Día 179, DAB Español, Jueves 28 de Junio
2 Reyes 13:1-14:29; Hechos 18:22-19:12; Salmos 146; Proverbios 18:2-3 (Nueva Versión Internacional (NVI))
2
Reyes 13-14 Nueva Versión Internacional (NVI)
Joacaz, rey de Israel
13 En el año veintitrés del reinado de Joás hijo de
Ocozías, rey de Judá, Joacaz hijo de Jehú ascendió al trono de Israel, y reinó
en Samaria diecisiete años. 2 Joacaz hizo lo que ofende al Señor, pues siguió
el mal ejemplo de Jeroboán hijo de Nabat y no se apartó del pecado con que este
hizo pecar a Israel. 3 Por eso la ira del Señor se encendió contra los
israelitas y, por mucho tiempo, los puso bajo el poder de Jazael, rey de Siria,
y de su hijo Ben Adad.
4 Entonces Joacaz clamó al Señor, y él lo escuchó,
pues vio la gran opresión del rey de Siria sobre Israel. 5 El Señor les proveyó
un libertador, de modo que los israelitas pudieron librarse del poder de los
sirios y vivir tranquilos,[a] como antes. 6 Sin embargo, siguieron el mal
ejemplo de la familia de Jeroboán y no se apartaron de los pecados con que
estos hicieron pecar a Israel, y hasta dejaron en pie la imagen de la diosa
Aserá, que estaba en Samaria.
7 Del ejército no le habían quedado a Joacaz más que
cincuenta jinetes, diez carros de combate y diez mil soldados de infantería,
pues el rey de Siria había destruido el ejército, aniquilándolo por completo.
8 Los demás acontecimientos del reinado de Joacaz, y
todo lo que hizo y su poderío, están escritos en el libro de las crónicas de
los reyes de Israel. 9 Joacaz murió y fue sepultado con sus antepasados en
Samaria. Y su hijo Joás lo sucedió en el trono.
Joás, rey de Israel
10 En el año treinta y siete del reinado de Joás, rey
de Judá, Joás hijo de Joacaz ascendió al trono de Israel, y reinó en Samaria
dieciséis años. 11 Joás hizo lo que ofende al Señor, pues siguió el mal ejemplo
de Jeroboán hijo de Nabat y no se apartó de ninguno de los pecados con que este
hizo pecar a Israel.
12 Los demás acontecimientos del reinado de Joás, y
todo lo que hizo y su poderío, incluso la guerra que sostuvo contra Amasías,
rey de Judá, están escritos en el libro de las crónicas de los reyes de Israel.
13 Joás murió y fue sepultado con sus antepasados en Samaria con los reyes de
Israel. Y Jeroboán lo sucedió en el trono.
Muerte de Eliseo
14 Cuando Eliseo cayó enfermo de muerte, Joás, rey de
Israel, fue a verlo. Echándose sobre él, lloró y exclamó:
―¡Padre mío, padre mío, carro y fuerza conductora de
Israel!
15 Eliseo le dijo:
―Consigue un arco y varias flechas.
Joás así lo hizo. 16 Luego Eliseo le dijo:
―Empuña el arco.
Cuando el rey empuñó el arco, Eliseo puso las manos
sobre las del rey 17 y le dijo:
―Abre la ventana que da hacia el oriente.
Joás la abrió, y Eliseo le ordenó:
―¡Dispara!
Así lo hizo. Entonces Eliseo declaró:
―¡Flecha victoriosa del Señor! ¡Flecha victoriosa
contra Siria! ¡Tú vas a derrotar a los sirios en Afec hasta acabar con ellos!
18 Así que toma las flechas —añadió.
El rey las tomó, y Eliseo le ordenó:
―¡Golpea el suelo!
Joás golpeó el suelo tres veces, y se detuvo. 19 Ante
eso, el hombre de Dios se enojó y le dijo:
―Debiste haber golpeado el suelo cinco o seis veces;
entonces habrías derrotado a los sirios hasta acabar con ellos. Pero ahora los
derrotarás solo tres veces.
20 Después de esto, Eliseo murió y fue sepultado.
Cada año, bandas de guerrilleros moabitas invadían el
país. 21 En cierta ocasión, unos israelitas iban a enterrar a un muerto, pero
de pronto vieron a esas bandas y echaron el cadáver en la tumba de Eliseo.
Cuando el cadáver tocó los huesos de Eliseo, ¡el hombre recobró la vida y se
puso de pie!
Jazael oprime a los israelitas
22 Durante el reinado de Joacaz, Jazael, rey de Siria,
oprimió a los israelitas. 23 Sin embargo, el Señor tuvo misericordia de ellos.
Por causa del pacto que había hecho con Abraham, Isaac y Jacob, se compadeció
de los israelitas y los preservó, y hasta el día de hoy no ha querido
destruirlos ni arrojarlos de su presencia.
24 Cuando murió Jazael, rey de Siria, lo sucedió en el
trono su hijo Ben Adad. 25 Entonces Joás hijo de Joacaz logró rescatar del
poder de Ben Adad las ciudades que este le había arrebatado a Joacaz. En tres
ocasiones Joás logró derrotarlo, de modo que pudo recuperar las ciudades de
Israel.
Amasías, rey de Judá
14 En el segundo año de Joás hijo de Joacaz, rey de
Israel, Amasías hijo de Joás, rey de Judá, ascendió al trono. 2 Tenía
veinticinco años cuando comenzó a reinar, y reinó en Jerusalén veintinueve
años. Su madre era Joadán, oriunda de Jerusalén. 3 Amasías hizo lo que agrada
al Señor, aunque no como lo había hecho su antepasado David. En todo siguió el
ejemplo de su padre Joás, 4 pero no se quitaron los altares paganos, sino que
el pueblo siguió ofreciendo sacrificios y quemando incienso en ellos.
5 Después de afianzarse en el poder, Amasías ajustició
a los ministros que habían asesinado a su padre el rey. 6 Sin embargo, según lo
que ordenó el Señor, no mató a los hijos de los asesinos, pues está escrito en
el libro de la ley de Moisés: «A los padres no se les dará muerte por la culpa
de sus hijos, ni a los hijos se les dará muerte por la culpa de sus padres,
sino que cada uno morirá por su propio pecado».[b]
7 Amasías derrotó a diez mil edomitas en el valle de
la Sal; también conquistó la ciudad de Selá y le puso por nombre Joctel, que es
como se conoce hasta el día de hoy.
8 Por aquel tiempo, Amasías envió mensajeros a Joás,
hijo de Joacaz y nieto de Jehú, rey de Israel, con este reto: «¡Sal para que
nos enfrentemos!»
9 Pero Joás, rey de Israel, le respondió a Amasías,
rey de Judá: «El cardo del Líbano le mandó este mensaje al cedro: “Entrega a tu
hija como esposa a mi hijo”. Pero luego pasaron por allí las fieras del Líbano,
y aplastaron el cardo. 10 De hecho, has derrotado a los edomitas, y el éxito se
te ha subido a la cabeza. Está bien, jáctate si quieres, pero quédate en casa.
¿Para qué provocas una desgracia que significará tu perdición y la de Judá?»
11 Amasías no le hizo caso. Así que Joás, rey de
Israel, marchó a Bet Semes, en Judá, para enfrentarse con él. 12 Los israelitas
batieron a los de Judá, y estos huyeron a sus hogares. 13 En Bet Semes, Joás,
rey de Israel, capturó a Amasías, rey de Judá, hijo de Joás y nieto de Ocozías.
Luego fue a Jerusalén y derribó ciento ochenta metros[c] de la muralla, desde
la puerta de Efraín hasta la puerta de la Esquina. 14 Además, se apoderó de
todo el oro, la plata y los utensilios que había en el templo del Señor y en el
tesoro del palacio real. También tomó rehenes, y regresó a Samaria.
15 Los demás acontecimientos del reinado de Joás, y
todo lo que hizo y su poderío, incluso la guerra que sostuvo contra Amasías,
rey de Judá, están escritos en el libro de las crónicas de los reyes de Israel.
16 Joás murió y fue sepultado en Samaria con los reyes de Israel. Y su hijo
Jeroboán lo sucedió en el trono.
17 Amasías hijo de Joás, rey de Judá, sobrevivió
quince años a Joás hijo de Joacaz, rey de Israel. 18 Los demás acontecimientos
del reinado de Amasías están escritos en el libro de las crónicas de los reyes
de Judá. 19 Como se tramó una conspiración contra él en Jerusalén, Amasías huyó
a Laquis; pero lo persiguieron y allí lo mataron. 20 Luego lo llevaron a
caballo hasta Jerusalén, la Ciudad de David, y allí fue sepultado con sus
antepasados.
21 Entonces todo el pueblo de Judá tomó a Azarías,[d]
que tenía dieciséis años, y lo proclamó rey en lugar de su padre Amasías. 22 Y
fue Azarías quien, después de la muerte del rey Amasías, reconstruyó la ciudad
de Elat y la reincorporó a Judá.
Jeroboán II, rey de Israel
23 En el año quince del reinado de Amasías hijo de
Joás, rey de Judá, Jeroboán hijo de Joás, rey de Israel, ascendió al trono, y
reinó en Samaria cuarenta y un años. 24 Jeroboán hizo lo que ofende al Señor,
pues no se apartó de ninguno de los pecados con que Jeroboán hijo de Nabat hizo
pecar a Israel. 25 Él fue quien restableció las fronteras de Israel desde Lebó
Jamat[e] hasta el mar del Arabá, según la palabra que el Señor, Dios de Israel,
había dado a conocer por medio de su siervo Jonás hijo de Amitay, el profeta de
Gat Jefer. 26 Porque el Señor había visto que todos los habitantes de Israel,
esclavos o libres, sufrían amargamente, y que no había nadie que los ayudara.
27 Pero el Señor los salvó por medio de Jeroboán hijo de Joás, pues había dicho
que no borraría de la tierra el nombre de Israel.
28 Los demás acontecimientos del reinado de Jeroboán,
y todo lo que hizo y su poderío, incluso sus guerras en las que recuperó
Damasco y Jamat para Israel,[f] están escritos en el libro de las crónicas de
los reyes de Israel. 29 Jeroboán murió y fue sepultado con sus antepasados, los
reyes de Israel. Y su hijo Zacarías lo sucedió en el trono.
Footnotes:
13:5 tranquilos. Lit. en sus casas.
14:6 Dt 24:16
14:13 ciento ochenta metros. Lit. cuatrocientos codos.
14:21 Azarías. Lit. Uzías.
14:25 Lebó Jamat. Alt. la entrada de Jamat.
14:28 para Israel (lectura probable; véase Siríaca);
para Judá en Israel (TM).
Nueva Versión Internacional (NVI)
La Santa Biblia, Nueva Versión Internacional® NVI®
Copyright © 1986, 1999, 2015 by Biblica, Inc.® Used by permission.
All rights reserved worldwide.
Hechos 18:22-19:12 Nueva Versión
Internacional (NVI)
22 Cuando desembarcó en Cesarea, subió a Jerusalén a
saludar a la iglesia y luego bajó a Antioquía.
23 Después de pasar algún tiempo allí, Pablo se fue a
visitar una por una las congregaciones[a] de Galacia y Frigia, animando a todos
los discípulos.
24 Por aquel entonces llegó a Éfeso un judío llamado
Apolos, natural de Alejandría. Era un hombre ilustrado y convincente en el uso
de las Escrituras. 25 Había sido instruido en el camino del Señor, y con gran
fervor[b] hablaba y enseñaba con la mayor exactitud acerca de Jesús, aunque
conocía solo el bautismo de Juan. 26 Comenzó a hablar valientemente en la
sinagoga. Al oírlo Priscila y Aquila, lo tomaron a su cargo y le explicaron con
mayor precisión el camino de Dios.
27 Como Apolos quería pasar a Acaya, los hermanos lo
animaron y les escribieron a los discípulos de allá para que lo recibieran.
Cuando llegó, ayudó mucho a quienes por la gracia habían creído, 28 pues
refutaba vigorosamente en público a los judíos, demostrando por las Escrituras
que Jesús es el Mesías.
Pablo en Éfeso
19 Mientras Apolos estaba en Corinto, Pablo recorrió
las regiones del interior y llegó a Éfeso. Allí encontró a algunos discípulos.
2 ―¿Recibieron ustedes el Espíritu Santo cuando
creyeron? —les preguntó.
―No, ni siquiera hemos oído hablar del Espíritu Santo
—respondieron.
3 ―Entonces, ¿qué bautismo recibieron?
―El bautismo de Juan.
4 Pablo les explicó:
―El bautismo de Juan no era más que un bautismo de
arrepentimiento. Él le decía al pueblo que creyera en el que venía después de
él, es decir, en Jesús.
5 Al oír esto, fueron bautizados en el nombre del
Señor Jesús. 6 Cuando Pablo les impuso las manos, el Espíritu Santo vino sobre
ellos, y empezaron a hablar en lenguas y a profetizar. 7 Eran en total unos
doce hombres.
8 Pablo entró en la sinagoga y habló allí con toda
valentía durante tres meses. Discutía acerca del reino de Dios, tratando de
convencerlos, 9 pero algunos se negaron obstinadamente a creer, y ante la
congregación hablaban mal del Camino. Así que Pablo se alejó de ellos y formó
un grupo aparte con los discípulos; y a diario debatía en la escuela de Tirano.
10 Esto continuó por espacio de dos años, de modo que todos los judíos y los
griegos que vivían en la provincia de Asia llegaron a escuchar la palabra del
Señor.
11 Dios hacía milagros extraordinarios por medio de
Pablo, 12 a tal grado que a los enfermos les llevaban pañuelos y delantales que
habían tocado el cuerpo de Pablo, y quedaban sanos de sus enfermedades, y los
espíritus malignos salían de ellos.
Footnotes:
18:23 una por una las congregaciones. Lit. por orden
la región.
18:25 con gran fervor. Lit. con fervor en el Espíritu.
Nueva Versión Internacional (NVI)
La Santa Biblia, Nueva Versión Internacional® NVI®
Copyright © 1986, 1999, 2015 by Biblica, Inc.® Used by permission.
All rights reserved worldwide.
Salmos 146 Nueva Versión Internacional
(NVI)
146 ¡Aleluya! ¡Alabado sea el Señor!
Alaba, alma
mía, al Señor.
2 Alabaré al Señor toda mi vida;
mientras
haya aliento en mí, cantaré salmos a mi Dios.
3 No pongan su confianza en gente poderosa,
en simples
mortales, que no pueden salvar.
4 Exhalan el espíritu y vuelven al polvo,
y ese mismo
día se desbaratan sus planes.
5 Dichoso aquel cuya ayuda es el Dios de Jacob,
cuya
esperanza está en el Señor su Dios,
6 creador del cielo y de la tierra,
del mar y de
todo cuanto hay en ellos,
y que
siempre mantiene la verdad.
7 El Señor hace justicia a los oprimidos,
da de comer
a los hambrientos
y pone en
libertad a los cautivos.
8 El Señor da vista a los ciegos,
el Señor
sostiene a los agobiados,
el Señor ama
a los justos.
9 El Señor protege al extranjero
y sostiene
al huérfano y a la viuda,
pero frustra
los planes de los impíos.
10 ¡Oh Sión, que el Señor reine para siempre!
¡Que tu Dios
reine por todas las generaciones!
¡Aleluya! ¡Alabado sea el Señor!
Nueva Versión Internacional (NVI)
La Santa Biblia, Nueva Versión Internacional® NVI®
Copyright © 1986, 1999, 2015 by Biblica, Inc.® Used by permission.
All rights reserved worldwide.
Proverbios 18:2-3 Nueva Versión
Internacional (NVI)
2 Al necio no le complace el discernimiento;
tan solo
hace alarde de su propia opinión.
3 Con la maldad viene el desprecio,
y con la
vergüenza llega el oprobio.
Nueva Versión Internacional (NVI)
La Santa Biblia, Nueva Versión Internacional® NVI®
Copyright © 1986, 1999, 2015 by Biblica, Inc.® Used by permission.
All rights reserved worldwide.
No comments:
Post a Comment