Día 272, DAB Español, Domingo 29 de Septiembre
Isaías 57:14-59:21; Filipenses 1:1-26; Salmos 71; Proverbios 24:9-10 (Traducción en lenguaje actual (TLA))
Isaías
57:14-59:21 Traducción en lenguaje actual (TLA)
Castigo y curación de Israel
14 Entonces Dios dijo:
«¡Abran paso, abran paso,
preparen un camino llano,
para que pase mi pueblo!
15 Porque yo soy el Dios eterno
y mi nombre es santo.
Yo vivo en un lugar alto y sagrado,
pero también estoy con los pobres
y animo a los afligidos.
16 »Pueblo mío,
no siempre voy a acusarte,
ni estaré enojado todo el tiempo.
Yo mismo te hice,
y no quiero que
te desanimes.
17 »Israel, a causa de tu pecado
por un tiempo estuve enojado contigo;
entonces te castigué y me alejé de ti.
Pero ustedes los israelitas
se pusieron muy caprichosos
y se rebelaron contra mí.
18 Yo he visto su desobediencia,
pero les quitaré su rebeldía
y les daré descanso.
A todos los que están tristes
19 los haré entonar
este canto de acción de gracias:
“¡Paz al que está lejos,
paz al que está cerca!
¡Yo perdonaré a mi pueblo!
20 Pero los malvados
son como un mar agitado
que no se puede calmar;
sus olas arrastran barro y suciedad.
21 ¡No pueden vivir en paz!”
»Les juro que así es».
El ayuno que no agrada a Dios
58 Dios le dijo a Isaías:
«¡Grita bien fuerte,
grita sin miedo,
alza la voz como una trompeta!
¡Reprende a mi pueblo,
el pueblo de Israel,
a causa de sus culpas
y de todos sus pecados!
2 »Ellos me consultan todos los días
y dicen que quieren obedecerme,
como si fueran gente de bien
que no se aparta de mis leyes.
Ellos me piden leyes justas
y quieren estar cerca de mí.
3 Sin embargo, andan diciendo:
“¿Para qué ayunar,
si Dios no nos ve?
¿Para qué sacrificarnos,
si a él no le importa?”
»En el día de ayuno
ustedes hacen negocios
y maltratan a sus trabajadores.
4 Ese día discuten, se pelean,
y se agarran a golpes.
¡Si quieren que escuche sus oraciones
no ayunen de esa manera!
5 Ese tipo de ayuno
no me agrada para nada.
»Ustedes agachan la cabeza
como una caña del río,
y vestidos de luto
se acuestan sobre la ceniza.
Y a eso le llaman “ayuno”
y “día agradable para Dios”.
6 ¡Pero en realidad no es así!
El ayuno que a Dios le agrada
»El ayuno que a mí me agrada
es que liberen a los presos
encadenados injustamente,
es que liberen a los esclavos,
es que dejen en libertad a los maltratados
y que acaben con toda injusticia;
7 es que compartan el pan
con los que tienen hambre,
es que den refugio a los pobres,
vistan a los que no tienen ropa,
y ayuden a los demás.
8 »Los que ayunan así
brillarán como la luz de la aurora,
y sus heridas sanarán muy pronto.
Delante de ellos irá la justicia
y detrás de ellos,
la protección de Dios.
9 »Si me llaman,
yo les responderé;
si gritan pidiendo ayuda,
yo les diré: “Aquí estoy”.
Si dejan de maltratar a los demás,
y no los insultan ni los maldicen;
10 si ofrecen su pan al hambriento
y ayudan a los que sufren,
brillarán como luz en la oscuridad,
como la luz del mediodía.
11 »Yo los guiaré constantemente,
les daré agua en el calor del desierto,
daré fuerzas a su cuerpo,
y serán como un jardín bien regado,
como una corriente de agua.
12 Reconstruirán las ruinas antiguas,
reforzarán los cimientos antiguos,
y los llamarán:
“Reparadores de muros caídos”,
“Reconstructores de casas en ruinas”.
Instrucciones sobre el día de descanso
13 »Respeten el día de descanso,
y no se ocupen de sus negocios.
Que ese día sea santo para ustedes,
y un motivo de alegría.
Que sea un día dedicado sólo a mí.
»Si respetan ese día,
dejando de hacer negocios
y de hablar inútilmente,
14 entonces yo, su Dios,
seré su alegría.
Los haré gobernantes del país
y les entregaré la tierra
que prometí a su antepasado Jacob.
Les juro que así será».
La maldad de Israel
59 Isaías dijo:
«Dios tiene poder para salvar
y tiene buenos oídos para oír.
2
Pero la maldad de ustedes
los
ha separado de Dios.
Sus
pecados han hecho
que
Dios se tape los oídos
y no
quiera escucharlos.
3
»Ustedes tienen las manos
llenas
de sangre
por
los crímenes que han cometido.
Ustedes
mienten y maldicen.
4
Nadie se presenta ante el juez
con
buenas intenciones,
y en
los juicios falta la honradez.
Confían
en la mentira
y
nadie dice la verdad.
Están
llenos de maldad
y no
lo disimulan.
5-6
»Ustedes sólo planean maldades,
y
traen la muerte a todos.
Viven
haciendo el mal,
y
están enredados en la violencia.
7 Se
apresuran a cometer crímenes
y
corren a derramar sangre inocente;
a su
paso quedan sólo ruinas.
8
»No son gente de paz
ni
hay rectitud en sus acciones.
Su
conducta está torcida,
y
los que andan con ellos
tampoco
vivirán en paz».
Confesión
de pecados
9 El
pueblo de Israel dijo:
«Por
causa de nuestra maldad
la
justicia no se cumple entre nosotros:
esperábamos
vivir en la luz,
pero
nos hemos quedado en tinieblas.
10
Caminamos como ciegos,
tocando
la pared;
tropezamos
en pleno mediodía
como
si fuera de noche;
aunque
parezcamos tener vida,
en
realidad estamos muertos.
11
Nos pasamos la vida llorando,
y
esperando que se nos haga justicia,
pero
Dios no viene en nuestra ayuda.
12
»Hemos ofendido a Dios,
y
nuestros pecados nos acusan;
nuestras
maldades nos acompañan,
y
reconocemos nuestras culpas.
13
Hemos sido infieles a Dios,
no
lo hemos obedecido;
somos
violentos y traicioneros,
y
engañamos a la gente.
14-15
Nos hemos burlado de la justicia
y
Dios no viene a salvarnos.
La
sinceridad está por los suelos;
ya
no hay honradez,
y al
que hace el bien
se
le quita lo que tiene».
Dios
hace justicia
Isaías
dijo:
«Dios
se mostró muy disgustado
al
ver la falta de justicia.
16
Vio con sorpresa
que
esto a nadie le importaba.
Entonces
decidió usar su propio poder
y
así nos dio la salvación.
17
Tomó la justicia como escudo
y se
puso la salvación como casco;
la
venganza lo cubrió como una capa
y el
enojo lo envolvió como un manto,
18
para castigar a sus enemigos
y
darle a cada cual su merecido.
19
»Al ver el poder de Dios,
todo
el mundo temblará de miedo,
porque
Dios vendrá
con
la furia de un río desbordado,
y
empujado por un fuerte viento.
20
Dios vendrá a salvar
a
los que viven en Jerusalén,
y a
todos los israelitas
que
se arrepientan de sus pecados.
Dios
ha jurado que así será».
Anuncio
de la salvación
21
Dios dijo:
«Yo
hago un pacto con ustedes:
les
prometo que mi poder,
y
las enseñanzas que les he dado,
nunca
se apartarán de ustedes
ni
de sus descendientes».
Traducción
en lenguaje actual (TLA)
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© 2000 by United Bible Societies
Filipenses
1:1-26 Traducción en lenguaje actual (TLA)
Saludo
1
Queridos hermanos y hermanas de la iglesia de Filipos:
Nosotros,
Pablo y Timoteo, que somos servidores de Jesucristo, enviamos un saludo a todos
ustedes, que pertenecen al pueblo especial de Dios y están unidos a Jesucristo.
Saludos también para los líderes y los diáconos.
2
Que Dios, nuestro Padre, y el Señor Jesucristo, los amen mucho y les den su
paz.
Pablo
ora por los miembros de la iglesia
3
Siempre doy gracias a mi Dios, al acordarme de ustedes; 4 y cuando oro, siempre
pido con alegría por todos, 5 porque me ayudaron a anunciar la buena noticia
desde el primer día que la oyeron hasta ahora. 6 Dios empezó el buen trabajo en
ustedes, y estoy seguro de que lo irá perfeccionando hasta el día en que
Jesucristo vuelva.
7
Está bien que yo piense así de todos ustedes, porque los quiero mucho, y porque
ustedes comparten conmigo el trabajo de amor que Dios me ha encargado. En la
cárcel, o delante de los jueces, ustedes siempre me apoyan para afirmar la
verdad de esta buena noticia. 8 Dios sabe que no miento cuando digo que los
extraño y los quiero con el tierno amor que Jesucristo me da.
9 Le
pido a Dios que ustedes se amen cada vez más, y que todo lo aprendan bien y lo
juzguen correctamente, 10 para que sepan cómo elegir lo mejor. Así, cuando
Cristo vuelva, estarán sin pecado y nadie podrá acusarlos de nada. 11 Porque,
con la ayuda de Jesucristo, ustedes harán lo bueno, para que la gente alabe y
honre a Dios.
Lo
que Pablo piensa de la vida
12
Queridos hermanos, quiero que sepan que lo que me ha pasado, más bien me ha
ayudado a anunciar la buena noticia. 13 Todos los guardias del palacio, y el
resto de la gente, saben que estoy preso por servir a Cristo. 14 Además, al
saber que estoy preso, la mayoría de los hermanos se ha animado a anunciar el
mensaje de Dios, sin miedo y con más confianza en el Señor Jesucristo.
15-16
Es cierto que algunos anuncian la buena noticia porque de veras quieren ayudar:
aman a Cristo y saben que Dios me ha dado la tarea de defender la buena
noticia. En cambio, hay otros que lo hacen sólo por competir conmigo, o porque
me envidian. 17 Y esos que me envidian no la anuncian con sinceridad; lo hacen
porque son egoístas y sólo quieren crearme más problemas aquí en la cárcel. 18
Pero eso no importa; porque, sean sinceros o no, están anunciando el mensaje de
Cristo, y eso me hace sentirme muy feliz. Y más feliz me sentiré 19 cuando sepa
que, por medio de las oraciones de ustedes, y con la ayuda del Espíritu de
Jesucristo, pronto saldré de la cárcel. 20 Espero firmemente no hacer nada que
pueda avergonzarme. Al contrario, sea que yo viva o muera, quiero portarme
siempre con valor para que, por medio de mí, la gente hable de lo maravilloso
que es Cristo.
21 Si vivo, quiero hacerlo para servir a Cristo, pero
si muero, salgo ganando. 22-23 En realidad, no sé qué es mejor, y me cuesta
mucho trabajo elegir. En caso de seguir con vida, puedo serle útil a Dios aquí
en la tierra; pero si muero, iré a reunirme con Jesucristo, lo cual es mil
veces mejor. 24-25 Pero yo sé que ustedes me necesitan vivo. Por eso estoy
seguro de que me quedaré, para poder ayudarlos a tener más confianza en Dios y
a vivir felices. 26 Así que, cuando yo esté otra vez con ustedes, tendrán más
motivos para alabar a Jesucristo.
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Salmos
71 Traducción en lenguaje actual (TLA)
Tú eres mi refugio
SALMO 71 (70)
71 Dios mío,
en ti he puesto mi confianza;
no me pongas jamás en vergüenza.
2 Tú eres un Dios justo;
¡rescátame y ponme a salvo!
¡Préstame atención y ayúdame!
3 ¡Protégeme como una roca
donde
siempre pueda refugiarme!
Da
la orden, y quedaré a salvo,
pues
tú eres esa roca;
¡tú
eres mi fortaleza!
4-5
Dios mío,
tú
eres mi esperanza;
no
permitas que yo caiga
en
poder de gente malvada y violenta.
Desde
que era joven
puse
mi confianza en ti;
6
desde antes de nacer
ya
dependía de ti.
¡Fuiste
tú quien me hizo nacer!
¡Por
eso te alabaré siempre!
7
Muchos se asombran al verme,
pero
tú eres para mí
un
refugio seguro.
8 A
todas horas te alabo;
todo
el día anuncio tu grandeza.
9 No
me desprecies
cuando
llegue yo a viejo;
no
me abandones
cuando
ya no tenga fuerzas.
10
Mis enemigos hablan mal de mí;
me
vigilan y piensan hacerme daño.
11
Hasta ordenan a su gente
que
me persigan y me atrapen.
Creen
que me abandonaste,
y
que nadie podrá salvarme.
12
Dios mío,
¡no
me dejes solo!
¡Ven
pronto en mi ayuda!
13
Pon en vergüenza
a
los que me acusan;
¡pon
en completo ridículo
a
los que buscan mi mal,
y
acaba con ellos!
14
Yo, por mi parte,
siempre
confiaré en ti
y te
alabaré más todavía.
15
Aunque no alcanzo a entenderlo,
a
todas horas diré
que
eres un Dios que salva
con
grandes actos de justicia.
16
Dios mío,
ahora
voy a recordar
tus
hechos poderosos,
y
hablaré de la justicia
que
sólo tú puedes hacer.
17
Desde que yo era joven
tú
has sido mi maestro,
y
hasta ahora sigo hablando
de
las maravillas que has hecho.
18-19
Dios mío,
aunque
estoy lleno de canas,
no
me abandones;
todavía
quiero decirles
a
los que aún no han nacido
que
tú eres un Dios poderoso.
Eres
incomparable,
pues
has hecho grandes cosas;
tu
justicia llega hasta el cielo.
20
Tú me hiciste pasar
por
muchos aprietos y problemas,
pero
volverás a darme vida:
¡de
lo profundo de la tumba
volverás
a levantarme!
21
Me darás mayor poder,
y
volverás a consolarme.
22
Santo Dios de Israel,
tú
eres un Dios fiel.
Por
eso te cantaré himnos
con
música de arpas
y de
otros instrumentos de cuerda.
23
Te cantaré himnos
y
gritaré de alegría
porque
me salvaste la vida.
24
Todo el día hablaré
de
tu poder para salvar,
pues los que buscaban hacerme daño
quedaron avergonzados por completo.
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Proverbios
24:9-10 Traducción en lenguaje actual (TLA)
9 El que sólo piensa en pecar
se gana el título de necio.
¡Y nadie los aguanta!
-24-
10 Quien se rinde ante un problema,
no demuestra fuerza ni carácter.
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