Día 033, DAB Español, Domingo 02 de Febrero
Éxodo 15:20-17:7; Mateo 22:1-32; Salmos 27:1-7; Proverbios 6:20-26 (Reina-Valera 1960 (RVR1960))
Éxodo 15:20-17:7; Mateo 22:1-32; Salmos 27:1-7; Proverbios 6:20-26 (Reina-Valera 1960 (RVR1960))
Éxodo 15:20-17:7 Reina-Valera 1960 (RVR1960)
20 Y María la profetisa, hermana de Aarón, tomó un
pandero en su mano, y todas las mujeres salieron en pos de ella con panderos y
danzas.
21 Y María les respondía:
Cantad a
Jehová, porque en extremo se ha engrandecido;
Ha echado en
el mar al caballo y al jinete.
El agua amarga de Mara
22 E hizo Moisés que partiese Israel del Mar Rojo, y
salieron al desierto de Shur; y anduvieron tres días por el desierto sin hallar
agua.
23 Y llegaron a Mara, y no pudieron beber las aguas de
Mara, porque eran amargas; por eso le pusieron el nombre de Mara.[a]
24 Entonces el pueblo murmuró contra Moisés, y dijo:
¿Qué hemos de beber?
25 Y Moisés clamó a Jehová, y Jehová le mostró un
árbol; y lo echó en las aguas, y las aguas se endulzaron. Allí les dio
estatutos y ordenanzas, y allí los probó;
26 y dijo: Si oyeres atentamente la voz de Jehová tu
Dios, e hicieres lo recto delante de sus ojos, y dieres oído a sus
mandamientos, y guardares todos sus estatutos, ninguna enfermedad de las que
envié a los egipcios te enviaré a ti; porque yo soy Jehová tu sanador.
27 Y llegaron a Elim, donde había doce fuentes de
aguas, y setenta palmeras; y acamparon allí junto a las aguas.
Dios da el maná
16 Partió luego
de Elim toda la congregación de los hijos de Israel, y vino al desierto de Sin,
que está entre Elim y Sinaí, a los quince días del segundo mes después que
salieron de la tierra de Egipto.
2 Y toda la congregación de los hijos de Israel murmuró
contra Moisés y Aarón en el desierto;
3 y les decían los hijos de Israel: Ojalá hubiéramos
muerto por mano de Jehová en la tierra de Egipto, cuando nos sentábamos a las
ollas de carne, cuando comíamos pan hasta saciarnos; pues nos habéis sacado a
este desierto para matar de hambre a toda esta multitud.
4 Y Jehová dijo a Moisés: He aquí yo os haré llover
pan del cielo; y el pueblo saldrá, y recogerá diariamente la porción de un día,
para que yo lo pruebe si anda en mi ley, o no.
5 Mas en el sexto día prepararán para guardar el doble
de lo que suelen recoger cada día.
6 Entonces dijeron Moisés y Aarón a todos los hijos de
Israel: En la tarde sabréis que Jehová os ha sacado de la tierra de Egipto,
7 y a la mañana veréis la gloria de Jehová; porque él
ha oído vuestras murmuraciones contra Jehová; porque nosotros, ¿qué somos, para
que vosotros murmuréis contra nosotros?
8 Dijo también Moisés: Jehová os dará en la tarde
carne para comer, y en la mañana pan hasta saciaros; porque Jehová ha oído
vuestras murmuraciones con que habéis murmurado contra él; porque nosotros,
¿qué somos? Vuestras murmuraciones no son contra nosotros, sino contra Jehová.
9 Y dijo Moisés a Aarón: Di a toda la congregación de
los hijos de Israel: Acercaos a la presencia de Jehová, porque él ha oído
vuestras murmuraciones.
10 Y hablando Aarón a toda la congregación de los
hijos de Israel, miraron hacia el desierto, y he aquí la gloria de Jehová
apareció en la nube.
11 Y Jehová habló a Moisés, diciendo:
12 Yo he oído las murmuraciones de los hijos de
Israel; háblales, diciendo: Al caer la tarde comeréis carne, y por la mañana os
saciaréis de pan, y sabréis que yo soy Jehová vuestro Dios.
13 Y venida la tarde, subieron codornices que
cubrieron el campamento; y por la mañana descendió rocío en derredor del
campamento.
14 Y cuando el rocío cesó de descender, he aquí sobre
la faz del desierto una cosa menuda, redonda, menuda como una escarcha sobre la
tierra.
15 Y viéndolo los hijos de Israel, se dijeron unos a
otros: ¿Qué es esto? porque no sabían qué era. Entonces Moisés les dijo: Es el
pan que Jehová os da para comer.
16 Esto es lo que Jehová ha mandado: Recoged de él
cada uno según lo que pudiere comer; un gomer por cabeza, conforme al número de
vuestras personas, tomaréis cada uno para los que están en su tienda.
17 Y los hijos de Israel lo hicieron así; y recogieron
unos más, otros menos;
18 y lo medían por gomer, y no sobró al que había
recogido mucho, ni faltó al que había recogido poco; cada uno recogió conforme
a lo que había de comer.
19 Y les dijo Moisés: Ninguno deje nada de ello para
mañana.
20 Mas ellos no obedecieron a Moisés, sino que algunos
dejaron de ello para otro día, y crió gusanos, y hedió; y se enojó contra ellos
Moisés.
21 Y lo recogían cada mañana, cada uno según lo que
había de comer; y luego que el sol calentaba, se derretía.
22 En el sexto día recogieron doble porción de comida,
dos gomeres para cada uno; y todos los príncipes de la congregación vinieron y
se lo hicieron saber a Moisés.
23 Y él les dijo: Esto es lo que ha dicho Jehová:
Mañana es el santo día de reposo,[b] el reposo consagrado a Jehová; lo que
habéis de cocer, cocedlo hoy, y lo que habéis de cocinar, cocinadlo; y todo lo
que os sobrare, guardadlo para mañana.
24 Y ellos lo guardaron hasta la mañana, según lo que
Moisés había mandado, y no se agusanó, ni hedió.
25 Y dijo Moisés: Comedlo hoy, porque hoy es día de
reposo[c] para Jehová; hoy no hallaréis en el campo.
26 Seis días lo recogeréis; mas el séptimo día es día
de reposo;[d] en él no se hallará.
27 Y aconteció que algunos del pueblo salieron en el
séptimo día a recoger, y no hallaron.
28 Y Jehová dijo a Moisés: ¿Hasta cuándo no querréis
guardar mis mandamientos y mis leyes?
29 Mirad que Jehová os dio el día de reposo,[e] y por
eso en el sexto día os da pan para dos días. Estése, pues, cada uno en su
lugar, y nadie salga de él en el séptimo día.
30 Así el pueblo reposó el séptimo día.
31 Y la casa de Israel lo llamó Maná;[f] y era como
semilla de culantro, blanco, y su sabor como de hojuelas con miel.
32 Y dijo Moisés: Esto es lo que Jehová ha mandado:
Llenad un gomer de él, y guardadlo para vuestros descendientes, a fin de que
vean el pan que yo os di a comer en el desierto, cuando yo os saqué de la
tierra de Egipto.
33 Y dijo Moisés a Aarón: Toma una vasija y pon en
ella un gomer de maná, y ponlo delante de Jehová, para que sea guardado para
vuestros descendientes.
34 Y Aarón lo puso delante del Testimonio para
guardarlo, como Jehová lo mandó a Moisés.
35 Así comieron los hijos de Israel maná cuarenta
años, hasta que llegaron a tierra habitada; maná comieron hasta que llegaron a
los límites de la tierra de Canaán.
36 Y un gomer es la décima parte de un efa.
Agua de la roca
17 Toda la
congregación de los hijos de Israel partió del desierto de Sin por sus
jornadas, conforme al mandamiento de Jehová, y acamparon en Refidim; y no había
agua para que el pueblo bebiese.
2 Y altercó el pueblo con Moisés, y dijeron: Danos
agua para que bebamos. Y Moisés les dijo: ¿Por qué altercáis conmigo? ¿Por qué
tentáis a Jehová?
3 Así que el pueblo tuvo allí sed, y murmuró contra
Moisés, y dijo: ¿Por qué nos hiciste subir de Egipto para matarnos de sed a
nosotros, a nuestros hijos y a nuestros ganados?
4 Entonces clamó Moisés a Jehová, diciendo: ¿Qué haré
con este pueblo? De aquí a un poco me apedrearán.
5 Y Jehová dijo a Moisés: Pasa delante del pueblo, y
toma contigo de los ancianos de Israel; y toma también en tu mano tu vara con
que golpeaste el río, y ve.
6 He aquí que yo estaré delante de ti allí sobre la
peña en Horeb; y golpearás la peña, y saldrán de ella aguas, y beberá el
pueblo. Y Moisés lo hizo así en presencia de los ancianos de Israel.
7 Y llamó el nombre de aquel lugar Masah[g] y
Meriba,[h] por la rencilla de los hijos de Israel, y porque tentaron a Jehová,
diciendo: ¿Está, pues, Jehová entre nosotros, o no?
Footnotes:
Éxodo 15:23 Esto es, Amargura.
Éxodo 16:23 Aquí equivale a sábado.
Éxodo 16:25 Aquí equivale a sábado.
Éxodo 16:26 Aquí equivale a sábado.
Éxodo 16:29 Aquí equivale a sábado.
Éxodo 16:31 Esto es, ¿Qué es esto?
Éxodo 17:7 Esto es, Prueba.
Éxodo 17:7 Esto es, Rencilla.
Reina-Valera 1960 (RVR1960)
Versión Reina-Valera 1960 © Sociedades Bíblicas en
América Latina, 1960. Renovado © Sociedades Bíblicas Unidas, 1988.
Mateo 22:1-32 Reina-Valera 1960 (RVR1960)
Parábola de la fiesta de bodas
22 Respondiendo
Jesús, les volvió a hablar en parábolas, diciendo:
2 El reino de los cielos es semejante a un rey que
hizo fiesta de bodas a su hijo;
3 y envió a sus siervos a llamar a los convidados a
las bodas; mas éstos no quisieron venir.
4 Volvió a enviar otros siervos, diciendo: Decid a los
convidados: He aquí, he preparado mi comida; mis toros y animales engordados
han sido muertos, y todo está dispuesto; venid a las bodas.
5 Mas ellos, sin hacer caso, se fueron, uno a su
labranza, y otro a sus negocios;
6 y otros, tomando a los siervos, los afrentaron y los
mataron.
7 Al oírlo el rey, se enojó; y enviando sus ejércitos,
destruyó a aquellos homicidas, y quemó su ciudad.
8 Entonces dijo a sus siervos: Las bodas a la verdad
están preparadas; mas los que fueron convidados no eran dignos.
9 Id, pues, a las salidas de los caminos, y llamad a
las bodas a cuantos halléis.
10 Y saliendo los siervos por los caminos, juntaron a
todos los que hallaron, juntamente malos y buenos; y las bodas fueron llenas de
convidados.
11 Y entró el rey para ver a los convidados, y vio
allí a un hombre que no estaba vestido de boda.
12 Y le dijo: Amigo, ¿cómo entraste aquí, sin estar
vestido de boda? Mas él enmudeció.
13 Entonces el rey dijo a los que servían: Atadle de
pies y manos, y echadle en las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el
crujir de dientes.
14 Porque muchos son llamados, y pocos escogidos.
La cuestión del tributo
(Mr. 12.13-17; Lc. 20.20-26)
15 Entonces se fueron los fariseos y consultaron cómo
sorprenderle en alguna palabra.
16 Y le enviaron los discípulos de ellos con los
herodianos, diciendo: Maestro, sabemos que eres amante de la verdad, y que
enseñas con verdad el camino de Dios, y que no te cuidas de nadie, porque no
miras la apariencia de los hombres.
17 Dinos, pues, qué te parece: ¿Es lícito dar tributo
a César, o no?
18 Pero Jesús, conociendo la malicia de ellos, les
dijo: ¿Por qué me tentáis, hipócritas?
19 Mostradme la moneda del tributo. Y ellos le
presentaron un denario.
20 Entonces les dijo: ¿De quién es esta imagen, y la
inscripción?
21 Le dijeron: De César. Y les dijo: Dad, pues, a
César lo que es de César, y a Dios lo que es de Dios.
22 Oyendo esto, se maravillaron, y dejándole, se
fueron.
La pregunta sobre la resurrección
(Mr. 12.18-27; Lc. 20.27-40)
23 Aquel día vinieron a él los saduceos, que dicen que
no hay resurrección, y le preguntaron,
24 diciendo: Maestro, Moisés dijo: Si alguno muriere
sin hijos, su hermano se casará con su mujer, y levantará descendencia a su hermano.
25 Hubo, pues, entre nosotros siete hermanos; el
primero se casó, y murió; y no teniendo descendencia, dejó su mujer a su
hermano.
26 De la misma manera también el segundo, y el
tercero, hasta el séptimo.
27 Y después de todos murió también la mujer.
28 En la resurrección, pues, ¿de cuál de los siete
será ella mujer, ya que todos la tuvieron?
29 Entonces respondiendo Jesús, les dijo: Erráis,
ignorando las Escrituras y el poder de Dios.
30 Porque en la resurrección ni se casarán ni se darán
en casamiento, sino serán como los ángeles de Dios en el cielo.
31 Pero respecto a la resurrección de los muertos, ¿no
habéis leído lo que os fue dicho por Dios, cuando dijo:
32 Yo soy el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el
Dios de Jacob? Dios no es Dios de muertos, sino de vivos.
Reina-Valera 1960 (RVR1960)
Versión Reina-Valera 1960 © Sociedades Bíblicas en
América Latina, 1960. Renovado © Sociedades Bíblicas Unidas, 1988.
Salmos 27:1-7 Reina-Valera 1960 (RVR1960)
Jehová es mi luz y mi salvación
Salmo de David.
27 Jehová es mi luz y mi salvación; ¿de quién temeré?
Jehová es la
fortaleza de mi vida; ¿de quién he de atemorizarme?
2 Cuando se juntaron contra mí los malignos, mis
angustiadores y mis enemigos,
Para comer mis carnes, ellos tropezaron y cayeron.
3 Aunque un ejército acampe contra mí,
No temerá mi corazón;
Aunque contra mí se levante guerra,
Yo estaré confiado.
4 Una cosa he demandado a Jehová, ésta buscaré;
Que esté yo en la casa de Jehová todos los días de mi
vida,
Para contemplar la hermosura de Jehová, y para
inquirir en su templo.
5 Porque él me esconderá en su tabernáculo en el día
del mal;
Me ocultará en lo reservado de su morada;
Sobre una roca me pondrá en alto.
6 Luego levantará mi cabeza sobre mis enemigos que me
rodean,
Y yo sacrificaré en su tabernáculo sacrificios de
júbilo;
Cantaré y entonaré alabanzas a Jehová.
7 Oye, oh Jehová, mi voz con que a ti clamo;
Ten misericordia de mí, y respóndeme.
Reina-Valera 1960 (RVR1960)
Versión Reina-Valera 1960 © Sociedades Bíblicas en
América Latina, 1960. Renovado © Sociedades Bíblicas Unidas, 1988.
Proverbios 6:20-26 Reina-Valera 1960 (RVR1960)
Amonestación contra el adulterio
20 Guarda, hijo mío, el mandamiento de tu padre,
Y no dejes
la enseñanza de tu madre;
21 Atalos siempre en tu corazón,
Enlázalos a tu cuello.
22 Te guiarán cuando andes; cuando duermas te
guardarán;
Hablarán contigo cuando despiertes.
23 Porque el mandamiento es lámpara, y la enseñanza es
luz,
Y camino de vida las reprensiones que te instruyen,
24 Para que te guarden de la mala mujer,
De la blandura de la lengua de la mujer extraña.
25 No codicies su hermosura en tu corazón,
Ni ella te prenda con sus ojos;
26 Porque a causa de la mujer ramera el hombre es
reducido a un bocado de pan;
Y la mujer caza la preciosa alma del varón.
Reina-Valera 1960 (RVR1960)
Versión Reina-Valera 1960 © Sociedades Bíblicas en
América Latina, 1960. Renovado © Sociedades Bíblicas Unidas, 1988.
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