Día 227, DAB Español, Miércoles 15 de Agosto
Nehemías 9:22-10:39; 1 Corintios 9:19-10:13; Salmos 34:1-10; Proverbios 21:13 (Reina Valera 1977 (RVR1977))
Nehemías
9:22-10:39 Reina Valera 1977 (RVR1977)
22 Y les diste reinos y pueblos, y los repartiste por
distritos; y poseyeron la tierra de Sehón, la tierra del rey de Hesbón, y la
tierra de Og rey de Basán.
23 Multiplicaste sus hijos como las estrellas del
cielo, y los llevaste a la tierra de la cual habías dicho a sus padres que
habían de entrar a poseerla.
24 Y los hijos vinieron y poseyeron la tierra, y
humillaste delante de ellos a los moradores del país, a los cananeos, los
cuales entregaste en su mano, y a sus reyes, y a los pueblos de la tierra, para
que hiciesen de ellos como quisieran.
25 Y tomaron ciudades fortificadas y tierra fértil, y
heredaron casas llenas de todo bien, cisternas hechas, viñas y olivares, y
muchos árboles frutales; comieron, se saciaron, y se deleitaron en tu gran
bondad.
26 Pero te provocaron a ira, y se rebelaron contra ti,
y echaron tu ley tras sus espaldas, y mataron a tus profetas que protestaban
contra ellos para convertirlos a ti, e hicieron grandes abominaciones.
27 Entonces los entregaste en mano de sus enemigos,
los cuales los afligieron. Pero en el tiempo de su tribulación clamaron a ti, y
tú desde los cielos los oíste; y según tu gran misericordia les enviaste
libertadores para que los salvasen de mano de sus enemigos.
28 Pero una vez que tenían paz, volvían a hacer lo
malo delante de ti, por lo cual los abandonaste en mano de sus enemigos que los
dominaron; pero volvían y clamaban otra vez a ti, y tú desde los cielos los
oías y según tus misericordias muchas veces los libraste.
29 Les amonestaste a que se volviesen a tu ley; mas
ellos se llenaron de soberbia, y no oyeron tus mandamientos, sino que pecaron
contra tus normas, las cuales si el hombre las cumple, en ellas vivirá; se
rebelaron, endurecieron su cerviz, y no escucharon.
30 Los soportaste por muchos años, y les testificaste
con tu Espíritu por medio de tus profetas, pero no escucharon; por lo cual los
entregaste en manos de los pueblos de la tierra.
31 Mas por tu gran misericordia no los consumiste, ni
los desamparaste; porque eres Dios clemente y misericordioso.
32 Ahora, pues, Dios nuestro, Dios grande, fuerte,
temible, que guardas el pacto y la misericordia, no sea tenido en poco delante
de ti todo el sufrimiento que ha alcanzado a nuestros reyes, a nuestros
príncipes, a nuestros sacerdotes, a nuestros profetas, a nuestros padres y a
todo tu pueblo, desde los días de los reyes de Asiria hasta este día.
33 Pero tú eres justo en todo lo que ha venido sobre
nosotros; porque rectamente has hecho, mas nosotros hemos hecho lo malo.
34 Nuestros reyes, nuestros príncipes, nuestros
sacerdotes y nuestros padres no pusieron por obra tu ley, ni atendieron a tus
mandamientos y a tus testimonios con que les amonestabas.
35 Y ellos en su reino y en medio de la gran
prosperidad que les diste, y en la tierra espaciosa y fértil que entregaste
delante de ellos, no te sirvieron, ni se convirtieron de sus malas obras.
36 He aquí que hoy somos esclavos; henos aquí, siervos
en la tierra que diste a nuestros padres para que comiesen su fruto y su bien.
37 Y sus abundantes productos son para los reyes que
has puesto sobre nosotros por nuestros pecados, quienes se enseñorean sobre
nuestros cuerpos, y sobre nuestros ganados, conforme a su capricho, y estamos
en gran angustia.
Pacto del pueblo, de guardar la ley
38 A causa, pues, de todo esto, nosotros hacemos fiel
promesa, y la escribimos, firmada por nuestros príncipes, por nuestros levitas
y por nuestros sacerdotes.
10 Los que firmaron fueron: Nehemías el gobernador,
hijo de Hacalías, y Sedequías,
2 Seraías, Azarías, Jeremías,
3 Pasur, Amarías, Malquías,
4 Hatús, Sebanías, Maluc,
5 Harim, Meremot, Obadías,
6 Daniel, Ginetón, Baruc,
7 Mesulam, Abías, Mijamín,
8 Maazías, Bilgay y Semaías; éstos eran sacerdotes.
9 Y los levitas: Jesúa hijo de Azanías, Binuy de los
hijos de Henadad, Cadmiel,
10 y sus hermanos Sebanías, Hodiyías, Kelitá, Pelaías,
Hanán,
11 Micá, Rehob, Hasabías,
12 Zacur, Serebías, Sebanías,
13 Hodiyías, Baní y Beninu.
14 Los cabezas del pueblo: Parós, Pahat-moab, Elam,
Zatú, Baní,
15 Buní, Azgad, Bebay,
16 Adonías, Bigvay, Adín,
17 Ater, Ezequías, Azur,
18 Hodiyías, Hasum, Bezay,
19
Harif, Anatot, Nobay,
20
Mazpiyá, Mesulam, Hezir,
21 Mesezabeel, Sadoc, Jadúa,
22 Pelatías, Hanán, Anaías,
23 Oseas, Hananías, Hasub,
24 Halohés, Pilhá, Sobec,
25 Rehum, Hasabná, Maasías,
26 Ahías, Hanán, Anán,
27 Maluc, Harim y Baaná.
28 Y el resto del pueblo, los sacerdotes, levitas,
porteros y cantores, los sirvientes del templo, y todos los que se habían
apartado de los pueblos de las tierras a la ley de Dios, con sus mujeres, sus
hijos e hijas, todo el que tenía comprensión y discernimiento,
29 se reunieron con sus hermanos y sus principales,
para protestar y jurar que andarían en la ley de Dios, que fue dada por Moisés
siervo de Dios, y que guardarían y cumplirían todos los mandamientos, decretos
y estatutos de Jehová nuestro Señor.
30 Y que no daríamos nuestras hijas a los pueblos de
la tierra, ni tomaríamos sus hijas para nuestros hijos.
31 Asimismo, que si los pueblos de la tierra trajesen
a vender mercancías y comestibles en día de sábado, nada tomaríamos de ellos en
ese día ni en otro día santificado; y que el año séptimo dejaríamos descansar
la tierra, y remitiríamos toda deuda.
32 Nos impusimos además por ley, el cargo de
contribuir cada año con la tercera parte de un siclo para la obra de la casa de
nuestro Dios;
33 para el pan de la proposición y para la ofrenda
continua, para el holocausto continuo, los sábados, las nuevas lunas, las
festividades, y para las cosas santificadas y los sacrificios de expiación por
el pecado de Israel, y para todo el servicio de la casa de nuestro Dios.
34 Echamos también suertes los sacerdotes, los levitas
y el pueblo, acerca de la ofrenda de la leña, para traerla a la casa de nuestro
Dios, según las casas de nuestros padres, en los tiempos determinados cada año,
para quemar sobre el altar de Jehová nuestro Dios, como está escrito en la ley.
35 Y que cada año traeríamos a la casa de Jehová las
primicias de nuestra tierra, y las primicias del fruto de todo árbol.
36 Asimismo los primogénitos de nuestros hijos y de
nuestros ganados, como está escrito en la ley; y que traeríamos los
primogénitos de nuestras vacas y de nuestras ovejas a la casa de nuestro Dios,
a los sacerdotes que ministran en la casa de nuestro Dios;
37 que traeríamos también las primicias de nuestras
harinas, y nuestras ofrendas, y del fruto de todo árbol, y del vino y del
aceite, para los sacerdotes, a las cámaras de la casa de nuestro Dios, y el
diezmo de nuestra tierra para los levitas; y que los levitas recibirían los
diezmos de nuestras labores en todas las ciudades;
38 y que estaría el sacerdote hijo de Aarón con los
levitas, cuando los levitas recibiesen el diezmo; y que los levitas llevarían
el diezmo del diezmo a la casa de nuestro Dios, a las cámaras de la casa del
tesoro.
39 Porque a las cámaras del tesoro han de llevar los
hijos de Israel y los hijos de Leví la ofrenda del grano, del vino y del
aceite; y allí estarán los utensilios del santuario, y los sacerdotes que
ministran, los porteros y los cantores; y no abandonaremos la casa de nuestro
Dios.
Reina Valera 1977 (RVR1977)
Revisión 1977 de la Versión Reina-Valera de la Biblia,
realizada bajo los auspicios de CLIE, por un equipo de especialistas en
traducción bíblica. © 1977 por CLIE para la presente Revisión 1977 de la
Versión Reina - Valera.
1
Corintios 9:19-10:13 Reina Valera 1977 (RVR1977)
19 Por lo cual, siendo libre de todos, me he hecho
siervo de todos para ganar al mayor número.
20 Me he hecho a los judíos como judío, para ganar a
los judíos; a los que están bajo la ley (aunque yo no esté bajo la ley), como
si estuviese bajo la ley, para ganar a los que están bajo la ley;
21 a los que están sin ley, como si yo estuviera sin
ley (no estando yo sin ley de Dios, sino dentro de la ley de Cristo), para
ganar a los que están sin ley.
22 Me he hecho como débil a los débiles, para ganar a
los débiles; a todos me he hecho todo, para que de todos modos salve a algunos.
23 Y esto lo hago por causa del evangelio, para
hacerme copartícipe de él.
24 ¿No sabéis que los que corren en el estadio, todos
ciertamente corren, pero uno solo se lleva el premio? Corred de tal manera que
lo obtengáis.
25 Todo aquel que lucha, en todo ejercita el dominio
propio; ellos, en verdad, para recibir una corona corruptible, pero nosotros,
una incorruptible.
26 Así que, yo de esta manera corro, no como a la
ventura; de esta manera golpeo, no como quien golpea al aire,
27 sino que trato severamente a mi cuerpo, y lo pongo
en servidumbre, no sea que habiendo proclamado a otros, yo mismo venga a ser
reprobado.
Exhortaciones contra la idolatría
10 Porque no quiero, hermanos, que ignoréis que
nuestros padres estuvieron todos bajo la nube, y todos pasaron por el mar;
2 y todos, siguiendo a Moisés, fueron bautizados en la
nube y en el mar,
3 y todos comieron el mismo alimento espiritual,
4 y todos bebieron la misma bebida espiritual; porque
bebían de la roca espiritual que los seguía, y la roca era Cristo.
5 Pero de los más de ellos no se agradó Dios, pues
quedaron tendidos en el desierto.
6 Mas estas cosas sucedieron como ejemplos para
nosotros, para que no codiciemos cosas malas, como ellos codiciaron.
7 Ni seáis idólatras, como algunos de ellos, según
está escrito: Se sentó el pueblo a comer y a beber, y se levantó a divertirse.
8 Ni forniquemos, como algunos de ellos fornicaron, y
cayeron en un día veintitrés mil.
9 Ni provoquemos al Señor, como también algunos de
ellos le provocaron, y perecieron mordidos por las serpientes.
10 Ni murmuréis, como algunos de ellos murmuraron, y
perecieron víctimas del Exterminador.
11 Y estas cosas les acontecieron como ejemplo, y
fueron escritas para amonestarnos a nosotros, a quienes han alcanzado los fines
de los siglos.
12 Así que, el que piensa estar firme, mire que no
caiga.
13 No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea
humana; pero fiel es Dios, que no permitirá que seáis tentados más de lo que
podéis resistir, sino que proveerá también juntamente con la tentación la vía
de escape, para que podáis soportar.
Reina Valera 1977 (RVR1977)
Revisión 1977 de la Versión Reina-Valera de la Biblia,
realizada bajo los auspicios de CLIE, por un equipo de especialistas en
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Versión Reina - Valera.
Salmos
34:1-10 Reina Valera 1977 (RVR1977)
La protección divina
Salmo de David, cuando mudó su semblante delante de
Abimelec, y él lo echó, y se fue.
34 Bendeciré a Jehová en todo tiempo;
Su alabanza estará de continuo en mi boca.
2 En Jehová se gloriará mi alma;
Lo oirán los mansos, y se alegrarán.
3 Engrandeced a Jehová conmigo,
Y exaltemos a una su nombre.
4 Busqué a Jehová, y él me escuchó,
Y me libró de todos mis temores.
5 Los que miraron hacia él fueron alumbrados,
Y sus rostros no fueron avergonzados.
6 Este pobre clamó, y le escuchó Jehová,
Y lo libró de todas sus angustias.
7 El ángel de Jehová acampa alrededor de los que le
temen,
Y los defiende.
8 Gustad, y ved cuán bueno es Jehová;
Dichoso el hombre que confía en él.
9 Temed a Jehová, vosotros sus santos,
Pues nada falta a los que le temen.
10 Los potentados se empobrecen, y tienen hambre;
Pero los que buscan a Jehová no tendrán falta de
ningún bien.
Reina Valera 1977 (RVR1977)
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Proverbios
21:13 Reina Valera 1977 (RVR1977)
13 El que cierra su oído al clamor del pobre,
También él clamará, y no será oído.
Reina Valera 1977 (RVR1977)
Revisión 1977 de la Versión Reina-Valera de la Biblia,
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