Sunday, February 21, 2021

DAB Español, Lunes 22 de Febrero

Día 053, DAB Español, Lunes 22 de Febrero

Levítico 13:1-59; Marcos 6:1-29; Salmos 39; Proverbios 10:10 (Nueva Biblia de las Américas (NBLA))









Levítico 13

Nueva Biblia de las Américas

Leyes acerca de la lepra

 

13 El Señor les dijo a Moisés y a Aarón: 2 «Cuando alguien tenga en la piel de su cuerpo hinchazón, o erupción, o mancha blanca lustrosa, y se convierta en infección de lepra en la piel de su cuerpo, será traído al sacerdote Aarón o a uno de sus hijos, los sacerdotes. 3 El sacerdote mirará la infección en la piel del cuerpo; y si el pelo en la infección se ha vuelto blanco, y la infección parece más profunda que la piel de su cuerpo, es una infección de lepra; cuando el sacerdote lo haya examinado lo declarará inmundo. 4 Pero si la mancha lustrosa es blanca en la piel de su cuerpo, y no parece ser más profunda que la piel, y el pelo en ella no se ha vuelto blanco, entonces el sacerdote aislará por siete días al que tiene la infección. 5 Al séptimo día el sacerdote lo examinará, y si en su parecer la infección no ha cambiado, y si la infección no se ha extendido en la piel, entonces el sacerdote lo aislará por otros siete días. 6 El sacerdote lo examinará de nuevo al séptimo día; y si la infección ha oscurecido, y la infección no se ha extendido en la piel, entonces el sacerdote lo declarará limpio; es solo una postilla. La persona lavará sus vestidos y quedará limpia.

 

7 »Pero si la postilla se extiende en la piel después que él se haya mostrado al sacerdote para su purificación, volverá a presentarse al sacerdote. 8 Y el sacerdote lo examinará, y si la postilla se ha extendido en la piel, entonces el sacerdote lo declarará inmundo; es lepra.

 

9 »Cuando haya infección de lepra en un hombre, será traído al sacerdote. 10 Entonces el sacerdote lo examinará, y si hay hinchazón blanca en la piel, y el pelo se ha vuelto blanco, y hay carne viva en la hinchazón, 11 es lepra crónica en la piel de su cuerpo, y el sacerdote lo declarará inmundo; no lo aislará, porque es inmundo. 12 Y si la lepra brota y se extiende en la piel, y la lepra cubre toda la piel del que tenía la infección, desde su cabeza hasta sus pies, hasta donde pueda ver el sacerdote, 13 entonces el sacerdote mirará, y si ve que la lepra ha cubierto todo su cuerpo, declarará limpio al que tenía la infección; se ha vuelto toda blanca y él es limpio.

 

14 »Pero cuando aparezca en él carne viva, quedará inmundo. 15 El sacerdote mirará la carne viva, y lo declarará inmundo; la carne viva es inmunda, es lepra. 16 Pero si la carne viva cambia nuevamente y se vuelve blanca, entonces vendrá al sacerdote, 17 y el sacerdote lo mirará, y si ve que la infección se ha vuelto blanca, el sacerdote declarará limpio al que tenía la infección; limpio es.

 

18 »Cuando el cuerpo tenga una úlcera en su piel, y se sane, 19 y en el lugar de la úlcera haya hinchazón blanca, o una mancha lustrosa, blanca rojiza, será mostrada al sacerdote, 20 y el sacerdote la examinará, y si parece que está a un nivel más bajo que la piel y su pelo se ha vuelto blanco, el sacerdote lo declarará inmundo. Es infección de lepra, ha brotado en la úlcera. 21 Pero si el sacerdote la examina, y ve que no hay pelos blancos en ella, y no está a nivel más bajo que la piel y se ha oscurecido, el sacerdote lo aislará por siete días; 22 y si se extiende en la piel, el sacerdote lo declarará inmundo: es infección. 23 Pero si la mancha lustrosa permanece en su lugar y no se extiende, es solo la cicatriz de la úlcera. El sacerdote lo declarará limpio.

 

24 »Asimismo, si el cuerpo sufre en su piel una quemadura de fuego, y la carne viva de la quemadura se vuelve una mancha lustrosa, blanca rojiza o solo blanca, 25 entonces el sacerdote la examinará. Y si el pelo en la mancha lustrosa se ha vuelto blanco, y la mancha parece estar más profunda que la piel, es lepra; ha brotado en la quemadura. Por tanto, el sacerdote lo declarará inmundo. Es infección de lepra. 26 Pero si el sacerdote la examina, y ve que no hay pelo blanco en la mancha lustrosa y no está más profunda que la piel, pero está oscura, entonces el sacerdote lo aislará por siete días. 27 Al séptimo día el sacerdote lo examinará. Si se ha extendido en la piel, el sacerdote lo declarará inmundo. Es infección de lepra. 28 Pero si la mancha lustrosa permanece en su lugar y no se ha extendido en la piel, sino que está oscura, es la hinchazón de la quemadura; y el sacerdote lo declarará limpio, pues es solo la cicatriz de la quemadura.

 

29 »Si un hombre o una mujer tiene una infección en la cabeza o en la barba, 30 el sacerdote le examinará la infección, y si parece estar más profunda que la piel y hay en ella pelo fino amarillento, entonces el sacerdote lo declarará inmundo. Es tiña, es lepra de la cabeza o de la barba. 31 Pero si el sacerdote examina la infección de la tiña, y no parece ser más profunda que la piel y no hay en ella pelo negro, el sacerdote aislará por siete días a la persona con la infección de la tiña. 32 Al séptimo día el sacerdote examinará la infección, y si la tiña no se ha extendido, ni ha crecido en ella pelo amarillento, ni la tiña parece ser más profunda que la piel, 33 entonces se rasurará, pero no rasurará la parte con tiña; y el sacerdote aislará al que tiene la tiña por otros siete días. 34 Al séptimo día el sacerdote examinará la tiña, y si esta no se ha extendido en la piel y no parece estar más profunda que la piel, el sacerdote lo declarará limpio. Entonces, el enfermo lavará sus vestidos y quedará limpio.

 

35 »Pero si la tiña se extiende en la piel después de su purificación, 36 el sacerdote lo examinará, y si la tiña se ha extendido en la piel, el sacerdote no tiene que buscar pelo amarillento; es inmundo. 37 Si en su parecer la tiña ha permanecido igual y ha crecido pelo negro en ella, la tiña ha sanado; es limpio, y el sacerdote lo declarará limpio.

 

38 »Cuando un hombre o una mujer tenga manchas lustrosas en la piel de su cuerpo, manchas blancas lustrosas, 39 el sacerdote las examinará, y si las manchas lustrosas en la piel de su cuerpo son de color blanquecino, es eczema que ha brotado en la piel; la persona es limpia.

 

40 »Si un hombre pierde el pelo de la cabeza, es calvo, pero limpio. 41 Y si su cabeza pierde el pelo por delante y por los lados, es calvo en la frente; es limpio. 42 Pero si en la calva de la cabeza o de la frente aparece una infección blanca rojiza, es lepra que brota en la calva de su cabeza o en la calva de su frente. 43 Entonces el sacerdote lo examinará; y si la hinchazón de la infección es blanca rojiza en la calva de la cabeza o en la calva de la frente, como la apariencia de la lepra en la piel del cuerpo, 44 es un leproso, es inmundo. El sacerdote ciertamente lo declarará inmundo; su infección está en su cabeza.

 

45 »En cuanto al leproso que tenga la infección, sus vestidos estarán rasgados, el cabello de su cabeza estará descubierto, se cubrirá el bozo y gritará: “¡Inmundo, inmundo!”. 46 Permanecerá inmundo todos los días que tenga la infección; es inmundo. Vivirá solo; su morada estará fuera del campamento.

 

47 »Cuando un vestido tenga una marca de lepra, sea un vestido de lana o de lino, 48 sea en la urdimbre o en la trama, de lino o de lana, en cuero o en cualquier artículo hecho de cuero, 49 si la marca en el vestido o en el cuero, en la urdimbre o en la trama, o en cualquier artículo de cuero, es verdosa o rojiza, es marca de lepra y le será mostrada al sacerdote. 50 Entonces el sacerdote examinará la marca, y aislará el artículo con marca por siete días. 51 Al séptimo día examinará la marca; si la marca se ha extendido en el vestido, sea en la urdimbre o en la trama, o en el cuero, cualquiera que sea el uso que se le dé al cuero, la marca es una lepra maligna, es inmunda. 52 Quemará, pues, el vestido, ya sea la urdimbre o la trama, en lana o en lino, o cualquier artículo de cuero en el cual aparezca la marca, porque es una lepra maligna; será quemado en el fuego.

 

53 »Pero si el sacerdote la examina, y la marca no se ha extendido en el vestido, en la urdimbre o en la trama, o en cualquier artículo de cuero, 54 entonces el sacerdote les ordenará lavar aquello donde aparezca la marca, y lo aislará por otros siete días. 55 Después que el artículo con la marca haya sido lavado, el sacerdote lo examinará otra vez, y si la marca no ha cambiado de aspecto, aun cuando la marca no se haya extendido, es inmundo; en el fuego lo quemarás, ya sea que la corrosión lo haya raído por el derecho o el revés.

 

56 »Entonces el sacerdote lo examinará, y si la marca se ha oscurecido después de haber sido lavada, la arrancará del vestido o del cuero, sea de la urdimbre o de la trama; 57 y si aparece otra vez en el vestido, sea en la urdimbre o en la trama, o en cualquier artículo de cuero, es una erupción; el artículo con la marca será quemado en el fuego. 58 El vestido, sea en la urdimbre o en la trama, o cualquier artículo de cuero del cual se haya quitado la marca después de haberlo lavado, será lavado por segunda vez y quedará limpio».

 

59 Esta es la ley para la marca de lepra en un vestido de lana o de lino, sea en la urdimbre o en la trama, o en cualquier artículo de cuero, para declararlo limpio o inmundo.

Marcos 6:1-29

Nueva Biblia de las Américas

Jesús enseña en Nazaret

 

6 Jesús se marchó de allí y llegó* a Su pueblo, y Sus discípulos lo siguieron*. 2 Cuando llegó el día de reposo, comenzó a enseñar en la sinagoga; y muchos que escuchaban se asombraban, diciendo: «¿Dónde obtuvo Este tales[a] cosas, y cuál es esta sabiduría que le ha sido dada, y estos milagros[b] que hace con Sus manos? 3 ¿No es Este el carpintero, el hijo de María, y hermano de Jacobo[c], José, Judas y Simón? ¿No están Sus hermanas aquí con nosotros?». Y se escandalizaban a causa de Él. 4 Y Jesús les dijo: «No hay profeta sin honra sino en su propia tierra, y entre sus parientes y en su casa».

 

5 Y no pudo hacer allí ningún milagro[d]; solo sanó a unos pocos enfermos sobre los cuales puso Sus manos. 6 Estaba maravillado de la incredulidad de ellos.

 

Y recorría las aldeas de alrededor enseñando.

Jesús envía a los doce

 

7 Entonces Jesús llamó* a los doce y comenzó a enviarlos de dos en dos, dándoles autoridad[e] sobre los espíritus inmundos; 8 y les ordenó que no llevaran nada para el camino, sino solo un bordón; ni pan, ni alforja[f], ni dinero en el cinto; 9 sino calzados con sandalias. «No lleven dos túnicas[g]», les dijo. 10 Y añadió: «Dondequiera que entren en una casa, quédense en ella hasta que salgan de la población[h]. 11 En cualquier lugar que no los reciban ni los escuchen, al salir de allí, sacúdanse el polvo de la planta[i] de los pies en testimonio contra ellos».

 

12 Saliendo los doce, predicaban[j] que todos se arrepintieran. 13 También echaban fuera muchos demonios, y ungían con aceite a muchos enfermos y los sanaban.

Muerte de Juan el Bautista

 

14 El rey Herodes se enteró[k] de esto, pues el nombre de Jesús[l] se había hecho célebre, y la gente decía: «Juan el Bautista ha resucitado de entre los muertos, por eso es que estos poderes milagrosos actúan en él». 15 Pero otros decían: «Es Elías». Y decían otros: «Es un profeta, como uno de los profetas antiguos». 16 Al oír esto, Herodes decía: «Juan, a quien yo decapité, ha resucitado». 17 Porque Herodes mismo había enviado a prender a Juan y lo había encadenado en la cárcel por causa de Herodías, mujer de su hermano Felipe, pues Herodes se había casado con ella. 18 Y Juan le decía a Herodes: «No te es lícito tener la mujer de tu hermano».

 

19 Herodías le tenía rencor y deseaba matarlo, pero no podía, 20 porque Herodes temía a Juan, sabiendo que era un hombre justo y santo, y lo mantenía protegido. Cuando le oía se quedaba muy perplejo, pero le gustaba escucharlo[m].

 

21 Llegó un día oportuno, cuando Herodes, siendo su cumpleaños, ofreció un banquete a sus nobles y comandantes[n] y a los principales de Galilea; 22 y cuando la hija de Herodías[o] entró y danzó, agradó a Herodes y a los que se sentaban[p] a la mesa con él; y el rey dijo a la muchacha: «Pídeme lo que quieras y te lo daré».

 

23 Y le juró: «Te daré lo que me pidas, hasta la mitad de mi reino». 24 Ella salió y dijo a su madre: «¿Qué pediré?». «La cabeza de Juan el Bautista», le respondió ella. 25 Enseguida ella se presentó apresuradamente ante el rey con su petición[q], diciendo: «Quiero que me des ahora mismo la cabeza de Juan el Bautista en una bandeja».

 

26 Aunque el rey se puso muy triste, sin embargo a causa de sus juramentos y de los que se sentaban[r] con él a la mesa, no quiso contradecirla. 27 Al instante el rey envió a un verdugo y le ordenó que trajera la cabeza de Juan[s]. Y él fue y lo decapitó en la cárcel, 28 y trajo su cabeza en una bandeja, y se la dio a la muchacha, y la muchacha se la dio a su madre. 29 Cuando los discípulos de Juan oyeron esto, fueron y se llevaron el cuerpo y le dieron sepultura[t].

Footnotes

 

    Marcos 6:2 Lit. estas.

    Marcos 6:2 O hechos poderosos.

    Marcos 6:3 O Santiago.

    Marcos 6:5 O hecho poderoso.

    Marcos 6:7 O poder.

    Marcos 6:8 O mochila, o bolsa.

    Marcos 6:9 I.e. ropas interiores.

    Marcos 6:10 Lit. de allí.

    Marcos 6:11 Lit. de debajo.

    Marcos 6:12 O proclamaban.

    Marcos 6:14 Lit. oyó.

    Marcos 6:14 Lit. su nombre.

    Marcos 6:20 Lit. y con gusto le oía.

    Marcos 6:21 Gr. quiliarcas; i.e. oficiales militares romanos al mando de mil soldados.

    Marcos 6:22 I.e. Salomé.

    Marcos 6:22 Lit. se reclinaban.

    Marcos 6:25 Lit. y pidió.

    Marcos 6:26 Lit. de los que se reclinaban.

    Marcos 6:27 Lit. él.

    Marcos 6:29 Lit. lo pusieron en una tumba.

 

Salmos 39

Nueva Biblia de las Américas

Vanidad de la vida

Para el director del coro, para Jedutún. Salmo de David.

 

39 Yo dije: «Guardaré mis caminos

Para no pecar con mi lengua;

Guardaré mi boca como con mordaza

Mientras el impío esté en mi presencia».

2

Enmudecí y callé;

Guardé silencio aun acerca de lo bueno,

Y se agravó mi dolor.

3

Ardía mi corazón dentro de mí;

Mientras meditaba, se encendió el fuego;

Entonces dije con mi lengua:

4

«Señor, hazme saber mi fin,

Y cuál es la medida de mis días,

Para que yo sepa cuán efímero soy.

5

Tú has hecho mis días muy breves,

Y mi existencia es como nada delante de Ti;

Ciertamente todo hombre, aun en la plenitud de su vigor, es solo un soplo. (Selah)

6

Sí, como una sombra anda el hombre;

Ciertamente en vano se afana;

Acumula riquezas, y no sabe quién las recogerá.

 

7

»Y ahora, Señor, ¿qué espero?

En Ti está mi esperanza.

8

Líbrame de todas mis transgresiones;

No me hagas la burla de los necios.

9

Mudo me he quedado, no abro la boca,

Porque Tú eres el que ha obrado.

10

Quita de mí Tu plaga;

Por la dureza de Tu mano estoy pereciendo.

11

Con castigos reprendes al hombre por su iniquidad;

Como la polilla, consumes lo que es más precioso para él.

Ciertamente, todo hombre es solo un soplo. (Selah)

 

12

»Escucha mi oración, oh Señor, y presta oído a mi clamor;

No guardes silencio ante mis lágrimas;

Porque extranjero soy junto a Ti,

Peregrino, como todos mis padres.

13

Aparta de mí Tu mirada, para poder alegrarme

Antes de que me vaya de aquí y ya no exista».

Proverbios 10:10

Nueva Biblia de las Américas

 

10

El que guiña el ojo causa disgustos[a],

Y el necio charlatán[b] será derribado.

Footnotes

 

    Proverbios 10:10 O dolor.

    Proverbios 10:10 Lit. de labios.

 

Nueva Biblia de las Américas (NBLA)

 

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