Día 65, DAB Español, Miércoles 6 de Marzo
Números 6:1-7:89; Marcos 12:38-13:13; Salmos 49; Proverbios 10:27-28 (Nueva Biblia Viva (NBV))
Números
6-7 Nueva Biblia Viva (NBV)
Los nazareos
6 El Señor también le dio a Moisés estas instrucciones
para el pueblo de Israel: 2 «Cuando un hombre o una mujer haga el voto del
nazareato, consagrándose al Señor de un modo especial, 3-4 durante todo el
período de su consagración al Señor no debe probar bebidas fuertes, ni vino
añejo, ni vino recién hecho, ni mosto, ni uvas, ni uvas pasas. No puede comer
nada de lo que proviene de la uva, ni siquiera los granillos o el hollejo.
5 »Durante todo ese tiempo nunca se cortará el
cabello, pues es santo y consagrado al Señor, y por eso debe dejar que le
crezca.
6 »Tampoco podrá acercarse a un cadáver durante el
tiempo de su voto, 7 aunque se trate del cuerpo de su padre o de su madre,
hermano o hermana, pues su voto de consagración sigue teniendo efecto, 8 y está
consagrado al Señor durante todo ese tiempo.
9 »Si se contamina porque alguien cae muerto junto a
él, siete días después se afeitará su cabeza contaminada y así quedará limpio
de la contaminación por haber estado en presencia de un cadáver. 10 Al día siguiente,
el octavo, llevará dos tórtolas o dos palominos al sacerdote, en la entrada del
santuario. 11 El sacerdote ofrecerá una de estas aves a modo de ofrenda por el
pecado, y la otra como ofrenda totalmente quemada, y así reparará el problema
de su contaminación. Ese mismo día deberá renovar sus votos y dejar que el
cabello le vuelva a crecer. 12 Los días que cumplió del voto antes de su
contaminación no serán válidos. Debe empezar de nuevo con otro voto, y debe
presentar un cordero de un año en pago por su culpa.
13 »Al terminar el período de su consagración al
Señor, irá a la entrada del santuario 14 y ofrecerá como ofrenda quemada al
Señor, un cordero de un año sin ningún defecto. También ofrecerá una cabra de
un año sin ningún defecto en pago por sus pecados, un carnero sin defecto como
ofrenda de paz, 15 una cesta de panes sin levadura; panes hechos con harina
fina y aceite de oliva, hojaldres sin levadura untados con aceite y las
correspondientes ofrendas de grano y de bebidas. 16 El sacerdote presentará
estas ofrendas ante el Señor: primero la ofrenda por el pecado y la ofrenda
quemada, 17 luego el carnero de la ofrenda de paz junto con la cesta de pan sin
levadura, y por último la ofrenda de grano y la ofrenda de bebidas.
18 »Entonces el nazareo se cortará el cabello que se
dejó crecer como señal de su voto de separación. Esto se hará a la entrada del
santuario, y a continuación se echará el cabello al fuego, junto con el
sacrificio de la ofrenda de paz. 19 Después de afeitar la cabeza del devoto, el
sacerdote cogerá la paletilla asada del cordero, uno de los panes (hechos sin
levadura) y una de las hojaldres, y lo pondrá en las manos del hombre. 20 Luego
el sacerdote lo mecerá ante el Señor como se hace con la ofrendas. Todo esto
será una porción santa para el sacerdote, así como también la costilla y la
paletilla que fueron mecidas ante el Señor. Después de esto el nazareo puede
beber otra vez vino, pues ha quedado libre de su voto.
21 »Ese es el reglamento para el nazareato y para sus
sacrificios al terminar el período de la dedicación especial. Además de estos
sacrificios debe también traer la ofrenda que prometió cuando hizo el voto de
hacerse nazareo».
Bendición sacerdotal
22 Luego el Señor le dijo a Moisés: 23 «Diles a Aarón
y a sus hijos que cuando bendigan al pueblo de Israel lo hagan con esta
bendición: 24-26 “El Señor te bendiga y te guarde; que el rostro del Señor
resplandezca sobre ti, que él te sea propicio, te muestre su favor y te dé su
paz”. 27 Así es como Aarón y sus hijos invocarán mis bendiciones sobre el
pueblo de Israel; y yo los bendeciré».
Ofrendas para la consagración del santuario
7 Moisés ungió y santificó el santuario, incluyendo el
altar y los utensilios, el mismo día en que se terminó su montaje. 2 Entonces
los dirigentes de Israel —los jefes de las tribus que habían organizado el
censo— presentaron sus ofrendas. 3 Trajeron seis carros cubiertos, tirados cada
uno de ellos por dos bueyes —un carro por cada dos jefes y un buey por cada
uno— y lo presentaron ante el Señor a la entrada del santuario.
4-5 «Acepta sus ofrendas» —le dijo el Señor a Moisés—,
«y utiliza esos carros para el trabajo del santuario. Entrégaselos a los
levitas para lo que los necesiten». 6 Moisés, por lo tanto, hizo entrega de los
carros y los bueyes a los levitas. 7 Al clan de Guersón se le dio, para uso de
ellos, dos carros y cuatro bueyes, 8 y cuatro carros y ocho bueyes fueron
entregados al grupo de Merari, que estaba al mando de Itamar, hijo de Aarón. 9
Al grupo de Coat no se le dio ningún carro ni ninguna yunta, ya que se les
había requerido que transportaran en hombros la parte que les correspondía del
santuario.
Ofrendas para la dedicación del altar
10 Los jefes presentaron también unas ofrendas de
dedicación el día en que el altar fue ungido, colocándolas sobre el altar.
11 El Señor le dijo a Moisés: «Que cada uno traiga, en
días diferentes, su ofrenda para la dedicación del altar».
La ofrenda de Judá
12 Naasón, hijo de Aminadab, de la tribu de Judá, fue
el primero en presentar su ofrenda. 13 Esta consistía en una bandeja de plata
que pesaba más de un kilo y medio y un tazón de plata de más de ochocientos
gramos, llenos los dos con ofrendas de harina y aceite. 14 También presentó una
pequeña bandeja de oro llena de incienso, que pesaba unos ciento veinte gramos.
15 Trajo además, como ofrendas para ser quemadas por completo, un becerro, un
carnero y un corderillo de un año. 16 También trajo un chivo para la ofrenda
por el pecado, 17 y dos bueyes, cinco carneros, cinco chivos y cinco
corderillos de un año para la ofrenda de paz.
La ofrenda de Isacar
18-23 Al día siguiente Natanael, hijo de Zuar, jefe de
la tribu de Isacar, presentó sus dones y ofrendas. Eran estos exactamente
iguales que los que había presentado Naasón el día anterior.[a]
La ofrenda de Zabulón
24-29 Al tercer día, Eliab, hijo de Helón, jefe de la
tribu de Zabulón, vino con ofrendas iguales a las que se habían presentado los
días anteriores.
La ofrenda de Rubén
30-35 Al cuarto día Elisur, hijo de Sedeúr, jefe de la
tribu de Rubén, fue a entregar sus ofrendas, que eran iguales que las que se
habían presentado con anterioridad.
La ofrenda de Simeón
36-41 Al quinto día fue Selumiel, hijo de Zurisaday,
jefe de la tribu de Simeón, con las mismas ofrendas.
La ofrenda de Gad
42-47 Al día siguiente le correspondió a Eliasaf, hijo
de Deuel, jefe de la tribu de Gad. También él presentó las mismas ofrendas y
sacrificios.
La ofrenda de Efraín
48-53 Al séptimo día, Elisama, hijo de Amiud, jefe de
la tribu de Efraín, llevó sus ofrendas, igual que las que se habían presentado
anteriormente.
La ofrenda de Manasés
54-59 Gamaliel, hijo de Pedasur, jefe de la tribu de
Manasés, fue al octavo día con las mismas ofrendas.
La ofrenda de Bejamín
60-65 Al noveno día fue Abidán, hijo de Gedeoni, jefe
de la tribu de Benjamín, con ofrendas iguales a las que presentaron los otros.
La ofrenda de Dan
66-71 Ajiezer, hijo de Amisaday, llevó sus ofrendas al
décimo día. Este era jefe de la tribu de Dan, y sus ofrendas fueron iguales que
las de los demás.
La ofrenda de Aser
72-77 Paguiel, hijo de Ocrán, jefe de la tribu de
Aser, llevó sus ofrendas al undécimo día y eran idénticas a las anteriores.
La ofrenda de Neftalí
78-83 Al duodécimo día se presentó Ajira, hijo de
Enán, jefe de la tribu de Neftalí, con sus ofrendas, que eran idénticas a las
entregadas por los otros.
Conclusión
84-86 Así pues, a partir del día en que se ungió el
altar, este fue dedicado con las ofrendas de los jefes de las tribus de Israel.
Las ofrendas sumadas fueron:
12 bandejas de plata (de más de un kilo y medio cada
una);
12 tazones de plata (de más de ochocientos gramos cada
uno, de modo que el peso total de la plata era casi veintinueve kilos);
12 cajitas de oro (cada una de ellas de ciento veinte
gramos; de modo que el peso total del oro casi llegaba al kilo y medio).
87 Para las ofrendas que se ofrecen en su totalidad
presentaron:
12 becerros, 12 carneros y 12 chivos tiernos (con las
ofrendas de grano que les acompañaban).
Para las ofrendas por el pecado presentaron:
12 chivos.
88 Para las ofrendas de paz presentaron:
24 novillos, 60 carneros, 60 chivos, 60 corderos de un
año.
Dios se revela en medio del pueblo
89 Cuando Moisés entraba en el santuario para hablar
con Dios, oía la voz que le hablaba desde encima del propiciatorio que estaba
sobre el cofre, entre los dos querubines.
Footnotes:
7.18-23 El texto original repite la lista de las
ofrendas anotadas en los versículos 13-17.
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Marcos
12:38-13:13 Nueva Biblia Viva (NBV)
38 Jesús continuó enseñando y les decía:
―Cuídense de los maestros de la ley, pues a ellos les
gusta pasearse vestidos con ropas que llaman la atención, para que los saluden
en las plazas. 39 También les gusta ocupar los primeros asientos en las
sinagogas y los lugares de honor en los banquetes. 40 Les quitan sus bienes a
las viudas y luego ocultan ese hecho con largas oraciones para impresionar a
los demás. Esos recibirán mayor castigo.
La ofrenda de la viuda
41 Jesús se sentó frente al lugar donde se depositaban
las ofrendas en el templo, y se puso a observar cómo la gente echaba su dinero.
Muchos ricos depositaban grandes cantidades. 42 También llegó una viuda pobre y
echó en la caja de las ofrendas dos moneditas de muy poco valor. 43 Entonces
Jesús indicó a sus discípulos que se le acercaran y les dijo: «Les aseguro que
esta viuda pobre ha echado más en el tesoro que todos los otros. 44 Todos
echaron de lo que les sobraba; pero ella, siendo tan pobre, dio todo lo que
tenía para vivir».
Señales del fin del mundo
13 Al salir Jesús del templo, uno de sus discípulos le
dijo:
―¡Maestro, mira! ¡Qué piedras más impresionantes! ¡Qué
edificios!
2 Jesús le respondió:
―¿Ves todos estos grandes edificios? De ellos no quedará
una piedra sobre otra, pues serán derribados.
3 Después estaba Jesús sentado en el monte de los
Olivos, frente al templo. Entonces, Pedro, Jacobo, Juan y Andrés le preguntaron
aparte:
4 ―Dinos, ¿cuándo va a suceder esto? ¿Y cuál será la
señal de que todo esto ya va a cumplirse?
5 Jesús les contestó y comenzó a decirles:
―Tengan cuidado de que nadie los engañe. 6 Porque
vendrán muchos que, usando mi nombre, dirán: “Yo soy”, y engañarán a muchos. 7
Cuando ustedes escuchen que hay guerras y rumores de guerras, no se inquieten.
Es necesario que así suceda, pero todavía no será el fin. 8 Las naciones
pelearán una contra la otra, y un reino contra otro reino. Habrá terremotos por
todas partes, y hambre. Esto sólo será el comienzo de los dolores.
9 »Por eso, cuídense. A ustedes los entregarán a los
tribunales y los golpearán en las sinagogas, y por mi causa los harán
comparecer ante gobernadores y reyes, para dar testimonio ante ellos. 10 Antes
del fin deberá predicarse el evangelio a todas las naciones. 11 Cuando a
ustedes los entreguen y los lleven a juicio, no empiecen a preocuparse con
antelación por lo que vayan a decir. Digan sólo lo que se les indique en esos
momentos, porque no serán ustedes los que hablen, sino el Espíritu Santo.
12 »El hermano entregará a la muerte a su hermano, y
el padre al hijo. Los hijos se rebelarán contra sus padres y los matarán. 13
Todo el mundo los odiará a ustedes por causa de mí, pero el que se mantenga
firme hasta el fin será salvo.
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Salmos
49 Nueva Biblia Viva (NBV)
Al director musical. Salmo de los hijos de Coré.
49 ¡Escuchen todos: la clase alta y la clase baja, 2
ricos y pobres del mundo entero! Escuchen mis palabras, 3 porque son sabias y
mis pensamientos están llenos de discernimiento.
4 Escucharé muchos proverbios y resolveré enigmas al
son del arpa. 5 No hay por qué temer cuando llega la adversidad, ni aunque este
rodeado de enemigos. 6 Ellos confían en sus bienes y se jactan de sus riquezas.
7 Pero nadie puede salvar a nadie de la muerte, pagándole rescate a Dios por su
vida. 8 Tal salvación no se da fácilmente, pues nadie puede pagar suficiente, 9
para vivir por siempre y no llegar a ver la fosa.
10 Nadie puede negar que todos mueren, que sabios e
insensatos perecen por igual y, que sus riquezas se quedan para otros. 11 La
tumba será su hogar eterno donde se quedarán para siempre. Ponen su nombre a
sus propiedades pero tendrán que dejarles sus riquezas a otros. 12 El ser
humano, con toda su pompa, tiene que morir como cualquier animal. 13 Así es el
destino de los necios, aunque se diga de ellos que tuvieron gran sabiduría.
14 Como ovejas están destinados al sepulcro; donde la
muerte será su pastor. Por la mañana los gobernarán los justos. Sus cuerpos se
pudrirán en el sepulcro lejos de sus suntuosas propiedades.
15 Pero en cuanto a mí; Dios redimirá mi alma del
poder de la muerte; porque él me recibirá. 16 Así que no se desanimen cuando
los malvados se enriquecen y edifican bellas mansiones. 17 Porque al morir nada
se llevan consigo. Sus riquezas no los seguirán al sepulcro. 18 Aunque alguien
se diga feliz toda la vida, y la gente lo elogie por sus logros, 19 al fin
muere como todos los demás y no vuelve a ver la luz del día.
20 Porque el ser humano, con toda su pompa, tiene que
morir como cualquier animal.
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Proverbios
10:27-28 Nueva Biblia Viva (NBV)
27 El honrar al Señor alarga la vida, pero a los
malvados se la acorta.
28 En el futuro de los justos hay felicidad, pero el
de los malvados está vacío.
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