2 Reyes 13:1-14:29; Hechos 18:22-19:12; Salmos 146:1-10; Proverbios 18:2-3 (Nueva Biblia Latinoamericana de Hoy)
2 Reyes 13-14 Nueva Biblia Latinoamericana de Hoy
(NBLH)
Otros Reyes de Israel
13 En el año
veintitrés de Joás, hijo de Ocozías, rey de Judá, comenzó a reinar Joacaz, hijo
de Jehú, sobre Israel en Samaria, y reinó diecisiete años. 2 Hizo lo malo ante
los ojos del Señor, y siguió tras los pecados con que Jeroboam, hijo de Nabat,
hizo pecar a Israel; no se apartó de ellos. 3 Y la ira del Señor se encendió
contra Israel, y los entregó día tras día en mano de Hazael, rey de Aram, y en
mano de Ben Adad, hijo de Hazael. 4 Entonces Joacaz imploró el favor del Señor,
y el Señor lo oyó; porque El vio la opresión de Israel, de cómo el rey de Aram
los oprimía. 5 Y el Señor dio a Israel un libertador, y escaparon del poder de
los Arameos; y habitaron los Israelitas en sus tiendas como antes.
6 Con todo, no se
apartaron de los pecados con que la casa de Jeroboam hizo pecar a Israel, sino
que anduvieron en ellos; y también la Asera (deidad femenina) permaneció en pie
en Samaria. 7 Pues a Joacaz no le había quedado del ejército[a] más que
cincuenta hombres de a caballo, diez carros y 10,000 hombres de a pie, porque
el rey de Aram los había destruido y los había hecho como polvo de trilla. 8
Los demás hechos de Joacaz y todo lo que hizo y su poder, ¿no están escritos en
el Libro de las Crónicas de los reyes de Israel? 9 Y durmió Joacaz con sus
padres y lo sepultaron en Samaria, y su hijo Joás reinó en su lugar.
10 En el año treinta
y siete de Joás, rey de Judá, Joás[b], hijo de Joacaz, comenzó a reinar sobre
Israel en Samaria, y reinó dieciséis años. 11 E hizo lo malo ante los ojos del
Señor; no se apartó de todos los pecados con que Jeroboam, hijo de Nabat, hizo
pecar a Israel, sino que anduvo en ellos. 12 Los demás hechos de Joás, y todo
lo que hizo, y el poder con que peleó contra Amasías, rey de Judá, ¿no están
escritos en el Libro de las Crónicas de los reyes de Israel? 13 Y durmió Joás
con sus padres, y Jeroboam se sentó en su trono; y Joás fue sepultado en
Samaria con los reyes de Israel.
14 Cuando Eliseo se
enfermó con la enfermedad de la cual había de morir, Joás[c], rey de Israel,
descendió a él y lloró sobre su rostro, y dijo: “¡Padre mío, padre mío, los
carros de Israel y sus hombres de a caballo!” 15 Y Eliseo le dijo: “Toma un
arco y flechas.” Y él tomó un arco y flechas. 16 Entonces dijo al rey de
Israel: “Pon tu mano en el arco.” Y él puso su mano sobre el arco; entonces
Eliseo colocó sus manos sobre las manos del rey. 17 Y dijo: “Abre la ventana
hacia el oriente, y él la abrió.” Entonces Eliseo dijo: “Tira.” Y él tiró. Y
Eliseo dijo: “Flecha de victoria del Señor, y flecha de victoria sobre Aram,
porque derrotarás[d] a los Arameos en Afec hasta exterminarlos.” 18 Entonces
añadió: “Toma las flechas;” y él las tomó. Y dijo al rey de Israel: “Golpea la
tierra;” y él la golpeó tres veces y se detuvo. 19 Y el hombre de Dios se enojó
con él, y dijo: “Deberías haber golpeado cinco o seis veces, entonces hubieras
herido a Aram hasta exterminarlo. Pero ahora herirás a Aram sólo tres veces.”
20 Eliseo murió y lo
sepultaron. Las bandas de los Moabitas solían invadir la tierra en la
primavera[e] de cada año. 21 Y una vez cuando estaban sepultando a un hombre,
vieron que una banda de merodeadores se les acercaba; así que arrojaron al
hombre en la tumba de Eliseo. Cuando el hombre cayó[f] y tocó los huesos de
Eliseo, revivió, y se puso en pie.
22 Hazael, rey de
Aram, había oprimido a Israel todos los días de Joacaz. 23 Pero el Señor tuvo
piedad de ellos, y les tuvo compasión y se volvió a ellos a causa de su pacto
con Abraham, Isaac y Jacob, y no quiso destruirlos ni echarlos de su presencia
hasta hoy. 24 Al morir Hazael, rey de Aram, su hijo Ben Adad reinó en su lugar.
25 Entonces Joás[g], hijo de Joacaz, recobró de nuevo de mano de Ben Adad, hijo
de Hazael, las ciudades que éste había tomado en guerra de mano de su padre
Joacaz. Tres veces Joás[h] lo derrotó[i] y recobró las ciudades de Israel.
Amasías Rey de Judá
14 En el año segundo
de Joás[j], hijo de Joacaz, rey de Israel, comenzó a reinar Amasías, hijo de
Joás, rey de Judá. 2 Tenía veinticinco años cuando comenzó a reinar, y reinó
veintinueve años en Jerusalén. El nombre de su madre era Joadán, de Jerusalén. 3
Hizo lo recto ante los ojos del Señor, pero no como su padre David; hizo
conforme a todo lo que su padre Joás había hecho. 4 Sólo que los lugares altos
no fueron quitados. Todavía el pueblo sacrificaba y quemaba incienso en los
lugares altos.
5 Una vez afianzado
el reino en su mano, Amasías mató a los siervos que habían asesinado a su padre
el rey. 6 Pero a los hijos de los asesinos[k] no les dio muerte, conforme a lo
que está escrito en el Libro de la Ley de Moisés, tal como el Señor ordenó,
diciendo: “No se dará muerte a los padres por causa de los hijos, ni se dará
muerte a los hijos por causa de los padres, sino que a cada uno se le dará
muerte por su propio pecado.” 7 Amasías mató a 10,000 de Edom en el Valle de
Sal y tomó a Sela en batalla, y la llamó Jocteel, hasta hoy.
8 Entonces Amasías
envió mensajeros a Joás, hijo de Joacaz, hijo de Jehú, rey de Israel,
diciéndole: “Ven, veámonos cara a cara.” 9 Y Joás, rey de Israel, envió mensaje
a Amasías, rey de Judá, diciéndole: “El cardo que estaba en el Líbano envió a
decir al cedro que estaba en el Líbano: ‘Da tu hija por mujer a mi hijo.’ Pero
pasó una fiera que estaba en el Líbano, y pisoteó el cardo. 10 Ciertamente has
derrotado[l] a Edom, y tu corazón se ha envanecido. Disfruta tu gloria y
quédate en tu casa; pues, ¿por qué quieres provocar el mal de modo que caigas
tú y Judá contigo?”
11 Pero Amasías no
quiso escuchar. Y subió Joás, rey de Israel; y él y Amasías, rey de Judá, se
enfrentaron en Bet Semes, que pertenece a Judá. 12 Y Judá fue derrotado por
Israel, y cada uno huyó a su tienda. 13 Entonces Joás, rey de Israel, capturó a
Amasías, rey de Judá, hijo de Joás, hijo de Ocozías, en Bet Semes. Después vino
a Jerusalén y derribó la muralla de Jerusalén desde la puerta de Efraín hasta
la Puerta del Angulo, 400 codos (180m). 14 Tomó todo el oro, la plata y todos
los utensilios que se encontraban en la casa del Señor y en los tesoros de la
casa del rey, también los rehenes; y volvió a Samaria.
15 Los demás hechos
de Joás, cuánto hizo y su poder, y cómo peleó con Amasías, rey de Judá; ¿no
están escritos en el Libro de las Crónicas de los reyes de Israel? 16 Y durmió
Joás con sus padres, y fue sepultado en Samaria con los reyes de Israel; y su
hijo Jeroboam reinó en su lugar.
17 Y Amasías, hijo de
Joás, rey de Judá, vivió quince años después de la muerte de Joás, hijo de
Joacaz, rey de Israel. 18 Los demás hechos de Amasías, ¿no están escritos en el
Libro de las Crónicas de los reyes de Judá? 19 En Jerusalén conspiraron contra
él, y Amasías huyó a Laquis; pero lo persiguieron hasta Laquis y allí lo
mataron. 20 Lo trajeron sobre caballos y fue sepultado en Jerusalén con sus
padres en la ciudad de David. 21 Y todo el pueblo de Judá tomó a Azarías[m],
que tenía dieciséis años, y lo hicieron rey en lugar de su padre Amasías. 22 El
edificó a Elat y la restituyó a Judá, después que el rey durmió con sus padres.
23 En el año quince
de Amasías, hijo de Joás, rey de Judá, Jeroboam, hijo de Joás[n], rey de
Israel, comenzó a reinar en Samaria, y reinó cuarenta y un años. 24 Hizo lo
malo ante los ojos del Señor; no se apartó de todos los pecados con que
Jeroboam, hijo de Nabat, hizo pecar a Israel. 25 El restableció la frontera de
Israel desde la entrada de Hamat hasta el Mar de Arabá, conforme a la palabra
que el Señor, Dios de Israel, había hablado por medio de Su siervo el profeta
Jonás, hijo de Amitai, que era de Gat Hefer. 26 Porque el Señor había visto la
aflicción de Israel, que era muy amarga; pues no había siervo ni libre, ni
nadie que ayudara a Israel. 27 El Señor no había dicho que borraría el nombre
de Israel de debajo del cielo, y los salvó por mano de Jeroboam, hijo de
Joás[o].
28 Los demás hechos
de Jeroboam y todo lo que hizo y su poder, cómo peleó y cómo recobró para
Israel a Damasco y a Hamat, que habían pertenecido a Judá, ¿no están escritos
en el Libro de las Crónicas de los reyes de Israel? 29 Jeroboam durmió con sus
padres, con los reyes de Israel, y su hijo Zacarías reinó en su lugar.
Footnotes:
2 Reyes 13:7 Lit
pueblo
2 Reyes 13:10 O Joás
2 Reyes 13:14 O Joás
2 Reyes 13:17 Lit
herirás
2 Reyes 13:20 Lit
entrada
2 Reyes 13:21 Lit
vino
2 Reyes 13:25 O Joás
2 Reyes 13:25 O Joás
2 Reyes 13:25 Lit
hirió
2 Reyes 14:1 O Joás
2 Reyes 14:6 Lit
heridores
2 Reyes 14:10 Lit
herido
2 Reyes 14:21 En 2
Cró 26:1, Uzías
2 Reyes 14:23 O Joás
2 Reyes 14:27 O Joás
Nueva Biblia
Latinoamericana de Hoy (NBLH)
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Hechos 18:22-19:12 Nueva Biblia Latinoamericana de Hoy
(NBLH)
22 Al llegar a
Cesarea, subió a Jerusalén para saludar a la iglesia, y luego descendió a
Antioquía. 23 Después de pasar allí algún tiempo, Pablo fue recorriendo por
orden la región de Galacia y de Frigia, fortaleciendo a todos los discípulos.
Apolos en Efeso
24 Llegó entonces a
Efeso un Judío que se llamaba Apolos, natural de Alejandría, hombre
elocuente[a], y que era poderoso en las Escrituras. 25 Este había sido
instruido en el camino del Señor, y siendo ferviente de espíritu, hablaba y
enseñaba con exactitud las cosas referentes a Jesús, aunque sólo conocía el
bautismo de Juan. 26 Y comenzó a hablar abiertamente en la sinagoga. Pero
cuando Priscila y Aquila lo oyeron, lo llevaron aparte y le explicaron con
mayor exactitud el camino de Dios.
27 Cuando Apolos
quiso pasar a Acaya, los hermanos lo animaron, y escribieron a los discípulos
que lo recibieran. Cuando llegó, ayudó mucho a los que por la gracia habían
creído[b], 28 porque refutaba vigorosamente en público a los Judíos,
demostrando por las Escrituras que Jesús era el Cristo (el Mesías).
Pablo en Efeso
19 Mientras Apolos
estaba en Corinto, Pablo, después de haber recorrido las regiones superiores,
llegó a Efeso y encontró a algunos discípulos, 2 y les preguntó: “¿Recibieron
el Espíritu Santo cuando creyeron?” Ellos le respondieron: “No, ni siquiera
hemos oído si hay un Espíritu Santo[c].”
3 Entonces Pablo les
preguntó: “¿En qué bautismo, pues, fueron bautizados?” “En el bautismo de
Juan,” contestaron ellos. 4 Y Pablo les dijo: “Juan bautizó con el bautismo de
arrepentimiento, diciendo al pueblo que creyeran en Aquél que vendría después
de él, es decir, en Jesús.”
5 Al oír esto, fueron
bautizados en el nombre del Señor Jesús. 6 Cuando Pablo les impuso las manos,
vino sobre ellos el Espíritu Santo, y hablaban en lenguas y profetizaban. 7
Eran en total unos doce hombres.
La Iglesia se
Establece en Efeso
8 Pablo entró en la
sinagoga, y por tres meses continuó hablando abiertamente, discutiendo y
persuadiéndoles acerca[d] del reino de Dios. 9 Pero cuando algunos se
endurecieron y se volvieron desobedientes, hablando mal del Camino ante la
multitud, Pablo se apartó de ellos llevándose a los discípulos, y discutía
diariamente en la escuela de Tirano. 10 Esto continuó por dos años, de manera
que todos los que vivían en Asia (provincia occidental de Asia Menor) oyeron la
palabra del Señor, tanto Judíos como Griegos.
11 Dios hacía
milagros[e] extraordinarios por mano de Pablo, 12 de tal manera que incluso
llevaban pañuelos o delantales de su cuerpo a los enfermos, y las enfermedades
los dejaban y los malos espíritus se iban de ellos.
Footnotes:
Hechos 18:24 O
instruido
Hechos 18:27 O ayudó
mucho por la gracia a los que habían creído
Hechos 19:2 O que el
Espíritu Santo ha sido dado
Hechos 19:8 Algunos
mss. antiguos dicen: las cosas acerca
Hechos 19:11 U obras
de poder
Nueva Biblia
Latinoamericana de Hoy (NBLH)
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Salmos 146 Nueva Biblia Latinoamericana de Hoy (NBLH)
El Señor, Verdadero
Ayudador
146 ¡Aleluya!
Oh alma mía, alaba al
Señor.
2 Alabaré al Señor
mientras yo viva;
Cantaré alabanzas a
mi Dios mientras yo exista.
3 No confíen ustedes
en príncipes,
Ni en hijo de hombre
en quien no hay salvación.
4 Su espíritu exhala,
él vuelve a la tierra;
En ese mismo día
perecen sus pensamientos.
5 Bienaventurado
aquél cuya ayuda es el Dios de Jacob,
Cuya esperanza está
en el Señor su Dios,
6 Que hizo los cielos
y la tierra,
El mar y todo lo que
en ellos hay;
Que guarda la verdad
para siempre;
7 Que hace justicia a
los oprimidos,
Y da pan a los
hambrientos.
El Señor pone en
libertad a los cautivos.
8 El Señor abre los
ojos a los ciegos,
El Señor levanta a
los caídos,
El Señor ama a los
justos.
9 El Señor protege a
los extranjeros,
Sostiene al huérfano
y a la viuda,
Pero frustra el
camino a los impíos.
10 El Señor reinará
para siempre,
Tu Dios, oh Sion, por
todas las generaciones.
¡Aleluya!
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Latinoamericana de Hoy (NBLH)
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Proverbios 18:2-3 Nueva Biblia Latinoamericana de Hoy
(NBLH)
2 El necio no se
deleita en la prudencia,
Sino sólo en revelar
su corazón.
3 Cuando llega el
impío, llega también el desprecio,
Y con la deshonra
viene la afrenta.
Nueva Biblia
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