Día 286, DAB Español, Domingo 13 de Octubre
Jeremías 22:1-23:20; 2 Tesalonicenses 1:1-12; Salmos 83; Proverbios 25:11-14 (Nueva Traducción Viviente (NTV))
Jeremías
22:1-23:20 Nueva Traducción Viviente (NTV)
Mensaje a los reyes de Judá
22 Esto me dijo el Señor: «Ve y habla directamente al
rey de Judá. Dile: 2 “Rey de Judá, tú que te sientas en el trono de David,
escucha el mensaje del Señor. Deja que tus ayudantes y tu pueblo también
escuchen. 3 Esto dice el Señor: ‘Sean imparciales y justos. ¡Hagan lo que es
correcto! Ayuden a quienes han sufrido robos; rescátenlos de sus opresores.
¡Abandonen sus malas acciones! No maltraten a los extranjeros, ni a los
huérfanos ni a las viudas. ¡Dejen de matar al inocente! 4 Si me obedecen,
siempre habrá un descendiente de David sentado en el trono aquí en Jerusalén.
El rey entrará por las puertas del palacio en carros y a caballo, con su corte
de ayudantes y súbditos. 5 Sin embargo, si rehúsan prestar atención a esta
advertencia, les juro por mi propio nombre, dice el Señor, que este palacio se
convertirá en un montón de escombros’”».
Mensaje referente al palacio
6 Ahora bien, esto dice el Señor con respecto al
palacio real de Judá:
«Te amo tanto como a la fructífera Galaad
y como a los
verdes bosques del Líbano.
Pero te convertiré en un desierto
y nadie
vivirá dentro de tus muros.
7 Citaré a obreros de demolición,
los cuales
sacarán sus herramientas para desmantelarte.
Arrancarán todas tus selectas vigas de cedro
y las
echarán al fuego.
8 »Gente de muchas naciones pasará por las ruinas de
la ciudad y se dirán el uno al otro: “¿Por qué habrá destruido el Señor esta
gran ciudad?”. 9 Y la contestación será: “Porque violaron su pacto con el Señor
su Dios al rendir culto a otros dioses”».
Mensaje acerca de Joacaz
10 No lloren por el rey muerto ni lamenten su pérdida.
¡En cambio,
lloren por el rey cautivo que se llevan al exilio
porque nunca
más volverá para ver su tierra natal!
11 Pues esto dice el Señor acerca de Joacaz,[a] quien
sucedió en el trono a su padre, el rey Josías, y fue llevado cautivo: «Él nunca
regresará. 12 Morirá en una tierra lejana y nunca más verá su propio país».
Mensaje acerca de Joacim
13 Y el Señor dice: «¡Qué aflicción le espera a
Joacim,[b]
que edifica
su palacio con trabajo forzado![c]
Construye las paredes a base de injusticia,
porque
obliga a sus vecinos a trabajar,
y no les
paga por su trabajo.
14 Dice: “Construiré un palacio magnífico
con
habitaciones enormes y muchas ventanas.
Lo revestiré con cedro fragante
y lo pintaré
de un rojo agradable”.
15 ¡Pero un hermoso palacio de cedro no hace a un gran
rey!
Josías, tu
padre, también tenía mucha comida y bebida;
pero él era justo y recto en todo lo que hacía.
Por esa
razón Dios lo bendijo.
16 Hizo justicia al pobre y al necesitado y los ayudó,
y le fue
bien en todo.
¿No es eso lo que significa conocerme?
—dice el
Señor—.
17 ¡Pero tú, solo tienes ojos para la avaricia y la
deshonestidad!
Asesinas al
inocente,
oprimes al
pobre y reinas sin piedad».
18 Por lo tanto, esto dice el Señor acerca de Joacim,
hijo del rey Josías:
«El pueblo no llorará por él, lamentándose entre sí:
“¡Ay, mi
hermano! ¡Ay, mi hermana!”.
Sus súbditos no llorarán por él, lamentando:
“¡Ay,
nuestro amo ha muerto! ¡Ay, su esplendor se ha ido!”.
19 Será enterrado como un burro muerto:
¡arrastrado
fuera de Jerusalén y arrojado fuera de las puertas!
20 Llora por tus aliados en el Líbano;
grita por
ellos en Basán.
Búscalos en las regiones al oriente del río.[d]
Mira, todos
han sido destruidos.
No quedó
nadie para ayudarte.
21 Te lo advertí cuando eras próspero
pero
respondiste: “¡No me fastidies!”.
Has sido así desde tu niñez,
¡nunca me
obedeces!
22 Y ahora a tus aliados se los llevará el viento.
Todos tus
amigos serán llevados cautivos.
Seguramente
para entonces verás tu maldad y te avergonzarás.
23 Puede que sea lindo vivir en un palacio magnífico,
recubierto
con madera de cedros del Líbano,
pero pronto gemirás con punzadas de angustia,
angustia
como la de una mujer con dolores de parto.
Mensaje a Joaquín
24 »Tan cierto como que yo vivo —dice el Señor—, te
abandonaré, Joaquín,[e] hijo de Joacim, rey de Judá. Aunque fueras el anillo
con mi sello oficial en mi mano derecha, te arrancaría. 25 Te entregaré a los
que buscan matarte —a los que tanto temes— al rey Nabucodonosor[f] de Babilonia
y al poderoso ejército babilónico.[g] 26 Te expulsaré de esta tierra, a ti y a
tu madre, y morirás en un país extranjero, no en tu tierra natal. 27 Nunca
regresarás a la tierra que añoras.
28 »¿Por qué es este hombre, Joaquín, como una vasija
desechada y rota?
¿Por qué
serán él y sus hijos exiliados al extranjero?
29 ¡Oh tierra, tierra, tierra!
¡Escucha
este mensaje del Señor!
30 Esto dice el Señor:
“Que conste en acta que este hombre, Joaquín, no tuvo
hijos.
Él es un
fracasado,
porque no tendrá hijos que le sucedan en el trono de
David
para
gobernar a Judá”.
El descendiente justo
23 »¡Qué aflicción les espera a los líderes de mi
pueblo —los pastores de mis ovejas— porque han destruido y esparcido
precisamente a las ovejas que debían cuidar!», dice el Señor.
2 Por lo tanto, esto dice el Señor, Dios de Israel, a
los pastores: «En vez de cuidar de mis ovejas y ponerlas a salvo, las han
abandonado y las han llevado a la destrucción. Ahora, yo derramaré juicio sobre
ustedes por la maldad que han hecho a mi rebaño; 3 pero reuniré al remanente de
mi rebaño de todos los países donde lo he expulsado. Volveré a traer a mis
ovejas a su redil y serán fructíferas y crecerán en número. 4 Entonces nombraré
pastores responsables que cuidarán de ellas, y nunca más tendrán temor. Ni una
sola se perderá ni se extraviará. ¡Yo, el Señor, he hablado!
5 »Pues se acerca la hora
—dice el
Señor—,
cuando levantaré a un descendiente justo[h]
del linaje
del rey David.
Él será un rey que gobernará con sabiduría;
hará lo
justo y lo correcto por toda la tierra.
6 Y su nombre será:
“El Señor es
nuestra justicia”[i].
En ese día Judá estará a salvo,
e Israel
vivirá seguro.
7 »En ese día —dice el Señor—, cuando la gente jure ya
no dirá: “Tan cierto como que el Señor vive, quien rescató al pueblo de Israel
de la tierra de Egipto”. 8 En cambio, dirán: “Tan cierto como que el Señor
vive, quien trajo a Israel de regreso a su propia tierra desde la tierra del
norte y de todos los países a donde él los envió al destierro”. Entonces
vivirán en su propia tierra».
Juicio a los falsos profetas
9 Mi corazón está destrozado debido a los falsos
profetas,
y me
tiemblan los huesos.
Me tambaleo como un borracho,
como alguien
dominado por el vino,
debido a las santas palabras
que el Señor
ha pronunciado contra ellos.
10 Pues la tierra está llena de adulterio,
y está bajo
una maldición.
La tierra está de luto;
los pastos
del desierto están resecos.
Todos hacen lo malo
y abusan del
poder que tienen.
11 «Aun los sacerdotes y los profetas
son hombres
malvados que no tienen a Dios.
He visto sus hechos despreciables
aquí mismo
en mi propio templo
—dice el
Señor—.
12 Por lo tanto, los caminos que toman
llegarán a
ser resbaladizos.
Serán perseguidos en la oscuridad
y allí
caerán.
Pues traeré desastre sobre ellos
en el tiempo
señalado para su castigo.
¡Yo, el
Señor, he hablado!
13 »Vi que los profetas de Samaria eran tremendamente
malvados,
porque
profetizaron en nombre de Baal
y llevaron a
mi pueblo Israel al pecado.
14 ¡Pero ahora veo que los profetas de Jerusalén son
aún peores!
Cometen
adulterio y les encanta la deshonestidad.
Alientan a los que hacen lo malo
para que
ninguno se arrepienta de sus pecados.
Estos profetas son tan perversos
como lo fue
la gente de Sodoma y Gomorra».
15 Por lo tanto, esto dice el Señor de los Ejércitos
Celestiales acerca de los profetas:
«Los alimentaré con amargura
y les daré
veneno para beber.
Pues es debido a los profetas de Jerusalén
que se ha
llenado esta tierra de maldad».
16 Esto dice el Señor de los Ejércitos Celestiales a
su pueblo:
«No escuchen a estos profetas cuando ellos les
profeticen,
llenándolos
de esperanzas vanas.
Todo lo que dicen son puros inventos.
¡No hablan
de parte del Señor!
17 Siguen diciendo a los que desprecian mi palabra:
“¡No se
preocupen! ¡El Señor dice que ustedes tendrán paz!”.
Y a los que obstinadamente siguen sus propios deseos,
los profetas
les dicen: “¡No les sucederá nada malo!”.
18 »¿Ha estado alguno de estos profetas en la
presencia del Señor
para
escuchar lo que en realidad dice?
¿Acaso
alguno de ellos se ha interesado lo suficiente como para escuchar?
19 ¡Miren! El enojo del Señor estalla como una
tormenta,
como un
torbellino que se arremolina sobre la cabeza de los perversos.
20 El enojo del Señor no disminuirá
hasta que
termine con todo lo que él tenía pensado.
En los días futuros,
ustedes
entenderán todo esto con claridad.
Footnotes:
22:11 En hebreo Salum, otro nombre de Joacaz.
22:13a Hermano y sucesor del exiliado Joacaz. Ver
22:18.
22:13b En hebreo con injusticia.
22:20 O en Abarim.
22:24 En hebreo Conías, una variante de Joaquín;
también en 22:28.
22:25a En hebreo Nabucad-retsar, una variante de
Nabucodonosor.
22:25b O caldeo.
23:5 En hebreo un retoño justo.
23:6 En hebreo Yahveh-Tsidkenu.
Nueva Traducción Viviente (NTV)
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Tesalonicenses 1 Nueva Traducción Viviente (NTV)
Saludos de Pablo
1 Nosotros, Pablo, Silas[a] y Timoteo, escribimos esta
carta a la iglesia en Tesalónica, a ustedes que pertenecen a Dios nuestro Padre
y al Señor Jesucristo.
2 Que Dios nuestro Padre[b] y el Señor Jesucristo les
den gracia y paz.
Ánimo durante la persecución
3 Amados hermanos, no podemos más que agradecerle a
Dios por ustedes, porque su fe está floreciendo, y el amor de unos por otros,
creciendo. 4 Con orgullo les contamos a las demás iglesias de Dios acerca de la
constancia y la fidelidad de ustedes en todas las persecuciones y privaciones
que están sufriendo. 5 Y Dios usará esa persecución para mostrar su justicia y
para hacerlos dignos de su reino, por el cual sufren. 6 En su justicia él les
dará su merecido a quienes los persiguen.
7 Y Dios les brindará descanso a ustedes que están
siendo perseguidos y también a nosotros cuando el Señor Jesús aparezca desde el
cielo. Él vendrá con sus ángeles poderosos, 8 en llamas de fuego, y traerá juicio
sobre los que no conocen a Dios y sobre los que se niegan a obedecer la Buena
Noticia de nuestro Señor Jesús. 9 Serán castigados con destrucción eterna,
separados para siempre del Señor y de su glorioso poder. 10 Aquel día cuando él
venga, recibirá gloria de su pueblo santo y alabanza de todos los que creen.
Esto también los incluye a ustedes, porque creyeron lo que les dijimos acerca
de él.
11 Así que seguimos orando por ustedes, pidiéndole a
nuestro Dios que los ayude para que vivan una vida digna de su llamado. Que él
les dé el poder para llevar a cabo todas las cosas buenas que la fe los mueve a
hacer. 12 Entonces el nombre de nuestro Señor Jesús será honrado por la vida
que llevan ustedes, y serán honrados junto con él. Todo esto se hace posible por
la gracia de nuestro Dios y Señor, Jesucristo.[c]
Footnotes:
1:1 En griego Silvano, la forma griega de este nombre.
1:2 Algunos manuscritos dicen Dios el Padre.
1:12 O de nuestro Dios y de nuestro Señor Jesucristo.
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Salmos
83 Nueva Traducción Viviente (NTV)
Salmo 83
Un cántico. Salmo de Asaf.
1 ¡Oh Dios, no guardes silencio!
No cierres
tus oídos;
no te quedes
callado, oh Dios.
2 ¿No oyes el alboroto que hacen tus enemigos?
¿No ves que
tus arrogantes adversarios se levantan?
3 Inventan intrigas astutas contra tu pueblo;
conspiran en
contra de tus seres preciados.
4 «Vengan —dicen—, exterminemos a Israel como nación;
destruiremos
hasta el más mínimo recuerdo de su existencia».
5 Efectivamente, esta fue su decisión unánime.
Firmaron un
tratado de alianza en tu contra:
6 los edomitas y los ismaelitas;
los moabitas
y los agarenos;
7 los giblitas, los amonitas y los amalecitas;
y los
habitantes de Filistea y de Tiro.
8 Asiria también se unió a ellos
y se alió
con los descendientes de Lot. Interludio
9 Haz con ellos lo mismo que hiciste con los madianitas
y como
hiciste también con Sísara y con Jabín en el río Cisón.
10 Fueron destruidos en Endor,
y sus
cadáveres en descomposición fertilizaron la tierra.
11 Que sus poderosos nobles mueran como murieron Oreb
y Zeeb;
que todos
sus príncipes mueran como Zeba y Zalmuna,
12 porque dijeron: «¡Vamos a apoderarnos de estos
pastizales de Dios
y a usarlos
para nuestro beneficio!»
13 ¡Oh mi Dios, espárcelos como a arbustos que ruedan,
como a paja
que se lleva el viento!
14 Así como el fuego quema un bosque
y una llama
incendia las montañas,
15 persíguelos con tu tormenta feroz,
atérralos
con tu tempestad.
16 Desacredítalos por completo
hasta que se
sometan a tu nombre, oh Señor.
17 Que sean avergonzados y aterrorizados para siempre;
que mueran
en deshonra.
18 Entonces aprenderán que solo tú te llamas el Señor,
que solo tú
eres el Altísimo,
supremo
sobre toda la tierra.
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Proverbios
25:11-14 Nueva Traducción Viviente (NTV)
11 El consejo oportuno es precioso,
como
manzanas de oro en canasta de plata.
12 La crítica constructiva es, para quien la escucha,
como un
pendiente u otras joyas de oro.
13 Los mensajeros confiables refrescan como la nieve
en verano.
Reviven el
espíritu de su patrón.
14 La persona que promete un regalo pero nunca lo da
es como las
nubes y el viento que no traen lluvia.
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