Día 217, DAB Español, Domingo 5 de Agosto
Esdras 1:1-2:70; 1 Corintios 1:18-2:5; Salmos 27:8-14; Proverbios 20:22-23 (La Biblia de las Américas (LBLA))
Esdras
1-2 La Biblia de las Américas (LBLA)
Proclamación de Ciro
1 En el primer año de Ciro, rey de Persia, para que se
cumpliera la palabra del Señor por boca de Jeremías, el Señor movió el espíritu
de Ciro, rey de Persia, y éste hizo proclamar por todo su reino y también por
escrito, diciendo: 2 Así dice Ciro, rey de Persia: “El Señor, el Dios de los
cielos, me ha dado todos los reinos de la tierra, y El me ha designado para que
le edifique una casa en Jerusalén, que está en Judá. 3 “El que de entre todos
vosotros pertenezca a su pueblo, sea su Dios con él. Que suba a Jerusalén, que
está en Judá, y edifique la casa del Señor, Dios de Israel; El es el Dios que
está en Jerusalén. 4 “Y a todo sobreviviente, en cualquier lugar que habite[a],
que los hombres de aquel[b] lugar lo ayuden con plata y oro, con bienes y
ganado, junto con una ofrenda voluntaria para la casa de Dios que está en
Jerusalén.”
5 Entonces se levantaron los jefes de las casas
paternas de Judá y de Benjamín, y los sacerdotes y los levitas, y todos
aquellos cuyo espíritu Dios había movido a subir para edificar la casa del
Señor que está en Jerusalén. 6 Y todos los que habitaban alrededor de ellos les
ayudaron[c] con objetos de plata, con oro, con bienes, con ganado y con objetos
preciosos, además de todo lo que fue dado como ofrenda voluntaria. 7 También el
rey Ciro sacó los objetos de la casa del Señor que Nabucodonosor se había
llevado de Jerusalén y había puesto en la casa de sus dioses; 8 Ciro, rey de
Persia, los hizo sacar por mano del tesorero Mitrídates, que los dio
contados[d] a Sesbasar, príncipe de Judá. 9 Y este fue su número: treinta
platos de oro, mil platos de plata, veintinueve duplicados[e]; 10 tazas de oro,
treinta; tazas de plata de otra clase[f], cuatrocientas diez; y otros objetos,
mil. 11 Todos los objetos de oro y de plata fueron cinco mil cuatrocientos.
Sesbasar los trajo todos con los desterrados que subieron de Babilonia a
Jerusalén.
Los que volvieron con Zorobabel
2 Estos son los hijos de la provincia que subieron de
la cautividad, de los desterrados que Nabucodonosor, rey de Babilonia, había
llevado cautivos a Babilonia y que volvieron a Jerusalén y a Judá, cada uno a
su ciudad, 2 los cuales vinieron con Zorobabel, Jesúa, Nehemías, Seraías[g],
Reelaías[h], Mardoqueo, Bilsán, Mispar[i], Bigvai, Rehum[j] y Baana.
El número de hombres del pueblo de Israel: 3 los hijos
de Paros, dos mil ciento setenta y dos; 4 los hijos de Sefatías, trescientos
setenta y dos; 5 los hijos de Ara, setecientos setenta y cinco; 6 los hijos de
Pahat-moab, de los hijos de Jesúa y de Joab, dos mil ochocientos doce; 7 los
hijos de Elam, mil doscientos cincuenta y cuatro; 8 los hijos de Zatu,
novecientos cuarenta y cinco; 9 los hijos de Zacai, setecientos sesenta; 10 los
hijos de Bani[k], seiscientos cuarenta y dos; 11 los hijos de Bebai,
seiscientos veintitrés; 12 los hijos de Azgad, mil doscientos veintidós; 13 los
hijos de Adonicam, seiscientos sesenta y seis; 14 los hijos de Bigvai, dos mil
cincuenta y seis; 15 los hijos de Adín, cuatrocientos cincuenta y cuatro; 16
los hijos de Ater, de Ezequías, noventa y ocho; 17 los hijos de Bezai,
trescientos veintitrés; 18 los hijos de Jora[l], ciento doce; 19 los hijos de
Hasum, doscientos veintitrés; 20 los hijos de Gibar[m], noventa y cinco; 21 los
hijos de Belén, ciento veintitrés; 22 los hombres de Netofa, cincuenta y seis;
23 los hombres de Anatot, ciento veintiocho; 24 los hijos de Azmavet[n],
cuarenta y dos; 25 los hijos de Quiriat-jearim, Cafira y Beerot, setecientos
cuarenta y tres; 26 los hijos de Ramá y Geba, seiscientos veintiuno; 27 los
hombres de Micmas, ciento veintidós; 28 los hombres de Betel y Hai, doscientos
veintitrés; 29 los hijos de Nebo, cincuenta y dos; 30 los hijos de Magbis,
ciento cincuenta y seis; 31 los hijos del otro Elam, mil doscientos cincuenta y
cuatro; 32 los hijos de Harim, trescientos veinte; 33 los hijos de Lod, Hadid y
Ono, setecientos veinticinco; 34 los hijos de Jericó, trescientos cuarenta y
cinco; 35 los hijos de Senaa, tres mil seiscientos treinta.
36 Los sacerdotes: los hijos de Jedaías, de la casa de
Jesúa, novecientos setenta y tres; 37 los hijos de Imer, mil cincuenta y dos;
38 los hijos de Pasur, mil doscientos cuarenta y siete; 39 los hijos de Harim,
mil diecisiete.
40 Los levitas: los hijos de Jesúa y de Cadmiel, de
los hijos de Hodavías[o], setenta y cuatro. 41 Los cantores: los hijos de Asaf,
ciento veintiocho. 42 Los hijos de los porteros: los hijos de Salum, los hijos
de Ater, los hijos de Talmón, los hijos de Acub, los hijos de Hatita, los hijos
de Sobai, en total ciento treinta y nueve.
43 Los sirvientes del templo: los hijos de Ziha, los
hijos de Hasufa, los hijos de Tabaot, 44 los hijos de Queros, los hijos de
Siaha, los hijos de Padón, 45 los hijos de Lebana, los hijos de Hagaba, los
hijos de Acub, 46 los hijos de Hagab, los hijos de Salmai, los hijos de Hanán,
47 los hijos de Gidel, los hijos de Gahar, los hijos de Reaía, 48 los hijos de
Rezín, los hijos de Necoda, los hijos de Gazam, 49 los hijos de Uza, los hijos
de Paseah, los hijos de Besai, 50 los hijos de Asena, los hijos de Mehunim, los
hijos de Nefusim[p], 51 los hijos de Bacbuc, los hijos de Hacufa, los hijos de
Harhur, 52 los hijos de Bazlut, los hijos de Mehída, los hijos de Harsa, 53 los
hijos de Barcos, los hijos de Sísara, los hijos de Tema, 54 los hijos de Nezía,
los hijos de Hatifa.
55 Los hijos de los siervos de Salomón: los hijos de
Sotai, los hijos de Soferet[q], los hijos de Peruda[r], 56 los hijos de Jaala,
los hijos de Darcón, los hijos de Gidel, 57 los hijos de Sefatías, los hijos de
Hatil, los hijos de Poqueret-hazebaim, los hijos de Ami[s]. 58 El total de los
sirvientes del templo y de los hijos de los siervos de Salomón, era de
trescientos noventa y dos.
59 Y estos fueron los que subieron de Tel-mela,
Tel-harsa, Querub, Addán[t] e Imer, aunque no pudieron demostrar[u] si sus
casas paternas o su descendencia[v] eran de Israel: 60 los hijos de Delaía, los
hijos de Tobías, los hijos de Necoda, seiscientos cincuenta y dos; 61 y de los
hijos de los sacerdotes: los hijos de Habaía, los hijos de Cos, los hijos de
Barzilai, que había tomado por mujer a una de las hijas de Barzilai galaadita,
con cuyo nombre fue llamado. 62 Estos buscaron en su registro de genealogías,
pero no se hallaron, y fueron considerados inmundos y excluidos del sacerdocio.
63 Y el gobernador[w] les dijo que no comieran de las cosas santísimas hasta
que un sacerdote se levantara con Urim y Tumim.
64 Toda la asamblea reunida[x] era de cuarenta y dos
mil trescientos sesenta, 65 sin contar sus siervos y siervas, que[y] eran siete
mil trescientos treinta y siete; y tenían doscientos cantores y cantoras. 66
Sus caballos eran setecientos treinta y seis; sus mulos, doscientos cuarenta y
cinco; 67 sus camellos, cuatrocientos treinta y cinco; sus asnos, seis mil
setecientos veinte.
68 Y algunos de los jefes de casas paternas, cuando
llegaron a la casa del Señor que está en Jerusalén, hicieron ofrendas voluntarias
en la casa de Dios para reedificarla[z] sobre sus mismos cimientos. 69 Según
sus medios dieron al tesoro para la obra sesenta y un mil dracmas[aa] de oro,
cinco mil minas[ab] de plata y cien túnicas sacerdotales.
70 Y los sacerdotes y los levitas, algunos del pueblo,
los cantores, los porteros y los sirvientes del templo habitaban en sus
ciudades, y el resto de[ac] Israel en sus ciudades.
Footnotes:
Esdras 1:4 O, habite como extranjero
Esdras 1:4 Lit., su
Esdras 1:6 Lit., fortalecieron sus manos
Esdras 1:8 O, se los contó
Esdras 1:9 El significado en heb. es oscuro. Otros
posibles significados son: cuchillos, o, incensarios.
Esdras 1:10 Lit., de segunda
Esdras 2:2 En Neh. 7:7, Azarías
Esdras 2:2 En Neh. 7:7, Raamías
Esdras 2:2 En Neh. 7:7, Misperet
Esdras 2:2 En Neh. 7:7, Nehum
Esdras 2:10 En Neh. 7:15, Binúi
Esdras 2:18 En Neh. 7:24, Harif
Esdras 2:20 En Neh. 7:25, Gabaón
Esdras 2:24 En Neh. 7:28, Bet-azmavet
Esdras 2:40 En Esd. 3:9, Judá
Esdras 2:50 En Neh. 7:47, Siaha
Esdras 2:55 O, Hasoferet
Esdras 2:55 En Neh. 7:57, Perida
Esdras 2:57 En Neh. 7:59, Amón
Esdras 2:59 En Neh. 7:61, Adón
Esdras 2:59 Lit., decir
Esdras 2:59 Lit., simiente
Esdras 2:63 En heb., Tirsata, un título persa
Esdras 2:64 Lit., como una
Esdras 2:65 Lit., éstos
Esdras 2:68 Lit., establecerla
Esdras 2:69 Una dracma equivale aprox. a 8.5 gramos
Esdras 2:69 O, libras; una mina equivale aprox. a 570
gramos
Esdras 2:70 Lit., y todo
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1
Corintios 1:18-2:5 La Biblia de las Américas (LBLA)
Cristo, poder de Dios
18 Porque la palabra de la cruz es necedad para los
que se pierden[a], pero para nosotros los salvos[b] es poder de Dios. 19 Porque
está escrito:
Destruire la sabiduria de los sabios,
y el entendimiento de los inteligentes desechare.
20 ¿Dónde está el sabio? ¿Dónde el escriba? ¿Dónde el
polemista de este siglo[c]? ¿No ha hecho Dios que la sabiduría de este mundo
sea necedad? 21 Porque ya que en la sabiduría de Dios el mundo no conoció a
Dios por medio de su propia sabiduría, agradó a Dios, mediante la necedad de la
predicación, salvar a los que creen. 22 Porque en verdad los judíos piden
señales[d] y los griegos buscan sabiduría; 23 pero nosotros predicamos a
Cristo[e] crucificado, piedra de tropiezo para los judíos, y necedad para los
gentiles; 24 mas para los llamados, tanto judíos como griegos, Cristo es poder
de Dios y sabiduría de Dios. 25 Porque la necedad de Dios es más sabia que los
hombres, y la debilidad de Dios es más fuerte que los hombres.
Cristo, sabiduría de Dios
26 Pues considerad[f], hermanos, vuestro llamamiento;
no hubo muchos sabios conforme a la carne[g], ni muchos poderosos, ni muchos
nobles; 27 sino que Dios ha escogido lo necio del mundo, para avergonzar a los
sabios; y Dios ha escogido lo débil del mundo, para avergonzar a lo que es
fuerte; 28 y lo vil y despreciado del mundo ha escogido Dios; lo que no es,
para anular lo que es; 29 para que nadie[h] se jacte delante de Dios. 30 Mas
por obra suya[i] estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual se hizo para nosotros
sabiduría de Dios, y justificación, y santificación, y redención, 31 para que,
tal como está escrito: El que se gloria, que se glorie en el Señor.
Predicando a Cristo crucificado
2 Cuando fui a vosotros, hermanos, proclamándoos el
testimonio[j] de Dios, no fui con superioridad de palabra o de sabiduría, 2
pues nada me propuse saber entre vosotros, excepto a Jesucristo, y éste
crucificado. 3 Y estuve entre vosotros con debilidad, y con temor y mucho temblor.
4 Y ni mi mensaje[k] ni mi predicación fueron con palabras persuasivas de
sabiduría, sino con demostración del Espíritu y de poder, 5 para que vuestra fe
no descanse[l] en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios.
Footnotes:
1 Corintios 1:18 O, se están perdiendo
1 Corintios 1:18 O, los que nos estamos salvando
1 Corintios 1:20 O, mundo
1 Corintios 1:22 O, milagros
1 Corintios 1:23 I.e., el Mesías
1 Corintios 1:26 Lit., ved
1 Corintios 1:26 O, las normas humanas
1 Corintios 1:29 Lit., ninguna carne
1 Corintios 1:30 Lit., Mas de El
1 Corintios 2:1 Algunos mss. antiguos dicen: misterio
1 Corintios 2:4 Lit., palabra
1 Corintios 2:5 Lit., sea
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Salmos
27:8-14 La Biblia de las Américas (LBLA)
8 Cuando dijiste: Buscad mi rostro, mi corazón te
respondió:
Tu rostro, Señor, buscaré.
9 No escondas tu rostro de mí;
no rechaces con ira a tu siervo;
tú has sido mi ayuda.
No me abandones ni me desampares,
oh Dios de mi salvación.
10 Porque aunque mi padre y mi madre me hayan
abandonado[a],
el Señor me recogerá.
11 Señor, enséñame tu camino,
y guíame por senda llana
por causa de mis enemigos[b].
12 No me entregues a la voluntad[c] de mis adversarios;
porque testigos falsos se han levantado contra mí,
y los que respiran violencia.
13 Hubiera yo desmayado, si no hubiera creído que
había de ver la bondad del Señor
en la tierra de los vivientes.
14 Espera al Señor;
esfuérzate y aliéntese tu corazón.
Sí,
espera al Señor.
Footnotes:
Salmos 27:10 O, Si mi padre y...abandonan, entonces
Salmos 27:11 O, de los que me asechan
Salmos 27:12 Lit., al alma
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Proverbios
20:22-23 La Biblia de las Américas (LBLA)
22 No digas: Yo pagaré mal por mal;
espera en el Señor, y El te salvará.
23 Pesas desiguales[a] son abominación al Señor,
y una balanza falsa[b] no es buena.
Footnotes:
Proverbios 20:23 Lit., Una piedra y una piedra
Proverbios 20:23 Lit., de engaño
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