Día 043, DAB Español, Miércoles 12 de Febrero
Éxodo 34:1-35:9; Mateo 27:15-34; Salmos 33:12-22; Proverbios 9:1-6 (Traducción en lenguaje actual (TLA))
Éxodo 34:1-35:9; Mateo 27:15-34; Salmos 33:12-22; Proverbios 9:1-6 (Traducción en lenguaje actual (TLA))
Éxodo 34:1-35:9 Traducción en lenguaje actual (TLA)
Dios vuelve a escribir su ley
34 Dios le dijo a Moisés:
«Tráeme dos tablas de piedra, como las que te di
antes. En ellas escribiré las mismas leyes que estaban en las que rompiste. 2
Prepárate para subir mañana temprano a la montaña del Sinaí. Quiero verte en la
parte más alta. 3 Nadie debe acompañarte; no quiero ver gente, ni ovejas ni
vacas por allí».
4 Moisés hizo dos tablas de piedra iguales a las
primeras, y al día siguiente muy temprano subió a la montaña. 5 Dios bajó en
una nube, y allí se reunió con Moisés y le dio a conocer su propio nombre. 6
Mientras pasaba delante de Moisés, Dios dijo en voz alta:
«¡Soy el Dios de Israel! ¡Yo soy es el nombre con que
me di a conocer! Soy un Dios tierno y bondadoso. No me enojo fácilmente, y mi
amor por mi pueblo es muy grande. 7 Mi amor es siempre el mismo, y siempre
estoy dispuesto a perdonar a quienes hacen lo malo. Pero también sé castigar al
culpable, y a sus hijos, nietos, bisnietos y tataranietos».
8 Enseguida Moisés se inclinó hasta tocar el suelo con
la frente, y adoró a Dios 9 diciendo: «¡Dios mío! ¡Dios mío! Si de veras me
amas, acompáñanos. Es verdad que somos muy tercos, pero perdona nuestros
pecados y acéptanos como tu pueblo».
Dios hace un pacto
10 Dios le dijo a Moisés:
«Pon atención, porque voy a hacer un pacto con todo tu
pueblo. Voy a hacer grandes milagros, como nunca antes se han visto en ningún
país del mundo. Todos los países donde ustedes vivan verán lo que yo, el Dios
de Israel, puedo hacer.
11 »Si ustedes obedecen todo lo que hoy les he
ordenado, yo expulsaré a todos los pueblos que no me obedecen, y su territorio
se lo daré a ustedes.
12 »Ustedes van a entrar al territorio que les
prometí. No deben hacer ningún pacto con los que allí viven, para que no imiten
su mala conducta. 13 Al contrario, deberán destruir completamente sus altares y
sus ídolos.
14 »No adoren a ningún otro dios, porque soy un Dios
muy celoso.
15 »No hagan ningún trato con la gente de ese
territorio, porque ellos los invitarán a participar de sus cultos, y ustedes
terminarán adorando a sus dioses falsos. 16 Tal vez les parezca bien que sus
hijos se casen con las hijas de esa gente, pero cuando ellas pequen al adorar a
sus dioses falsos, harán que sus hijos también pequen.
17 »No hagan ningún ídolo de metal fundido para
adorarlo.
Las fiestas de cada año
18 »Celebren la fiesta de los panes sin levadura.
Coman pan sin levadura durante siete días, siguiendo todas las instrucciones
que les he dado. Deben hacer la fiesta en el mes de Abib,[a] porque en ese mes
salieron de Egipto.
19 »El primer hijo de cada uno de ustedes será para
mí, lo mismo que todos los primeros machos de sus vacas y ovejas. 20 Por el
primer macho de una burra podrán darme un cordero o un cabrito. Pero si no me
lo dan, entonces le romperán el cuello al burrito. De igual manera, a cambio
del primer hijo de ustedes podrán darme una ofrenda. Nadie podrá venir a
adorarme si no trae algo.
21 »Ustedes podrán trabajar los primeros seis días de
la semana, pero el séptimo día deberán descansar, aun en la época de la siembra
o de la cosecha.
22 »También deberán celebrar la fiesta de la cosecha
en la primavera, y la fiesta de las enramadas en el otoño.
23 »Todos los varones israelitas mayores de edad
deberán venir a adorarme tres veces al año. Yo soy el Dios de Israel. 24 Yo
expulsaré a las demás naciones, para que ustedes tengan más territorio. Así
nadie podrá adueñarse de su territorio cuando vengan a adorarme.
25 »Cuando me presenten el sacrificio de algún animal,
no me ofrezcan al mismo tiempo la sangre del animal y pan con levadura. Tampoco
guarden para el día siguiente lo que sobre del animal sacrificado en la fiesta
de la Pascua.
26 »Deben traer a mi templo lo mejor de los primeros
frutos que produzcan sus campos.
»Nunca cocinen cabritos en la leche de su madre».
27 Como todas esas leyes eran parte del pacto que Dios
estaba haciendo con los israelitas, Dios le ordenó a Moisés que las escribiera.
28 Y Moisés se quedó con Dios en la montaña cuarenta días y cuarenta noches.
Allí se escribieron en tablas de piedra los diez mandamientos de este pacto. En
todo ese tiempo, Moisés no comió ni bebió nada.
Moisés baja del Sinaí
29 Cuando Moisés bajó de la montaña del Sinaí, traía
consigo las dos tablas con la ley escrita en ellas. Su cara brillaba, pues
había estado hablando con Dios, pero Moisés no se había dado cuenta. 30 Cuando
Aarón y todos los israelitas vieron cómo brillaba la cara de Moisés, sintieron
miedo y no se acercaron a él. 31 Pero Moisés los llamó para hablar con ellos.
Primero fueron Aarón y todos los jefes israelitas, 32 y luego se acercó todo el
pueblo. Entonces Moisés les dio todos los mandamientos que Dios le había dado
en la montaña del Sinaí.
33 Cuando Moisés terminó de hablar con el pueblo, se
tapó la cara con un velo. 34-35 Ese velo Moisés se lo dejaba puesto hasta que
llegaba el momento de entrar al santuario para hablar con Dios. Cuando entraba
al santuario, se lo quitaba, y al salir le comunicaba al pueblo todo lo que
Dios le había ordenado. Pero como el pueblo veía que la cara de Moisés seguía brillando,
él se veía obligado a ponerse de nuevo el velo.
La ley del sábado
35 Moisés se reunió con los israelitas y les comunicó
los mandamientos de Dios:
2 «Ustedes podrán trabajar seis días de la semana,
pero el séptimo día será para ustedes muy especial. Ese día ustedes deberán
descansar para honrar a Dios. Quien no obedezca este mandamiento será condenado
a muerte. 3 No importa dónde vivan, el séptimo día ni siquiera deben encender
fuego».
Las ofrendas para construir el santuario
4 Moisés volvió a hablar con los israelitas, y les
comunicó el mandamiento de Dios:
5 «Quiero que junten entre ustedes una ofrenda
voluntaria para el santuario de nuestro Dios. Traigan oro, plata y bronce; 6
telas de color morado, azul y rojo; tela de lino fino, pelo de cabra, 7 pieles
de carnero teñidas de rojo y pieles finas; madera de acacia, 8 aceite para las
lámparas, perfumes para el aceite de consagrar[b] y para el incienso perfumado,
9 y piedras de ónice multicolor y otras piedras preciosas para hacer la túnica
y el chaleco del sacerdote principal.
Footnotes:
Éxodo 34:18 Abib. Véase nota en 23.15.
Éxodo 35:8 Aceite de consagrar. Véase nota en 25.6.
Traducción en lenguaje actual (TLA)
Copyright © 2000 by United Bible Societies
Mateo 27:15-34 Traducción en lenguaje actual (TLA)
¡Que lo claven en una cruz!
15 Durante la fiesta de la Pascua, el gobernador tenía
la costumbre de poner en libertad a uno de los presos; el que el pueblo
quisiera. 16 En ese tiempo estaba encarcelado un bandido muy famoso, que se
llamaba Jesús Barrabás. 17 Pilato le preguntó a la gente que estaba allí: «¿A quién
quieren ustedes que ponga en libertad: a Jesús Barrabás, o a Jesús, a quien
llaman el Mesías?»
18 Pilato preguntó esto porque sabía que, por envidia,
los sacerdotes principales y los líderes acusaban a Jesús.
19 Mientras Pilato estaba juzgando el caso, su esposa
le mandó este mensaje: «No te metas con ese hombre, porque es inocente. Por
causa de él, anoche tuve un sueño horrible.»
20 Mientras tanto, los sacerdotes principales y los
líderes convencieron a los que estaban allí, para que pidieran la libertad de
Barrabás y la muerte de Jesús.
21 El gobernador volvió a preguntarle al pueblo:
—¿A cuál de los dos quieren que ponga en libertad?
Y todos respondieron:
—¡A Barrabás!
22 Entonces Pilato les dijo:
—¿Y qué quieren que haga con Jesús, a quien llaman el
Mesías?
—¡Que muera en una cruz! —respondieron a coro.
23 El gobernador les preguntó:
—Díganme, ¿qué mal ha hecho este hombre?
Pero la multitud gritó con más fuerza:
—¡Que muera en una cruz!
24 Pilato vio que ya no le hacían caso, y que aquello
podía terminar en un alboroto muy peligroso. Entonces mandó que le llevaran
agua, se lavó las manos delante de la gente y dijo:
—Yo no soy culpable de la muerte de este hombre. Los
culpables son ustedes.
25 Y la gente le contestó:
—¡Nosotros y nuestros hijos seremos responsables por
la muerte de este hombre!
26 Entonces Pilato puso en libertad a Barrabás, luego
ordenó que golpearan a Jesús en la espalda con un látigo, y que después lo
clavaran en una cruz.
Todos se burlaron de Jesús
27 Los soldados de Pilato llevaron a Jesús al patio
del cuartel y llamaron al resto de la tropa. 28 Allí desvistieron a Jesús y le
pusieron un manto rojo, 29 le colocaron en la cabeza una corona hecha con ramas
de espinos, y le pusieron una vara en la mano derecha. Luego se arrodillaron
ante él, y en son de burla le decían: «¡Viva el rey de los judíos!»
30 Lo escupían y, con la misma vara que le habían
dado, le pegaban en la cabeza. 31 Cuando se cansaron de burlarse de él, le quitaron
el manto, le pusieron su propia ropa y se lo llevaron para clavarlo en la cruz.
32 Los soldados salieron con Jesús. En el camino
encontraron a un hombre llamado Simón, que era del pueblo de Cirene, y
obligaron a ese hombre a cargar la cruz de Jesús. 33 Cuando llegaron a un lugar
llamado Gólgota, que quiere decir «La Calavera», 34 le dieron vino mezclado con
una hierba amarga, la cual servía para aliviar los dolores. Jesús lo probó,
pero no quiso beberlo.
Traducción en lenguaje actual (TLA)
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Salmos 33:12-22 Traducción en lenguaje actual (TLA)
12 ¡Dios mío,
tú bendices al pueblo
que te reconoce como Dios!
¡Tú bendices a la nación
que te acepta como dueño!
13-14 Desde tu trono en el cielo
te fijas en toda la gente;
desde tu trono vigilas
a todos los habitantes del mundo.
15 Tú creaste la mente humana
y sabes bien lo que todos hacen.
16 No hay rey que se salve
por tener muchos soldados,
ni hay valiente que se libre
por tener mucha fuerza.
17 De nada sirven los caballos
para ganar una guerra,
pues a pesar de su fuerza
no pueden salvar a nadie.
18 Pero tú cuidas siempre
de quienes te respetan
y confían en tu amor.
19 En tiempos de escasez,
no los dejas morir de hambre.
20 Tú nos das tu ayuda,
nos proteges como escudo.
Por eso confiamos en ti.
21 Nuestro corazón se alegra
porque en ti confiamos.
22 Dios nuestro,
¡que nunca nos falte tu amor,
pues eso esperamos de ti!
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Proverbios 9:1-6 Traducción en lenguaje actual (TLA)
La sabiduría y la ignorancia
9 La sabiduría hizo una casa
y le puso siete columnas labradas.
2 Hizo además una fiesta,
en la que ofreció el mejor vino.
Una vez puesta la mesa,
3 mandó mensajeras
a la parte alta de la ciudad,
para que desde allí gritaran:
4 «Jovencitos sin experiencia,
ya que les falta entendimiento,
vengan conmigo.
5 Vengan a gozar de mi banquete;
beban del vino que he preparado.
6 Si realmente quieren vivir,
déjense de tonterías
y actúen con inteligencia.
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