Thursday, June 2, 2022

DAB Español, Viernes 03 de Junio

Día 154, DAB Español, Viernes 03 de Junio


2 Samuel 20:14-22:20; Hechos 1:1-26; Salmos 121; Proverbios 16:18 (Traducción en lenguaje actual (TLA))









2 Samuel 20:14-22:20

Traducción en lenguaje actual

14 Mientras tanto, Sebá andaba recorriendo todas las tribus de Israel, y en la ciudad de Abel-bet-maacá se le unieron los familiares de su padre Bicrí.

15 Cuando llegaron Joab y su ejército, rodearon la ciudad, y para entrar en ella, construyeron una rampa junto a la muralla; luego, todo el ejército comenzó a derribar la muralla.

16 Desde adentro de la ciudad una mujer muy astuta empezó a gritar:

—¡Escúchenme, escúchenme! ¡Díganle a Joab que quiero hablar con él!

17 Cuando Joab se acercó, la mujer le preguntó:

—¿Es usted Joab?

—Sí, soy yo —le contestó.

Entonces ella le dijo:

—Escúcheme usted con atención.

—Te escucho —dijo Joab.

18-19 Ella le dijo:

—Puede confiar en nosotros, pues somos israelitas y no nos gusta la guerra. Abel-bet-maacá es una de las ciudades más importantes de Israel. Es tan importante que hasta hay un dicho popular: “Si tienes algún problema, arréglalo en Abel”. ¿Por qué va usted a destruir una ciudad que le pertenece a Dios?

20 Y Joab le respondió:

—¡Que Dios me libre de acabar con esta ciudad! 21 No me interesa destruirla. Pero en ella está un hombre de las montañas de Efraín. Se llama Sebá, y se ha rebelado contra el rey David, a quien yo sirvo. Entrégamelo, y no atacaré la ciudad.

La mujer le aseguró:

—Si es así, ahora mismo le echaremos la cabeza de Sebá desde la muralla.

22 La mujer fue a convencer a la gente de que le cortaran la cabeza a Sebá. Así que le cortaron la cabeza, y desde la muralla se la arrojaron a Joab.

Joab ordenó la retirada, y sus soldados regresaron a sus casas. Luego Joab se fue a Jerusalén para encontrarse con el rey.

Los asistentes de David (2 S 8.16-18; 1 Cr 18.15-17)

23 Así fue como Joab quedó al mando de todo el ejército de Israel. Mientras que Benaías hijo de Joiadá, quedó al mando del grupo de soldados filisteos.

24 Adoram era jefe de los trabajadores, y Josafat hijo de Ahilud tenía a su cargo los documentos oficiales.

25 Sevá era el secretario, y Sadoc y Abiatar eran los sacerdotes.

26 Irá, el del pueblo de Jaír, era sacerdote de David.

David y los gabaonitas

21 Durante el reinado de David pasaron tres años en que no hubo suficiente comida. David le preguntó a Dios por qué los trataba tan mal, y Dios le respondió: «Si ahora ustedes no tienen qué comer, la culpa es de Saúl y de su familia, pues él mató a muchos gabaonitas».

2-3 Los gabaonitas no eran israelitas; eran parientes de los amorreos, pero en los días de Josué, los israelitas habían hecho con ellos un pacto de paz. Sin embargo, Saúl había tratado de destruirlos para que Israel y Judá controlaran todo el territorio.

Por eso David llamó a los gabaonitas y les dijo:

—¿Qué puedo hacer para reparar el daño que Saúl les hizo, y para que ustedes le pidan a Dios que nos bendiga?

4 Los gabaonitas le contestaron:

—Nosotros no queremos dinero, ni tampoco queremos que muera ningún israelita.

El rey David volvió entonces a preguntarles:

—Pues, ¿qué quieren que haga por ustedes?

5-6 Y ellos le respondieron:

—Dios eligió a Saúl como rey de Israel, pero él trató de destruirnos. Queremos que usted nos entregue a siete de los familiares de Saúl. Vamos a matarlos frente al santuario de Dios, que está en Guibeá, pueblo de Saúl.

El rey David se comprometió a entregarles a siete familiares de Saúl. 7 Debido al juramento que ante Dios David le había hecho a Jonatán, le perdonó la vida a su hijo Mefi-bóset. 8 Sin embargo, apresó a Armoní y Mefi-bóset, los dos hijos que Saúl había tenido con Rispá, la hija de Aiá. Y también les entregó a cinco nietos de Saúl, hijos de su hija Merab y de Adriel, el hijo de Barzilai, de Meholá.

9 Los gabaonitas mataron a estos siete descendientes de Saúl al mismo tiempo. Los mataron en un cerro, frente al santuario de Dios. Esto sucedió durante la cosecha de la cebada.

10 En señal de tristeza, Rispá, la viuda de Saúl, se vistió con ropas ásperas, y se acostó sobre una piedra, cerca de los cuerpos de los siete muertos. De día y de noche alejaba de los cuerpos a los buitres y a los animales salvajes, y se quedó allí desde el día en que murieron hasta el día en que llegaron las lluvias.

11-12 Años atrás, cuando los filisteos mataron a Saúl y a Jonatán en Guilboa, habían colgado sus cuerpos en la plaza pública de Bet-sán. Sin embargo, la gente de Jabés se robó los cuerpos y los enterró en su ciudad. Por eso ahora, al saber David lo que estaba haciendo Rispá, fue a Jabés de Galaad para pedir que le entregaran los huesos de Saúl y Jonatán.

13 David juntó los huesos de Saúl y Jonatán con los huesos de los siete muertos; 14 luego mandó que los enterraran juntos en la tumba del padre de Saúl. Esa tumba estaba en Selá, en la región de Benjamín. Y tan pronto como se cumplieron las órdenes del rey David, Dios escuchó sus oraciones y bendijo al país.

Guerras contra los filisteos

15 Los filisteos volvieron a declararle la guerra a Israel, así que David fue con su ejército a pelear contra ellos. Como David ya estaba muy cansado, 16 un gigante trató de matarlo. El gigante se llamaba Isbí-benot, y la punta de su lanza pesaba más de tres kilos; tenía además una espada nueva.

17 Abisai corrió a ayudar a David, y atacó al filisteo y lo mató. Por su parte, los hombres de David le hicieron jurar que ya no saldría a las batallas, pues no querían perder a su líder y quedarse sin su guía.

Peleas contra gigantes (1 Cr 20.4-8)

18 Después de esto, hubo en Gob otra batalla contra los filisteos. Allí, Sibecai el husatita mató a un gigante llamado Saf.

19 Tiempo después, hubo también en Gob otra batalla contra los filisteos. Allí Elhanán hijo de Jaaré-oreguim, el de Belén, mató a Goliat, un hombre de Gat que tenía una lanza enorme.

20 Después hubo otra batalla en Gat. Allí, un gigante que tenía seis dedos en cada mano y en cada pie 21 desafió a los israelitas. Pero lo mató Jonatán, que era hijo de Simei y sobrino de David.

22 Estos cuatro gigantes eran de la familia de Refá, el de Gat, pero David y sus oficiales los mataron.

Canto de victoria (Sal 18)

22 Cuando Dios libró a David de sus enemigos y de Saúl, David entonó 2 este canto:

«¡Dios mío, yo te amo

porque tú me das fuerzas!

Tú eres para mí

la roca que me da refugio;

¡tú me cuidas y me libras!

3 Me proteges como un escudo,

y me salvas con tu poder.

¡Tú eres mi más alto escondite!

4 Tú mereces que te alabe porque,

cuando te llamo,

me libras de mis enemigos.

5 »Hubo una vez en que la muerte

quiso atraparme entre sus lazos;

fui arrastrado por una corriente

que todo lo destruía.

6 Me vi atrapado por la muerte;

me vi al borde de la tumba.

7 Lleno de angustia

llamé a mi Dios,

y él me escuchó desde su templo;

¡mi oración llegó hasta sus oídos!

8 »Hubo un temblor de tierra,

y la tierra se estremeció.

También los cerros temblaron

desde sus cimientos;

¡temblaron por el enojo de Dios!

9 Echaba humo por la nariz,

arrojaba fuego por la boca,

lanzaba carbones encendidos.

10 »Dios partió el cielo en dos

y bajó en una espesa nube.

11 Cruzó los cielos

sobre un querubín;

se fue volando

sobre las alas del viento.

12 Se escondió en la oscuridad,

entre las nubes cargadas de agua

que lo encubrían por completo.

13 ¡De su grandioso trono salían

nubes, granizos y carbones encendidos!

14 »De pronto, en el cielo

se oyó una voz de trueno:

¡era la voz del Dios altísimo

que se dejó escuchar

entre granizos y carbones encendidos!

15 Arrojó sus relámpagos

como si disparara flechas;

¡dispersó a sus enemigos

y los hizo salir corriendo!

16 »Dios mío,

tú reprendiste al mar,

y por causa de tu enojo

el fondo del mar quedó a la vista.

En tu enojo resoplaste,

y los cimientos de la tierra

quedaron al descubierto.

17 Desde los altos cielos

me tendiste la mano

y me sacaste del mar profundo.

18 Mis enemigos me odiaban;

eran más fuertes y poderosos que yo,

¡pero tú me libraste de ellos!

19 Se enfrentaron a mí

en el peor momento,

pero tú me apoyaste.

20 Me diste libertad;

¡me libraste porque me amas!

Hechos 1

Traducción en lenguaje actual

Jesús anuncia la venida del Espíritu Santo

1 Muy distinguido amigo Teófilo:

En mi primer libro[a] le escribí a usted acerca de todo lo que Jesús hizo y enseñó, desde el principio 2-4 hasta el día en que subió al cielo.

Jesús murió en una cruz, pero resucitó y luego se apareció a los apóstoles que había elegido. Durante cuarenta días les demostró que realmente estaba vivo, y siguió hablándoles del reino de Dios.

Un día en que estaban todos juntos, Jesús, con el poder del Espíritu Santo, les ordenó: «No salgan de Jerusalén. Esperen aquí, hasta que Dios mi Padre cumpla su promesa, de la cual yo les hablé. 5 Juan bautizaba con agua, pero dentro de poco tiempo Dios los bautizará con el Espíritu Santo.»

6 Cierto día en que estaban reunidos los apóstoles, le preguntaron a Jesús:

—Señor, ¿no crees que éste es un buen momento para que les des a los israelitas su propio rey?[b]

7 Jesús les respondió:

—Sólo Dios decide cuándo llevar a cabo lo que piensa hacer. 8 Pero quiero que sepan que el Espíritu Santo vendrá sobre ustedes, y que recibirán poder para hablar de mí en Jerusalén, en todo el territorio de Judea y de Samaria, y también en los lugares más lejanos del mundo.

Jesús sube al cielo

9 Después de esto, los apóstoles vieron cómo Jesús era llevado al cielo, hasta que una nube lo cubrió y ya no volvieron a verlo. 10 Mientras tanto, dos hombres se aparecieron junto a los apóstoles. Estaban vestidos con ropas muy blancas, pero los apóstoles no los vieron porque estaban mirando al cielo. 11 Entonces aquellos dos les dijeron: «Hombres de Galilea, ¿qué hacen ahí, mirando al cielo? Acaban de ver que Jesús fue llevado al cielo, pero así como se ha ido, un día volverá.»

Matías ocupa el lugar de Judas

12-13 Los apóstoles que vieron a Jesús subir al cielo eran Pedro, Juan, Santiago, Andrés, Felipe, Tomás, Bartolomé, Mateo, Santiago el hijo de Alfeo, Simón el Celote y Judas el hijo de Santiago. Todos ellos se alejaron del Monte de los Olivos y caminaron como un kilómetro, hasta llegar de nuevo a Jerusalén. Cuando llegaron a la casa donde se estaban quedando, subieron a su cuarto. 14-15 Estos seguidores de Jesús eran un grupo muy unido, y siempre oraban juntos. Con ellos se reunían los hermanos de Jesús y algunas mujeres, entre las que se encontraba María, la madre de Jesús. Todos los de este grupo eran como ciento veinte personas. Un día en que todos ellos estaban juntos, Pedro se levantó de pronto y les dijo:

16 «Queridos amigos, todos sabemos que a Jesús lo arrestaron porque Judas llevó a los enemigos de Jesús hasta donde él estaba. Eso ya lo había anunciado el Espíritu Santo por medio de David. Así lo dice la Biblia, y así sucedió.

17 »No hay que olvidar que Judas era uno de los nuestros, y que trabajaba con nosotros. 18 Cuando traicionó a Jesús, con el dinero que le dieron fue y compró un terreno. Pero luego se cayó de cabeza y se estrelló contra el suelo. 19 Todos en Jerusalén lo supieron y, desde entonces, ese lugar se conoce como “Campo de sangre”. 20 Ahora tiene que cumplirse lo que se dice en el libro de los Salmos:

“¡Que su casa se quede vacía!

¡Que nadie viva en ella!

¡Que otro haga su trabajo!”

21-22 »Por eso, otro tiene que ocupar el lugar de Judas, para que junto con nosotros anuncie a todo el mundo que Jesús resucitó. Tiene que ser alguien que, desde el principio, haya andado con Jesús y con nosotros; alguien que lo haya conocido desde que Juan lo bautizó hasta el día en que subió al cielo.»

23 Los candidatos presentados para ocupar el puesto de Judas fueron dos. Uno de ellos se llamaba José Barsabás, más conocido como «el Justo», y el otro se llamaba Matías. 24 Luego todos oraron:

«Señor, tú sabes lo que nosotros pensamos y sentimos. Por eso, te rogamos que nos muestres cuál de estos dos 25 debe hacer el trabajo que a Judas le correspondía.»

26 Después de eso se hizo un sorteo, y Matías resultó elegido. Desde ese día, Matías se agregó al grupo de los apóstoles.

Footnotes

  1. Hechos 1:1 Con primer libro el autor, que es Lucas, se refiere a su evangelio.

  2. Hechos 1:6 Otra posible traducción: ¿Es ahora cuando te convertirás en rey de Israel?

Salmos 121

Traducción en lenguaje actual

Dios te protegerá

SALMO 121 (120)

Cántico para las peregrinaciones.

121 Dirijo la mirada a las montañas;

¿de dónde vendrá mi ayuda?

2 Mi ayuda viene de Dios,

creador del cielo y de la tierra.

3 Dios jamás permitirá

que sufras daño alguno.

Dios te cuida y nunca duerme.

4 ¡Dios cuida de Israel,

y nunca duerme!

5 Dios te cuida y te protege;

Dios está siempre a tu lado.

6 Durante el día,

el sol no te quemará;

durante la noche,

no te dañará la luna.

7 Dios te protegerá

y te pondrá a salvo

de todos los peligros.

8 Dios te cuidará

ahora y siempre

por dondequiera que vayas.

Proverbios 16:18

Traducción en lenguaje actual

18 El orgulloso y arrogante

al fin de cuentas fracasa.

Traducción en lenguaje actual (TLA)

Copyright © 2000 by United Bible Societies

No comments:

Post a Comment

DAB Español, Sábado 11 de Mayo

Día 132, DAB Español, Sábado 11 de Mayo 1 Samuel 10:1-11:15; Juan 6:43-71; Salmos 107; Proverbios 15:1-3 (Reina Valera Contemporánea (RVC)) ...