Monday, June 11, 2018

DAB Español, Martes 12 de Junio

Día 163, DAB Español, Martes 12 de Junio

1 Reyes 9:1-10:29; Hechos 8:14-40; Salmos 130; Proverbios 17:2-3 (Nueva Biblia Latinoamericana de Hoy (NBLH))






1 Reyes 9-10 Nueva Biblia Latinoamericana de Hoy (NBLH)
Pacto de Dios con Salomón
9 Y sucedió que cuando Salomón había acabado de edificar la casa del Señor, la casa del rey y todo lo que Salomón deseaba hacer, 2 el Señor se apareció a Salomón por segunda vez, tal como se le había aparecido en Gabaón. 3 Y el Señor le dijo: “He oído tu oración y tu súplica que has hecho delante de Mí; he consagrado esta casa que has edificado, poniendo allí Mi nombre para siempre. En ella[a] estarán Mis ojos y Mi corazón perpetuamente. 4 Y en cuanto a ti, si andas delante de Mí como anduvo tu padre David, en integridad de corazón y en rectitud, haciendo conforme a todo lo que te he mandado, y guardas Mis estatutos y Mis ordenanzas, 5 Yo afirmaré el trono de tu reino sobre Israel para siempre, tal como prometí a tu padre David, diciendo: ‘No te faltará hombre sobre el trono de Israel.’

6 “Pero si en verdad ustedes o sus hijos se apartan de Mí y no guardan Mis mandamientos y Mis estatutos que he puesto delante de ustedes, y se van y sirven a otros dioses y los adoran, 7 entonces cortaré a Israel de sobre la superficie de la tierra que les he dado; y la casa que he consagrado a Mi nombre la echaré de Mi presencia, e Israel se convertirá en refrán y escarnio entre todos los pueblos. 8 Y esta casa se convertirá en un montón de ruinas[b]. Todo el que pase quedará atónito y silbará, y dirá: ‘¿Por qué ha hecho así el Señor a esta tierra y a esta casa?’ 9 Y le responderán: ‘Porque abandonaron al Señor su Dios, que sacó a sus padres de la tierra de Egipto, y tomaron para sí otros dioses, los adoraron y los sirvieron. Por eso el Señor ha traído toda esta adversidad sobre ellos.’”

Otras Actividades de Salomón
10 Y sucedió que después de los veinte años, en los cuales Salomón había edificado las dos casas, la casa del Señor y la casa del rey 11 (Hiram, rey de Tiro, había proporcionado a Salomón maderas de cedro y de ciprés y oro conforme a todo su deseo) que el rey Salomón dio a Hiram veinte ciudades en la tierra de Galilea. 12 Salió Hiram de Tiro para ver las ciudades que Salomón le había dado, y no le gustaron. 13 Y dijo: “¿Qué son estas ciudades que me has dado, hermano mío?” Por eso fueron llamadas[c] tierra de Cabul (Inútil) hasta hoy. 14 Hiram había enviado al rey 4.1 toneladas de oro.

15 Y estos son los datos de la leva (trabajo forzado) que el rey Salomón impuso[d] para edificar la casa del Señor, su propia casa, el Milo (la fortaleza), el muro de Jerusalén, y las ciudades de Hazor, Meguido y Gezer. 16 Porque Faraón, rey de Egipto, había subido y capturado Gezer, le había prendido fuego, había matado a los Cananeos que habitaban en la ciudad, y la había dado en dote (regalo de bodas) a su hija, la mujer de Salomón. 17 Entonces Salomón reconstruyó Gezer y también Bet Horón de abajo, 18 Baalat y Tadmor en el desierto, en la tierra de Judá, 19 y todas las ciudades de almacenaje que Salomón tenía, y las ciudades de sus carros y las ciudades para sus hombres de a caballo, y todo lo que Salomón quiso edificar en Jerusalén, en el Líbano y en toda la tierra de su dominio.

20 A todo el pueblo que había quedado de los Amorreos, Hititas, Ferezeos, Heveos y Jebuseos, que no eran de los Israelitas, 21 es decir, a sus descendientes que habían quedado en la tierra después de ellos, a quienes los Israelitas no habían podido destruir completamente, Salomón les impuso leva de trabajo forzado hasta el día de hoy. 22 Pero de los Israelitas Salomón no hizo esclavos, porque ellos eran los hombres de guerra, sus servidores, sus príncipes, sus capitanes, los comandantes de sus carros y sus hombres de a caballo.

23 Estos eran los oficiales[e] que estaban al frente de la obra de Salomón: 550 los cuales supervisaban al pueblo que hacía la obra.

24 Tan pronto como la hija de Faraón subió de la ciudad de David a la casa que Salomón le había construido, entonces edificó el Milo (la fortaleza).

25 Tres veces al año Salomón ofrecía holocaustos y ofrendas de paz sobre el altar que él había edificado al Señor, quemando incienso al mismo tiempo[f] sobre el altar que estaba delante del Señor después que terminó la casa.

26 El rey Salomón también construyó una flota en Ezión Geber, que está cerca de Elot, en la ribera del Mar Rojo, en la tierra de Edom. 27 Hiram envió a sus siervos con la flota, marineros que conocían el mar, junto con los siervos de Salomón, 28 y fueron a Ofir, y de allí tomaron 14.3 toneladas de oro que llevaron al rey Salomón.

Salomón y la Reina de Sabá
10 Cuando la reina de Sabá oyó de la fama de Salomón, por causa del nombre del Señor, vino a probarlo con preguntas difíciles. 2 Llegó a Jerusalén con un séquito muy grande, con camellos cargados de especias, y gran cantidad de oro y piedras preciosas. Cuando vino a Salomón, habló con él de todo lo que tenía en su corazón. 3 Y Salomón contestó todas sus preguntas[g]; no hubo nada tan difícil que el rey no pudiera explicárselo[h].

4 Cuando la reina de Sabá vio toda la sabiduría de Salomón, la casa que él había edificado, 5 los manjares de su mesa, las habitaciones de sus siervos, el porte de sus ministros y sus vestiduras, sus coperos, y la escalinata por la cual él subía a[i] la casa del Señor, se quedó sin aliento[j]. 6 Entonces le dijo al rey: “¡Era verdad lo que había oído en mi tierra acerca de sus palabras y de su sabiduría! 7 Pero yo no podía creer lo que me decían, hasta que he venido y mis propios ojos lo han visto. No se me había contado ni la mitad. Usted supera en sabiduría y prosperidad la fama que había oído. 8 Bienaventurados sus hombres, bienaventurados éstos sus siervos que están delante de usted continuamente y oyen su sabiduría. 9 Bendito sea el Señor su Dios que se agradó de usted para ponerle sobre el trono de Israel. Por el amor que el Señor ha tenido siempre a Israel, le ha puesto por rey para hacer derecho y justicia.” 10 Entonces ella dio al rey 4.1 toneladas de oro, y gran cantidad de especias aromáticas y piedras preciosas. Nunca más entró tanta abundancia de especias aromáticas como las que la reina de Sabá dio al rey Salomón.

11 También las naves de Hiram, que habían traído oro de Ofir, trajeron de allí gran cantidad de madera de sándalo y piedras preciosas. 12 Con la madera de sándalo, el rey hizo pilares para la casa del Señor y para el palacio del rey; también liras y arpas para los cantores. Esa clase de madera de sándalo no ha entrado más ni se ha vuelto a ver hasta hoy.

13 El rey Salomón dio a la reina de Sabá todo cuanto ella quiso pedirle, además de lo que le dio conforme a su real magnificencia[k]. Después ella se volvió, y regresó a su tierra con sus siervos.

Riqueza y Sabiduría de Salomón
14 El peso del oro que llegaba a Salomón en un año era de 22.6 toneladas de oro, 15 sin contar lo de los mercaderes, las mercancías[l] de los comerciantes, de todos los reyes de Arabia[m] y de los gobernadores de la tierra. 16 El rey Salomón hizo 200 escudos grandes de oro batido, usando[n] 600 siclos (6.84 kilos) de oro en cada escudo. 17 También hizo 300 escudos de oro batido, usando tres minas (1.7 kilos) de oro en cada escudo; el rey los puso en la casa del bosque del Líbano.

18 El rey hizo además, un gran trono de marfil y lo revistió de oro finísimo. 19 Había seis gradas hasta el trono, y por detrás, la parte superior del trono era redonda, con brazos[o] a cada lado del asiento y dos leones de pie junto a los brazos[p]. 20 Doce leones estaban de pie allí en las seis gradas a uno y otro lado; nada semejante se había hecho para ningún otro reino. 21 Todos los vasos de beber del rey Salomón eran de oro, también todas las vasijas de la casa del bosque del Líbano eran de oro puro, ninguna era de plata; ésta no era considerada importante en los días de Salomón. 22 Porque el rey tenía en el mar las naves de Tarsis junto con las naves de Hiram, y cada tres años las naves de Tarsis le traían oro, plata, marfil, monos y pavos reales.

23 Así el rey Salomón llegó a ser más grande que todos los reyes de la tierra en riqueza y sabiduría. 24 Y toda la tierra procuraba ver a Salomón, para oír la sabiduría que Dios había puesto en su corazón. 25 Cada uno de ellos traía su presente: objetos de plata y objetos de oro, vestidos, armas, especias, caballos y mulos; y así año tras año.

26 Salomón reunió carros y hombres de a caballo; y tenía 1,400 carros y 12,000 hombres de a caballo, y los situó[q] en las ciudades de carros y junto al rey en Jerusalén. 27 El rey hizo la plata tan común en Jerusalén como las piedras, e hizo los cedros tan abundantes como los sicómoros que están en el llano. 28 Los caballos de Salomón eran importados de Egipto y de Coa, y los mercaderes del rey los adquirían de Coa por cierto precio. 29 Un carro de Egipto se importaba[r] por 600 siclos (6.84 kilos) de plata, y un caballo por 150 y de la misma forma los exportaban a todos los reyes de los Hititas y a los reyes de Aram.

Footnotes:
1 Reyes 9:3 Lit allí
1 Reyes 9:8 Así en algunas versiones antiguas; en el T.M., será exaltada
1 Reyes 9:13 Lit él las llamó
1 Reyes 9:15 Lit levantó
1 Reyes 9:23 Lit oficiales de los capataces
1 Reyes 9:25 Lit con ello
1 Reyes 10:3 Lit le declaró todas sus palabras
1 Reyes 10:3 Lit no le declarara
1 Reyes 10:5 O y su holocausto que ofrecía en
1 Reyes 10:5 Lit no hubo más espíritu en ella
1 Reyes 10:13 Lit conforme a la mano del rey Salomón
1 Reyes 10:15 O el tráfico
1 Reyes 10:15 Así en algunas versiones antiguas; en el T.M., del poniente
1 Reyes 10:16 O haciendo resaltar; lit haciendo subir, y así en el vers. 17
1 Reyes 10:19 Lit manos
1 Reyes 10:19 Lit manos
1 Reyes 10:26 Así en algunas versiones antiguas; en Heb guió; véase 2 Cró 9:25
1 Reyes 10:29 Lit subía y salía
Nueva Biblia Latinoamericana de Hoy (NBLH)
© 2005 by The Lockman Foundation, La Habra, California

Hechos 8:14-40 Nueva Biblia Latinoamericana de Hoy (NBLH)
Pedro y Juan en Samaria
14 Cuando los apóstoles que estaban en Jerusalén oyeron que Samaria había recibido la palabra de Dios, les enviaron a Pedro y a Juan, 15 quienes descendieron y oraron por ellos para que recibieran el Espíritu Santo. 16 Porque todavía no había descendido el Espíritu Santo sobre ninguno de ellos; sólo habían sido bautizados en el nombre del Señor Jesús. 17 Entonces Pedro y Juan les imponían las manos, y recibían el Espíritu Santo.

18 Cuando Simón vio que el Espíritu se daba por la imposición de las manos de los apóstoles, les ofreció dinero, 19 y les dijo: “Denme también a mí esta autoridad, de manera que todo aquél sobre quien ponga mis manos reciba el Espíritu Santo.”

20 Entonces Pedro le contestó: “Que tu plata perezca[a] contigo, porque pensaste que podías obtener el don de Dios con dinero. 21 No tienes parte ni suerte en este asunto (esta enseñanza), porque tu corazón no es recto delante de Dios. 22 Por tanto, arrepiéntete de esta tu maldad, y ruega al Señor que si es posible se te perdone el intento de tu corazón. 23 Porque veo que estás en hiel de amargura y en cadena[b] de iniquidad.”

24 Pero Simón respondió: “Rueguen ustedes al Señor por mí, para que no me sobrevenga nada de lo que han dicho.”

25 Y ellos, después de haber testificado solemnemente y hablado la palabra del Señor, iniciaron el regreso a Jerusalén anunciando el evangelio (las buenas nuevas) en muchas aldeas de los Samaritanos.

Felipe y el Etíope Eunuco
26 Un ángel del Señor le dijo a Felipe: “Levántate y ve hacia el sur, al camino que desciende de Jerusalén a Gaza.” Este es un camino desierto[c]. 27 El se levantó y fue. Y había un[d] eunuco Etíope, alto oficial de Candace, reina de los Etíopes, el cual estaba encargado de todos sus tesoros, que había venido a Jerusalén para adorar. 28 Regresaba a su país sentado en su carruaje, y leía al profeta Isaías. 29 Y el Espíritu dijo a Felipe: “Ve y júntate a ese carruaje.”

30 Cuando Felipe se acercó corriendo, le oyó leer al profeta Isaías, y le preguntó: “¿Entiende usted lo que lee?” 31 El eunuco le respondió: “¿Cómo podré, a menos que alguien me guíe?” E invitó a Felipe a que subiera y se sentara con él. 32 El pasaje de la Escritura que estaba leyendo era éste:

“Como oveja fue llevado al matadero;
y como cordero, mudo delante del que lo trasquila,
no abre el Su boca.
33 En Su humillacion no se Le hizo justicia[e];
¿quien contara[f] Su generacion[g]?
Porque Su vida es quitada de la tierra.”

34 El eunuco le dijo a Felipe: “Le ruego que me diga, ¿de quién dice esto el profeta? ¿De sí mismo, o de algún otro?” 35 Entonces Felipe, comenzando con este pasaje de la Escritura, le anunció el evangelio (las buenas nuevas) de Jesús. 36 Yendo por el camino, llegaron a un lugar donde había agua; y el eunuco dijo: “Ahí hay agua. ¿Qué impide que yo sea bautizado?” 37 [h]Y Felipe le dijo: “Si usted cree con todo su corazón, puede.” “Creo que Jesucristo es el Hijo de Dios,” respondió el eunuco.

38 Y mandó parar el carruaje; ambos descendieron al agua, y Felipe lo bautizó. 39 Al salir ellos del agua, el Espíritu del Señor arrebató a Felipe; y no lo vio más el eunuco, que continuó su camino gozoso. 40 Pero Felipe se encontró[i] en Azoto[j], y por donde pasaba, anunciaba el evangelio en todas las ciudades, hasta que llegó a Cesarea.

Footnotes:
Hechos 8:20 Lit sea para perdición
Hechos 8:23 O grillos, o, esclavitud
Hechos 8:26 O Esta ciudad está desierta
Hechos 8:27 Lit un hombre
Hechos 8:33 Lit su justicia fue quitada
Hechos 8:33 O describirá
Hechos 8:33 O familia, u origen
Hechos 8:37 Los mss. más antiguos no incluyen el vers. 37
Hechos 8:40 O fue hallado
Hechos 8:40 En el Antiguo Testamento, Asdod
Nueva Biblia Latinoamericana de Hoy (NBLH)
© 2005 by The Lockman Foundation, La Habra, California

Salmos 130 Nueva Biblia Latinoamericana de Hoy (NBLH)
Clamor de un Pecador
Cántico de ascenso gradual.
130 Desde lo más profundo, oh Señor, he clamado a Ti.
2 ¡Señor, oye mi voz!
Estén atentos Tus oídos
A la voz de mis súplicas.
3 Señor, si Tú tuvieras en cuenta las iniquidades,
¿Quién, oh Señor, podría permanecer?
4 Pero en Ti hay perdón,
Para que seas temido.

5 Espero en el Señor; en El espera mi alma,
Y en Su palabra tengo mi esperanza.
6 Mi alma espera al Señor
Más que los centinelas a la mañana;
Sí, más que los centinelas a la mañana.
7 Oh Israel, espera en el Señor,
Porque en el Señor hay misericordia,
Y en El hay abundante redención;
8 El redimirá a Israel
De todas sus iniquidades.

Nueva Biblia Latinoamericana de Hoy (NBLH)
© 2005 by The Lockman Foundation, La Habra, California

Proverbios 17:2-3 Nueva Biblia Latinoamericana de Hoy (NBLH)
2 El siervo prudente prevalecerá sobre el hijo sin honra,
Y con[a] los hermanos participará de la herencia.
3 El crisol es para la plata y el horno para el oro,
Pero el Señor prueba los corazones.

Footnotes:
Proverbios 17:2 Lit entre
Nueva Biblia Latinoamericana de Hoy (NBLH)
© 2005 by The Lockman Foundation, La Habra, California


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