Saturday, March 13, 2021

DAB Español, Domingo 14 de Marzo

Día 072, DAB Español, Domingo 14 de Marzo

Números 21:1-22:20; Lucas 1:26-56; Salmos 57; Proverbios 11:9-11 (Nueva Traducción Viviente (NTV))









Números 21:1-22:20

Nueva Traducción Viviente

Victoria sobre los cananeos

 

21 El rey cananeo de Arad que vivía en el Neguev oyó que los israelitas se acercaban por el camino que atraviesa Atarim. Así que atacó a los israelitas y tomó a algunos como prisioneros. 2 Entonces Israel hizo un voto al Señor: «Si entregas a este pueblo en nuestras manos, destruiremos por completo[a] todas sus ciudades». 3 El Señor oyó la petición de los israelitas y les dio la victoria sobre los cananeos. Así que los israelitas los destruyeron por completo junto con sus ciudades y desde entonces ese lugar se conoce como Horma.[b]

La serpiente de bronce

 

4 Luego el pueblo de Israel salió del monte Hor y tomó el camino hacia el mar Rojo[c] para bordear la tierra de Edom; pero el pueblo se impacientó con tan larga jornada 5 y comenzó a hablar contra Dios y Moisés: «¿Por qué nos sacaron de Egipto para morir aquí en el desierto? —se quejaron—. Aquí no hay nada para comer ni agua para beber. ¡Además, detestamos este horrible maná!».

 

6 Entonces el Señor envió serpientes venenosas entre el pueblo y muchos fueron mordidos y murieron. 7 Así que el pueblo acudió a Moisés y clamó: «Hemos pecado al hablar contra el Señor y contra ti. Pide al Señor que quite las serpientes». Así pues, Moisés oró por el pueblo.

 

8 Entonces el Señor le dijo a Moisés: «Haz la figura de una serpiente venenosa y átala a un poste. Todos los que sean mordidos vivirán tan solo con mirar la serpiente». 9 Así que Moisés hizo una serpiente de bronce y la ató a un poste. ¡Entonces los que eran mordidos por una serpiente miraban la serpiente de bronce y sanaban!

Viaje de Israel a Moab

 

10 Después, los israelitas viajaron a Obot y acamparon allí. 11 Luego siguieron a Ije-abarim, en el desierto situado en la frontera oriental de Moab. 12 De allí viajaron al valle del arroyo Zered y armaron el campamento. 13 Después partieron y acamparon en el otro lado del río Arnón, en el desierto junto al territorio amorreo. El río Arnón forma la frontera que divide a los moabitas de los amorreos. 14 Por esta razón El libro de las guerras del Señor habla de la ciudad de Vaheb en la región de Sufa, de los barrancos del río Arnón, 15 y de los barrancos que se extienden hasta los asentamientos de Ar en la frontera de Moab.

 

16 De allí los israelitas viajaron a Beer,[d] el pozo donde el Señor le dijo a Moisés: «Reúne al pueblo y yo les daré agua». 17 Allí los israelitas entonaron el siguiente canto:

 

«¡Brota, oh pozo!

    ¡Sí, canten sus alabanzas!

18

Canten de este pozo,

    que príncipes excavaron,

que grandes líderes abrieron

    con sus cetros y varas».

 

Luego los israelitas salieron del desierto y pasaron por Mataná, 19 Nahaliel y Bamot. 20 Después fueron al valle en Moab donde está la cima del monte Pisga, con vista a la tierra baldía.[e]

Victoria sobre Sehón y Og

 

21 Después los israelitas enviaron embajadores a Sehón, rey de los amorreos, con el siguiente mensaje:

 

22 «Permítenos atravesar tu territorio. Tendremos cuidado de no pasar por tus campos y viñedos, ni siquiera beberemos agua de tus pozos. Seguiremos derecho por el camino real hasta que hayamos atravesado tu territorio».

 

23 Sin embargo, el rey Sehón rehusó permitirles atravesar su territorio. En cambio, movilizó a todo su ejército y atacó a Israel en el desierto y peleó con ellos en Jahaza. 24 Así que los israelitas los masacraron a filo de espada y ocuparon su tierra, desde el río Arnón hasta el río Jaboc. Avanzaron solo hasta los límites de los amonitas porque su frontera estaba fortificada.[f]

 

25 De manera que Israel tomó todas las ciudades amorreas y se estableció en ellas, incluida la ciudad de Hesbón y sus aldeas vecinas. 26 Hesbón había sido la capital de Sehón, rey de los amorreos. Él había derrotado al rey moabita anterior y se había apoderado de toda su tierra hasta el río Arnón. 27 Por eso los poetas antiguos escribieron lo siguiente sobre él:

 

«¡Vengan a Hesbón y que sea reconstruida!

    Que la ciudad de Sehón sea restaurada.

28

Un fuego ardiente salió de Hesbón,

    un incendio de la ciudad de Sehón.

Quemó la ciudad de Ar en Moab;

    destruyó a los gobernantes de las alturas de Arnón.

29

¡Qué aflicción te espera, oh pueblo de Moab!

    ¡Están acabados, oh adoradores de Quemos!

Quemos dejó a sus hijos como refugiados,

    a sus hijas como cautivas de Sehón, el rey amorreo.

30

Los hemos destruido por completo,

    desde Hesbón hasta Dibón.

Los hemos exterminado por completo,

    hasta lugares tan lejanos como Nofa y Medeba[g]».

 

31 Así pues, el pueblo de Israel ocupó el territorio de los amorreos. 32 Después que Moisés envió hombres a explorar la región de Jazer, tomaron todas las ciudades de la región y expulsaron a los amorreos que vivían allí. 33 Luego volvieron y se marcharon por el camino que se dirige a Basán, pero Og, rey de Basán, los atacó con todo su pueblo en Edrei. 34 El Señor le dijo a Moisés: «No le tengas miedo, porque yo te lo he entregado junto con toda su gente y su tierra. Haz con él lo mismo que hiciste con Sehón, rey de los amorreos, que gobernó en Hesbón». 35 Así que Israel mató al rey Og, a sus hijos y a todos sus súbditos; no quedó nadie con vida. Entonces Israel ocupó su territorio.

Balac envía por Balaam

 

22 Luego el pueblo de Israel viajó a las llanuras de Moab y acampó al oriente del río Jordán, frente a Jericó. 2 Balac, hijo de Zipor, el rey moabita, había visto todo lo que los israelitas hicieron a los amorreos. 3 Entonces cuando el pueblo de Moab vio que los israelitas eran muchos, se aterró. 4 El rey de Moab dijo a los ancianos de Madián: «¡Esta muchedumbre devorará todo lo que esté a la vista, como un buey devora el pasto en el campo!».

 

Entonces Balac, rey de Moab, 5 envió mensajeros para llamar a Balaam, hijo de Beor, que vivía en Petor, su tierra natal,[h] cerca del río Éufrates.[i] Su mensaje decía:

 

«Mira, una inmensa multitud que cubre la faz de la tierra ha llegado de Egipto y me amenaza. 6 Ven, por favor, maldíceme a este pueblo, porque es demasiado poderoso para mí. De esa manera quizás yo pueda conquistarlos y expulsarlos de la tierra. Yo sé que sobre el pueblo que tú bendices, caen bendiciones y al pueblo que tú maldices, le caen maldiciones».

 

7 Entonces los mensajeros de Balac y los ancianos de Moab y de Madián, partieron con el dinero para pagarle a Balaam a fin de que maldijera a Israel.[j] Llegaron donde estaba Balaam y le transmitieron el mensaje de Balac. 8 «Quédense aquí esta noche —dijo Balaam—, y en la mañana les diré lo que me indique el Señor». Así que los funcionarios de Moab se quedaron con Balaam.

 

9 Esa noche Dios vino a Balaam y le preguntó:

 

—¿Quiénes son estos hombres que te visitan?

 

10 Balaam le dijo a Dios:

 

—Balac, hijo de Zipor, rey de Moab, me envió este mensaje: 11 “Mira, una inmensa multitud que cubre la faz de la tierra ha llegado de Egipto. Ven y maldíceme a este pueblo. De esa manera quizás podré hacerles frente y expulsarlos de esta tierra”.

 

12 Pero Dios le dijo a Balaam:

 

—No vayas con ellos ni maldigas a este pueblo, ¡porque es bendito!

 

13 A la mañana siguiente, Balaam se levantó y les dijo a los funcionarios de Balac: «¡Regresen a casa! El Señor no me dejará ir con ustedes».

 

14 Entonces los oficiales moabitas regresaron al rey Balac y le informaron: «Balaam se negó a venir con nosotros». 15 Así que Balac intentó de nuevo. Esta vez envió a un mayor número de funcionarios, aún más distinguidos que los que envió la primera vez. 16 Llegaron donde estaba Balaam y le transmitieron el siguiente mensaje:

 

«Esto dice Balac, hijo de Zipor: “Por favor, no permitas que nada te impida venir a ayudarme. 17 Te pagaré muy bien y haré todo lo que me pidas. ¡Solamente ven y maldíceme a este pueblo!”».

 

18 Entonces Balaam les respondió a los mensajeros de Balac: «Aunque Balac me diera su palacio repleto de plata y oro, yo no podría hacer absolutamente nada en contra de la voluntad del Señor mi Dios. 19 Pero quédense aquí una noche más y veré si el Señor tiene algo más que decirme».

 

20 Esa noche Dios vino a Balaam y le dijo: «Ya que estos hombres vinieron por ti, levántate y ve con ellos, pero solo haz lo que yo te indique».

Footnotes

 

    21:2 El término hebreo empleado aquí se refiere a la consagración total de cosas o personas al Señor, ya sea destruyéndolas o entregándolas como ofrenda; también en 21:3.

    21:3 Horma significa «destrucción».

    21:4 En hebreo mar de juncos.

    21:16 Beer significa «pozo».

    21:20 O con vista a Jesimón.

    21:24 O porque el terreno de la frontera de los amonitas era escabroso; en hebreo dice porque los límites de los amonitas eran fuertes.

    21:30 O hasta que fuego se extendió a Medeba. El significado del hebreo es incierto.

    22:5a O que estaba en Petor en la tierra de los amavitas.

    22:5b En hebreo del río.

    22:7 En hebreo partieron con el dinero de la adivinación en sus manos.

 

Lucas 1:26-56

Nueva Traducción Viviente

Anuncio del nacimiento de Jesús

 

26 Cuando Elisabet estaba en su sexto mes de embarazo, Dios envió al ángel Gabriel a Nazaret, una aldea de Galilea, 27 a una virgen llamada María. Ella estaba comprometida para casarse con un hombre llamado José, descendiente del rey David. 28 Gabriel se le apareció y dijo: «¡Saludos, mujer favorecida! ¡El Señor está contigo![a]».

 

29 Confusa y perturbada, María trató de pensar lo que el ángel quería decir.

 

30 —No tengas miedo, María —le dijo el ángel—, ¡porque has hallado el favor de Dios! 31 Concebirás y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. 32 Él será muy grande y lo llamarán Hijo del Altísimo. El Señor Dios le dará el trono de su antepasado David. 33 Y reinará sobre Israel[b] para siempre; ¡su reino no tendrá fin!

 

34 —¿Pero cómo podrá suceder esto? —le preguntó María al ángel—. Soy virgen.

 

35 El ángel le contestó:

 

—El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra. Por lo tanto, el bebé que nacerá será santo y será llamado Hijo de Dios. 36 Además, tu parienta Elisabet, ¡quedó embarazada en su vejez! Antes la gente decía que ella era estéril, pero ha concebido un hijo y ya está en su sexto mes de embarazo. 37 Pues la palabra de Dios nunca dejará de cumplirse.[c]

 

38 María respondió:

 

—Soy la sierva del Señor. Que se cumpla todo lo que has dicho acerca de mí.

 

Y el ángel la dejó.

María visita a Elisabet

 

39 Pocos días después, María fue de prisa a la zona montañosa de Judea, al pueblo 40 donde vivía Zacarías. Entró en la casa y saludó a Elisabet. 41 Al escuchar el saludo de María, el bebé de Elisabet saltó en su vientre y Elisabet se llenó del Espíritu Santo.

 

42 Elisabet dio un grito de alegría y le exclamó a María:

 

—Dios te ha bendecido más que a todas las mujeres, y tu hijo es bendito. 43 ¿Por qué tengo este honor, que la madre de mi Señor venga a visitarme? 44 Cuando escuché tu saludo, el bebé saltó de alegría en mi vientre. 45 Eres bendita porque creíste que el Señor haría lo que te dijo.

El Magníficat: canción de alabanza de María

 

46 María respondió:

 

—Oh, cuánto alaba mi alma al Señor.

47

    ¡Cuánto mi espíritu se alegra en Dios mi Salvador!

48

Pues se fijó en su humilde sierva,

    y de ahora en adelante todas las generaciones me llamarán bendita.

49

Pues el Poderoso es santo

    y ha hecho grandes cosas por mí.

50

Él muestra misericordia de generación en generación

    a todos los que le temen.

51

¡Su brazo poderoso ha hecho cosas tremendas!

    Dispersó a los orgullosos y a los altaneros.

52

A príncipes derrocó de sus tronos

    y exaltó a los humildes.

53

Al hambriento llenó de cosas buenas

    y a los ricos despidió con las manos vacías.

54

Ayudó a su siervo Israel

    y no se olvidó de ser misericordioso.

55

Pues lo prometió a nuestros antepasados,

     a Abraham y a sus descendientes para siempre.

 

56 Y María se quedó con Elisabet unos tres meses y luego regresó a su casa.

Footnotes

 

    1:28 Algunos manuscritos agregan Bendita eres entre las mujeres.

    1:33 En griego sobre la casa de Jacob.

    1:37 Algunos manuscritos dicen Pues nada es imposible para Dios.

 

Salmos 57

Nueva Traducción Viviente

Salmo 57

Para el director del coro: salmo[a] de David, acerca de cuando huyó de Saúl y entró en una cueva. Cántese con la melodía de «¡No destruyas!».

 

1

¡Ten misericordia de mí, oh Dios, ten misericordia!

    En ti busco protección.

Me esconderé bajo la sombra de tus alas

    hasta que haya pasado el peligro.

2

Clamo al Dios Altísimo,[b]

    a Dios, quien cumplirá su propósito para mí.

3

Él mandará ayuda del cielo para rescatarme,

    y avergonzará a los que me persiguen. Interludio

Mi Dios enviará su amor inagotable y su fidelidad.

 

4

Me rodean leones feroces

    que con avidez devoran a sus presas humanas;

sus dientes penetran como lanzas y flechas,

    y sus lenguas cortan como espadas.

 

5

¡Exaltado seas, oh Dios, por encima de los cielos más altos!

    Que tu gloria brille sobre toda la tierra.

 

6

Mis enemigos me tendieron una trampa;

    estoy cansado de tanta angustia.

Cavaron un pozo profundo en mi camino,

    pero ellos mismos cayeron en la trampa. Interludio

 

7

Mi corazón está confiado en ti, oh Dios;

    mi corazón tiene confianza.

    ¡Con razón puedo cantar tus alabanzas!

8

¡Despiértate, corazón mío!

    ¡Despiértense, lira y arpa!

    Con mi canto despertaré al amanecer.

9

Te daré gracias, Señor, en medio de toda la gente;

    cantaré tus alabanzas entre las naciones.

10

Pues tu amor inagotable es tan alto como los cielos;

    tu fidelidad alcanza las nubes.

 

11

Exaltado seas, oh Dios, por encima de los cielos más altos;

    que tu gloria brille sobre toda la tierra.

Footnotes

 

    57:Título En hebreo mictam. Puede ser un término literario o musical.

    57:2 En hebreo Elojím-Elión.

 

Proverbios 11:9-11

Nueva Traducción Viviente

 

9

Los que no tienen a Dios destruyen a sus amigos con sus palabras,

    pero el conocimiento rescatará a los justos.

 

10

Toda la ciudad festeja cuando el justo triunfa;

    grita de alegría cuando el perverso muere.

 

11

Los ciudadanos íntegros son de beneficio para la ciudad y la hacen prosperar,

    pero las palabras de los perversos la destruyen.

Nueva Traducción Viviente (NTV)

 

La Santa Biblia, Nueva Traducción Viviente, © Tyndale House Foundation, 2010. Todos los derechos reservados.

 

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