Sunday, December 11, 2022

DAB Español, Lunes 12 de Diciembre

Día 346, DAB Español, Lunes 12 de Diciembre


Amós 7:1-9:15; Apocalipsis 3:7-22; Salmos 131; Proverbios 29:23 (La Palabra (Hispanoamérica) (BLPH))









Amós 7-9

La Palabra (Hispanoamérica)

II.— LIBRO DE LAS VISIONES (7—9)

Primera visión: las langostas

7 Esto me mostró el Señor Dios:

comenzaba a crecer la hierba,

la que brota a continuación

de la que se corta para el rey,

cuando [Dios] preparó una plaga de langostas.

2 Al verlas dispuestas a devorar

toda la hierba del país, dije:

“Perdona, te lo ruego, Señor mi Dios,

pues, ¿cómo podrá resistir Jacob,

siendo como es tan pequeño?”.

3 Se arrepintió de ello el Señor y dijo:

“Eso no sucederá” —aseguró el Señor—.

Segunda visión: el fuego

4 El Señor Dios me mostró otra visión:

convocaba el Señor Dios a un juicio por fuego;

[el fuego] había devorado al gran abismo

y amenazaba con devorar al territorio.

5 Entonces dije: “Señor Dios,

detente, te lo pido por favor;

pues, ¿cómo podrá resistir Jacob,

siendo como es tan pequeño?”.

6 Se arrepintió de ello el Señor y dijo:

“Tampoco eso sucederá”

—aseguró el Señor Dios—.

Tercera visión: la plomada

7 [El Señor] me mostró otra visión:

estaba mi Dios sobre una muralla,

sosteniendo con la mano una plomada.

8 El Señor preguntó: “¿Qué ves Amós?”.

Yo respondí: “Veo una plomada”.

Entonces mi Dios replicó:

“Pues yo aplicaré una plomada a Israel

y no le toleraré [un pecado] más.

9 Serán devastados los altozanos de Isaac,

arrasados los santuarios de Israel;

entonces pelearé espada en mano

contra la dinastía de Jeroboán”.

Amós y Amasías

10 Amasías, sacerdote de Betel, envió a decir a Jeroboán, rey de Israel: “Amós anda conspirando contra ti en medio de Israel y el país no puede tolerar más sus palabras, pues anda diciendo que 11 Jeroboán morirá a espada y todo Israel será deportado lejos de su tierra”.

12 Así que Amasías dijo a Amós:

— Vete, vidente, y ponte a salvo en el país de Judá donde puedes ganarte el pan profetizando allí. 13 Pero no vuelvas a profetizar en Betel porque aquí está el santuario del rey, el templo real.

14 Amós respondió a Amasías:

— Yo no soy un profeta de profesión. Yo estaba al cuidado del ganado y cultivaba higueras. 15 Pero el Señor me hizo dejar el rebaño y me dijo: Vete a hablar de mi parte a mi pueblo Israel. 16 Ahora pues, escucha la palabra del Señor: Tú dices: “¡No hables de parte de Dios contra Israel, no pronuncies oráculos contra la estirpe de Isaac!”. 17 Pues así habla el Señor: Tu mujer ejercerá de prostituta en plena ciudad; tus hijos e hijas sucumbirán a filo de espada; echarán a suertes tus tierras y tú morirás en un territorio impuro. Israel será deportado sin remedio lejos de su tierra.

Cuarta visión: la fruta madura

8 El Señor Dios me mostró una canasta de frutas maduras 2 y me dijo:

— ¿Qué ves, Amós?

Yo respondí:

“Una canasta con fruta madura”.

El Señor me dijo:

“Mi pueblo Israel está maduro”,

no le toleraré [un pecado] más.

3 Ese día —oráculo del Señor Dios—

los cantos de palacio se volverán lamentos,

y serán innumerables los cadáveres

que serán desparramados en silencio.

Contra los explotadores

4 Escuchen esto, los que aplastan al pobre y quieren eliminar a la gente humilde del país 5 diciendo: “¿Cuándo pasará la fiesta del novilunio para que podamos vender el cereal, y el sábado para dar salida al trigo? Usaremos medidas trucadas, aumentaremos el peso del siclo y falsearemos las balanzas. 6 Compraremos al indigente por dinero y al pobre a cambio de un par de sandalias; incluso haremos negocio con el salvado del trigo”. 7 Pues bien, el Señor ha jurado por el honor de Jacob que nunca se olvidará de esas acciones.

8 ¿No se va a estremecer la tierra

a la vista de todo esto?

¿No harán sus habitantes duelo?

Toda ella crecerá como el Nilo,

crecerá y decrecerá como el río de Egipto.

Un terrible castigo

9 Aquel día —oráculo del Señor Dios—

haré que el sol se ponga a mediodía

y que, a pleno sol, se oscurezca la tierra.

10 Convertiré en duelo las fiestas de ustedes,

en lamentaciones sus cánticos.

Haré que todos se vistan de sayal

y tengan que raparse la cabeza.

Será como llanto por el hijo único

con un final preñado de amargura.

11 Vendrán días —oráculo del Señor Dios—

en que enviaré el hambre a este país;

no será hambre de pan ni sed de agua,

sino de oír la palabra del Señor.

12 Andarán errantes de mar a mar,

desde el septentrión hasta el oriente;

buscarán la palabra del Señor,

pero no lograrán encontrarla.

13 Aquel día desfallecerán de sed

las hermosas muchachas y los jóvenes;

14 y también los que juran

por el ídolo de Samaría, diciendo:

“Lo juro, Dan, por quien adoras como dios;

y lo juro también, Berseba, por tu dios”.

Caerán a tierra y no se levantarán.

Quinta visión: nadie escapará

9 De pie, junto al altar,

vi a mi Señor que decía:

Golpea los capiteles

hasta que se desplomen los dinteles;

destroza a los que van en cabeza,

que al resto les daré muerte a espada.

Ni uno entre ellos podrá escapar,

nadie logrará ponerse a salvo.

2 Si se esconden en el reino de los muertos

de allí los sacará mi mano;

si suben a lo más alto del cielo,

haré que desciendan de allí;

3 si se esconden en la cima del Carmelo,

los buscaré hasta sacarlos de allí;

si se esconden de mí en el fondo del mar,

mandaré a la Serpiente que los muerda;

4 si sus enemigos los llevan cautivos,

haré que la espada los degüelle.

¡Para mal y no para bien

los tendré siempre ante mi vista!

El Señor es Dios del universo

5 Soy Dios, el Señor del universo;

toco la tierra y la hago estremecer,

mientras todos sus habitantes hacen duelo.

Crece toda ella como el Nilo

y decrece como el río de Egipto.

6 Soy el que pone en el cielo su trono

y asienta sobre la tierra su bóveda;

el que convoca a las aguas del mar

y las derrama sobre la faz de la tierra.

Mi nombre es el Señor.

No habrá privilegios para Israel

7 Ustedes, israelitas, son para mí

como si fueran oriundos de Cus

—oráculo del Señor—

si yo saqué a Israel de Egipto,

también saqué a los filisteos de Creta

y a los arameos de la tierra de Quir.

Castigo de los culpables

8 Tengo clavados mis ojos

—[dice] el Señor Dios—

sobre este reino pecador:

lo borraré de la faz de la tierra,

aunque no destruiré totalmente

la descendencia de Jacob,

—oráculo del Señor—.

9 Voy a ordenar que la casa de Israel

sea zarandeada entre las naciones

como se zarandea [el grano] en la criba,

sin que ni un guijarro caiga al suelo.

10 A filo de espada morirán

todos los pecadores de mi pueblo,

los que dicen: “No se acercará,

no nos alcanzará la desgracia”.

Promesa de restauración

11 Reconstruiré aquel día

la choza caída de David,

repararé sus brechas,

levantaré sus ruinas

y la reconstruiré como antaño,

12 para que posean el resto de Edom,

además de todas las naciones

en las que se ha invocado mi nombre,

—oráculo del Señor, que lo cumplirá—.

13 Llegan días —oráculo del Señor—

en los cuales el que ara

seguirá de cerca al segador

y el que vendimia, al que siembra;

días en que destilarán mosto los montes

y se tambalearán todas las colinas.

14 Cambiaré la suerte de mi pueblo Israel:

reconstruirán las ciudades devastadas

y volverán a habitar en ellas;

plantarán viñas y beberán su vino,

cultivarán huertos y comerán sus frutos.

15 Yo los plantaré en su tierra

y jamás volverán a ser arrancados

de esa tierra que yo les regalé,

—dice el Señor, tu Dios—.

Apocalipsis 3:7-22

La Palabra (Hispanoamérica)

A la iglesia de Filadelfia: ¡Conserva lo que tienes!

7 Escribe al ángel de la iglesia de Filadelfia: Esto dice el Santo, el Veraz, el que tiene la llave de David, el que, cuando abre, nadie puede cerrar y, cuando cierra, nadie puede abrir:

8 — Conozco tu comportamiento y te he abierto una puerta que nadie podrá cerrar, porque, aunque eres débil, te has mantenido fiel tanto a mi mensaje como a mi persona. 9 Por ello, voy a poner en tus manos a los de la sinagoga de Satanás, a esos que se precian de judíos, pero mienten, porque no lo son. Voy a hacer que se postren a tus pies, para que sepan que he puesto en ti mi amor. 10 Y ya que has sido fiel a mi consigna de aguantar con paciencia el sufrimiento, yo lo seré contigo en esta difícil hora que se avecina sobre el mundo entero, en la que serán puestos a prueba los habitantes de la tierra. 11 Estoy a punto de llegar. Conserva, pues, lo que tienes, para que nadie te arrebate la corona.

12 Al vencedor lo pondré de columna en el Templo de mi Dios, para que ya nunca salga de allí. Y grabaré sobre él el nombre de mi Dios, y grabaré también, junto a mi nombre nuevo, el nombre de la ciudad de mi Dios, la Jerusalén nueva, que desciende del trono celeste de mi Dios.

13 Quien tenga oídos, preste atención a lo que el Espíritu dice a las iglesias.

A la iglesia de Laodicea: ¡Estoy llamando a la puerta!

14 Escribe al ángel de la iglesia de Laodicea: Esto dice el Amén, el testigo fiel y veraz, el que está en el origen de la obra creadora de Dios:

15 — Conozco tu comportamiento; no eres ni frío ni caliente, y más te valiera ser una cosa o la otra. 16 ¡Pero sólo eres tibio! No eres ni frío ni caliente, y por eso voy a vomitarte de mi boca. 17 Sé también que vas pregonando: “Soy rico, estoy forrado de dinero y nada necesito”. ¡Pobre infeliz! ¿No sabes que eres miserable y pordiosero y ciego y que estás desnudo? 18 Si de veras quieres enriquecerte, harías bien en comprarme oro pasado por el crisol, vestidos blancos con que cubrir tu vergonzosa desnudez y colirio con que ungir tus ojos para que puedas ver.

19 Yo reprendo y castigo a los que amo. Esfuérzate, pues, y cambia de conducta. 20 ¿No ves que estoy llamando a la puerta? Si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré en su casa y cenaré en su compañía. 21 Al vencedor lo sentaré en mi trono, junto a mí, así como yo he vencido y me he sentado junto a mi Padre en su trono.

22 Quien tenga oídos, preste atención a lo que el Espíritu dice a las iglesias.

Salmos 131

La Palabra (Hispanoamérica)

Salmo 131 (130)

Como un niño, así estoy yo

131 Cántico de peregrinación. De David.

Señor, mi corazón no es arrogante

ni son altivos mis ojos;

no persigo dignidades

ni cosas que me superan.

2 Estoy en calma, estoy tranquilo,

como un niño en el regazo de su madre,

como un niño, así estoy yo.

3 Confía en el Señor, Israel,

desde ahora y para siempre.

Proverbios 29:23

La Palabra (Hispanoamérica)

23 El orgulloso termina humillado,

el humilde conseguirá honores.

La Palabra (Hispanoamérica) (BLPH)

La Palabra, (versión hispanoamericana) © 2010 Texto y Edición, Sociedad Bíblica de España

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