¡pondré en práctica tus justos decretos!
107 Señor, me siento muy afligido;
¡dame vida, conforme a tu promesa!
108 Acepta, Señor, las ofrendas de mis labios,
y enséñame tus decretos.
109 Siempre estoy en peligro de muerte,
pero no me olvido de tu enseñanza.
110 Los malvados me ponen trampas,
pero no me aparto de tus preceptos.
111 Mi herencia eterna son tus mandatos,
porque ellos me alegran el corazón.
112 De corazón he decidido practicar tus leyes,
para siempre y hasta el fin.
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Proverbios
28:17-18 Dios Habla Hoy (DHH)
17 El que ha cometido un asesinato
no parará hasta caer en la tumba:
¡que nadie intente detenerlo!
18 El hombre honrado será puesto a salvo,
pero el perverso caerá en la desgracia.
Dios
Habla Hoy (DHH)
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