Monday, December 19, 2022

DAB Español, Martes 20 de Diciembre

Día 354, DAB Español, Martes 20 de Diciembre


Hageo 1:1-2:23; Apocalipsis 11:1-19; Salmos 139; Proverbios 30:15-16 (Palabra de Dios para Todos (PDT))









Hageo 1-2

Palabra de Dios para Todos

Llamado para reconstruir el templo

1 El primer día del sexto mes del segundo año del reinado del rey Darío, el SEÑOR dijo lo siguiente por medio del profeta Hageo a Zorobabel hijo de Salatiel, gobernador de Judá, y a Josué hijo de Josadac, sumo sacerdote: 2 «El SEÑOR Todopoderoso dice: “Este pueblo anda diciendo que todavía no es el momento de reconstruir el templo del SEÑOR”».

3 Pero el SEÑOR dijo también por medio del profeta Hageo: 4 «¿Pero sí es el momento para que ustedes vivan en casas finamente terminadas, mientras que esta casa está en ruinas?»

5 Ahora pues, dice el SEÑOR Todopoderoso: «Piensen bien lo que están haciendo. 6 Ustedes siembran mucho pero es poco lo que cosechan, comen pero no quedan satisfechos, beben pero no les alcanza para saciarse, se visten pero no lo suficiente para abrigarse. Ganan dinero pero se les va como si tuvieran roto el bolsillo».

7 El SEÑOR Todopoderoso dice: «Piensen bien lo que están haciendo. 8 Vayan a las montañas y traigan madera para reconstruir el templo y yo mostraré mi buena voluntad a este templo y seré glorificado en él, dice el SEÑOR. 9 Ustedes esperaban una gran cosecha pero les resultó muy escasa; luego cuando la almacenaron en sus casas, yo soplé e hice que se acabara rápido ¿Por qué? Pues mi casa está en ruinas mientras ustedes se dedican a las suyas, dice el SEÑOR Todopoderoso. 10 Debido a eso, el cielo ha retenido la lluvia, y la tierra, sus frutos. 11 Por eso he determinado que haya sequía sobre la tierra, las montañas, el trigo, la viña, el aceite, sobre todo lo que la tierra produce, sobre la gente, los animales y sobre todo su trabajo».

12 Entonces Zorobabel hijo de Salatiel, el sumo sacerdote Josué hijo de Josadac y el resto del pueblo, obedecieron lo que dijo el SEÑOR su Dios, o sea lo que el SEÑOR había dicho por medio del profeta Hageo. El pueblo sintió respeto y temor ante el SEÑOR Dios. 13 Entonces Hageo, el mensajero del SEÑOR dirigido por Dios, le dijo al pueblo: «El SEÑOR dice: ¡Estoy con ustedes!» 14 Y el SEÑOR les dio ánimo a Zorobabel hijo de Salatiel, gobernador de Judá, a Josué hijo de Josadac, sumo sacerdote, y a todo el resto del pueblo para que emprendieran la obra. Empezaron a trabajar en la construcción del templo del SEÑOR Dios Todopoderoso, su Dios. 15 Todo esto ocurrió el día 24 del mes sexto del segundo año del reinado del rey Darío.

El Señor anima al pueblo

2 El día 21 del séptimo mes, el SEÑOR dijo por medio del profeta Hageo: 2 «Diles a Zorobabel hijo de Salatiel, gobernador de Judá, a Josué hijo de Josadac, sumo sacerdote, y al resto del pueblo: 3 “¿Quedan todavía entre ustedes algunos que alcanzaron a ver el templo antes, en su época de esplendor? ¿Y cómo lo ven ahora? ¿No es algo insignificante? 4 Pero el SEÑOR dice: ¡Anímate, Zorobabel! ¡Anímate, Josué hijo de Josadac, sumo sacerdote! ¡Anímate, pueblo de este país!, dice el SEÑOR. Continúen trabajando, porque yo estoy con ustedes, dice el SEÑOR Todopoderoso. 5 Esta fue la promesa que les hice a ustedes cuando salieron de Egipto, que mi espíritu siempre estaría con ustedes. Entonces, no teman, 6 pues esto dice el SEÑOR Todopoderoso: Una vez más, muy pronto, voy a sacudir los cielos y la tierra, 7 el mar y la tierra firme. Voy a sacudir a todas las naciones, llegarán aquí todos sus tesoros y llenaré este templo de esplendor”, dice el SEÑOR Todopoderoso. 8 El SEÑOR Todopoderoso dice también: el oro y la plata son míos. 9 El SEÑOR Todopoderoso lo afirma y él dice que el esplendor de este último templo será mayor que el del anterior. En este sitio daré paz, dice el SEÑOR Todopoderoso».

Ya llegan las bendiciones

10 El día 24 del noveno mes, del segundo año del reinado del rey Darío, el SEÑOR le habló así al profeta Hageo: 11 «Esto es lo que el SEÑOR Todopoderoso te ordena, pregúntales a los sacerdotes cuál es la ley en este caso:

12 —¿Qué pasa si alguien lleva carne consagrada en su ropa, y más adelante el borde de su ropa toca pan, o guiso, o vino, o aceite de oliva, o cualquier tipo de comida? ¿Quedarán también consagradas las cosas que tuvieron contacto con la ropa?

—No—respondieron los sacerdotes.

13 Después Hageo les dijo:

—Si alguien que está impuro por haber tocado un cadáver toca también esas cosas, ¿quedan impuras las cosas?

Los sacerdotes respondieron:

—Sí, quedan impuras.

14 Hageo les respondió:

—El SEÑOR dice: “Esto también es cierto en el caso de este pueblo y de esta nación. Ellos no son santos ni puros ante mí, de modo que todo lo que ellos producen y traen luego al templo es impuro. 15 De ahora en adelante quiero que piensen bien en lo siguiente: antes de empezar la reconstrucción del templo del SEÑOR, 16 ¿qué tal estaban? Si alguien esperaba obtener 20 medidas de grano, solo conseguía 10. Si alguien quería obtener de un barril 50 jarras de vino, sólo conseguía 20. 17 ¿Qué era lo que pasaba? Pues que yo los estaba castigando. Yo fui el que envió las plagas que acabaron con las plantas, el que envió el granizo que destruyó lo que ustedes habían trabajado. Y así y todo, ustedes no buscaron hacer las paces conmigo, dice el SEÑOR. 18 Así que de hoy en adelante, fíjense bien en lo que va a ocurrir. Hoy, el día 24 del noveno mes, ustedes han echado los cimientos del templo del SEÑOR. 19 Ya no hay más semillas en el granero, porque están ya sembradas. Las vides, las higueras, los granados y los olivos ya no darán malas cosechas. De ahora en adelante, los bendeciré con buenas cosechas”.

20 El SEÑOR habló por segunda vez a Hageo el mismo día 24 del mes: 21 «Ve a ver a Zorobabel, gobernador de Judá, y dile: “Voy a sacudir los cielos y la tierra, 22 a derribar tronos de naciones, a acabar con la fuerza de los reinos de las naciones, a volcar los carros de combate y a los que los manejan. Caballos y jinetes caerán y los jinetes se matarán unos a otros a espada. 23 Ese día, dice el SEÑOR Todopoderoso, te tomaré a ti, Zorobabel hijo de Salatiel. Tú eres mi siervo, dice el SEÑOR, y te haré mi anillo de sellar, porque yo te elegí”. El SEÑOR Todopoderoso afirma todo esto».

Apocalipsis 11

Palabra de Dios para Todos

Los dos testigos

11 Luego, se me dio una caña parecida a una vara de medir y me dijo Dios: «Ve y mide el templo de Dios y el altar, y cuenta a los que están adentro adorando. 2 Pero no midas la parte de afuera del templo, pues ahí están los que no creen en mí. Ellos pisotearán la ciudad santa durante 42 meses. 3 Yo les daré poder a mis dos testigos, ellos profetizarán durante 1260 días, vestidos de luto».

4 Estos testigos son los dos olivos y las dos lámparas que están ante el Señor de la tierra. 5 Si alguien trata de hacerles daño a los dos testigos, ellos lo matarán con el fuego que sale de su boca y que consume a sus enemigos. 6 Estos testigos tienen el poder de evitar que llueva mientras profetizan. También tienen el poder de hacer que el agua se convierta en sangre y de enviar toda clase de desastres sobre la tierra cuando ellos quieran.

7 Cuando los dos testigos terminen de dar su mensaje, la bestia que sale del abismo los atacará, los vencerá y los matará. 8 Sus cuerpos quedarán tendidos en las calles de la gran ciudad, simbólicamente llamada Sodoma y Egipto, donde su Señor fue crucificado. 9 Gente de todas las razas, grupos, lenguas y naciones irá a ver los cuerpos de los dos testigos durante tres días y medio, y se negará a enterrarlos. 10 Los habitantes de la tierra estarán felices por su muerte. Harán fiestas y se darán regalos, porque estos dos profetas los atormentaban.

11 Pero después de los tres días y medio, Dios les dio de nuevo vida a los profetas y ellos resucitaron.[a] Los que los vieron se asustaron mucho. 12 Los dos profetas oyeron una fuerte voz desde el cielo, que les decía: «Suban acá». Ellos subieron al cielo y sus enemigos los vieron irse.

13 En ese preciso momento hubo un gran terremoto y la décima parte de la ciudad se derrumbó dejando 7000 personas muertas. Los demás quedaron muy asustados y alabaron a Dios, que está en el cielo.

14 Ya pasó el segundo gran desastre, pero pronto llegará el tercero.

La séptima trompeta

15 El séptimo ángel tocó la trompeta y se oyeron fuertes voces que decían:

«El reino del mundo es ahora el reino de nuestro Señor y de su Mesías,

    y él reinará por siempre».

16 Luego, los 24 ancianos que estaban sentados en sus tronos ante Dios se inclinaron hasta el suelo y lo adoraron, 17 diciendo:

«¡Te damos gracias Señor, Dios Todopoderoso.

    Tú eres el que es y ha sido siempre.

Te damos gracias porque hiciste uso de tu gran poder

    y comenzaste a gobernar!

18 Los que no creen en ti se enojaron,

    pero ahora ha llegado el momento de tu ira.

Ahora es el momento de juzgar a los muertos.

    Es el momento de recompensar a tus siervos los profetas,

y de recompensar a tu pueblo santo,

    a los que te respetan,

    tanto grandes como pequeños.

¡Es tiempo de destruir

    a los que destruyen la tierra!»

19 Entonces se abrió el templo de Dios en el cielo y dentro de él se veía el Cofre Sagrado que guardaba el pacto.[b] Hubo rayos, ruidos, truenos, un terremoto y una gran tormenta.

Footnotes

  1. 11:11 Pero después […] resucitaron Ver Ez 37:5, 10.

  2. 11:19 Cofre Sagrado […] pacto En el lugar más sagrado del templo judío había un cofre que contenía el pacto que Dios le dio a su pueblo. Ver Éx 25:10-22; 1 R 8:19; He 9:4.

Salmos 139

Palabra de Dios para Todos

Tú sabes todo de mí

Al director. Canción de David.

1 SEÑOR, tú me has examinado

    y sabes todo de mí.

2 Tú sabes cuándo me siento

    y cuándo me levanto;

aunque me sienta lejos de ti,

    tú conoces cada uno de mis pensamientos.

3 Sabes para dónde voy y en dónde me acuesto.

    Tú sabes todo lo que hago.

4 SEÑOR, tú sabes lo que voy a decir

    aun antes de que las palabras salgan de mi boca.

5 Tú siempre estás a mi alrededor,

    adelante y detrás de mí;

    siento tu mano sobre mí.

6 Lo que tú sabes de mí es demasiado profundo;

    va más allá de lo que puedo entender.

7 Tu Espíritu me acompaña a todas partes;

    no puedo escapar de tu presencia.

8 Si subiera al cielo,

    allí estarías;

si bajara a las profundidades de la tierra,

    allí estarías.

9 Si fuera al oriente donde nace el sol,

    allí estarías;

o al occidente, al fin de los mares,

    allí estarías.

10 Aun allí me tomarías de la mano y me conducirías;

    tú fuerte mano derecha me ayudaría.

11 Si yo pensara que seguramente en la oscuridad podría esconderme

    o que la luz de mi alrededor se hiciera noche,

12     ni siquiera la oscuridad es oscura para ti.

No importa cuán oscura sea una noche,

    para ti seguirá siendo tan clara como el día.

Para ti es lo mismo el día que la noche.

13 Tú hiciste todo mi ser,[a]

    tanto mis sentimientos como mi cuerpo,

    desde que me hiciste tomar forma[b] en el vientre de mi madre.

14 Te agradezco porque me hiciste de una manera maravillosa;

    sé muy bien que tus obras son maravillosas.

15 Tú sabes todo de mí.

    Tú viste mis huesos crecer

    mientras mi cuerpo se formaba en el vientre de mi madre.[c]

16 Tú viste formarse cada parte de mi cuerpo;

    todo ya estaba escrito en tu libro;

fueron formadas a su debido tiempo,

    sin faltar una sola de ellas.

17 Mi entendimiento no puede con tus pensamientos;

    la suma de ellos es inmensa.

18 Si pudiera contar cada uno de tus pensamientos,

    serían más numerosos que los granos de arena,

y cuando terminara de contarlos,

    tendría todavía que continuar.

19 Dios mío, cómo quisiera que les quitaras la vida a los perversos,

    que te llevaras a esos asesinos lejos de mí,

20 esos que hablan mal de ti

    y usan tu nombre para hacer falsos juramentos.

21 ¿Acaso no tengo la actitud correcta?

    ¿Acaso no odio y desprecio a los que tú desprecias?

22 Los odio con todas mis fuerzas;

    tus enemigos son también mis enemigos.

23 Dios mío, examíname y conoce mis pensamientos;

    ponme a prueba y reconoce todos mis pensamientos.

24 Fíjate si tengo algún mal pensamiento

    y guíame por el sendero que me lleva hacia ti.

Footnotes

  1. 139:13 todo mi ser Textualmente riñones. Los israelitas antiguos pensaban que las emociones estaban centradas en los riñones. Así que probablemente esto también significa que Dios sabe cómo se siente una persona, aun antes de que nazca.

  2. 139:13 me hiciste tomar forma o me tejiste.

  3. 139:15 el vientre de mi madre Textualmente en lo profundo de la tierra. Mucha gente creía que el cuerpo de un bebé se formaba en el vientre de la tierra antes de entrar al vientre de la mamá.

Proverbios 30:15-16

Palabra de Dios para Todos

15 »“Dame y Dame” son las dos hijas

    que tiene la sanguijuela.

»Hay tres cosas que nunca están satisfechas,

    y una cuarta que nunca tiene suficiente:

16 El lugar de los muertos,

    una mujer sin hijos,

la tierra seca que necesita lluvia

    y el fuego que no puede ser apagado.

Palabra de Dios para Todos (PDT)

© 2005, 2008, 2012, 2015 Centro Mundial de Traducción de La Biblia © 2005, 2008, 2012, 2015 Bible League International

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