Día 64, DAB Español, Martes 5 de Marzo
Números 4:1-5:31; Marcos 12:18-37; Salmos 48; Proverbios 10:26 (Nueva Biblia Viva (NBV))
Números
4-5 Nueva Biblia Viva (NBV)
Ministerio de los coatitas
4 Entonces el Señor les dijo a Moisés y a Aarón: 2
«Haz el censo del grupo de Coat en la tribu de Leví. 3 Este censo debe incluir
a todos los hombres entre treinta y cincuenta años capaces de trabajar en el
santuario. 4 Estos serán sus sagrados deberes:
5 »Cuando el campamento se traslade, Aarón y sus hijos
entrarán primero en el santuario, quitarán el velo y cubrirán el cofre con él.
6 Luego cubrirán el velo con pieles de cabra, y taparán las pieles de cabra con
un paño azul, y pondrán en los anillos del cofre las varas para transportarla.
7 »Luego extenderán un paño azul sobre la mesa donde
se exhibe el pan de la Presencia; y pondrán sobre ese paño los platos,
cucharas, tazas y el pan. 8 Extenderán un paño escarlata sobre todo eso, y por
último lo taparán todo con una piel de cabra. Después meterán las varas en los
anillos de la mesa, para el transporte.
9 »Luego taparán con un manto azul el candelabro, las
lamparillas, las despabiladeras, las bandejas y el depósito del aceite. 10
Todos estos objetos serán envueltos en una piel de cabra, y el paquete se
pondrá en unas barras de madera.
11 »A continuación taparán el altar de oro con un paño
azul, lo cubrirán con pieles de cabra, y meterán las varas para transportarlo.
12 Todos los demás utensilios del santuario irán envueltos en un paño azul,
tapado con pieles de cabra, y colocado sobre unas barras de madera.
13 »Quitarán las cenizas del altar, y lo cubrirán con
un paño púrpura. 14 Todos los utensilios del altar se pondrán en este paño: los
ceniceros, los garfios, los braseros y los tazones, y se tapará todo con pieles
de cabra. Por último se colocarán las varas para su transporte. 15 Cuando Aarón
y sus hijos hayan terminado de empacar el santuario y todos los utensilios, el
clan de Coat vendrá y trasladará todos los paquetes al nuevo lugar del
campamento; pero no deben tocar los objetos sagrados, para que no mueran. Este
es el trabajo sagrado de los hijos de Coat.
16 »Eleazar, el hijo de Aarón, se encargará del aceite
para las lámparas, del incienso, del grano para la ofrenda diaria y del aceite
de la unción. En otras palabras, la supervisión de todo el santuario y de todo
lo que en él hay, será responsabilidad suya».
17 También el Señor les dijo a Moisés y a Aarón:
18 «¡No permitan que las familias de los hijos de Coat
se destruyan! 19 Esto es lo que tienen que hacer para que no mueran cuando
trasladen las cosas santas: Aarón y sus hijos entrarán con ellos y les
indicarán lo que cada uno debe transportar. 20 Aparte de esto, nunca deben
entrar en el santuario ni por un momento, porque si se atreven a mirar los
objetos sagrados, morirán».
Ministerio de los guersonitas
21 Y el Señor le dijo a Moisés: 22 «Haz el censo del
clan de Guersón de la tribu de Leví: 23 de todos los hombres entre treinta y
cincuenta años, aptos para el trabajo sagrado en el santuario. 24 Sus funciones
serán las siguientes:
25 »Transportarán los cortinajes del santuario, el
santuario propiamente dicho con sus cubiertas, la cubierta superior de piel de
cabra, y la cortina de la entrada del santuario. 26 También transportarán las
cortinas que tapan la valla del atrio, la cortina de la entrada al atrio que
rodea al santuario y al altar. También transportarán el altar, las cuerdas y
todos los accesorios. Serán totalmente responsables de estos objetos. 27 Aarón
o cualquiera de sus hijos pueden encomendar estas tareas a los gersonitas, 28
pero estos serán directamente responsables ante Itamar, el hijo de Aarón.
Ministerio de los meraritas
29 »Luego haz el censo del clan de Merari de la tribu
de Leví, 30 incluyendo a todos los hombres entre treinta y cincuenta años,
aptos para el trabajo en el santuario. 31 Cuando se traslade el santuario,
ellos transportarán la estructura del mismo, las barras, las bases, 32 la
estructura de la valla del atrio con sus bases, estacas y cuerdas, y todo lo
necesario para su uso y reparación. Consignarás por sus nombres todos los
utensilios que ellos tienen que llevar. 33 El clan de Merari también será
responsable ante Itamar, el hijo de Aarón».
Censo del clan de Coat
34 Así pues, Moisés, Aarón y los demás jefes hicieron
el censo del clan de Coat, 35 incluyendo a todos los hombres entre treinta y
cincuenta años, aptos para el servicio del santuario, 36 y vieron que el número
total era de dos mil setecientos cincuenta. 37 Todo esto lo hicieron en
cumplimiento de las instrucciones que el Señor le dio a Moisés.
Censo del clan de Guersón
38-41 El censo similar del clan de Guersón dio una
cifra de dos mil seiscientos treinta. 42-45 Y el del clan de Merari, tres mil
doscientos.
Conclusión
46-48 Así que Moisés, Aarón y los demás dirigentes de
Israel vieron que el total de los levitas entre treinta y cincuenta años, aptos
para el servicio en el santuario, y para su transporte, era de ocho mil
quinientos ochenta. 49 Este censo se hizo en obediencia a las instrucciones que
el Señor le dio a Moisés.
Purificación del campamento
5 Otras instrucciones que el Señor dio a Moisés: 2
«Informa al pueblo de Israel que deben sacar a todos los leprosos del
campamento y a todos los que padecen flujo, así como a los que se han
contaminado tocando a un muerto. 3 Esto es aplicable tanto a hombres como a
mujeres. Sáquenlos para que no contaminen el campamento donde yo habito con
ustedes».
4 Estas instrucciones se llevaron a cabo.
Confesión y restitución por daños
5 Entonces el Señor le dijo a Moisés: 6 «Dile al
pueblo de Israel que cuando alguien, sea hombre o mujer, sea infiel al Señor
por pecar contra su prójimo, 7 debe confesar su pecado y debe restituir a la
persona perjudicada completamente el daño, añadiendo el veinte por ciento. 8
Pero si la persona perjudicada ha muerto, y no hay un pariente cercano a quien
se pueda hacer el pago, entonces la restitución debe darse al sacerdote, junto
con un cordero como restitución. 9-10 Cuando el pueblo de Israel lleve una
ofrenda al Señor, la ofrenda quedará como posesión de los sacerdotes».
Ley sobre los celos
11 Y el Señor le dijo a Moisés: 12 «Dile al pueblo de
Israel que si la esposa de un hombre comete adulterio, 13 pero no hay pruebas
por falta de testigos, 14 y él tiene sospechas y está celoso, 15 el marido
llevará a su mujer ante el sacerdote junto con una ofrenda por ella,
consistente en dos kilos y medio de harina de cebada, sin aceite ni incienso
—porque es una ofrenda de celos— con el fin de averiguar la verdad en cuanto a
si es culpable o no.
16 »El sacerdote presentará a la mujer ante el Señor,
17 y pondrá agua santa en una jarra de barro, mezclándola con polvo del suelo
del santuario. 18 La mujer desatará sus cabellos y pondrá en sus manos la
ofrenda de los celos para determinar si las sospechas de su marido están o no
justificadas. El sacerdote estará de pie delante de ella sosteniendo al jarro
con agua amarga que trae la maldición. 19 El sacerdote la pondrá bajo juramento
para jurar que es inocente, y a continuación le dirá: “Si ningún hombre se ha
acostado contigo, excepto tu marido que quedes libre de los efectos de esta
agua amarga que trae maldición. 20 Pero si has cometido adulterio, 21-22 que el
Señor te maldiga en medio de tu pueblo, y no puedas tener hijos y tu vientre se
hinche”. Entonces le pedirá a la mujer que diga: “Sí, así sea”. 23 A continuación
el sacerdote escribirá las maldiciones en un libro y las lavará con el agua
amarga. 24 (Cuando la mujer se beba el agua a instancia del sacerdote, esta se
hará amarga dentro de ella si es culpable).
25 »Entonces el sacerdote tomará la ofrenda de los
celos, la mecerá ante el Señor y la llevará al altar. 26 Tomará un puñado de la
ofrenda, lo quemará sobre el altar, y luego ordenará a la mujer que se beba el
agua. 27 Si ella se ha contaminado cometiendo adulterio contra su marido, el
agua se volverá amarga en su interior, y su vientre se hinchará y sus muslos se
secarán, y ella será maldita en su nación. 28 Pero si ella es fiel a su marido
y no ha cometido adulterio, no le pasará nada y pronto quedará encinta.
29 »Esta es, pues, la ley en cuanto a la esposa infiel
—o en cuanto a las sospechas de un marido respecto a su mujer—. 30 Esta es la
ley que se aplicará cuando una esposa sea infiel a su marido, o este sospeche
que lo ha sido, el marido llevará a su mujer ante el sacerdote, y este actuará
como se ha dicho antes. 31 El marido no será juzgado por haberle causado tan
terrible enfermedad, pues ella es la responsable».
Nueva Biblia Viva (NBV)
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Marcos
12:18-37 Nueva Biblia Viva (NBV)
El matrimonio en la resurrección
18 Luego los saduceos, los que sostienen que no hay
resurrección, fueron a ver a Jesús y le plantearon esta dificultad:
19 ―Maestro, Moisés nos enseñó por medio de sus
escritos que si un hombre muere y deja a su esposa sin haber tenido hijos, el
hermano de ese hombre debe casarse con la viuda para que a su hermano le quede
descendencia.
20 Pues bien, había siete hermanos. El primero se
casó, pero murió sin dejar hijos. 21 El segundo se casó con la viuda, pero
también él murió sin dejar descendencia; lo mismo le pasó al tercero 22 y así
sucesivamente a los otros cuatro. Los siete hermanos murieron sin dejar hijos.
Después murió también la mujer. 23 Cuando resuciten, ¿de cuál de ellos será
esposa esta mujer, pues los siete estuvieron casados con ella?
24 Jesús les respondió:
―Ustedes están equivocados por no conocer ni las
Escrituras ni el poder de Dios. 25 Cuando resuciten los muertos, no se casarán
ni serán entregados en casamiento, porque serán como los ángeles que están en
el cielo. 26 Y en cuanto a que los muertos resucitan, ¿no han leído ustedes, en
el libro de Moisés, el pasaje de la zarza en el que se dice que Dios le habló a
Moisés y le dijo: “Yo soy el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de
Jacob”? 27 Dios no es Dios de muertos, sino de vivos. Así que ustedes están
equivocados por completo.
El mandamiento más importante
28 Entonces se le acercó uno de los maestros de la ley
que los oyó discutir. Al ver que Jesús les había contestado bien, le preguntó:
―De todos los mandamientos, ¿cuál es el más
importante?
29 Jesús le contestó:
―El más importante es: “Oye, Israel. El Señor nuestro
Dios, el Señor es uno. 30 Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu
alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas”. 31 Y el segundo es: “Ama a tu
prójimo como a ti mismo”. No hay otro mandamiento más importante que estos.
32 El maestro de la ley le respondió:
―Muy bien dicho, Maestro. Dices la verdad cuando
afirmas que Dios es uno y que no hay otro además de él. 33 Y que amar a Dios
con todo el corazón, con todo el entendimiento y con todas las fuerzas, y amar
al prójimo como a uno mismo, es más importante que todos los holocaustos y
todos los sacrificios.
34 Al ver Jesús que había respondido con sabiduría, le
dijo:
―No estás lejos del reino de Dios.
Después de esto, ya nadie se atrevió a hacerle más
preguntas.
¿De quién es hijo el Cristo?
35 Mientras Jesús enseñaba en el templo, les preguntó:
―¿Por qué dicen los maestros de la ley que el Cristo
es hijo de David? 36 David mismo, hablando por el Espíritu Santo, dijo: “El
Señor dijo a mi Señor: ‘Siéntate a mi derecha, hasta que ponga a tus enemigos
debajo de tus pies’ ”. 37 ¿Cómo, pues, puede ser hijo de David si el propio David
lo llama “Señor”?
La gente lo escuchaba con agrado.
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Salmos
48 Nueva Biblia Viva (NBV)
Canción. Salmo de los hijos de Coré.
48 ¡Qué grande es el Señor! Cuánto debemos alabarlo en
su monte santo en la ciudad de nuestro Dios. 2 Miren el monte Sion que se eleva
al norte de la ciudad alzándose sobre la llanura para que todos lo vean; el
monte Sion, gozo de toda la tierra, residencia del gran Rey.
3 Dios mismo es el defensor de Jerusalén. 4 Los reyes
de la tierra han llegado juntos para avanzar contra la ciudad. 5 Maravillados
están ante el espectáculo; están aterrados y huyen, 6 aterrorizados por lo que
han visto; van llenos de pánico, como mujer acongojada por los dolores de
parto, 7 como las majestuosas naves de Tarsis cuando las destruye un poderoso
viento del este. 8 De la gloria de la ciudad hemos oído, pero ahora nosotros
mismos la hemos visto, la ciudad de nuestro Dios Todopoderoso. Es la ciudad de
nuestro Dios ¡Él la hará permanecer para siempre!
9 Señor, aquí en tu templo meditamos en tu gran amor
mientras te adoramos. 10 La honra a tu nombre, oh Dios, y la alabanza, a ti
llega hasta los confines de la tierra; tu diestra está llena de victoria. 11
Que el pueblo en el monte Sion se regocije. Que la ciudad de Judá se alegre,
porque tus juicios son justos. 12 Vayan, examinen la ciudad. Denle la vuelta y
cuenten sus muchas torres. 13 Observen sus reforzados muros y recorran sus
fortalezas para que puedan contarlo a las futuras generaciones.
14 Este Dios es nuestro Dios por los siglos de los
siglos. Él será, nuestro guía hasta que muramos.
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Proverbios
10:26 Nueva Biblia Viva (NBV)
26 El perezoso es para quien lo emplea, como humo a
los ojos o como vinagre a los dientes.
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