Día 86, DAB Español, Miércoles 27 de Marzo
Deuteronomio 7:1-8:20; Lucas 7:36-8:3; Salmos 69:1-18; Proverbios 12:1 (La Biblia de las Américas (LBLA))
Deuteronomio
7-8 La Biblia de las Américas (LBLA)
Advertencia contra la idolatría
7 Cuando el Señor tu Dios te haya introducido en la
tierra donde vas a entrar para poseerla y haya echado de delante de ti a muchas
naciones: los hititas, los gergeseos, los amorreos, los cananeos, los ferezeos,
los heveos y los jebuseos, siete naciones más grandes y más poderosas que tú, 2
y cuando el Señor tu Dios los haya entregado delante de ti, y los hayas
derrotado[a], los destruirás por completo[b]. No harás alianza con ellos ni te
apiadarás de ellos. 3 Y no contraerás matrimonio con ellos; no darás tus
hijas[c] a sus hijos[d], ni tomarás sus hijas[e] para tus hijos[f]. 4 Porque
ellos apartarán[g] a tus hijos[h] de seguirme para servir a otros dioses;
entonces la ira del Señor se encenderá contra ti, y El pronto te destruirá. 5
Mas así haréis con ellos: derribaréis sus altares, destruiréis sus pilares
sagrados, y cortaréis sus imágenes de Asera[i], y quemaréis a fuego sus
imágenes talladas.
Un pueblo santo para el Señor
6 Porque tú eres pueblo santo para el Señor tu Dios;
el Señor tu Dios te ha escogido para ser pueblo suyo[j] de entre todos los
pueblos que están sobre la faz de la tierra. 7 El Señor no puso su amor en
vosotros ni os escogió por ser vosotros más numerosos que otro pueblo, pues
erais el más pequeño de todos los pueblos; 8 mas porque el Señor os amó y
guardó el juramento que hizo a vuestros padres, el Señor os sacó con mano
fuerte y os redimió de casa de servidumbre[k], de la mano de Faraón, rey de
Egipto. 9 Reconoce, pues, que el Señor tu Dios es Dios, el Dios fiel, que
guarda su[l] pacto y su[m] misericordia hasta mil generaciones con aquellos que
le aman y guardan sus mandamientos; 10 pero al que le odia, le da el pago en su
misma cara, destruyéndolo; y no se tarda en castigar al que le odia, en su
misma cara le dará el pago. 11 Guarda, por tanto, el mandamiento y los
estatutos y los decretos que yo te mando hoy, para cumplirlos.
Bendiciones de la obediencia
12 Y sucederá que porque escuchas estos decretos y los
guardas y los cumples, el Señor tu Dios guardará su[n] pacto contigo y su[o]
misericordia que juró a tus padres. 13 Y te amará, te bendecirá y te
multiplicará; también bendecirá el fruto de tu vientre y el fruto de tu tierra,
tu cereal, tu mosto, tu aceite, el aumento de tu ganado y las crías de tu
rebaño en la tierra que El juró a tus padres que te daría. 14 Bendito serás más
que todos los pueblos; no habrá varón ni hembra estéril en ti, ni en tu ganado.
15 Y el Señor apartará de ti toda enfermedad; y no pondrá sobre ti ninguna de
las enfermedades malignas de Egipto que has conocido, sino que las pondrá sobre
los que te odian. 16 Y destruirás[p] a todos los pueblos que el Señor tu Dios
te entregue; tu ojo no tendrá piedad de ellos; tampoco servirás a sus dioses,
porque esto sería un tropiezo[q] para ti.
17 Si dijeras en tu corazón: “Estas naciones son más
poderosas que yo, ¿cómo podré desposeerlas?”, 18 no tengas temor de ellas;
recuerda bien lo que el Señor tu Dios hizo a Faraón y a todo Egipto: 19 las
grandes pruebas que tus ojos vieron, las señales y maravillas, y la mano poderosa
y el brazo extendido con el cual el Señor tu Dios te sacó. Así el Señor tu Dios
hará con todos los pueblos a los cuales temes. 20 Además, el Señor tu Dios
enviará la avispa contra ellos, hasta que perezcan los que queden y se escondan
de ti. 21 No te espantes de[r] ellos, porque el Señor tu Dios está en medio de
ti, Dios grande y temible. 22 Y el Señor tu Dios echará estas naciones de
delante de ti poco a poco; no podrás acabar con ellas rápidamente, no sea que
las bestias del campo lleguen a ser demasiado numerosas para ti. 23 Pero el
Señor tu Dios las entregará delante de ti, y producirá entre ellas[s] gran
confusión hasta que perezcan. 24 Y entregará en tus manos a sus reyes de modo
que harás perecer sus nombres de debajo del cielo; ningún hombre podrá hacerte
frente hasta que tú los hayas destruido. 25 Las esculturas[t] de sus dioses
quemarás a fuego; no codiciarás la plata o el oro que las recubren, ni lo
tomarás para ti, no sea que por ello caigas en un lazo, porque es abominación
al Señor tu Dios. 26 Y no traerás cosa abominable a tu casa, pues serás anatema
como ella; ciertamente la aborrecerás y la abominarás, pues es anatema.
Descripción de la Tierra Prometida
8 Todos los mandamientos que yo os ordeno hoy,
tendréis cuidado de ponerlos por obra, a fin de que viváis y os multipliquéis,
y entréis y toméis posesión de la tierra que el Señor juró dar a vuestros
padres. 2 Y te acordarás de todo el camino por donde el Señor tu Dios te ha
traído por el desierto durante estos cuarenta años, para humillarte,
probándote, a fin de saber lo que había en tu corazón, si guardarías o no sus
mandamientos. 3 Y te humilló, y te dejó tener hambre, y te alimentó con el maná
que no conocías, ni tus padres habían conocido, para hacerte entender[u] que el
hombre no sólo vive de pan, sino que vive[v] de todo lo que procede de la boca
del Señor. 4 Tu ropa no se gastó sobre ti, ni se hinchó tu pie durante estos
cuarenta años. 5 Por tanto, debes comprender[w] en tu corazón que el Señor tu
Dios te estaba disciplinando así como un hombre disciplina a su hijo. 6
Guardarás, pues, los mandamientos del Señor tu Dios, para andar en sus caminos
y para temerle[x]. 7 Porque el Señor tu Dios te trae a una tierra buena, a una
tierra de corrientes de aguas, de fuentes y manantiales que fluyen por valles y
colinas; 8 una tierra de trigo y cebada, de viñas, higueras y granados; una
tierra de aceite de oliva y[y] miel; 9 una tierra donde comerás el pan sin
escasez, donde nada te faltará; una tierra cuyas piedras son hierro, y de cuyos
montes puedes sacar cobre. 10 Cuando hayas comido y te hayas saciado,
bendecirás al Señor tu Dios por la buena tierra que El te ha dado.
El peligro de olvidar a Dios
11 Cuídate de no olvidar al Señor tu Dios dejando de
guardar sus mandamientos, sus ordenanzas y sus estatutos que yo te ordeno hoy;
12 no sea que cuando hayas comido y te hayas saciado, y hayas construido buenas
casas y habitado en ellas, 13 y cuando tus vacas y tus ovejas se multipliquen,
y tu plata y oro se multipliquen, y todo lo que tengas se multiplique, 14
entonces tu corazón se enorgullezca[z], y te olvides del Señor tu Dios que te
sacó de la tierra de Egipto de la casa de servidumbre[aa]. 15 El te condujo a
través del inmenso y terrible desierto, con sus serpientes abrasadoras y
escorpiones, tierra sedienta donde no había agua; El sacó para ti agua de la
roca de pedernal. 16 En el desierto te alimentó con el maná que tus padres no
habían conocido, para humillarte y probarte, y para finalmente[ab] hacerte
bien. 17 No sea que digas en tu corazón: “Mi poder y la fuerza de mi mano me
han producido esta riqueza.” 18 Mas acuérdate del Señor tu Dios, porque El es
el que te da poder para hacer riquezas, a fin de confirmar su pacto, el cual
juró a tus padres como en este día. 19 Y sucederá que si alguna vez te olvidas
del Señor tu Dios, y vas en pos de otros dioses, y los sirves y los adoras, yo
testifico contra vosotros hoy, que ciertamente pereceréis. 20 Como las naciones
que el Señor destruye delante de vosotros, así pereceréis, porque no oísteis la
voz del Señor vuestro Dios.
Footnotes:
Deuteronomio 7:2 Lit., herido
Deuteronomio 7:2 O, ciertamente los dedicarás al
anatema
Deuteronomio 7:3 Lit., tu hija
Deuteronomio 7:3 Lit., su hijo
Deuteronomio 7:3 Lit., su hija
Deuteronomio 7:3 Lit., tu hijo
Deuteronomio 7:4 Lit., él apartará
Deuteronomio 7:4 Lit., tu hijo
Deuteronomio 7:5 I.e., símbolos de madera de una
deidad femenina
Deuteronomio 7:6 O, su tesoro especial
Deuteronomio 7:8 Lit., esclavos
Deuteronomio 7:9 Lit., el
Deuteronomio 7:9 Lit., la
Deuteronomio 7:12 Lit., el
Deuteronomio 7:12 Lit., la
Deuteronomio 7:16 Lit., devorarás
Deuteronomio 7:16 Lit., trampa
Deuteronomio 7:21 Lit., de delante de
Deuteronomio 7:23 Lit, las confundirá con
Deuteronomio 7:25 O, imágenes talladas
Deuteronomio 8:3 Lit., saber
Deuteronomio 8:3 Lit., el hombre vive
Deuteronomio 8:5 Lit., saber
Deuteronomio 8:6 O, reverenciarle
Deuteronomio 8:8 O, de olivo, aceite y
Deuteronomio 8:14 Lit., se levante
Deuteronomio 8:14 Lit., esclavos
Deuteronomio 8:16 Lit., en tu fin
La Biblia de las Américas (LBLA)
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Lucas
7:36-8:3 La Biblia de las Américas (LBLA)
Jesús perdona a una pecadora
36 Uno de los fariseos le pedía que comiera con él; y
entrando en la casa del fariseo, se sentó[a] a la mesa. 37 Y he aquí, había en
la ciudad una mujer que era pecadora, y cuando se enteró de que Jesús estaba
sentado[b] a la mesa en casa del fariseo, trajo un frasco de alabastro con
perfume; 38 y poniéndose detrás de El a sus pies, llorando, comenzó a regar sus
pies con lágrimas y los secaba con los cabellos de su cabeza, besaba sus pies y
los ungía con el perfume. 39 Pero al ver esto el fariseo que le había invitado,
dijo para sí[c]: Si éste fuera un profeta[d], sabría quién y qué clase de mujer
es la que le está tocando, que es una pecadora. 40 Y respondiendo Jesús, le
dijo: Simón, tengo algo que decirte: Y él dijo*: Di, Maestro. 41 Cierto
prestamista tenía dos deudores; uno le debía quinientos denarios[e] y el otro
cincuenta; 42 y no teniendo ellos con qué pagar, perdonó generosamente a los
dos. ¿Cuál de ellos, entonces, le amará más? 43 Simón respondió, y dijo:
Supongo que aquel a quien le perdonó más. Y Jesús le dijo: Has juzgado
correctamente. 44 Y volviéndose hacia la mujer, le dijo a Simón: ¿Ves esta
mujer? Yo entré a tu casa y no me diste agua para los pies, pero ella ha regado
mis pies con sus lágrimas y los ha secado con sus cabellos. 45 No me diste
beso, pero ella, desde que entré, no ha cesado[f] de besar mis pies. 46 No
ungiste mi cabeza con aceite, pero ella ungió mis pies con perfume. 47 Por lo
cual te digo que sus pecados, que son muchos, han sido perdonados, porque amó
mucho; pero a quien poco se le perdona, poco ama. 48 Y a ella le dijo: Tus
pecados han sido perdonados. 49 Los que estaban sentados[g] a la mesa con El
comenzaron a decir entre sí: ¿Quién es éste que hasta perdona pecados? 50 Pero
Jesús dijo a la mujer: Tu fe te ha salvado, vete en paz.
Mujeres que servían a Jesús
8 Y poco[h] después, El comenzó a recorrer las
ciudades y aldeas, proclamando y anunciando las buenas nuevas del reino de
Dios; con El iban los doce, 2 y también algunas mujeres que habían sido sanadas
de espíritus malos y de enfermedades: María, llamada Magdalena, de la que
habían salido siete demonios, 3 y Juana, mujer de Chuza, mayordomo de Herodes,
y Susana, y muchas otras que de sus bienes personales contribuían al
sostenimiento de ellos.
Footnotes:
Lucas 7:36 Lit., se recostó
Lucas 7:37 Lit., recostado
Lucas 7:39 Lit., para sí diciendo
Lucas 7:39 Algunos mss. dicen: el profeta
Lucas 7:41 Un denario valía aprox. 4 gramos de plata,
o el equivalente al salario de un día
Lucas 7:45 Lit., no cesaba
Lucas 7:49 Lit., reclinados
Lucas 8:1 Lit., Y sucedió
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Salmos
69:1-18 La Biblia de las Américas (LBLA)
Oración del justo perseguido
Para el director del coro; según Sosanim[a]. Salmo de
David.
69 Sálvame, oh Dios,
porque las aguas me han llegado hasta el alma.
2 Me he hundido en cieno profundo, y no hay donde
hacer pie;
he llegado a lo profundo de las aguas, y la corriente
me anega.
3 Cansado estoy de llorar; reseca está mi garganta;
mis ojos desfallecen mientras espero a mi Dios.
4 Más que los cabellos de mi cabeza son los que sin
causa me aborrecen;
poderosos son los que quieren destruirme[b],
sin razón son mis enemigos,
me hacen[c] devolver aquello que no robé.
5 Oh Dios, tú conoces mi insensatez,
y mis transgresiones no te son ocultas.
6 ¡No se avergüencen de mí los que en ti esperan, oh
Señor, Dios[d] de los ejércitos!
¡No sean humillados[e] por mí los que te buscan, oh
Dios de Israel!
7 Pues por amor de ti he sufrido vituperio;
la ignominia ha cubierto mi rostro.
8 Me he convertido en extraño para mis hermanos,
y en extranjero para los hijos de mi madre.
9 Porque el celo por tu casa me ha consumido,
y los vituperios de los que te injurian han caído
sobre mí.
10 Cuando lloraba afligiendo con ayuno mi alma,
eso se convirtió en afrenta para mí.
11 Cuando hice de cilicio mi vestido,
me convertí en proverbio para ellos.
12 Hablan de mí los que se sientan a la puerta,
y soy la canción[f] de los borrachos.
13 Pero yo elevo a ti mi oración, oh Señor, en tiempo
propicio;
oh Dios, en la grandeza de tu misericordia,
respóndeme con tu verdad salvadora[g].
14 Sácame del cieno y no dejes que me hunda;
sea yo librado de los que me odian, y de lo profundo
de las aguas.
15 No me cubra la corriente de las aguas,
ni me trague el abismo,
ni el pozo cierre sobre mí su boca.
16 Respóndeme, oh Señor, pues buena es tu
misericordia;
vuélvete a mí, conforme a tu inmensa compasión,
17 y no escondas tu rostro de tu siervo,
porque estoy en angustia; respóndeme pronto.
18 Acércate a mi alma y redímela;
por causa de mis enemigos, rescátame.
Footnotes:
Salmos 69:1 Posiblemente, Lirios
Salmos 69:4 O, silenciarme
Salmos 69:4 Lit., entonces tengo que
Salmos 69:6 Heb., YHWH, generalmente traducido Señor
Salmos 69:6 O, confundidos
Salmos 69:12 Lit., las canciones
Salmos 69:13 O, la fidelidad de tu salvación
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Proverbios
12:1 La Biblia de las Américas (LBLA)
12 El que ama la instrucción[a] ama el conocimiento,
pero el que odia la reprensión es torpe.
Footnotes:
Proverbios 12:1 O, disciplina
La Biblia de las Américas (LBLA)
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