Monday, March 28, 2022

DAB Español, Martes 29 de Marzo

Día 088, DAB Español, Martes 29 de Marzo


Deuteronomio 11:1-12:32; Lucas 8:22-39; Salmos 70; Proverbios 12:4 (Nueva Traducción Viviente (NTV))









Deuteronomio 11-12

Nueva Traducción Viviente

11 »Ama al Señor tu Dios y obedece siempre sus requisitos, decretos, ordenanzas y mandatos. 2 Ten en cuenta que no dirijo estas palabras a tus hijos, los cuales nunca conocieron la disciplina del Señor tu Dios, ni vieron su grandeza, ni su mano fuerte, ni su brazo poderoso. 3 Ellos no vieron las señales milagrosas, ni las maravillas que hizo en Egipto contra el faraón y toda su tierra. 4 No vieron lo que el Señor les hizo a los ejércitos de Egipto, a sus caballos y a sus carros de guerra; ni cómo los ahogó en el mar Rojo[a] mientras te perseguían. ¡Los destruyó y, hasta el día de hoy, no se han recuperado!

5 »Tus hijos no vieron cómo el Señor te cuidó en el desierto hasta que llegaste aquí. 6 No vieron lo que les hizo a Datán y a Abiram (los hijos de Eliab, un descendiente de Rubén) cuando la tierra se abrió en el campamento israelita y se los tragó vivos junto con los miembros de sus familias, sus carpas y todo ser viviente que les pertenecía. 7 ¡Pero tú sí viste con tus propios ojos que el Señor llevó a cabo todas esas obras poderosas!

Bendiciones por la obediencia

8 »Por lo tanto, asegúrate de obedecer cada uno de los mandatos que te entrego hoy, a fin de que tengas fuerzas para tomar la tierra donde estás a punto de entrar. 9 Si obedeces, disfrutarás de una larga vida en la tierra que el Señor juró dar a tus antepasados y a ti, que eres su descendencia, ¡una tierra donde fluyen la leche y la miel! 10 Pues la tierra donde estás a punto de entrar y que vas a poseer no es como la de Egipto, de la cual saliste, donde tenías que plantar tus semillas y hacer zanjas de riego con los pies como si fuera un huerto. 11 En cambio, la tierra que pronto tomarás para ti es una región de colinas y valles, con lluvias abundantes; 12 una tierra que el Señor tu Dios cuida. ¡Él se ocupa de cuidarla en cada época del año!

13 »Si obedeces cuidadosamente los mandatos que te entrego hoy y si amas al Señor tu Dios y lo sirves con todo tu corazón y con toda tu alma, 14 él mandará las lluvias propias de cada estación—las tempranas y las tardías—, para que puedas juntar las cosechas de granos, el vino nuevo y el aceite de oliva. 15 Te dará buenos pastizales para que se alimenten tus animales, y tendrás todo lo que quieras comer.

16 »Pero ten cuidado. No dejes que tu corazón sea engañado y entonces te alejes del Señor y sirvas y rindas culto a otros dioses. 17 Si haces eso, el enojo del Señor arderá contra ti. Entonces cerrará el cielo y detendrá la lluvia, y la tierra dejará de producir sus cosechas, así que pronto morirás en esa buena tierra que el Señor te da.

18 »Por lo tanto, comprométete de todo corazón a cumplir estas palabras que te doy. Átalas a tus manos y llévalas sobre la frente para recordarlas. 19 Enséñalas a tus hijos. Habla de ellas en tus conversaciones cuando estés en tu casa y cuando vayas por el camino, cuando te acuestes y cuando te levantes. 20 Escríbelas en los marcos de la entrada de tu casa y sobre las puertas de la ciudad 21 para que, mientras el cielo esté sobre la tierra, tú y tus hijos prosperen en la tierra que el Señor juró dar a tus antepasados.

22 »Asegúrate de obedecer todos los mandatos que te entrego. Demuéstrale amor al Señor tu Dios andando en sus caminos y aferrándote a él. 23 Entonces el Señor expulsará a todas esas naciones de tu paso y, aunque ellas son más grandes y más fuertes que tú, tomarás posesión de esa tierra. 24 Todo lugar que pises con la planta de tus pies será tuyo. Tus fronteras se extenderán desde el desierto, en el sur, hasta el Líbano, en el norte, y desde el río Éufrates, al oriente, hasta el mar Mediterráneo, en el occidente.[b] 25 Dondequiera que vayas en la tierra, nadie podrá hacerte frente, porque el Señor tu Dios hará que los habitantes te teman y se espanten, tal como lo prometió.

26 »Escucha bien: ¡hoy te doy a elegir entre una bendición y una maldición! 27 Recibirás bendición si obedeces los mandatos del Señor tu Dios que te entrego hoy; 28 pero recibirás maldición si rechazas los mandatos del Señor tu Dios y te apartas de él y rindes culto a dioses que no conocías.

29 »Cuando el Señor tu Dios te lleve a la tierra y te ayude a tomar posesión de ella, pronunciarás la bendición en el monte Gerizim y la maldición en el monte Ebal. 30 (Esos dos montes se encuentran al occidente del río Jordán, en la tierra de los cananeos que viven en el valle del Jordán,[c] cerca de la ciudad de Gilgal, a poca distancia de los robles de More). 31 Estás a punto de cruzar el río Jordán para tomar posesión de la tierra que el Señor tu Dios te da. Una vez que la tomes y estés viviendo en ella, 32 asegúrate de obedecer todos los decretos y las ordenanzas que te entrego hoy.

El lugar de adoración elegido por Dios

12 »Estos son los decretos y las ordenanzas que debes asegurarte de obedecer cuando vivas en la tierra que te da el Señor, Dios de tus antepasados. Obedécelos todos los días de tu vida.

2 »Cuando expulses a las naciones que viven allí, deberás destruir todos los lugares donde rinden culto a sus dioses—sobre las cimas de las montañas y de los cerros, y debajo de todo árbol frondoso—; 3 destruye sus altares y destroza sus columnas sagradas. ¡Quema los postes dedicados a la diosa Asera y derriba los ídolos tallados! ¡Borra por completo el nombre de sus dioses!

4 »No adores al Señor tu Dios de la manera en que esos pueblos paganos rinden culto a sus dioses. 5 Más bien, busca al Señor tu Dios en el lugar de adoración que él mismo elegirá entre todas las tribus, el lugar donde su nombre será honrado. 6 Allí llevarás tus ofrendas quemadas, tus sacrificios, tus diezmos, tus ofrendas sagradas, las ofrendas para cumplir tus juramentos, tus ofrendas voluntarias y las ofrendas de las primeras crías de tus manadas y rebaños. 7 Allí, en la presencia del Señor tu Dios, comerás hasta quedar satisfecho junto con tus familias, y te alegrarás por todo lo que hayas logrado gracias a la bendición del Señor tu Dios.

8 »Tu modelo de adoración tendrá que cambiar. Ahora cada uno hace lo que quiere 9 porque aún no has llegado al lugar de descanso, a la tierra que el Señor tu Dios te da como preciada posesión. 10 Sin embargo, pronto cruzarás el río Jordán y vivirás en la tierra que el Señor tu Dios te da. Cuando él te dé descanso de todos tus enemigos y estés viviendo a salvo en esa tierra, 11 deberás llevar todo lo que yo te ordeno—tus ofrendas quemadas, sacrificios, diezmos, ofrendas sagradas y ofrendas para cumplir tus juramentos—al lugar de adoración designado, el lugar que el Señor tu Dios elija para que su nombre sea honrado.

12 »Celebra allí, en presencia del Señor tu Dios, con tus hijos e hijas y todos tus sirvientes. Y acuérdate de incluir a los levitas que vivan en tus ciudades, porque ellos no van a recibir ninguna asignación de tierra como las demás tribus. 13 Asegúrate de no sacrificar tus ofrendas quemadas donde se te ocurra. 14 Solamente podrás hacerlo en el lugar que el Señor elija en el territorio de una de las tribus. Allí presentarás tus ofrendas quemadas y harás todo lo que yo te ordeno.

15 »Puedes matar tus animales y comer su carne en cualquier ciudad y cuando quieras. Puedes comer sin impedimento los animales con los que el Señor tu Dios te haya bendecido. Todo el pueblo, esté o no ceremonialmente puro, podrá comer la carne de esos animales, así como ahora come la carne de gacela y de ciervo. 16 Pero por ninguna razón consumas la sangre, sino derrámala sobre la tierra como si fuera agua.

17 »Sin embargo, en la ciudad donde vivas, no podrás comer de tus ofrendas: sea la décima parte de tu grano y vino nuevo y aceite de oliva, o las primeras crías de tus rebaños y manadas, o cualquier ofrenda para cumplir un juramento, o tus ofrendas voluntarias, o tus ofrendas sagradas. 18 Todas estas las comerás en la presencia del Señor tu Dios, en el lugar que él elija. Lo harás allí con tus hijos, tus sirvientes y los levitas que vivan en tus ciudades, y celebrarás en la presencia del Señor tu Dios cada cosa que haces. 19 Y ten mucho cuidado de no desamparar a los levitas mientras vivas en tu tierra.

20 »Cuando el Señor tu Dios expanda tu territorio, tal como lo prometió, y tengas ganas de comer carne, podrás comer carne con libertad cada vez que lo desees. 21 Podría ser que el lugar de adoración designado—el lugar que el Señor tu Dios elija para que su nombre sea honrado—quede muy lejos de tu hogar. De ser así, podrás matar cualquier animal que el Señor te haya dado, tanto del ganado como ovejas o cabras, y comer su carne sin impedimento en la ciudad donde vives, tal como te ordené. 22 Cualquier persona del pueblo, esté o no ceremonialmente pura, podrá comer de esa carne como ahora comes de las gacelas y de los ciervos. 23 Pero nunca consumas la sangre, porque la sangre es vida, y no deberás consumir la vida con la carne. 24 En cambio, derrama la sangre sobre la tierra como si fuera agua. 25 No consumas la sangre, para que todo te salga bien a ti y a todos tus descendientes, porque estarás haciendo lo que al Señor le agrada.

26 »Lleva todo lo que hayas consagrado y también las ofrendas para cumplir tus juramentos al lugar que el Señor elija. 27 Debes presentar la carne y la sangre de tus ofrendas quemadas sobre el altar del Señor tu Dios. Debes derramar la sangre de los otros sacrificios sobre el altar del Señor tu Dios, pero puedes comer la carne. 28 Asegúrate de obedecer todos mis mandatos, para que te vaya bien a ti y a todos tus descendientes, porque así estarás haciendo lo que es bueno y agradable ante el Señor tu Dios.

29 »Cuando el Señor tu Dios vaya delante de ti y destruya a las naciones, y tú las expulses y te apoderes de su tierra, 30 no caigas en la trampa de seguir sus costumbres ni de rendir culto a sus dioses. No preguntes acerca de sus dioses diciendo: “¿De qué manera rinden culto estas naciones a sus dioses? Yo quiero hacer lo mismo”. 31 Tú no adorarás al Señor tu Dios de la manera que las otras naciones rinden culto a sus dioses, llevando a cabo en honor de ellos toda clase de actos detestables que el Señor odia. Hasta sacrifican a sus hijos y a sus hijas en el fuego como ofrenda a sus dioses.

32 [d]»Por lo tanto, asegúrate de obedecer todos los mandatos que te doy. No les agregues ni les quites nada.

Footnotes

  1. 11:4 En hebreo mar de juncos.

  2. 11:24 En hebreo hasta el mar occidental.

  3. 11:30 En hebreo en el Arabá.

  4. 12:32 El versículo 12:32 corresponde al 13:1 en el texto hebreo.

Lucas 8:22-39

Nueva Traducción Viviente

Jesús calma la tormenta

22 Cierto día Jesús les dijo a sus discípulos: «Crucemos al otro lado del lago». Así que subieron a una barca y salieron. 23 Mientras navegaban, Jesús se recostó para dormir una siesta. Pronto se desató una tormenta feroz sobre el lago. La barca se llenaba de agua y estaban realmente en peligro.

24 Los discípulos fueron a despertarlo: «¡Maestro! ¡Maestro! ¡Nos vamos a ahogar!», gritaron.

Cuando Jesús se despertó, reprendió al viento y a las tempestuosas olas. De repente la tormenta se detuvo, y todo quedó en calma. 25 Entonces les preguntó: «¿Dónde está su fe?».

Los discípulos quedaron aterrados y asombrados. «¿Quién es este hombre?—se preguntaban unos a otros—. Cuando da una orden, ¡hasta el viento y las olas lo obedecen!».

Jesús sana a un hombre endemoniado

26 Luego llegaron a la región de los gerasenos,[a] al otro lado del lago de Galilea. 27 Mientras Jesús bajaba de la barca, un hombre que estaba poseído por demonios salió a su encuentro. Por mucho tiempo, había estado desnudo y sin hogar, y vivía entre las tumbas en las afueras de la ciudad.

28 En cuanto vio a Jesús, soltó un alarido y cayó al suelo frente a él, y gritó: «¿Por qué te entrometes conmigo, Jesús, Hijo del Dios Altísimo? ¡Por favor, te suplico que no me tortures!». 29 Pues Jesús ya le había ordenado al espíritu maligno[b] que saliera del hombre. Ese espíritu a menudo tomaba control de él. Aun cuando el hombre estaba bajo custodia, con cadenas y grilletes, simplemente los rompía y se escapaba al desierto, totalmente controlado por el demonio.

30 Jesús le preguntó:

—¿Cómo te llamas?

—Legión—contestó, porque estaba lleno de muchos demonios.

31 Los demonios seguían suplicándole a Jesús que no los enviara al abismo sin fondo.[c]

32 Sucedió que había una gran manada de cerdos alimentándose en una ladera cercana, y los demonios le suplicaron que les permitiera entrar en los cerdos.

Entonces Jesús les dio permiso. 33 Así que los demonios salieron del hombre y entraron en los cerdos, y toda la manada se lanzó al lago por el precipicio y se ahogó.

34 Cuando los que cuidaban los cerdos vieron lo sucedido, huyeron a la ciudad cercana y sus alrededores, difundiendo la noticia mientras corrían. 35 La gente salió corriendo para ver lo que había pasado. Pronto una multitud se juntó alrededor de Jesús, y todos vieron al hombre liberado de los demonios. Estaba sentado a los pies de Jesús, completamente vestido y en su sano juicio, y todos tuvieron miedo. 36 Entonces los que habían visto lo sucedido, les contaron a los otros cómo había sido sanado el hombre poseído por demonios. 37 Y todos los habitantes de la región de los gerasenos le suplicaron a Jesús que se fuera y los dejara en paz, porque una gran ola de miedo se apoderó de ellos.

Entonces Jesús regresó a la barca y se fue y cruzó nuevamente al otro lado del lago. 38 El hombre que había sido liberado de los demonios le suplicaba que le permitiera acompañarlo. Pero Jesús lo envió a su casa diciéndole: 39 «No, regresa a tu familia y diles todo lo que Dios ha hecho por ti». Entonces el hombre fue por toda la ciudad proclamando las grandes cosas que Jesús había hecho por él.

Footnotes

  1. 8:26 Otros manuscritos dicen gadarenos; incluso otros dicen gergesenos; también en 8:37. Ver Mt 8:28; Mc 5:1.

  2. 8:29 En griego impuro.

  3. 8:31 O al abismo, o al averno.

Salmos 70

Nueva Traducción Viviente

Para el director del coro: salmo de David, en el cual le pide a Dios que se acuerde de él.

70 Por favor, Dios, ¡rescátame!

    Ven pronto, Señor, y ayúdame.

2 Que los que tratan de matarme

    sean humillados y pasen vergüenza.

Que los que se deleitan en mis dificultades

    retrocedan con deshonra.

3 Que su vergüenza los horrorice,

    porque dijeron: «¡Ajá! ¡Ahora sí lo atrapamos!».

4 Pero que todos aquellos que te buscan

    estén llenos de alegría y de felicidad en ti.

Que los que aman tu salvación

    griten una y otra vez: «¡Grande es Dios!».

5 En cuanto a mí, pobre y necesitado,

    por favor, Dios, ven pronto a socorrerme.

Tú eres mi ayudador y mi salvador;

    oh Señor, no te demores.

Proverbios 12:4

Nueva Traducción Viviente

4 Una esposa digna es una corona para su marido,

    pero la desvergonzada es como cáncer a sus huesos.

Nueva Traducción Viviente (NTV)

La Santa Biblia, Nueva Traducción Viviente, © Tyndale House Foundation, 2010. Todos los derechos reservados.

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