Día 232, DAB Español, Lunes 20 de Agosto
Ester 8:1-10:3; 1 Corintios 12:27-13:13; Salmos 37:1-11; Proverbios 21:23-24 (Dios Habla Hoy (DHH))
Ester
8-10 Dios Habla Hoy (DHH)
Decreto en favor de los judíos
8 Aquel mismo día, el rey Asuero regaló a la reina
Ester la casa de Amam, enemigo de los judíos, y Mardoqueo se presentó ante el
rey, pues ya Ester le había dicho que Mardoqueo era su primo. 2 Entonces el rey
se quitó el anillo que había recobrado de Amam, y se lo dio a Mardoqueo. Ester,
por su parte, lo nombró administrador de todos los bienes que habían sido de
Amam. 3 Luego Ester habló nuevamente con el rey y, echándose a sus pies y con
lágrimas en los ojos, le suplicó que anulara la malvada orden de Amam y que no
se llevaran a cabo sus planes contra los judíos. 4 El rey tendió hacia Ester su
cetro de oro. Ella se levantó, y de pie ante él 5 dijo:
—Si a Su Majestad le parece bien y cree que mi
petición es justa, y si realmente Su Majestad me quiere y siente cariño por mí,
que se escriba una orden que anule las cartas que Amam envió con la orden de
exterminar a los judíos de todas las provincias del reino. 6 Pues ¿cómo podré
soportar la desgracia que está por caer sobre mi pueblo, y la exterminación de
mi propia familia?
7 El rey Asuero contestó entonces a la reina Ester y a
Mardoqueo, el judío:
—Yo le he dado ya a Ester la casa de Amam, y a éste lo
han colgado en la horca por haber atentado contra la vida de los judíos. 8
Ahora los autorizo a escribir, en mi nombre, lo que mejor les parezca en favor
de los judíos. ¡Y sellen las cartas con el sello real!
(Una carta firmada en nombre del rey, y sellada con su
sello, no se puede anular.)
9 Los secretarios del rey fueron llamados
inmediatamente. Era el día veintitrés del mes tercero, o sea el de Siván, y
todo lo que ordenó Mardoqueo fue escrito a los judíos, a los gobernadores
regionales y provinciales y a las demás autoridades de las ciento veintisiete
provincias que se extendían desde la India hasta Etiopía, en la lengua y
escritura propias de cada provincia. También a los judíos se les escribió en su
lengua y escritura. 10 Las cartas fueron firmadas en nombre del rey Asuero y,
después de sellarlas con el sello real, fueron enviadas por medio de correos
que montaban veloces caballos de las caballerizas del rey. 11 En ellas el rey
autorizaba a los judíos, en cualquier ciudad donde vivieran, a reunirse para
defender sus vidas, y a matar, destruir, exterminar y apoderarse de los bienes
de la gente armada de cualquier pueblo o provincia que les atacara, sin
respetar a las mujeres ni a los niños. 12 Todo esto debería hacerse en un mismo
día en todas las provincias del rey Asuero; el día señalado era el trece del
mes doce, o sea el mes de Adar. 13 Una copia de la orden debía ser publicada
como ley y dada a conocer en todas las poblaciones y provincias, para que los
judíos estuvieran preparados aquel día para vengarse de sus enemigos. 14 Por
orden del rey, los correos partieron a toda prisa y en caballos de sus
caballerizas, y el edicto fue publicado también en la ciudadela de Susa.
15 Mardoqueo salió del palacio vestido con una túnica
real de color azul y blanco, una gran corona de oro y un manto de lino y
púrpura. Toda la ciudad de Susa dio gritos de alegría, 16 y para los judíos
todo fue luz, gozo, alegría y honra. 17 En todas las provincias, ciudades y
lugares adonde llegaba el decreto real, los judíos se llenaron de gozo y
alegría, y celebraron banquetes y fiestas. Además, entre la gente del país hubo
muchos que se hicieron judíos, porque el miedo a los judíos se había apoderado
de ellos.
Triunfo de los judíos
9 El día trece del mes doce, llamado Adar, era la
fecha señalada para el cumplimiento de la orden del rey, y también el día en
que los enemigos de los judíos esperaban dominarlos; pero sucedió todo lo
contrario, pues los judíos los dominaron a ellos. 2 En todas las provincias del
rey Asuero, los judíos se reunieron en las ciudades donde vivían, para atacar a
los que habían querido su desgracia. No hubo nadie que se enfrentara con ellos,
porque el terror se había apoderado de todos los pueblos. 3 Todas las
autoridades de las provincias, los gobernadores regionales y provinciales, y
los que ocupaban altos cargos en el gobierno, apoyaban a los judíos por miedo a
Mardoqueo, 4 pues él era ya un gran personaje en el palacio real y su fama se
había extendido por todas las provincias, y cada día tenía más poder. 5 A filo
de espada acabaron los judíos con todos sus enemigos; los exterminaron por
completo e hicieron con ellos lo que quisieron. 6 Tan sólo en la ciudadela de
Susa mataron a quinientos hombres; 7 mataron también a Parsandata, Dalfón,
Aspata, 8 Porata, Adalías, Aridata, 9 Parmasta, Arisai, Aridai y Vaizata, 10
que eran los diez hijos de Amam, el enemigo de los judíos; pero no tocaron sus
bienes.
11 Aquel mismo día, al enterarse el rey del número de
muertos que había habido en la ciudadela de Susa, 12 le dijo a la reina Ester:
—Los judíos han matado a quinientos hombres y a los
diez hijos de Amam en la ciudadela de Susa. ¿Qué más habrán hecho en las otras
provincias del reino? ¡Dime qué más deseas, y te lo concederé!
13 Y Ester respondió:
—Si a Su Majestad le parece bien, que se permita a los
judíos de Susa hacer mañana lo mismo que han hecho conforme al decreto, y que
se cuelguen en la horca los cuerpos de los diez hijos de Amam.
14 El rey ordenó que se hiciera así. El decreto se
publicó en Susa, y los cadáveres de los diez hijos de Amam fueron colgados.
15 Los judíos que vivían en Susa se volvieron a reunir
el día catorce del mes de Adar, y mataron allí a trescientos hombres más; pero
no tocaron sus bienes. 16-17 Los judíos que vivían en las otras provincias se
reunieron, el día trece del mismo mes, para defender sus vidas y deshacerse de
sus enemigos; mataron a setenta y cinco mil de ellos, pero no tocaron sus
bienes. El día catorce descansaron y lo celebraron con banquetes y alegría.
18 Como los judíos de Susa se habían concentrado los
días trece y catorce, descansaron el día quince, celebrándolo también con
banquetes y alegría. 19 Pero los judíos que viven en pueblos y aldeas que no
tienen murallas, celebran el día catorce del mes de Adar con alegría y fiestas,
y unos a otros se hacen regalos.
20 Mardoqueo puso por escrito estos acontecimientos, y
envió cartas a todos los judíos que habitaban en las provincias del reino de
Asuero, tanto cercanas como lejanas, 21 ordenándoles que cada año celebraran
los días catorce y quince del mes de Adar 22 como los días en que los judíos se
deshicieron de sus enemigos, y como el mes en que la tristeza y los gritos de
dolor se cambiaron para ellos en alegría y fiesta. Estos días deberían
celebrarse con banquetes y alegría, haciéndose regalos unos a otros y dando
limosnas a los pobres. 23 Los judíos convirtieron en costumbre este
acontecimiento y lo que Mardoqueo les había escrito. 24 Pues Amam, el enemigo
de todos los judíos, había pensado exterminarlos echando suertes para matarlos
y destruirlos; 25 pero cuando Ester se presentó al rey, éste ordenó por escrito
que todo el mal que Amam había pensado hacer a los judíos cayera sobre él. Así
Amam y sus hijos fueron colgados en la horca. 26 Por esta razón, estos días
fueron llamados purim, que es el plural de pur.
Así pues, conforme a la carta de Mardoqueo y a lo que
habían visto y les había tocado vivir, 27 los judíos establecieron esta
costumbre para ellos y sus descendientes, y para todos los que se convirtieran
al judaísmo: celebrar todos los años, sin falta, estos dos días en la fecha
señalada, conforme a las instrucciones que se habían dado; 28 y que estos días
fueran recordados y celebrados de generación en generación, en cada clan,
provincia y ciudad, para que jamás se perdiera su recuerdo entre los judíos y
sus descendientes. 29 La reina Ester, hija de Abihail, y Mardoqueo el judío,
escribieron con plena autoridad una segunda carta referente a la fiesta de
Purim, para confirmar la primera, 30 y la enviaron a todos los judíos de las
ciento veintisiete provincias del reino de Asuero, con palabras amistosas y
sinceras, 31 ordenando que se celebrara la fiesta de Purim en la fecha
señalada, tal como lo habían ordenado Mardoqueo y la reina Ester para ellos y
sus descendientes. Al mismo tiempo se añadieron ciertas reglas referentes a
ayunos y lamentaciones, 32 y la orden de Ester confirmó las reglas que deberían
seguirse para la celebración del Purim. Todo esto se puso por escrito en un
libro.
Elogio de Mardoqueo y conclusión
10 El rey Asuero impuso un tributo tanto a los países
en tierra firme como a los de las islas. 2 Todo lo que hizo con autoridad y
poder, así como el relato exacto del alto cargo que dio a Mardoqueo, está
escrito en el libro donde se anotaban todos los sucesos del reino de Media y de
Persia. 3 El judío Mardoqueo ocupaba el primer lugar después del rey; fue un
gran personaje entre los judíos, amado por todos sus compatriotas, porque buscó
el bien de su pueblo y luchó por el bienestar de su raza.
Dios Habla Hoy (DHH)
Dios habla hoy ®, © Sociedades Bíblicas Unidas, 1966,
1970, 1979, 1983, 1996.
1
Corintios 12:27-13:13 Dios Habla Hoy (DHH)
27 Pues bien, ustedes son el cuerpo de Cristo, y cada
uno de ustedes es un miembro con su función particular. 28 Dios ha querido que
en la iglesia haya, en primer lugar, apóstoles; en segundo lugar, profetas; en
tercer lugar, maestros; luego personas que hacen milagros, y otras que curan
enfermos, o que ayudan, o que dirigen, o que hablan en lenguas. 29 No todos son
apóstoles, ni todos son profetas. No todos son maestros, ni todos hacen
milagros, 30 ni todos tienen poder para curar enfermos. Tampoco todos hablan en
lenguas, ni todos saben interpretarlas. 31 Ustedes deben ambicionar los mejores
dones.
Supremacía del amor
Yo voy a enseñarles un camino mucho mejor.
13 Si hablo las lenguas de los hombres y aun de los
ángeles, pero no tengo amor, no soy más que un metal que resuena o un platillo
que hace ruido. 2 Y si tengo el don de profecía, y entiendo todos los designios
secretos de Dios, y sé todas las cosas, y si tengo la fe necesaria para mover
montañas, pero no tengo amor, no soy nada. 3 Y si reparto entre los pobres todo
lo que poseo, y aun si entrego mi propio cuerpo para tener de qué
enorgullecerme, pero no tengo amor, de nada me sirve.
4 Tener amor es saber soportar; es ser bondadoso; es
no tener envidia, ni ser presumido, ni orgulloso, 5 ni grosero, ni egoísta; es
no enojarse ni guardar rencor; 6 es no alegrarse de las injusticias, sino de la
verdad. 7 Tener amor es sufrirlo todo, creerlo todo, esperarlo todo, soportarlo
todo.
8 El amor jamás dejará de existir. Un día el don de
profecía terminará, y ya no se hablará en lenguas, ni serán necesarios los
conocimientos. 9 Porque los conocimientos y la profecía son cosas imperfectas,
10 que llegarán a su fin cuando venga lo que es perfecto.
11 Cuando yo era niño, hablaba, pensaba y razonaba
como un niño; pero al hacerme hombre, dejé atrás lo que era propio de un niño.
12 Ahora vemos de manera indirecta, como en un espejo, y borrosamente; pero un
día veremos cara a cara. Mi conocimiento es ahora imperfecto, pero un día
conoceré a Dios como él me ha conocido siempre a mí.
13 Tres cosas hay que son permanentes: la fe, la
esperanza y el amor; pero la más importante de las tres es el amor.
Dios Habla Hoy (DHH)
Dios habla hoy ®, © Sociedades Bíblicas Unidas, 1966,
1970, 1979, 1983, 1996.
Salmos
37:1-11 Dios Habla Hoy (DHH)
Confía en el Señor
(1a) De David.
37 (1b) No te enojes por causa de los malvados,
ni sientas envidia de los malhechores,
2 pues pronto se secan, como el heno;
¡se marchitan como la hierba!
3 Confía en el Señor y haz lo bueno,
vive en la tierra y manténte fiel.
4 Ama al Señor con ternura,
y él cumplirá tus deseos más profundos.
5 Pon tu vida en las manos del Señor;
confía en él, y él vendrá en tu ayuda.
6 Hará brillar tu rectitud y tu justicia
como brilla el sol de mediodía.
7 Guarda silencio ante el Señor;
espera con paciencia a que él te ayude.
No te irrites por el que triunfa en la vida,
por el que hace planes malvados.
8 Deja el enojo, abandona el furor;
no te enojes, porque eso empeora las cosas.
9 Pues los malvados serán arrojados del país,
pero los que confían en el Señor
tomarán posesión de él.
10 Dentro de poco no habrá malvados;
por más que los busques, no volverás a encontrarlos.
11 Pero los humildes heredarán la tierra
y disfrutarán de completa paz.
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Proverbios
21:23-24 Dios Habla Hoy (DHH)
23 El que tiene cuidado de lo que dice,
nunca se mete en aprietos.
24 Pedante, orgulloso e insolente se le llama
al que actúa con demasiada pedantería.
Dios Habla Hoy (DHH)
Dios habla hoy ®, © Sociedades Bíblicas Unidas, 1966,
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