Sunday, June 12, 2022

DAB Español, Lunes 13 de Junio

Día 164, DAB Español, Lunes 13 de Junio


1 Reyes 11:1-12:19; Hechos 9:1-25; Salmos 131; Proverbios 17:4-5 (Reina Valera Contemporánea (RVC))








1 Reyes 11:1-12:19

Reina Valera Contemporánea

Apostasía de Salomón

11 Pero el rey Salomón, además de amar a la hija del Faraón, se enamoró de muchas mujeres extranjeras; algunas eran de Moab, otras eran de Edom, de Sidón y de los hititas, 2 y de todas ellas el Señor ya había advertido a los israelitas: «Ustedes no deben tener relaciones sexuales con mujeres extranjeras, ni ellas con ustedes, pues por ellas corren ustedes el riesgo de llegar a adorar a sus dioses.» Sin embargo, Salomón se enamoró de mujeres así. 3 Tuvo setecientas mujeres a las que hizo reinas, y trescientas concubinas, y todas ellas lo hicieron extraviarse. 4 Cuando Salomón envejeció, sus mujeres lo hicieron adorar a dioses ajenos, y a diferencia de David, su padre, su corazón dejó de ser perfecto ante el Señor su Dios. 5 Salomón adoró a Astoret, la diosa de los sidonios; y adoró también a Milcón, el repugnante ídolo de los amonitas. 6 Se apartó del Señor y cometió muchas maldades porque, a diferencia de David, su padre, dejó de seguir fielmente al Señor. 7 Hasta construyó en el monte que está frente a Jerusalén un altar a Quemos, el repugnante ídolo de Moab, y a Moloc, el ídolo repugnante de los amonitas. 8 Esos altares los construyó para que sus mujeres pudieran quemar incienso y ofrecer sacrificios a sus dioses.

9 El Señor se enojó mucho contra Salomón porque su corazón se apartó de él, a pesar de que el Señor se le había aparecido dos veces 10 y le había insistido que no adorara ni sirviera a dioses ajenos, pero Salomón no le hizo caso al Señor. 11 Entonces el Señor le dijo a Salomón:

«Como te has portado tan mal, y no has cumplido con tu pacto conmigo, ni has obedecido los estatutos que te di, voy a dividir tu reino, para entregárselo a uno de tus servidores. 12 Pero, por amor a tu padre David, no lo haré mientras vivas. Esto lo haré cuando tu hijo llegue a ser rey. 13 Pero no desharé totalmente el reino, sino que, por amor a tu padre David y a la ciudad de Jerusalén que yo elegí, a tu hijo le daré una tribu.»

Hadad busca vengarse de Salomón

14 El Señor permitió que Hadad el edomita, que era hijo de reyes, se levantara en contra de Salomón. 15 Cuando David estaba en Edom, Joab, general del ejército, llegó para enterrar a los israelitas caídos en combate, y mató a todos los hombres de Edom. 16 Joab y todos los israelitas estuvieron seis meses en Edom, hasta que exterminaron a todos los edomitas. 17 En aquel tiempo Hadad era un niño, pero logró huir hacia Egipto junto con algunos edomitas que servían a su padre. 18 Salieron de Madián y llegaron a Parán, donde reunieron a más hombres; luego fueron a ver al faraón, rey de Egipto, y él les dio casa, alimentos y tierras. 19 Hadad se ganó la buena voluntad del faraón, pues le dio por mujer a la hermana de su esposa, la reina Tapenés. 20 Hadad tuvo un hijo, al que le puso por nombre Genubat, y la reina Tapenés lo destetó y lo llevó a vivir junto con sus hijos, en el palacio del faraón. 21 Cuando Hadad supo que David y Joab, general del ejército, habían muerto, fue a ver al faraón y le dijo:

«Dame permiso de volver a mi país.»

22 Y el faraón le preguntó:

«¿Por qué quieres volver a tu país? ¿Te falta algo aquí conmigo?»

Y Hadad le respondió:

«No me falta nada, pero aun así te ruego que me dejes volver.»

Rezón se rebela contra Salomón

23 Dios también permitió que Rezón hijo de Eliada se levantara contra Salomón. Rezón había huido de su amo, Hadad Ezer, que era rey de Soba. 24 Logró reunir gente y formó una banda de bandoleros. Cuando David venció al ejército de Soba, Rezón se fue a vivir a Damasco, y allí lo coronaron rey. 25 Desde entonces, y mientras Salomón vivió, Rezón se convirtió en enemigo de los israelitas, lo mismo que Hadad, y llegó a ser rey de Siria.

Jeroboán se rebela contra Salomón

26 Otro que se rebeló contra Salomón fue Jeroboán hijo de Nabat, un efrateo de la ciudad de Seredá que estaba a su servicio. Su madre se llamaba Serúa y era viuda. 27 La razón por la que Jeroboán se rebeló contra Salomón fue que, cuando éste estaba construyendo Milo, cerró la brecha de la Ciudad de David, su padre. 28 Jeroboán era un hombre muy aguerrido y, cuando Salomón lo vio, lo llamó y lo puso a cargo de todo lo relacionado con los descendientes de José. 29 Pero un día Jeroboán salió de Jerusalén y, en el camino, se encontró con el profeta Ajías de Siló, que llevaba un manto nuevo. Los dos estaban solos en el campo. 30 Ajías tomó el manto y lo dividió en doce pedazos, 31 y le dijo a Jeroboán:

«Estos diez pedazos son para ti, porque así ha dicho el Señor, el Dios de Israel: “Voy a dividir el reino de Salomón, y a ti voy a darte diez tribus. 32 A Salomón voy a dejarle una sola tribu, por causa de mi siervo David, su padre, y de Jerusalén, la ciudad que yo elegí de entre todas las tribus de Israel. 33 Y es que me han abandonado y se han entregado al culto de Astoret, la diosa de los sidonios; de Quemos, el dios de Moab; y de Moloc, el dios de los amonitas. Han abandonado mis caminos, han dejado de hacer lo recto delante de mis ojos, y no han cumplido con mis estatutos y mis decretos, cosa que nunca hizo David, su padre. 34 Pero por amor a David su padre, a quien yo elegí y quien obedeció mis mandamientos y estatutos, mientras Salomón viva no le quitaré el reino. 35 Se lo quitaré a su hijo, y tú reinarás sobre diez tribus. 36 Al hijo de Salomón le dejaré una tribu, para que mi siervo David tenga un descendiente en el trono de Jerusalén, la ciudad que yo escogí para poner en ella mi nombre. 37 Yo te he elegido para que reines sobre Israel y hagas lo que te parezca bien. 38 Si pones atención a todo lo que yo te ordene y no te desvías de mis caminos, y si haces lo recto delante de mis ojos y cumples mis estatutos y mandamientos, como lo hizo mi siervo David, yo te acompañaré siempre y estableceré tu dinastía, como lo hice con David, y te entregaré el pueblo de Israel. 39 En cuanto a los descendientes de David, voy a hacerlos sufrir por esto, pero no será para siempre.”»

40 Entonces Salomón procuró matar a Jeroboán, pero éste huyó a Egipto, donde Sisac era rey, y allí se quedó hasta la muerte de Salomón.

Muerte de Salomón

41 Los otros hechos de Salomón, y todo lo que hizo y toda su sabiduría están escritos en el libro de los hechos de Salomón. 42 Fueron cuarenta años los que reinó en Jerusalén y en todo el pueblo de Israel. 43 Y cuando Salomón durmió el sueño de la muerte, como sus antepasados, fue sepultado en la ciudad de su padre David. En su lugar reinó Roboán, su hijo.

Rebelión de Jeroboán

12 Roboán fue a Siquén porque todo el pueblo de Israel estaba reunido allí para proclamarlo rey. 2 Cuando Jeroboán hijo de Nabat, que por la furia del rey Salomón había huido a Egipto, supo esto, 3 sus seguidores le pidieron volver. Al llegar Jeroboán, él y todo el pueblo se presentaron ante Roboán y le dijeron:

4 «Tu padre fue muy duro con nosotros. Te rogamos que disminuyas un poco la servidumbre a la que Salomón nos sometió. Aligera el yugo tan pesado que nos impuso, y nos pondremos a tu servicio.»

5 Pero Roboán les dijo:

«Por el momento, váyanse y vuelvan a verme dentro de tres días.»

En cuanto ellos se fueron, 6 Roboán pidió consejo a los ancianos que cuando Salomón vivía habían estado a su servicio. Les dijo:

«¿Qué respuesta me aconsejan dar a esta gente?»

7 Los ancianos le dijeron:

«Si hoy te pones al servicio del pueblo y le hablas de buena manera, ellos serán siempre tus servidores.»

8 Pero Roboán hizo a un lado el consejo de los ancianos, y pidió el consejo de los jóvenes que habían crecido con él y estaban a su servicio: Les preguntó:

9 «¿Qué me aconsejan responder a esta gente que vino a decirme: “Disminuye un poco la servidumbre que tu padre nos impuso”?»

10 Y los jóvenes que habían crecido con él le dijeron:

«A esa gente que te habló de esa manera, y que dijo: “Tu padre fue muy duro con nosotros. Disminuye un poco esa dureza”, diles: “Mi dedo meñique es más grueso que el miembro viril de mi padre. 11 Así que, si mi padre fue duro con ustedes, yo lo seré más todavía; si mi padre los castigó con azotes, yo los azotaré con látigos.”»

12 Al tercer día, Jeroboán y todo el pueblo se presentaron ante el rey Roboán para conocer su respuesta, tal y como él les había dicho. 13 Y el rey les habló con dureza, pues no hizo caso del consejo de los ancianos; 14 al contrario, les repitió lo que los jóvenes le habían aconsejado: «Si mi padre fue duro con ustedes, yo seré aún más duro; si mi padre los castigó con azotes, yo los azotaré con látigos.» 15 Y Roboán no quiso escuchar al pueblo porque ya el Señor así lo había dispuesto, para confirmar lo que había dicho a Jeroboán hijo de Nabat por medio de Ajías el silonita.

16 Al ver el pueblo que el rey no les había hecho caso, exclamaron:

«¿Qué tenemos nosotros que ver con David? ¡No tenemos nada que ver con el hijo de Yesé! Pueblo de Israel, ¡regresa a tus casas! Y tú, David, ¡busca tu propio sustento!»

Fue así como el pueblo de Israel regresó a sus casas, 17 y Roboán siguió reinando sobre los israelitas que vivían en las ciudades de Judá. 18 Y cuando Roboán envió a Adorán a cobrar los tributos para el rey, el pueblo de Israel lo apedreó hasta matarlo. Entonces el rey Roboán subió en su carro y salió huyendo hacia Jerusalén. 19 Así fue como el pueblo de Israel se separó de la casa de David, hasta el día de hoy.

Hechos 9:1-25

Reina Valera Contemporánea

Conversión de Saulo

9 Saulo aún lanzaba amenazas de muerte contra los discípulos del Señor cuando fue a ver al sumo sacerdote. 2 Allí le pidió cartas para las sinagogas de Damasco para que, en caso de hallar a hombres o mujeres de este Camino, los pudiera llevar presos a Jerusalén. 3 Pero sucedió que de pronto en el camino, ya cerca de Damasco, lo rodeó un poderoso haz de luz que venía del cielo 4 y que lo hizo rodar por tierra, mientras oía una voz que le decía: «Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?» 5 Y él contestó: «¿Quién eres, Señor?» Y la voz le dijo: «Yo soy Jesús, a quien tú persigues. [Dura cosa te es dar de coces contra el aguijón. 6 Él, temblando de temor, dijo: “Señor, ¿qué quieres que yo haga?” Y el Señor le dijo:][a] Levántate y entra en la ciudad. Allí se te dirá lo que debes hacer.» 7 Los acompañantes de Saulo se quedaron atónitos, porque oían la voz pero no veían a nadie. 8 Saulo se levantó y, cuando abrió los ojos, ya no podía ver, así que de la mano lo llevaron a Damasco, 9 y allí estuvo tres días sin poder ver, y tampoco comió ni bebió nada.

10 En Damasco había un discípulo llamado Ananías, que había tenido una visión en la que el Señor lo llamaba por su nombre. Ananías había respondido: «Aquí me tienes, Señor.» 11 El Señor le dijo: «Levántate y ve a la calle llamada “Derecha”; allí, en la casa de Judas, busca a un hombre llamado Saulo, que es de Tarso y está orando. 12 Saulo ha tenido una visión, en la que vio que un varón llamado Ananías entraba y le imponía las manos, con lo que le hacía recobrar la vista.» 13 Ananías respondió: «Pero, Señor, he sabido que este hombre ha tratado muy mal a tus santos en Jerusalén. 14 También sé que los principales sacerdotes le han dado autoridad para aprehender a todos los que invocan tu nombre.» 15 Y el Señor le dijo: «Ve allá, porque él es para mí un instrumento escogido. Él va a llevar mi nombre a las naciones, a los reyes y a los hijos de Israel. 16 Yo le voy a mostrar todo lo que tiene que sufrir por causa de mi nombre.» 17 Ananías fue y, una vez dentro de la casa, le impuso las manos y le dijo: «Hermano Saulo, el Señor Jesús, que se te apareció en el camino por donde venías, me ha enviado para que recobres la vista y seas lleno del Espíritu Santo.» 18 Al momento, de los ojos de Saulo cayó algo que parecían escamas, y éste recibió la vista. Luego que se levantó, fue bautizado; 19 y después de comer recobró las fuerzas y durante algunos días se quedó con los discípulos que estaban en Damasco.

Saulo predica en Damasco

20 Enseguida Pablo comenzó a predicar en las sinagogas, donde afirmaba que Jesús era el Hijo de Dios. 21 Todos los que lo oían predicar se quedaban atónitos, y decían: «¿Acaso no es éste el que exterminaba en Jerusalén a los que invocaban el nombre de Jesús? ¿No es verdad que vino acá para aprehenderlos y llevarlos ante los principales sacerdotes?» 22 Pero Saulo iba cobrando más fuerza, y confundía a los judíos que vivían en Damasco al demostrarles que Jesús era el Cristo.

Saulo escapa de los judíos

23 Después de algún tiempo los judíos se reunieron en consejo y resolvieron matarlo, 24 así que día y noche hacían guardia a la entrada de la ciudad para matarlo. Pero Pablo se enteró de sus planes, 25 y una noche los discípulos lo pusieron dentro de una canasta y lo bajaron por la muralla de la ciudad.

Footnotes

  1. Hechos 9:6 El texto que aparece entre corchetes se halla sólo en mss. tardíos.

Salmos 131

Reina Valera Contemporánea

Plena confianza en Dios

Cántico gradual; de David.

131 Señor, mi corazón no es vanidoso,

ni son altaneros mis ojos;

no busco realizar grandes proezas,

ni hazañas que excedan a mis fuerzas.

2 Me porto con mesura y en sosiego,

como un niño recién amamantado;

¡soy como un niño recién amamantado,

que está en brazos de su madre!

3 Israel, ¡confía en el Señor

desde ahora y para siempre!

Proverbios 17:4-5

Reina Valera Contemporánea

4 El malvado está atento a los labios inicuos;

el mentiroso hace caso de la lengua infamante.

5 El que ofende al pobre ofende a su Creador;

no queda impune el que se alegra de su mal.

Reina Valera Contemporánea (RVC)

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