Wednesday, September 1, 2021

DAB Español, Jueves 02 de Septiembre

Día 245, DAB Español, Jueves 02 de Septiembre

Eclesiastés 1:1-3:22; 2 Corintios 6:1-13; Salmos 46; Proverbios 22:15 (Nueva Traducción Viviente (NTV))









Eclesiastés 1-3

Nueva Traducción Viviente

 

1 Estas son las palabras del Maestro,[a] hijo del rey David y gobernante de Jerusalén.

Nada tiene sentido

 

2 «Nada tiene sentido—dice el Maestro—, ¡ningún sentido en absoluto!».

 

3 ¿Qué obtiene la gente con trabajar tanto bajo el sol? 4 Las generaciones van y vienen, pero la tierra nunca cambia. 5 El sol sale y se pone, y se apresura a dar toda la vuelta para volver a salir. 6 El viento sopla hacia el sur y luego gira hacia el norte. Da vueltas y vueltas soplando en círculos. 7 Los ríos desembocan en el mar, pero el mar nunca se llena. Luego el agua vuelve a los ríos y sale nuevamente al mar. 8 Todo es tan tedioso, imposible de describir. No importa cuánto veamos, nunca quedamos satisfechos. No importa cuánto oigamos, nada nos tiene contentos.

 

9 La historia no hace más que repetirse; ya todo se hizo antes. No hay nada realmente nuevo bajo el sol. 10 A veces la gente dice: «¡Esto es algo nuevo!»; pero la verdad es que no lo es, nada es completamente nuevo. 11 Ninguno de nosotros recuerda lo que sucedió en el pasado, y las generaciones futuras tampoco recordarán lo que hacemos ahora.

El Maestro habla sobre la inutilidad de la sabiduría

 

12 Yo, el Maestro, fui rey de Israel y viví en Jerusalén. 13 Me dediqué a buscar el entendimiento y a investigar con sabiduría todo lo que se hacía debajo del cielo. Pronto descubrí que Dios le había dado una existencia trágica al género humano. 14 Observé todo lo que ocurría bajo el sol, y a decir verdad, nada tiene sentido, es como perseguir el viento.

 

15

Lo que está mal no puede corregirse;

    lo que se ha perdido no puede recuperarse.

 

16 Me dije: «A ver, soy más sabio que todos los reyes que gobernaron Jerusalén antes que yo. Tengo más sabiduría y conocimiento que cualquiera de ellos». 17 Así que me dispuse a aprender de todo: desde la sabiduría hasta la locura y la insensatez; pero descubrí por experiencia que procurar esas cosas es como perseguir el viento.

 

18

Cuanta más sabiduría tengo, mayor es mi desconsuelo;

    aumentar el conocimiento solo trae más dolor.

La inutilidad de los placeres

 

2 Me dije: «Vamos, probemos los placeres. ¡Busquemos “las cosas buenas” de la vida!»; pero descubrí que eso también carecía de sentido. 2 Entonces dije: «La risa es tonta. ¿De qué sirve andar en busca de placeres?». 3 Después de pensarlo bien, decidí alegrarme con vino. Y mientras seguía buscando sabiduría, me aferré a la insensatez. Así traté de experimentar la única felicidad que la mayoría de la gente encuentra en su corto paso por este mundo.

 

4 También traté de encontrar sentido a la vida edificándome enormes mansiones y plantando hermosos viñedos. 5 Hice jardines y parques, y los llené con toda clase de árboles frutales. 6 Construí represas para juntar agua con la cual regar todos mis huertos florecientes. 7 Compré esclavos y esclavas, y otros nacieron en mi propiedad. También tuve enormes manadas y rebaños, más que cualquiera de los reyes que vivieron en Jerusalén antes que yo. 8 Junté grandes cantidades de plata y de oro, el tesoro de muchos reyes y provincias. Contraté cantores estupendos, tanto hombres como mujeres, y tuve muchas concubinas hermosas. ¡Tuve todo lo que un hombre puede desear!

 

9 De modo que me hice más poderoso que todos los que vivieron en Jerusalén antes que yo, y mi sabiduría nunca me falló. 10 Todo lo que quise lo hice mío; no me negué ningún placer. Hasta descubrí que me daba gran satisfacción trabajar mucho, la recompensa de toda mi labor; 11 pero al observar todo lo que había logrado con tanto esfuerzo, vi que nada tenía sentido; era como perseguir el viento. No había absolutamente nada que valiera la pena en ninguna parte.

El sabio y el necio

 

12 Entonces decidí comparar la sabiduría con la locura y la insensatez (porque, ¿quién puede hacer eso mejor que yo, que soy el rey?[b]). 13 Pensé: «La sabiduría es mejor que la insensatez, así como la luz es mejor que la oscuridad. 14 Pues el sabio puede ver hacia dónde va, pero el necio camina a oscuras». Sin embargo, me di cuenta de que el sabio y el necio tienen el mismo destino: 15 los dos mueren. Así que me dije: «Ya que voy a terminar igual que el necio, ¿de qué vale toda mi sabiduría? ¡Nada de eso tiene sentido!». 16 Pues tanto el sabio como el necio van a morir. Al sabio no se le recordará más que al necio. En los días futuros, ambos serán olvidados.

 

17 Por lo tanto, llegué a odiar la vida, porque todo lo que se hace aquí, bajo el sol, es tan complicado. Nada tiene sentido, es como perseguir el viento.

La inutilidad del trabajo

 

18 Llegué a odiar todo el trabajo que hice en este mundo porque tengo que dejarles a otros lo que yo he ganado. 19 ¿Y quién sabe si mis sucesores serán sabios o necios? Sin embargo, ellos se van a apoderar de todo lo que yo he adquirido bajo el sol a través de mi destreza y esfuerzo. ¡Qué absurdo! 20 Así que, desilusionado, me di por vencido y cuestioné el valor de todo mi duro trabajo en este mundo.

 

21 Algunas personas trabajan con sabiduría, conocimiento y destreza, pero luego tienen que dejarle el fruto de su labor a alguien que no ha trabajado para conseguirlo. Eso tampoco tiene sentido, es una gran tragedia. 22 Entonces, ¿qué gana la gente con tanto esfuerzo y preocupación en esta vida? 23 Sus días de trabajo están llenos de dolor y angustia, ni siquiera de noche pueden descansar la mente. Nada tiene sentido.

 

24 Entonces llegué a la conclusión de que no hay nada mejor que disfrutar de la comida y la bebida, y encontrar satisfacción en el trabajo. Luego me di cuenta de que esos placeres provienen de la mano de Dios. 25 Pues, ¿quién puede comer o disfrutar de algo separado de él[c]? 26 Dios da sabiduría, conocimiento y alegría a quienes son de su agrado; pero si un pecador se enriquece, Dios le quita las riquezas y se las da a quienes le agradan. Eso tampoco tiene sentido, es como perseguir el viento.

Todo a su debido tiempo

 

3 Hay una temporada para todo,

    un tiempo para cada actividad bajo el cielo.

2

Un tiempo para nacer y un tiempo para morir.

    Un tiempo para sembrar y un tiempo para cosechar.

3

Un tiempo para matar y un tiempo para sanar.

    Un tiempo para derribar y un tiempo para construir.

4

Un tiempo para llorar y un tiempo para reír.

    Un tiempo para entristecerse y un tiempo para bailar.

5

Un tiempo para esparcir piedras y un tiempo para juntar piedras.

    Un tiempo para abrazarse y un tiempo para apartarse.

6

Un tiempo para buscar y un tiempo para dejar de buscar.

    Un tiempo para guardar y un tiempo para botar.

7

Un tiempo para rasgar y un tiempo para remendar.

    Un tiempo para callar y un tiempo para hablar.

8

Un tiempo para amar y un tiempo para odiar.

    Un tiempo para la guerra y un tiempo para la paz.

 

9 ¿Qué es lo que en verdad gana la gente a cambio de tanto trabajo? 10 He visto la carga que Dios puso sobre nuestros hombros. 11 Sin embargo, Dios lo hizo todo hermoso para el momento apropiado. Él sembró la eternidad en el corazón humano, pero aun así el ser humano no puede comprender todo el alcance de lo que Dios ha hecho desde el principio hasta el fin. 12 Así que llegué a la conclusión de que no hay nada mejor que alegrarse y disfrutar de la vida mientras podamos. 13 Además, la gente debería comer, beber y aprovechar el fruto de su trabajo, porque son regalos de Dios.

 

14 También sé que todo lo que Dios hace es definitivo. No se le puede agregar ni quitar nada. El propósito de Dios es que el ser humano le tema. 15 Los sucesos del presente ya ocurrieron en el pasado, y lo que sucederá en el futuro ya ocurrió antes, porque Dios hace que las mismas cosas se repitan una y otra vez.

Las injusticias de la vida

 

16 También noté que, bajo el sol, la maldad está presente en el juzgado. Sí, ¡hasta en los tribunales de justicia hay corrupción! 17 Me dije: «A su debido tiempo, Dios juzgará a todos, tanto a los malos como a los buenos, por cada cosa que hayan hecho».

 

18 También reflexioné acerca de la condición humana, sobre cómo Dios les hace ver a los seres humanos que son como los animales. 19 Pues tanto las personas como los animales tienen el mismo destino: ambos respiran[d] y ambos mueren. Así que las personas no tienen una verdadera ventaja sobre los animales. ¡Qué absurdo! 20 Ambos terminan en el mismo lugar: del polvo vienen y al polvo vuelven. 21 Pues, ¿quién puede demostrar que el espíritu humano va hacia arriba y el espíritu de los animales desciende al fondo de la tierra? 22 Entonces me di cuenta de que no hay nada mejor para la gente que ser feliz con su trabajo. Ese es nuestro destino, y nadie nos puede traer de regreso para ver qué pasa después de que hayamos muerto.

Footnotes

 

    1:1 En hebreo Cohelet; este término se traduce «el Maestro» en todo el libro.

    2:12 El significado del hebreo es incierto.

    2:25 Así aparece en la versión griega y en la siríaca; en hebreo dice separado de mí?

    3:19 O ambos tienen el mismo espíritu.

 

2 Corintios 6:1-13

Nueva Traducción Viviente

 

6 Como colaboradores de Dios,[a] les suplicamos que no reciban ese maravilloso regalo de la bondad de Dios y luego no le den importancia. 2 Pues Dios dice:

 

«En el momento preciso, te oí.

    En el día de salvación te ayudé»[b].

 

Efectivamente, el «momento preciso» es ahora. Hoy es el día de salvación.

Dificultades y privaciones de Pablo

 

3 Vivimos de tal manera que nadie tropezará a causa de nosotros, y nadie encontrará ninguna falta en nuestro ministerio. 4 En todo lo que hacemos, demostramos que somos verdaderos ministros de Dios. Con paciencia soportamos dificultades y privaciones y calamidades de toda índole. 5 Fuimos golpeados, encarcelados, enfrentamos a turbas enfurecidas, trabajamos hasta quedar exhaustos, aguantamos noches sin dormir y pasamos hambre. 6 Demostramos lo que somos por nuestra pureza, nuestro entendimiento, nuestra paciencia, nuestra bondad, por el Espíritu Santo que está dentro de nosotros[c] y por nuestro amor sincero. 7 Con fidelidad predicamos la verdad. El poder de Dios actúa en nosotros. Usamos las armas de la justicia con la mano derecha para atacar y con la izquierda para defender. 8 Servimos a Dios, ya sea que la gente nos honre o nos desprecie, sea que nos calumnie o nos elogie. Somos sinceros, pero nos llaman impostores. 9 Nos ignoran aun cuando somos bien conocidos. Vivimos al borde de la muerte, pero aún seguimos con vida. Nos han golpeado, pero no matado. 10 Hay dolor en nuestro corazón, pero siempre tenemos alegría. Somos pobres, pero damos riquezas espirituales a otros. No poseemos nada, y sin embargo, lo tenemos todo.

 

11 ¡Oh, queridos amigos corintios!, les hemos hablado con toda sinceridad y nuestro corazón está abierto a ustedes. 12 No hay falta de amor de nuestra parte, pero ustedes nos han negado su amor. 13 Les pido que respondan como si fueran mis propios hijos. ¡Ábrannos su corazón!

Footnotes

 

    6:1 O Mientras trabajamos juntos.

    6:2 Is 49:8 (versión griega).

    6:6 O por nuestra santidad de espíritu.

 

Salmos 46

Nueva Traducción Viviente

Para el director del coro: cántico de los descendientes de Coré; entónese con voces de soprano.[a]

 

46 Dios es nuestro refugio y nuestra fuerza;

    siempre está dispuesto a ayudar en tiempos de dificultad.

2

Por lo tanto, no temeremos cuando vengan terremotos

    y las montañas se derrumben en el mar.

3

¡Que rujan los océanos y hagan espuma!

    ¡Que tiemblen las montañas mientras suben las aguas! Interludio

 

4

Un río trae gozo a la ciudad de nuestro Dios,

    el hogar sagrado del Altísimo.

5

Dios habita en esa ciudad; no puede ser destruida.

    En cuanto despunte el día, Dios la protegerá.

6

¡Las naciones se encuentran en un caos,

    y sus reinos se desmoronan!

¡La voz de Dios truena,

    y la tierra se derrite!

7

El Señor de los Ejércitos Celestiales está entre nosotros;

    el Dios de Israel[b] es nuestra fortaleza. Interludio

 

8

Vengan, vean las obras gloriosas del Señor:

    miren cómo trae destrucción sobre el mundo.

9

Él hace cesar las guerras en toda la tierra;

    quiebra el arco y rompe la lanza

    y quema con fuego los escudos.

 

10

«¡Quédense quietos y sepan que yo soy Dios!

    Toda nación me honrará.

    Seré honrado en el mundo entero».

 

11

El Señor de los Ejércitos Celestiales está entre nosotros;

    el Dios de Israel es nuestra fortaleza. Interludio

Footnotes

 

    46:TÍTULO En hebreo según alamot.

    46:7 En hebreo de Jacob; también en 46:11. Ver nota en 44:4.

 

Proverbios 22:15

Nueva Traducción Viviente

 

15

El corazón del muchacho está lleno de necedad,

    pero la disciplina física la alejará de él.

Nueva Traducción Viviente (NTV)

 

La Santa Biblia, Nueva Traducción Viviente, © Tyndale House Foundation, 2010. Todos los derechos reservados.

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