Día 165, DAB Español, Jueves 14 de Junio
1 Reyes 12:20-13:34; Hechos 9:26-43; Salmos 132; Proverbios 17:6 (Nueva Biblia Latinoamericana de Hoy (NBLH))
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Reyes 12:20-13:34 Nueva Biblia Latinoamericana de Hoy (NBLH)
20 Cuando todo Israel supo que Jeroboam había vuelto,
enviaron a llamarlo a la asamblea y lo hicieron rey sobre todo Israel. No hubo
quien siguiera a la casa de David, sino sólo la tribu de Judá.
21 Cuando Roboam llegó a Jerusalén, reunió a toda la
casa de Judá y a la tribu de Benjamín, 180,000 hombres, guerreros escogidos,
para pelear contra la casa de Israel y restituir el reino a Roboam, hijo de
Salomón. 22 Pero la palabra de Dios vino a Semaías, hombre de Dios, diciendo:
23 “Habla a Roboam, hijo de Salomón, rey de Judá, y a toda la casa de Judá y de
Benjamín, y al resto del pueblo, diciéndoles: 24 ‘Así dice el Señor: “No
subirán ni pelearán contra sus hermanos los Israelitas. Vuelva cada uno a su
casa, porque de Mí ha venido esto.”’” Y ellos escucharon la palabra del Señor,
y se volvieron para irse conforme a la palabra del Señor.
La Idolatría de Jeroboam
25 Entonces Jeroboam edificó Siquem en la región
montañosa de Efraín, y habitó allí. De allí salió y edificó Penuel. 26 Y
Jeroboam se dijo en su corazón: “Ahora el reino volverá a la casa de David. 27
Porque si este pueblo continúa subiendo a ofrecer sacrificios en la casa del
Señor en Jerusalén, el corazón de este pueblo se volverá a su señor, es decir a
Roboam, rey de Judá, y me matarán y volverán a Roboam, rey de Judá.”
28 Así que el rey buscó consejo, hizo dos becerros de
oro, y dijo al pueblo: “Es mucho para ustedes subir a Jerusalén; aquí están sus
dioses, oh Israel, los cuales te hicieron subir de la tierra de Egipto.” 29
Puso uno en Betel (Casa de Dios) y el otro lo puso en Dan. 30 Y esto fue motivo
de pecado, porque el pueblo iba aun hasta Dan a adorar delante de uno de los
becerros. 31 Hizo también casas en los lugares altos, y nombró sacerdotes de
entre el[a] pueblo que no eran de los hijos de Leví.
32 Jeroboam instituyó una fiesta en el mes octavo, en
el día 15 del mes, como la fiesta que hay en Judá, y subió al[b] altar. Así
hizo en Betel (Casa de Dios), ofreciendo sacrificio a los becerros que había
hecho. Y puso en Betel a los sacerdotes de los lugares altos que él había
construido. 33 Entonces subió al altar que había hecho en Betel el día 15 del
mes octavo, es decir en el mes que él había planeado en su propio corazón.
Instituyó una fiesta para los Israelitas y subió al altar para quemar incienso.
Jeroboam y el Hombre de Dios
13 Sucedió que un hombre de Dios fue desde Judá a
Betel (Casa de Dios) por palabra del Señor, cuando Jeroboam estaba junto al
altar para quemar incienso. 2 Y el hombre de Dios clamó contra el altar por
palabra del Señor, y dijo: “Oh altar, altar, así dice el Señor: ‘A la casa de
David le nacerá un hijo, que se llamará Josías; y él sacrificará sobre ti a los
sacerdotes de los lugares altos que queman incienso sobre ti, y sobre ti serán
quemados huesos humanos.’”
3 Aquel mismo día dio una señal[c], y dijo: “Esta es
la señal de que el Señor ha hablado: ‘El altar se romperá y las cenizas[d] que
están sobre él se derramarán.’” 4 Cuando el rey oyó la palabra que el hombre de
Dios había clamado contra el altar de Betel, extendió[e] su mano desde el altar
y dijo: “¡Préndanlo!” Pero la mano que extendió contra él se le quedó rígida,
de modo que no podía volverla hacia sí. 5 El altar se rompió y las cenizas se
derramaron del altar, conforme a la señal que el hombre de Dios había dado por
palabra del Señor. 6 El rey respondió al hombre de Dios: “Te ruego que supliques
al[f] Señor tu Dios, y ores por mí, para que mi mano me sea restaurada.” El
hombre de Dios suplicó al[g] Señor y la mano del rey le fue restaurada, y quedó
como antes. 7 Entonces el rey dijo al hombre de Dios: “Ven conmigo a casa y
refréscate, y te daré una recompensa.” 8 Pero el hombre de Dios dijo al rey:
“Aunque usted me diera la mitad de su casa no iría con usted, tampoco comería
pan ni bebería agua en este lugar. 9 Porque así se me ordenó por palabra del
Señor, que me dijo: ‘No comerás pan, ni beberás agua, ni volverás por el camino
que fuiste.’” 10 Y se fue por otro camino, no regresó por el camino por donde
había ido a Betel.
El Profeta y el Hombre de Dios
11 Moraba entonces en Betel un anciano profeta; y sus
hijos fueron y le contaron todo lo que el hombre de Dios había hecho aquel día
en Betel. Las palabras que él había hablado al rey, también las contaron a su
padre. 12 Y su padre les dijo: “¿Por dónde se fue?” Y sus hijos le mostraron[h]
el camino por donde se había ido el hombre de Dios que había venido de Judá. 13
Entonces dijo a sus hijos: “Aparéjenme el asno.” Le aparejaron el asno, se
montó sobre él, 14 y fue tras el hombre de Dios; lo halló sentado debajo de una
encina, y le dijo: “¿Eres tú el hombre de Dios que vino de Judá?” Y él respondió:
“Yo soy.” 15 Entonces le dijo: “Ven conmigo a casa y come pan.” 16 Y él
respondió: “No puedo volver contigo ni ir contigo; tampoco comeré pan ni beberé
agua contigo en este lugar. 17 Porque me vino un mandato por palabra del Señor:
‘No comerás pan ni beberás agua allí, ni volverás por el camino que fuiste.’”
18 Y el otro le respondió: “Yo también soy profeta como tú, y un ángel me habló
por palabra del Señor, diciendo: ‘Tráelo contigo a tu casa, para que coma pan y
beba agua.’” Pero le estaba mintiendo. 19 Entonces se volvió con él, comió pan
en su casa y bebió agua.
20 Y cuando ellos estaban a la mesa, la palabra del
Señor vino al profeta que le había hecho volver; 21 y él le gritó al hombre de
Dios que vino de Judá: “Así dice el Señor: ‘Porque has desobedecido el mandato
del Señor, y no has guardado el mandamiento que el Señor tu Dios te ha
ordenado, 22 sino que has vuelto y has comido pan y bebido agua en el lugar del
cual El te dijo: “No comerás pan ni beberás agua,” tu cadáver no entrará en el
sepulcro de tus padres.’” 23 Y después de haber comido pan y de haber bebido
agua, aparejó el asno para él, para el profeta que había hecho volver. 24 Y
cuando éste se fue, un león lo encontró en el camino y lo mató, y su cadáver
quedó tirado en el camino y el asno estaba junto a él; también el león estaba
junto al cadáver. 25 Entonces pasaron unos hombres y vieron el cadáver tirado
en el camino y el león que estaba junto al cadáver; y fueron y lo dijeron en la
ciudad donde vivía el anciano profeta.
26 Cuando el profeta que le había hecho volver del
camino lo oyó, dijo: “Es el hombre de Dios, que desobedeció el mandato del
Señor; por tanto el Señor lo ha entregado al león que lo ha desgarrado y
matado, conforme a la palabra que el Señor le había hablado.” 27 Entonces habló
a sus hijos, diciendo: “Aparéjenme el asno.” Y se lo aparejaron. 28 Fue y halló
el cadáver tirado en el camino, y el asno y el león estaban junto al cadáver;
el león no había comido el cadáver ni desgarrado el asno. 29 El profeta levantó
el cadáver del hombre de Dios, lo puso sobre el asno y lo trajo. Vino a la
ciudad del anciano profeta para hacer duelo por él y enterrarlo. 30 Puso el
cadáver en su propio sepulcro, e hicieron duelo por él, diciendo: “¡Ay, hermano
mío!”
31 Y después de haberlo enterrado, dijo a sus hijos:
“Cuando yo muera, entiérrenme en el sepulcro donde está enterrado el hombre de
Dios; pongan mis huesos junto a sus huesos. 32 Porque ciertamente sucederá lo
que él clamó por palabra del Señor contra el altar en Betel y contra todas las
casas de los lugares altos que están en las ciudades de Samaria.”
33 Después de este hecho, Jeroboam no se volvió de su
mal camino, sino que volvió a nombrar sacerdotes para los lugares altos de
entre el pueblo; al que lo deseaba lo investía[i] para que fuera sacerdote de
los lugares altos. 34 Y esto fue motivo de pecado para la casa de Jeroboam, lo
que hizo que fuera borrada y destruida de sobre la superficie de la tierra.
Footnotes:
1 Reyes 12:31 O de los extremos del
1 Reyes 12:32 U ofreció sobre el
1 Reyes 13:3 Lit maravilla
1 Reyes 13:3 Lit cenizas de sebo
1 Reyes 13:4 Lit Jeroboam extendió
1 Reyes 13:6 Lit suavices el rostro del
1 Reyes 13:6 Lit suavizó el rostro del
1 Reyes 13:12 Así en algunas versiones antiguas; en el
T.M., habían visto
1 Reyes 13:33 Lit llenaba su mano
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Hechos
9:26-43 Nueva Biblia Latinoamericana de Hoy (NBLH)
Saulo en Jerusalén
26 Cuando Saulo llegó a Jerusalén, trataba de juntarse
con los discípulos; pero todos le temían, no creyendo que era discípulo. 27
Pero Bernabé lo tomó y lo presentó a los apóstoles, y les contó cómo Saulo
había visto al Señor en el camino, y que El le había hablado, y cómo en Damasco
había hablado con valor en el nombre de Jesús.
28 Y estaba con ellos moviéndose libremente[a] en
Jerusalén, hablando con valor en el nombre del Señor. 29 También hablaba y
discutía con los Judíos Helenistas; pero éstos intentaban matarlo. 30 Pero
cuando los hermanos lo supieron, lo llevaron a Cesarea, y de allí lo enviaron a
Tarso.
31 Entretanto la iglesia gozaba de paz por toda Judea,
Galilea y Samaria, y era edificada; y andando en el temor del Señor y en la
fortaleza del Espíritu Santo, seguía creciendo.
Curación de Eneas
32 Mientras Pedro viajaba por todas aquellas regiones,
vino también a los santos que vivían en Lida. 33 Allí encontró a un hombre
llamado Eneas, que había estado postrado en cama por ocho años, porque estaba
paralítico. 34 Y Pedro le dijo: “Eneas, Jesucristo te sana; levántate y haz tu
cama.” Y al instante se levantó. 35 Todos los que vivían en Lida y en Sarón lo
vieron, y[b] se convirtieron al Señor.
Resurrección de Dorcas
36 Había entonces en Jope una discípula llamada
Tabita, que traducido al Griego es Dorcas[c]; esta mujer era rica[d] en obras
buenas y de caridad que hacía continuamente. 37 Y sucedió que en aquellos días
se enfermó y murió; y lavado su cuerpo, lo pusieron en un aposento alto. 38
Como Lida estaba cerca de Jope, los discípulos, al oír que Pedro estaba allí,
le enviaron dos hombres, rogándole: “No tarde usted en venir a nosotros.”
39 Entonces Pedro se levantó y fue con ellos. Cuando
llegó lo llevaron al aposento alto, y todas las viudas lo rodearon llorando,
mostrando todas las túnicas y ropas que Dorcas solía hacer cuando estaba con
ellas.
40 Pero Pedro, haciendo salir a todos, se arrodilló y
oró, y volviéndose al cadáver, dijo: “Tabita, levántate.” Ella abrió los ojos,
y al ver a Pedro, se incorporó. 41 El le dio la mano y la levantó; y llamando a
los santos (los creyentes) y a las viudas, la presentó viva. 42 Esto se supo en
todo Jope, y muchos creyeron en el Señor. 43 Pedro se quedó en Jope muchos días
con un tal Simón, que era curtidor.
Footnotes:
Hechos 9:28 Lit entrando y saliendo
Hechos 9:35 Lit los cuales
Hechos 9:36 O Gacela
Hechos 9:36 Lit llena
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Salmos
132 Nueva Biblia Latinoamericana de Hoy (NBLH)
Plegaria por el Santuario
Cántico de ascenso gradual.
132 Acuérdate, Señor, de David,
De toda su aflicción;
2 De cómo juró al Señor,
Y prometió al Poderoso de Jacob:
3 “Ciertamente no entraré en mi casa,
Ni en mi lecho me acostaré;
4 No daré sueño a mis ojos,
Ni a mis párpados adormecimiento,
5 Hasta que halle un lugar para el Señor,
Una morada para el Poderoso de Jacob.”
6 Oímos de ella en Efrata;
La hallamos en los campos de Jaar.
7 Entremos a Sus moradas;
Postrémonos ante el estrado de Sus pies.
8 Levántate, Señor, al lugar de Tu reposo;
Tú y el arca de Tu poder.
9 Vístanse de justicia Sus sacerdotes;
Y canten con gozo Sus santos.
10 Por amor a David Su siervo,
No hagas volver el rostro de Su ungido.
11 El Señor ha jurado a David
Una verdad de la cual no se retractará:
“De tu descendencia pondré sobre tu trono.
12 Si tus hijos guardan Mi pacto,
Y Mi testimonio que les enseñaré,
Sus hijos también ocuparán tu trono para siempre.”
13 Porque el Señor ha escogido a Sion;
La quiso para Su habitación.
14 “Este es Mi lugar de reposo para siempre;
Aquí habitaré, porque la he deseado.
15 Su provisión bendeciré en abundancia;
De pan saciaré a sus pobres.
16 A sus sacerdotes también vestiré de salvación,
Y sus santos darán voces de júbilo.
17 Allí haré surgir el poder de David;
He preparado una lámpara para Mi ungido.
18 A sus enemigos cubriré de vergüenza,
Pero sobre él resplandecerá su corona.”
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Proverbios
17:6 Nueva Biblia Latinoamericana de Hoy (NBLH)
6 Corona de los ancianos son los nietos,
Y la gloria de los hijos son sus padres.
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