Monday, August 7, 2023

DAB Español, Martes 08 de Agosto

Día 220, DAB Español, Martes 08 de Agosto


Esdras 7:1-8:20; 1 Corintios 4:1-21; Salmos 30; Proverbios 20:28-30 (Dios Habla Hoy (DHH))








Esdras 7:1-8:20

Dios Habla Hoy

Esdras y sus compañeros llegan a Jerusalén


7 Tiempo después, durante el reinado de Artajerjes, rey de Persia, hubo un hombre llamado Esdras, descendiente en línea directa de Seraías, Azarías, Hilquías, 2 Salum, Sadoc, Ahitub, 3 Amarías, Azarías, Meraiot, 4 Zeraías, Uzí, Buquí, 5 Abisúa, Finees, Eleazar y Aarón, el primer sacerdote. 6 Este Esdras era un maestro instruido en la ley que el Señor, Dios de Israel, había dado por medio de Moisés, y contaba con la ayuda del Señor, así que el rey Artajerjes le concedió todo lo que él pidió. De esta manera, Esdras regresó de Babilonia 7 a Jerusalén con un grupo de israelitas compuesto de sacerdotes, levitas, cantores, porteros y sirvientes del templo, en el séptimo año del reinado de Artajerjes. 8-9 Contando Esdras con la bondadosa ayuda de Dios, inició el regreso de Babilonia el día primero del mes primero del séptimo año del reinado de Artajerjes, y llegó a Jerusalén el día primero del mes quinto de ese mismo año. 10 Y Esdras tenía el firme propósito de estudiar y de poner en práctica la ley del Señor, y de enseñar a los israelitas sus leyes y decretos.


11 Ésta es la copia de la carta que el rey Artajerjes entregó a Esdras, sacerdote y maestro instruido en todos los mandamientos y leyes del Señor para Israel:


12 «El emperador Artajerjes saluda a Esdras, sacerdote y maestro instruido en la ley del Dios del cielo.


13 »He ordenado que todo israelita que se encuentre en mi reino y que quiera irse a Jerusalén contigo, pueda hacerlo, incluso si es levita o sacerdote. 14 Porque el rey y sus siete consejeros te envían a estudiar la situación en Judá y Jerusalén, conforme a la ley de tu Dios que tienes en la mano. 15 Lleva contigo la plata y el oro que el rey y sus consejeros ofrecen voluntariamente al Dios de Israel, que habita en Jerusalén, 16 y toda la plata y el oro que puedas conseguir en toda la provincia de Babilonia, más los donativos que el pueblo y los sacerdotes ofrezcan voluntariamente para el templo de Dios en Jerusalén. 17 Con ese dinero deberás comprar becerros, carneros y corderos, junto con sus ofrendas de cereales y de vino, para ofrecerlos sobre el altar del templo del Dios de ustedes, en Jerusalén. 18 En cuanto al oro y la plata restantes, hagan tú y tus compañeros lo que les parezca mejor, conforme a la voluntad de Dios. 19 Pero los utensilios que se te han entregado para el culto en el templo de tu Dios, entrégalos tú mismo al Dios de Jerusalén.


20 »Cualquier otra cosa que debas proporcionar para el templo de tu Dios, puedes conseguirla en los almacenes reales. 21 Y yo, el rey Artajerjes, ordeno a todos los tesoreros al oeste del río Éufrates que, sin falta, entreguen a Esdras, sacerdote y maestro instruido en la ley del Dios del cielo, todo lo que él pida, 22 hasta tres mil trescientos kilos de plata, veintidós mil litros de trigo, dos mil doscientos litros de vino, dos mil doscientos litros de aceite y toda la sal que pida.


23 »Todo lo que pida el Dios del cielo para su templo, debe ser entregado rápidamente, para que no venga ningún castigo sobre los hijos del rey y sobre sus dominios. 24 Han de saber también que está prohibido imponer tributo, impuestos o derechos a cualquiera de los sacerdotes, levitas, cantores, porteros, sirvientes del templo o cualquier otra persona que sirva en el templo de Dios.


25 »En cuanto a ti, Esdras, de acuerdo con los conocimientos que tu Dios te ha dado, nombra jueces y gobernantes que hagan justicia a toda la gente de la provincia al oeste del río Éufrates, o sea, a todos los que conocen la ley de tu Dios; y a los que no la conozcan, enséñasela. 26 Y a todo el que no cumpla la ley de tu Dios y las leyes del rey, que se le condene inmediatamente a muerte, a destierro, al pago de una multa o a prisión.»

Oración de Esdras


27 Entonces Esdras oró: «Bendito sea el Señor, Dios de nuestros padres, porque impulsó al rey a honrar el templo del Señor en Jerusalén, 28 y porque me demostró su bondad ante el rey y sus consejeros y los hombres más importantes de la corte, y me dio ánimo, pues con su ayuda pude reunir a los israelitas más importantes para que regresaran conmigo.»

La lista de los que regresaron


8 Ésta es la lista de los jefes de familia, según el registro familiar de cada uno de ellos, que durante el reinado de Artajerjes volvieron de Babilonia con Esdras:


2-3

Guersón, de los descendientes de Finees;

Daniel, de los descendientes de Itamar;

Hatús, hijo de Secanías, de los descendientes de David;

Zacarías, de los descendientes de Parós, acompañado de ciento cincuenta hombres apuntados en la lista;

4

Eliehoenai, hijo de Zeraías, de los descendientes de Pahat-moab, acompañado de doscientos hombres;

5

Secanías, hijo de Jahaziel, de los descendientes de Zatú, acompañado de trescientos hombres;

6

Ébed, hijo de Jonatán, de los descendientes de Adín, acompañado de cincuenta hombres;

7

Isaías, hijo de Atalías, de los descendientes de Elam, acompañado de setenta hombres;

8

Zebadías, hijo de Micael, de los descendientes de Sefatías, acompañado de ochenta hombres;

9

Abdías, hijo de Jehiel, de los descendientes de Joab, acompañado de doscientos dieciocho hombres;

10

Selomit, hijo de Josifías, de los descendientes de Baní, acompañado de ciento sesenta hombres;

11

Zacarías, hijo de Bebai, de los descendientes de Bebai, acompañado de veintiocho hombres;

12

Johanán, hijo de Hacatán, de los descendientes de Azgad, acompañado de ciento diez hombres;

13

Elifélet, Jeiel y Semaías, últimos descendientes de Adonicam, acompañados de sesenta hombres, volvieron más tarde.

14

Utai y Zabud, de los descendientes de Bigvai, acompañados de setenta hombres.

Los sirvientes del templo


15 Yo, Esdras, los reuní a todos ellos junto al canal que va a dar al río Ahavá, y acampamos allí tres días. Y cuando pasé revista a la gente y a los sacerdotes, no encontré a ningún levita. 16 Por lo tanto envié a Eliézer, Ariel, Semaías, Elnatán, Jarib, Elnatán, Natán, Zacarías y Mesulam, que eran personas importantes, y también a los maestros Joiarib y Elnatán, 17 con la orden de visitar a Idó, jefe del lugar llamado Casifiá, y les dije todo lo que tenían que comunicar a Idó y sus compañeros, los sirvientes del templo que estaban en Casifiá, para que nos trajeran gente que nos ayudara en el templo de nuestro Dios. 18 Y, gracias a Dios, nos trajeron a Serebías, hombre muy capaz, descendiente de un levita llamado Mahli, con sus hijos y hermanos; dieciocho personas en total. 19 Además nos trajeron a Hasabías e Isaías, descendientes de Merarí, que con sus hijos y hermanos sumaban veinte personas.


20 De los sirvientes del templo puestos por David y los dirigentes al servicio de los levitas, había doscientos veinte, todos ellos nombrados personalmente.

1 Corintios 4

Dios Habla Hoy

El trabajo de los apóstoles


4 Ustedes deben considerarnos simplemente como ayudantes de Cristo, encargados de enseñar los designios secretos de Dios. 2 Ahora bien, el que recibe un encargo debe demostrar que es digno de confianza. 3 En cuanto a mí respecta, muy poco me preocupa ser juzgado por ustedes o por algún tribunal humano. Ni siquiera yo mismo me juzgo. 4 Sin embargo, el que mi conciencia no me acuse de nada no significa que yo por esto sea inocente. Pues el que me juzga es el Señor. 5 Por lo tanto, no juzguen ustedes nada antes de tiempo; esperen a que el Señor venga y saque a la luz lo que ahora está en la oscuridad y dé a conocer las intenciones del corazón. Entonces Dios dará a cada uno la alabanza que merezca.


6 Hermanos, les hablo de estas cosas por su propio bien y poniendo como ejemplo a Apolo y a mí mismo. Lo digo para que por nuestro ejemplo aprendan ustedes a no ir más allá de lo que está escrito, y para que nadie se hinche de orgullo, favoreciendo a uno en perjuicio de otro. 7 Pues, ¿quién te da privilegios sobre los demás? ¿Y qué tienes que Dios no te haya dado? Y si él te lo ha dado, ¿por qué presumes, como si lo hubieras conseguido por ti mismo?


8 Al parecer, ustedes ya son ricos, y tienen todo lo que pueden desear, y se sienten como reyes que nada necesitan de nosotros. ¡Ojalá fueran reyes de verdad, para que nosotros tuviéramos parte en su reino! 9 Pues me parece que a nosotros, los apóstoles, Dios nos ha puesto en el último lugar, como si fuéramos condenados a muerte. Hemos llegado a ser un espectáculo para el mundo, para los ángeles y para los hombres. 10 Nosotros, por causa de Cristo, pasamos por tontos; mientras que ustedes, gracias a Cristo, pasan por inteligentes. Nosotros somos débiles, mientras que ustedes son fuertes. A nosotros se nos desprecia, y a ustedes se les respeta. 11 Hasta hoy mismo no hemos dejado de sufrir hambre, sed y falta de ropa; la gente nos maltrata, no tenemos hogar propio 12 y nos cansamos trabajando con nuestras propias manos. A las maldiciones respondemos con bendiciones; somos perseguidos, y lo soportamos. 13 Nos injurian, y contestamos con bondad. Nos tratan como a basura del mundo, como a desperdicio de la humanidad. Y así hasta el día de hoy.


14 No les escribo esto para avergonzarlos, sino para darles un consejo, como a mis propios hijos, pues los amo. 15 Pues aunque ustedes, como cristianos, tengan diez mil instructores, padres no tienen muchos. Padre de ustedes soy yo, pues les anuncié el evangelio por el cual quedaron incorporados a Cristo Jesús. 16 Así pues, les ruego que sigan mi ejemplo.


17 Por esto les envié a Timoteo, mi querido y fiel hijo en el Señor. Él los hará recordar mi conducta como creyente en Cristo Jesús, conforme a lo que enseño en todas las iglesias por donde paso. 18 Algunos de ustedes ya se sienten muy confiados pensando que no iré a verlos; 19 pero, si el Señor quiere, espero visitarlos pronto. Entonces veré lo que son capaces de hacer esos que se hinchan de orgullo, y no solamente lo que son capaces de decir. 20 Porque el reino de Dios no es cuestión de palabras, sino de poder. 21 ¿Qué prefieren ustedes: que vaya dispuesto a castigarlos, o que vaya a verlos con amor y ternura?

Salmos 30

Dios Habla Hoy

Alabanzas de gratitud al Señor

(1) Salmo. Canto para la dedicación del templo. De David.


30 (2) Señor, yo te alabo

porque tú me libertaste,

porque no has permitido

que mis enemigos se burlen de mí.

2

(3) Señor, mi Dios,

te pedí ayuda, y me sanaste;

3

(4) tú, Señor, me salvaste de la muerte;

me diste vida, me libraste de morir.


4

(5) Ustedes, fieles del Señor, ¡cántenle himnos!,

¡alaben su santo nombre!

5

(6) Porque su enojo dura un momento,

pero su buena voluntad, toda la vida.

Si lloramos por la noche,

por la mañana tendremos alegría.


6

(7) Yo me sentí seguro, y pensé:

«Nada me hará caer jamás.»

7

(8) Pero tú, Señor, en tu bondad

me habías afirmado en lugar seguro,

y apenas me negaste tu ayuda

el miedo me dejó confundido.


8

(9) A ti, Señor, clamo;

a ti, Señor, suplico:

9

(10) ¿Qué se gana con que yo muera,

con que sea llevado al sepulcro?

¡El polvo no puede alabarte

ni hablar de tu fidelidad!

10

(11) Señor, óyeme y ten compasión de mí;

Señor, ¡ayúdame!


11

(12) Has cambiado en danzas mis lamentos;

me has quitado el luto

y me has vestido de fiesta.

12

(13) Por eso, Señor y Dios,

no puedo quedarme en silencio:

¡te cantaré himnos de alabanza

y siempre te daré gracias!

Proverbios 20:28-30

Dios Habla Hoy


28

El rey se mantiene seguro en su trono

cuando practica el amor y la verdad.


29

El orgullo de los jóvenes está en su fuerza;

la honra de los ancianos, en sus canas.


30

La maldad se cura con golpes y heridas;

los golpes hacen sanar la conciencia.

Dios Habla Hoy (DHH)


Dios habla hoy ®, © Sociedades Bíblicas Unidas, 1966, 1970, 1979, 1983, 1996.

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