Día 219, DAB Español, Martes 7 de Agosto
Esdras 5:1-6:22; 1 Corintios 3:5-23; Salmos 29; Proverbios 20:26-27 (La Biblia de las Américas (LBLA))
Esdras
5-6 La Biblia de las Américas (LBLA)
La construcción se reanuda
5 Cuando los profetas Hageo[a] y Zacarías, hijo de
Iddo, profetizaron a los judíos que estaban en Judá y en Jerusalén, en el
nombre del Dios de Israel que estaba sobre ellos, 2 Zorobabel, hijo de
Salatiel, y Jesúa, hijo de Josadac, se levantaron entonces y comenzaron a
reedificar la casa de Dios en[b] Jerusalén; y los profetas de Dios estaban con
ellos apoyándolos. 3 En aquel tiempo Tatnai, gobernador de la provincia al otro
lado del río[c], y Setar-boznai y sus compañeros vinieron a ellos y les
hablaron así: ¿Quién os dio orden de reedificar este templo[d] y de terminar
este edificio? 4 También[e] les dijeron así: ¿Cuáles son[f] los nombres de los
hombres que están reedificando este edificio? 5 Pero el ojo de su Dios
velaba[g] sobre los ancianos de los judíos, y no les detuvieron la obra hasta
que un informe llegara a Darío, y volviera una respuesta escrita tocante al
asunto.
6 Esta es la copia de la carta que Tatnai, gobernador
de la provincia al otro lado del río, y Setar-boznai y sus compañeros los
oficiales que estaban al otro lado del río, enviaron al rey Darío. 7 Le
enviaron un informe que estaba escrito así: Al rey Darío, toda paz. 8 Sepa el
rey que hemos ido a la provincia de Judá, a la casa del gran Dios, que está
siendo edificada con piedras enormes y vigas empotradas[h] en las paredes; y
esta obra se adelanta con gran esmero y prospera en sus manos. 9 Entonces
preguntamos a aquellos ancianos, y les dijimos así: “¿Quién os dio orden de
reedificar este templo y de terminar este edificio?” 10 También les preguntamos
sus nombres para informarte, y para dar por escrito los nombres de los hombres
que eran sus jefes. 11 Y así nos respondieron[i], diciendo: “Somos los siervos
del Dios del cielo y de la tierra, y estamos reedificando el templo que fue
construido hace muchos años, el cual un gran rey de Israel edificó y terminó.
12 Pero como nuestros padres provocaron a ira al Dios del cielo, El los entregó
en mano de Nabucodonosor, rey de Babilonia, el caldeo, quien destruyó este
templo, y deportó al pueblo a Babilonia. 13 Sin embargo, en el año primero de
Ciro, rey de Babilonia, el rey Ciro proclamó un decreto de que se reedificara
esta casa de Dios. 14 También los utensilios de oro y de plata de la casa de
Dios, que Nabucodonosor había sacado del templo que estaba en Jerusalén y
llevado al templo de Babilonia, los sacó el rey Ciro del templo de Babilonia, y
fueron entregados a[j] Sesbasar, a quien había puesto por gobernador. 15 Y le
dijo: “Toma estos utensilios, ve y colócalos en el templo que está en
Jerusalén, y que sea la casa de Dios reedificada en su lugar. 16 Entonces aquel
Sesbasar vino y puso los cimientos de la casa de Dios que está en Jerusalén; y
desde entonces hasta ahora se sigue construyendo, pero aún no está terminada.”
17 Y ahora, si al rey le parece bien, que se busque en la casa del tesoro del
rey que está allí en Babilonia, a ver si es que fue proclamado un decreto de
parte del rey Ciro para reedificar esta casa de Dios en Jerusalén; y que se nos
envíe la decisión del rey en cuanto a este asunto.
Decreto de Darío
6 Entonces el rey Darío proclamó un decreto, y
buscaron en los archivos[k] donde se guardaban[l] los tesoros allí en
Babilonia. 2 Y en Acmeta[m], en la fortaleza que está en la provincia de Media,
hallaron un rollo en el que estaba escrito lo siguiente: Memorándum: 3 En el
año primero del rey Ciro, el rey Ciro proclamó un decreto: “En cuanto a la casa
de Dios en Jerusalén, que sea reedificado el templo[n], el lugar donde se
ofrecen los sacrificios, y que se conserven[o] sus cimientos, con su altura de
sesenta codos[p] y su anchura de sesenta codos[q]; 4 con tres hileras de
piedras enormes y una hilera de madera[r]; y que los gastos se paguen del
tesoro real[s]. 5 “Y que también se devuelvan los utensilios de oro y de plata
de la casa de Dios, los cuales Nabucodonosor sacó del templo en Jerusalén y
trajo a Babilonia, y que se lleven[t] a sus lugares en el templo en Jerusalén y
sean colocados[u] en la casa de Dios.”
6 Ahora pues, Tatnai, gobernador de la provincia al
otro lado del río[v], Setar-boznai, y vuestros[w] compañeros, los oficiales del
otro lado del río[x], alejaos de allí[y]. 7 No impidáis esta obra de la casa de
Dios, y que el gobernador de los judíos y los ancianos de los judíos
reedifiquen esta casa de Dios en su lugar. 8 Además, este es mi decreto en
cuanto a lo que habéis de hacer por estos ancianos de Judá en la reedificación
de esta casa de Dios: del tesoro real de los tributos del otro lado del río se
han de pagar todos los gastos a este pueblo, y esto sin demora. 9 Y todo lo que
se necesite: novillos, carneros y corderos para holocausto al Dios del cielo, y
trigo, sal, vino y aceite de unción, según lo pidan los sacerdotes que están en
Jerusalén, se les dará día por día sin falta, 10 para que puedan ofrecer
sacrificios agradables[z] al Dios del cielo y orar por la vida del rey y de sus
hijos. 11 Y he proclamado un decreto de que cualquiera que quebrante este
edicto, de su casa se arranque un madero, y levantándolo, sea colgado[aa] en
él, y que su casa sea reducida a escombros[ab] a causa de esto. 12 Y que el
Dios que ha hecho morar allí su nombre derribe a todo rey o pueblo que trate
de[ac] cambiarlo para destruir esta casa de Dios en Jerusalén. Yo, Darío, he
proclamado este decreto; que sea ejecutado con toda exactitud.
13 Entonces Tatnai, gobernador de la provincia al otro
lado del río, Setar-boznai y sus compañeros ejecutaron el decreto con toda
exactitud, tal como el rey Darío había ordenado. 14 Y los ancianos de los
judíos tuvieron éxito en la edificación[ad] según la profecía del profeta Hageo
y de Zacarías, hijo de Iddo. Y terminaron de edificar[ae] conforme al mandato
del Dios de Israel y al decreto de Ciro, de Darío y de Artajerjes, rey de
Persia. 15 Y este templo fue terminado el[af] tercer día del mes de Adar; era
el año sexto del reinado del rey Darío.
Dedicación del templo
16 Y los hijos de Israel, los sacerdotes, los levitas
y los demás desterrados[ag], celebraron con júbilo la dedicación de esta casa
de Dios. 17 Y para la dedicación de esta casa de Dios ofrecieron cien novillos,
doscientos carneros, cuatrocientos corderos, y como ofrenda por el pecado por
todo Israel, doce machos cabríos, conforme al número de las tribus de Israel.
18 Entonces asignaron a los sacerdotes en sus secciones y a los levitas en sus
clases para el servicio de Dios en[ah] Jerusalén, como está escrito en el libro
de Moisés.
19 Los desterrados celebraron la Pascua el día catorce
del mes primero. 20 Ya que los sacerdotes y los levitas se habían purificado
juntamente, todos ellos estaban purificados, entonces mataron al cordero de la
Pascua para todos los desterrados, tanto para sus hermanos los sacerdotes como
para sí mismos. 21 Comieron la Pascua los hijos de Israel que habían vuelto del
destierro y todos aquellos que se habían apartado de la impureza de las naciones
de la tierra para unirse a ellos, para buscar al Señor, Dios de Israel. 22 Y
con gozo celebraron por siete días la fiesta de los panes sin levadura, porque
el Señor los había llenado de regocijo, y había vuelto hacia ellos el corazón
del rey de Asiria para animarlos[ai] en la obra de la casa de Dios, el Dios de
Israel.
Footnotes:
Esdras 5:1 Lit., Hageo, el profeta
Esdras 5:2 Lit., que estaba en
Esdras 5:3 I.e., el Eufrates, y así en el resto del
cap.
Esdras 5:3 Lit., esta casa, y así hasta el vers. 12
Esdras 5:4 Lit., Entonces
Esdras 5:4 Así en las versiones gr. y siriaca; en
aram., les dijimos cuáles eran
Esdras 5:5 Lit., estaba
Esdras 5:8 Lit., madera empotrada
Esdras 5:11 Lit., nos devolvieron la palabra
Esdras 5:14 Lit., a uno llamado
Esdras 6:1 Lit., en la casa de los libros
Esdras 6:1 Lit., depositaban
Esdras 6:2 O, Ecbatana
Esdras 6:3 Lit., la casa, y así en el vers. 15
Esdras 6:3 Lit., se echen
Esdras 6:3 Un codo equivale aprox. a 45 cm.
Esdras 6:3 Un codo equivale aprox. a 45 cm.
Esdras 6:4 Así en la versión gr. (Sept.); en aram.,
una hilada de madera nueva
Esdras 6:4 Lit., de la casa del rey
Esdras 6:5 Lit., vayan
Esdras 6:5 Lit., los pondrás
Esdras 6:6 I.e., el Eufrates, y así en el resto del
cap.
Esdras 6:6 En aram., sus
Esdras 6:6 I.e., el Eufrates, y así en el resto del
cap.
Esdras 6:6 Lit., estad a distancia
Esdras 6:10 O, de olor grato
Esdras 6:11 O, azotado
Esdras 6:11 O, muladar
Esdras 6:12 Lit., que envíe su mano para
Esdras 6:14 Lit., edificaban y prosperaban
Esdras 6:14 Lit., edificaron y terminaron
Esdras 6:15 Lit., hasta el
Esdras 6:16 Lit., hijos del destierro, y así en los
vers. 19 y 20
Esdras 6:18 Lit., que está en
Esdras 6:22 Lit., fortalecer sus manos
La Biblia de las Américas (LBLA)
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1
Corintios 3:5-23 La Biblia de las Américas (LBLA)
5 ¿Qué es, pues, Apolos? Y ¿qué es Pablo? Servidores
mediante los cuales vosotros habéis creído, según el Señor dio oportunidad a
cada uno. 6 Yo planté, Apolos regó, pero Dios ha dado el crecimiento. 7 Así que
ni el que planta ni el que riega es algo, sino Dios, que da el crecimiento. 8
Ahora bien, el que planta y el que riega son una misma cosa, pero cada uno
recibirá su propia recompensa[a] conforme a su propia labor. 9 Porque nosotros
somos colaboradores de Dios, y vosotros sois labranza de Dios, edificio de
Dios.
Jesucristo, único cimiento
10 Conforme a la gracia de Dios que me fue dada, yo,
como sabio arquitecto, puse el fundamento, y otro edifica sobre él. Pero cada
uno tenga cuidado cómo edifica encima. 11 Pues nadie puede poner otro
fundamento que el que ya está puesto, el cual es Jesucristo. 12 Ahora bien, si
sobre este fundamento alguno edifica con oro, plata, piedras preciosas[b],
madera, heno, paja, 13 la obra de cada uno se hará evidente; porque el día la
dará a conocer, pues con fuego será revelada; el fuego mismo probará la calidad
de la obra de cada uno[c]. 14 Si permanece la obra de alguno que ha edificado
sobre el fundamento, recibirá recompensa. 15 Si la obra de alguno es consumida
por el fuego, sufrirá pérdida; sin embargo, él será salvo, aunque así como por
fuego.
Vosotros sois templo de Dios
16 ¿No sabéis que sois templo[d] de Dios y que el
Espíritu de Dios habita en vosotros? 17 Si alguno destruye el templo[e] de
Dios, Dios lo destruirá a él, porque el templo[f] de Dios es santo, y eso es lo
que vosotros sois[g].
Vosotros sois de Cristo
18 Nadie se engañe a sí mismo. Si alguno de vosotros
se cree sabio según este mundo[h], hágase necio a fin de llegar a ser sabio. 19
Porque la sabiduría de este mundo es necedad ante Dios. Pues escrito está: El
es el que prende a los sabios en su propia astucia. 20 Y también: El Señor
conoce los razonamientos de los sabios, los cuales son inutiles. 21 Así que
nadie se jacte en los hombres, porque todo es vuestro: 22 ya sea Pablo, o
Apolos, o Cefas, o el mundo, o la vida, o la muerte, o lo presente, o lo por venir,
todo es vuestro, 23 y vosotros de Cristo, y Cristo de Dios.
Footnotes:
1 Corintios 3:8 O, propio salario
1 Corintios 3:12 O, costosas
1 Corintios 3:13 Lit., probará de qué clase es la obra
de cada uno
1 Corintios 3:16 O, santuario
1 Corintios 3:17 O, santuario
1 Corintios 3:17 O, santuario
1 Corintios 3:17 Lit., el cual sois vosotros
1 Corintios 3:18 O, siglo
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Salmos
29 La Biblia de las Américas (LBLA)
La voz del Señor en la tormenta
Salmo de David.
29 Tributad al Señor, oh hijos de los poderosos[a],
tributad al Señor gloria y poder.
2 Tributad al Señor la gloria debida a[b] su nombre;
adorad al Señor en la majestad de la santidad[c].
3 Voz del Señor sobre las aguas.
El Dios de gloria truena,
el Señor está sobre las muchas aguas.
4 La voz del Señor es poderosa,
la voz del Señor es majestuosa.
5 La voz del Señor rompe los cedros;
sí, el Señor hace pedazos los cedros del Líbano;
6 y como becerro hace saltar al Líbano;
y al Sirión como cría de búfalo.
7 La voz del Señor levanta[d] llamas de fuego.
8 La voz del Señor hace temblar el desierto;
el Señor hace temblar el desierto de Cades.
9 La voz del Señor hace parir a las ciervas[e],
y deja los bosques desnudos,
y en su templo todo dice: ¡Gloria!
10 El Señor se sentó como Rey cuando el diluvio;
sí, como Rey se sienta el Señor para siempre.
11 El Señor dará[f] fuerza a su pueblo;
el Señor bendecirá[g] a su pueblo con paz.
Footnotes:
Salmos 29:1 O, de los dioses
Salmos 29:2 Lit., de
Salmos 29:2 O, en despliegue santo
Salmos 29:7 Lit., corta
Salmos 29:9 Otra posible lectura es: desgaja las
encinas
Salmos 29:11 O, Que el Señor dé
Salmos 29:11 O, que el Señor bendiga
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Proverbios
20:26-27 La Biblia de las Américas (LBLA)
26 El rey sabio avienta a los impíos,
y hace pasar[a] la rueda de trillar sobre ellos.
27 Lámpara del Señor es el espíritu[b] del hombre
que escudriña lo más profundo de su ser[c].
Footnotes:
Proverbios 20:26 Lit., da vueltas a
Proverbios 20:27 Lit., aliento
Proverbios 20:27 Lit., todas las cámaras del cuerpo
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