Monday, March 15, 2021

DAB Español, Martes 16 de Marzo

Día 074, DAB Español, Martes 16 de Marzo

Números 24:1-25:18; Lucas 2:1-35; Salmos 59; Proverbios 11:14 (Nueva Traducción Viviente (NTV))









Números 24-25

Nueva Traducción Viviente

 

24 Finalmente Balaam comprendió que el Señor estaba decidido a bendecir a Israel, así que no recurrió a la adivinación como antes. En cambio, se dio vuelta y miró hacia el desierto 2 donde vio al pueblo de Israel acampado por tribus. Entonces el Espíritu de Dios vino sobre él 3 y le dio el siguiente mensaje:

 

«Este es el mensaje de Balaam, hijo de Beor,

    el mensaje del hombre cuyos ojos ven con claridad,

4

el mensaje del que oye las palabras de Dios,

    del que ve una visión que proviene del Todopoderoso,

    y se inclina con los ojos abiertos:

5

¡Qué hermosas son tus carpas, oh Jacob;

    qué bellos son tus hogares, oh Israel!

6

Se extienden ante mí como arboledas de palmeras,[a]

    como jardines por la ribera.

Son como altos árboles plantados por el Señor,

    como cedros junto a las aguas.

7

Agua fluirá de sus cántaros;

    su descendencia tendrá toda la que necesite.

Su rey será más grande que Agag;

    su reino será exaltado.

8

Dios los sacó de Egipto;

    para ellos él es tan fuerte como un buey salvaje.

Él devora a las naciones que se le oponen,

    quiebra sus huesos en pedazos

    y las atraviesa con flechas.

9

Como un león, Israel se agazapa y se tiende;

    como a una leona, ¿quién se atreve a despertarla?

Bendito todo el que te bendice, oh Israel,

    y maldito todo el que te maldice».

 

10 Entonces el rey Balac se enfureció contra Balaam y en señal de enojo palmeó las manos y gritó:

 

—¡Yo te llamé para maldecir a mis enemigos! En cambio, los has bendecido tres veces. 11 ¡Fuera de aquí ahora mismo! ¡Vuelve a tu casa! Te prometí una generosa recompensa, pero el Señor te ha impedido que la recibieras.

 

12 Balaam le dijo a Balac:

 

—¿No recuerdas lo que expliqué a tus mensajeros? Dije: 13 “Aunque Balac me diera su palacio repleto de plata y oro, no podría hacer absolutamente nada en contra de la voluntad del Señor”. ¡Te advertí que únicamente podría decir lo que el Señor me dijera! 14 Ahora me regreso a mi propia gente, pero primero, déjame decirte lo que los israelitas harán a tu pueblo en el futuro.

Últimos mensajes de Balaam

 

15 Balaam dio el siguiente mensaje:

 

«Este es el mensaje de Balaam, el hijo de Beor,

    el mensaje del hombre cuyos ojos ven con claridad,

16

el mensaje del que oye las palabras de Dios,

    del que tiene conocimiento dado por el Altísimo,

del que ve una visión que proviene del Todopoderoso,

    y se inclina con los ojos abiertos:

17

Lo veo a él, pero no aquí ni ahora.

    Lo percibo, pero lejos, en un futuro distante.

Una estrella se levantará de Jacob;

    un cetro surgirá de Israel.

Aplastará la cabeza del pueblo de Moab,

    y partirá el cráneo[b] de la gente de Set.

18

Tomará posesión de Edom

    y a Seir, su enemigo, lo conquistará,

    mientras Israel marcha adelante en triunfo.

19

Un gobernante se levantará en Jacob

    que destruirá a los sobrevivientes de Ar».

 

20 Luego Balaam miró hacia el pueblo de Amalec y dio este mensaje:

 

«Amalec fue la más importante de las naciones,

    ¡pero su destino es la destrucción!».

 

21 Después miró hacia los ceneos y transmitió el siguiente mensaje:

 

«Su casa está segura;

    su nido está entre las rocas.

22

Pero los ceneos serán destruidos

    cuando Asiria[c] los lleve cautivos».

 

23 Balaam concluyó sus mensajes con estas palabras:

 

«¡Ay!, ¿quién puede sobrevivir

    a menos que Dios lo disponga?

24

Naves vendrán de las costas de Chipre;[d]

    y oprimirán a Asiria y afligirán a Heber,

    pero ellos también serán destruidos por completo».

 

25 Entonces Balaam se fue y regresó a su casa; Balac también se fue y tomó su camino.

Moab seduce a Israel

 

25 Mientras los israelitas acampaban en la arboleda de Acacias,[e] algunos hombres se contaminaron al tener[f] relaciones sexuales con las mujeres moabitas del lugar. 2 Estas mujeres los invitaron a los sacrificios a sus dioses, así que los israelitas festejaron con ellas y rindieron culto a los dioses de Moab. 3 De ese modo Israel se unió al culto a Baal de Peor, lo cual encendió el enojo del Señor contra su pueblo.

 

4 Entonces el Señor le dictó a Moisés la siguiente orden: «Detén a todos los cabecillas y ejecútalos delante del Señor, a plena luz del día, para que su ira feroz se aleje del pueblo de Israel».

 

5 Así que Moisés les ordenó a los jueces de Israel: «Cada uno de ustedes debe quitarles la vida a los hombres bajo su autoridad que se han unido a rendir culto a Baal de Peor».

 

6 En ese momento, mientras todos lloraban a la entrada del tabernáculo,[g] un israelita llevó a una madianita a su carpa ante los ojos de Moisés y de todo el pueblo. 7 Cuando Finees, hijo de Eleazar y nieto del sacerdote Aarón, los vio, se levantó de un salto y salió de la asamblea. Fue y tomó una lanza 8 y corrió detrás del hombre hasta su carpa. Con la lanza, Finees atravesó el cuerpo del hombre y perforó hasta el estómago de la mujer. Entonces se detuvo la plaga contra los israelitas, 9 pero ya habían muerto veinticuatro mil personas.

 

10 Así que el Señor le dijo a Moisés: 11 «Finees, hijo de Eleazar y nieto del sacerdote Aarón, alejó mi enojo de los israelitas porque demostró entre ellos el mismo celo que yo. Así que dejé de destruir a todo Israel, como pensaba hacerlo a causa del enojo de mi celo. 12 Ahora dile que establezco con él mi especial pacto de paz, 13 por medio del cual doy a él y a sus descendientes el derecho perpetuo al sacerdocio. Pues en su celo por mí, su Dios, él purificó al pueblo de Israel, y los hizo justos ante mí[h]».

 

14 El israelita que murió con la madianita se llamaba Zimri, hijo de Salu, jefe de una familia de la tribu de Simeón. 15 La mujer se llamaba Cozbi, hija de Zur, jefe de un clan madianita.

 

16 Entonces el Señor le dijo a Moisés: 17 «Ataca a los madianitas y destrúyelos, 18 porque los agredieron con artimañas y los engañaron para que rindieran culto a Baal de Peor, y también por causa de Cozbi, hija de un jefe madianita, que murió durante la plaga debido a lo que ocurrió en Peor».

Footnotes

 

    24:6 O como un valle majestuoso.

    24:17 Así aparece en el Pentateuco Samaritano; el significado de este término hebreo es incierto.

    24:22 En hebreo Ashshur; también en 24:24.

    24:24 En hebreo Quitim.

    25:1a En hebreo Sitim.

    25:1b Así aparece en la versión griega; en hebreo dice algunos hombres empezaron a tener.

    25:6 En hebreo de la carpa de reunión.

    25:13 O él hizo expiación por el pueblo de Israel.

 

Lucas 2:1-35

Nueva Traducción Viviente

Nacimiento de Jesús

 

2 En esos días, Augusto, el emperador de Roma, decretó que se hiciera un censo en todo el Imperio romano. 2 (Este fue el primer censo que se hizo cuando Cirenio era gobernador de Siria). 3 Todos regresaron a los pueblos de sus antepasados a fin de inscribirse para el censo. 4 Como José era descendiente del rey David, tuvo que ir a Belén de Judea, el antiguo hogar de David. Viajó hacia allí desde la aldea de Nazaret de Galilea. 5 Llevó consigo a María, su prometida, cuyo embarazo ya estaba avanzado.

 

6 Mientras estaban allí, llegó el momento para que naciera el bebé. 7 María dio a luz a su primer hijo, un varón. Lo envolvió en tiras de tela y lo acostó en un pesebre, porque no había alojamiento disponible para ellos.

Pastores y ángeles

 

8 Esa noche había unos pastores en los campos cercanos, que estaban cuidando sus rebaños de ovejas. 9 De repente, apareció entre ellos un ángel del Señor, y el resplandor de la gloria del Señor los rodeó. Los pastores estaban aterrados, 10 pero el ángel los tranquilizó. «No tengan miedo —dijo—. Les traigo buenas noticias que darán gran alegría a toda la gente. 11 ¡El Salvador —sí, el Mesías, el Señor— ha nacido hoy en Belén, la ciudad de David! 12 Y lo reconocerán por la siguiente señal: encontrarán a un niño envuelto en tiras de tela, acostado en un pesebre».

 

13 De pronto, se unió a ese ángel una inmensa multitud —los ejércitos celestiales— que alababan a Dios y decían:

 

14

«Gloria a Dios en el cielo más alto

    y paz en la tierra para aquellos en quienes Dios se complace».

 

15 Cuando los ángeles regresaron al cielo, los pastores se dijeron unos a otros: «¡Vayamos a Belén! Veamos esto que ha sucedido y que el Señor nos anunció».

 

16 Fueron de prisa a la aldea y encontraron a María y a José. Y allí estaba el niño, acostado en el pesebre. 17 Después de verlo, los pastores contaron a todos lo que había sucedido y lo que el ángel les había dicho acerca del niño. 18 Todos los que escucharon el relato de los pastores quedaron asombrados, 19 pero María guardaba todas estas cosas en el corazón y pensaba en ellas con frecuencia. 20 Los pastores regresaron a sus rebaños, glorificando y alabando a Dios por lo que habían visto y oído. Todo sucedió tal como el ángel les había dicho.

Presentación de Jesús en el templo

 

21 Ocho días después, cuando el bebé fue circuncidado, le pusieron por nombre Jesús, el nombre que había dado el ángel aun antes de que el niño fuera concebido.

 

22 Luego llegó el tiempo para la ofrenda de purificación, como exigía la ley de Moisés después del nacimiento de un niño; así que sus padres lo llevaron a Jerusalén para presentarlo al Señor. 23 La ley del Señor dice: «Si el primer hijo de una mujer es varón, habrá que dedicarlo al Señor»[a]. 24 Así que ellos ofrecieron el sacrificio requerido en la ley del Señor, que consistía en «un par de tórtolas o dos pichones de paloma»[b].

Profecía de Simeón

 

25 En ese tiempo, había en Jerusalén un hombre llamado Simeón. Era justo y devoto, y esperaba con anhelo que llegara el Mesías y rescatara a Israel. El Espíritu Santo estaba sobre él 26 y le había revelado que no moriría sin antes ver al Mesías del Señor. 27 Ese día, el Espíritu lo guió al templo. De manera que, cuando María y José llegaron para presentar al bebé Jesús ante el Señor como exigía la ley, 28 Simeón estaba allí. Tomó al niño en sus brazos y alabó a Dios diciendo:

 

29

«Señor Soberano, permite ahora que tu siervo muera en paz,

    como prometiste.

30

He visto tu salvación,

31

    la que preparaste para toda la gente.

32

Él es una luz para revelar a Dios a las naciones,

    ¡y es la gloria de tu pueblo Israel!».

 

33 Los padres de Jesús estaban asombrados de lo que se decía de él. 34 Entonces Simeón les dio su bendición y le dijo a María, la madre del bebé: «Este niño está destinado a provocar la caída de muchos en Israel, pero también será la alegría de muchos otros. Fue enviado como una señal de Dios, pero muchos se le opondrán. 35 Como resultado, saldrán a la luz los pensamientos más profundos de muchos corazones, y una espada atravesará tu propia alma».

Footnotes

 

    2:23 Ex 13:2.

    2:24 Lv 12:8.

 

Salmos 59

Nueva Traducción Viviente

Salmo 59

Para el director del coro: salmo[a] de David, acerca de cuando Saúl envió soldados a vigilar la casa de David para matarlo. Cántese con la melodía de «¡No destruyas!».

 

1

Rescátame de mis enemigos, oh Dios;

    protégeme de los que han venido a destruirme.

2

Rescátame de estos criminales;

    sálvame de estos asesinos.

3

Me han tendido una emboscada.

    Enemigos feroces están a la espera, Señor,

    aunque yo no pequé ni los he ofendido.

4

No hice nada malo,

    sin embargo, se preparan para atacarme.

    ¡Despierta! ¡Mira lo que sucede y ayúdame!

5

Oh Señor, Dios de los Ejércitos Celestiales, el Dios de Israel,

    despierta y castiga a esas naciones hostiles;

    no tengas misericordia de los traidores malvados. Interludio

 

6

Salen de noche

    gruñendo como perros feroces

    mientras merodean por las calles.

7

Escucha la basura que sale de sus bocas;

    sus palabras cortan como espadas.

    Dicen con desdén: «Después de todo, ¿quién puede oírnos?».

8

Pero tú Señor, te ríes de ellos;

    te burlas de las naciones hostiles.

9

Tú eres mi fuerza; espero que me rescates,

    porque tú, oh Dios, eres mi fortaleza.

10

En su amor inagotable, mi Dios estará a mi lado

    y me dejará mirar triunfante a todos mis enemigos.

 

11

No los mates, porque mi pueblo pronto olvida esa clase de lecciones;

    hazlos tambalear con tu poder y ponlos de rodillas,

    oh Señor, escudo nuestro.

12

Debido a las cosas pecaminosas que dicen,

    y a la maldad que está en sus labios,

haz que queden atrapados por su orgullo,

    por sus maldiciones y por sus mentiras.

13

¡Destrúyelos en tu enojo!

    ¡Arrásalos por completo!

Entonces todo el mundo sabrá

    que Dios reina en Israel.[b] Interludio

 

14

Mis enemigos salen de noche

    gruñendo como perros feroces

    mientras merodean por las calles.

15

Escarban en busca de comida,

    pero se van a dormir insatisfechos.[c]

 

16

En cuanto a mí, yo cantaré de tu poder;

    cada mañana cantaré con alegría acerca de tu amor inagotable.

Pues tú has sido mi refugio,

    un lugar seguro cuando estoy angustiado.

17

Oh Fortaleza mía, a ti canto alabanzas,

    porque tú, oh Dios, eres mi refugio,

    el Dios que me demuestra amor inagotable.

Footnotes

 

    59:Título En hebreo mictam. Puede ser un término literario o musical.

    59:13 En hebreo en Jacob. Ver nota en 44:4.

    59:15 O y rugen si no consiguen lo suficiente.

 

Proverbios 11:14

Nueva Traducción Viviente

 

14

Sin liderazgo sabio, la nación se hunde;

    la seguridad está en tener muchos consejeros.

Nueva Traducción Viviente (NTV)

 

La Santa Biblia, Nueva Traducción Viviente, © Tyndale House Foundation, 2010. Todos los derechos reservados.

 

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