Thursday, October 31, 2019

DAB Español, Viernes 1 de Noviembre

Día 305, DAB Español, Viernes 1 de Noviembre

Ezequiel 1:1-3:15; Hebreos 3:1-19; Salmos 104:1-23; Proverbios 26:24-26 (Reina Valera Actualizada (RVA-2015))






Ezequiel 1:1-3:15 Reina Valera Actualizada (RVA-2015)
1 Sucedió en el quinto día del mes cuarto[a] del año treinta, estando yo en medio de los cautivos, junto al río Quebar, que fueron abiertos los cielos, y vi visiones de Dios. 2 En el quinto día del mes (en el quinto año de la cautividad del rey Joaquín[b]), 3 vino la palabra del SEÑOR al sacerdote Ezequiel hijo de Buzi, en la tierra de los caldeos, junto al río Quebar. Allí vino sobre mí[c] la mano del SEÑOR.

Visión de la gloria de Dios
4 Miré, y he aquí que venía del norte un viento huracanado y una gran nube con un fuego centelleante y un resplandor en torno de ella. En su interior había algo como metal resplandeciente, en medio del fuego. 5 De su interior aparecía una forma de cuatro seres vivientes. El aspecto de ellos tenía la forma de hombre, 6 pero cada uno tenía cuatro caras y cuatro alas. 7 Sus piernas eran rectas, y sus pezuñas eran como pezuñas de becerro que centelleaban como bronce bruñido. 8 Debajo de sus alas, a sus cuatro lados, tenían manos de hombre. Los cuatro tenían sus caras y sus alas. 9 Sus alas se juntaban unas con otras. Y cuando se desplazaban, no se volvían, sino que cada uno se desplazaba de frente hacia adelante.

10 La forma de sus caras era la de una cara de hombre, con una cara de león en el lado derecho de los cuatro, una cara de toro en el lado izquierdo de los cuatro, y una cara de águila en los cuatro. 11 Así eran sus caras. Sus alas estaban extendidas hacia arriba. Cada uno tenía dos alas que se tocaban entre sí, y otras dos que cubrían sus cuerpos. 12 Cada uno se desplazaba de frente hacia adelante. Iban adondequiera que el espíritu decidía ir, y no viraban cuando se desplazaban.

13 En medio[d] de los seres vivientes había algo como carbones de fuego encendidos que se desplazaban como antorchas entre los seres vivientes. El fuego resplandecía, y del mismo salían relámpagos. 14 Y los seres iban y volvían, como si fueran relámpagos.

15 Mientras yo miraba a los seres vivientes, he aquí que había una rueda en la tierra, junto y al frente de cada uno de los cuatro seres vivientes. 16 La forma y el aspecto de las ruedas era como crisólito. Las cuatro ruedas tenían la misma forma y aspecto, y estaban hechas de manera que había una rueda dentro de otra rueda.

17 Cuando se desplazaban, lo hacían en cualquiera de las cuatro direcciones, y no viraban cuando se desplazaban. 18 Sus aros eran altos y aterradores, y los aros de las cuatro ruedas estaban llenos de ojos alrededor. 19 Cuando los seres vivientes se desplazaban, también se desplazaban las ruedas que estaban junto a ellos. Cuando los seres se elevaban de la tierra, las ruedas también se elevaban. 20 Iban adondequiera que el espíritu fuera, y las ruedas también se elevaban junto con ellos, pues el espíritu de cada ser viviente estaba también en las ruedas. 21 Cuando ellos se desplazaban, también ellas se desplazaban; cuando ellos se detenían, también ellas se detenían. Y cuando ellos se elevaban de la tierra, también las ruedas se elevaban junto con ellos, porque el espíritu de cada ser viviente estaba también en las ruedas.

22 Sobre las cabezas de los seres vivientes[e] había una bóveda semejante a un cristal impresionante, extendido por encima de sus cabezas. 23 Debajo de la bóveda, sus alas se extendían rectas, la una hacia la otra. Y cada ser tenía dos alas con que cubrían sus cuerpos[f]. 24 Cuando se desplazaban, escuché el ruido de sus alas como el ruido de muchas aguas, como la voz del Todopoderoso, como el bullicio de una muchedumbre, como el bullicio de un ejército. Y cuando se detenían, bajaban sus alas.

25 Entonces hubo un estruendo por encima de la bóveda que estaba sobre la cabeza de ellos. (Y cuando se detenían, bajaban sus alas)[g]. 26 Por encima de la bóveda que estaba sobre sus cabezas, había la forma de un trono que parecía de piedra de zafiro. Y sobre dicha forma de trono estaba alguien semejante a un hombre. 27 Entonces vi algo semejante a metal que resplandecía con la apariencia del fuego que lo perfilaba alrededor. Desde su cintura hacia arriba, y desde su cintura hacia abajo, vi algo que parecía fuego y que tenía un resplandor alrededor de él. 28 Como el aspecto del arco iris que está en las nubes en un día de lluvia, así era el aspecto del resplandor alrededor.

Este era el aspecto de la gloria del SEÑOR. Y cuando la vi, caí postrado sobre mi rostro y oí la voz de uno que hablaba.

Llamamiento de Ezequiel
2 Y me dijo: “Oh hijo de hombre, ponte en pie, y hablaré contigo”.

2 Mientras él me hablaba, entró en mí el Espíritu y me puso sobre mis pies, y oí al que me hablaba. 3 Y me dijo: “Oh hijo de hombre, yo te envío a los hijos de Israel, a una nación de rebeldes que se ha rebelado contra mí. Tanto ellos como sus padres se han rebelado contra mí hasta este mismo día. 4 Yo te envío a esta gente de rostro endurecido y de corazón empedernido. Y les dirás: ‘Así ha dicho el SEÑOR Dios[h]’. 5 Ya sea que ellos escuchen o que dejen de escuchar (porque son una casa rebelde), sabrán que ha habido un profeta entre ellos. 6 Pero tú, oh hijo de hombre, no temas; no temas de ellos ni de sus palabras. Aunque te halles entre zarzas y espinos, y habites entre escorpiones, no temas de sus palabras ni te atemorices ante ellos; porque son una casa rebelde. 7 Tú, pues, les hablarás mis palabras, ya sea que escuchen o dejen de escuchar, porque son una casa[i] rebelde. 8 Pero tú, oh hijo de hombre, escucha lo que yo te hablo. No seas rebelde como esa casa rebelde; abre tu boca y come lo que yo te doy”.

9 Entonces miré, y he aquí una mano extendida hacia mí, y en ella había un rollo de pergamino. 10 Lo extendió delante de mí, y he aquí que estaba escrito por el derecho y por el revés. En él estaban escritos lamentaciones, gemidos y ayes.

3 Entonces me dijo: “Oh hijo de hombre, come lo que has encontrado; come este rollo y ve, habla a la casa de Israel”. 2 Abrí mi boca, y me dio a comer ese rollo. 3 Luego me dijo: “Oh hijo de hombre, alimenta tu vientre y llena tu estómago con este rollo que yo te doy”. Lo comí, y fue en mi boca dulce como la miel.

4 Entonces me dijo: “Oh hijo de hombre, ve, acércate a la casa de Israel y háblales mis palabras; 5 porque no eres enviado a un pueblo de habla misteriosa ni de lengua difícil, sino a la casa de Israel; 6 no a muchos pueblos de habla misteriosa y de lengua difícil, cuyas palabras no entiendes. Si a ellos te enviara, ellos sí te escucharían. 7 Pero los de la casa de Israel no te querrán escuchar, porque no me quieren escuchar a mí. Pues todos los de la casa de Israel son de frente dura y tienen el corazón empedernido. 8 He aquí, yo hago tu rostro tan duro como el rostro de ellos, y hago tu frente tan dura como su frente. 9 Yo hago tu frente como el diamante, que es más duro que el pedernal. Tú no les temerás, ni te atemorizarás ante ellos, porque son una casa rebelde”.

10 Me dijo además: “Oh hijo de hombre, toma en tu corazón todas mis palabras que te diga, y escucha con tus oídos. 11 Acércate a los cautivos, a los hijos de tu pueblo, y háblales diciendo: ‘Así ha dicho el SEÑOR Dios[j]’, ya sea que escuchen o que dejen de escuchar”.

12 Entonces el Espíritu me levantó, y oí detrás de mí el ruido de un gran estruendo: “¡Bendita sea la gloria del SEÑOR desde su lugar!”. 13 Era el ruido de las alas de los seres vivientes, que se rozaban unas con otras, el ruido de las ruedas que estaban junto a ellos y el ruido de un gran estruendo. 14 Luego el Espíritu me levantó y me tomó. Yo iba con amargura y con mi espíritu enardecido, pero la mano del SEÑOR era fuerte sobre mí. 15 Luego llegué a los cautivos de Tel Abib, pues ellos habitaban allí, junto al río Quebar, y permanecí allí entre ellos, atónito, durante siete días.

Footnotes:
Ezequiel 1:1 Aprox. jun.-jul.
Ezequiel 1:2 Cf. 2 Rey. 24:10-15.
Ezequiel 1:3 Según Qere y varios mss.; Ketiv, él.
Ezequiel 1:13 Según LXX y Vet. Latina; cf. 10:2-7; heb., y la imagen de.
Ezequiel 1:22 Según varios mss. y vers. antiguas; TM, ser viviente.
Ezequiel 1:23 Según LXX; cf. v. 11.
Ezequiel 1:25 Algunos mss. omiten la parte entre paréntesis.
Ezequiel 2:4 Lit., Señor YHWH.
Ezequiel 2:7 Según muchos mss. y vers. antiguas; cf. vv. 5, 8; TM omite casa.
Ezequiel 3:11 Lit., Señor YHWH.
Reina Valera Actualizada (RVA-2015)
Version Reina Valera Actualizada, Copyright © 2015 by Editorial Mundo Hispano

Hebreos 3 Reina Valera Actualizada (RVA-2015)
Jesucristo, superior a Moisés
3 Por tanto, hermanos santos, participantes del llamamiento celestial, consideren a Jesús, el apóstol y sumo sacerdote de nuestra confesión. 2 Él era fiel al que le constituyó, como también lo fue Moisés en toda la casa de Dios. 3 Pero él ha sido estimado digno de una gloria superior a la de Moisés, por cuanto aquel que ha construido una casa tiene mayor dignidad que la casa. 4 Porque toda casa es construida por alguien, pero el constructor de todas las cosas es Dios. 5 Moisés fue fiel como siervo en toda la casa de Dios para dar testimonio de lo que se había de decir después. 6 En cambio, Cristo es fiel como Hijo sobre su casa. Esta casa suya somos nosotros, si de veras retenemos[a] la confianza y el gloriarnos de la esperanza.

El reposo del pueblo de Dios
7 Por eso, como dice el Espíritu Santo:

Si oyen hoy su voz,

8 no endurezcan su corazón

como en la provocación,

en el día de la prueba en el desierto,

9 donde los padres de ustedes

me pusieron a gran prueba

y vieron mis obras

durante cuarenta años.

10 Por esta causa me enojé

con aquella generación

y dije: “Ellos siempre

se desvían en su corazón

y no han conocido mis caminos”.

11 Como juré en mi ira:

“¡Jamás entrarán en mi reposo!”[b].

12 Miren, hermanos, que no haya en ninguno de ustedes un corazón malo de incredulidad que se aparte del Dios vivo. 13 Más bien, exhórtense los unos a los otros cada día mientras aún se dice: “Hoy”, para que ninguno de ustedes se endurezca por el engaño del pecado. 14 Porque hemos llegado a ser participantes de Cristo, si de veras retenemos el principio de nuestra confianza hasta el fin, 15 entre tanto se dice:

Si escuchan hoy su voz,

no endurezcan su corazón

como en la provocación[c].

16 Porque ¿quiénes fueron aquellos que, habiendo oído, lo provocaron? ¿No fueron todos los que salieron de Egipto con Moisés? 17 ¿Y con quiénes se disgustó durante cuarenta años? ¿No fue precisamente con los que pecaron, cuyos cuerpos cayeron en el desierto? 18 ¿Y a quiénes juró que no entrarían en su reposo sino a aquellos que no obedecieron? 19 Y vemos que ellos no pudieron entrar debido a su incredulidad.

Footnotes:
Hebreos 3:6 Algunos mss. antiguos incluyen firmes hasta el fin.
Hebreos 3:11 Sal. 95:7-11.
Hebreos 3:15 Sal. 95:7, 8 (LXX).
Reina Valera Actualizada (RVA-2015)
Version Reina Valera Actualizada, Copyright © 2015 by Editorial Mundo Hispano

Salmos 104:1-23 Reina Valera Actualizada (RVA-2015)
Creación y providencia de Dios
104 ¡Bendice, alma mía, al SEÑOR! SEÑOR, Dios mío, qué

¡grande eres!
Te has vestido de gloria y de
esplendor.
2 Tú eres el que se cubre de luz como de vestidura,
que extiende los cielos como una tienda,
3 que construye sus altas moradas sobre las aguas,
que hace de las nubes su carroza,
que anda sobre las alas del viento,
4 que hace a los vientos sus mensajeros
y a las llamas de fuego sus servidores.
5 Él fundó la tierra sobre sus cimientos;
no será jamás removida.
6 Con el océano, como con vestido,
la cubriste;
sobre las montañas estaban las aguas.
7 A tu reprensión huyeron;
se apresuraron al sonido de tu trueno.
8 Subieron las montañas;
descendieron los valles
al lugar que tú estableciste para ellos.
9 Les pusiste un límite,
el cual no traspasarán
ni volverán a cubrir la tierra.
10 Tú eres el que vierte los manantiales en los arroyos;
corren entre las colinas.
11 Dan de beber a todos los animales del campo;
los asnos monteses mitigan su sed.
12 Junto a ellos habitan las aves del cielo
y trinan entre las ramas.
13 Tú das de beber a las montañas desde tus altas moradas;
del fruto de tus obras se sacia la tierra.
14 Haces producir el pasto para los animales
y la vegetación para el servicio del hombre
a fin de sacar de la tierra el alimento:
15 el vino que alegra el corazón del hombre,
el aceite que hace lucir su rostro,
y el pan que sustenta el corazón del hombre.
16 Se llenan de savia los árboles del SEÑOR;
los cedros del Líbano que él plantó.
17 Allí anidan las aves;
en sus copas hace su nido la cigüeña.
18 Los montes altos son para las cabras monteses;
las peñas, para las madrigueras de los conejos.
19 Tú eres el que hizo la luna para
las estaciones;
el sol conoce su ocaso.
20 Pones las tinieblas, y es de noche;
en ella corretean todos los animales silvestres.
21 Los leones rugen por la presa
y reclaman a Dios su comida.
22 Sale el sol; se recogen
y se echan en sus cuevas.
23 Sale el hombre a su labor
y a su labranza hasta el anochecer.

Reina Valera Actualizada (RVA-2015)
Version Reina Valera Actualizada, Copyright © 2015 by Editorial Mundo Hispano

Proverbios 26:24-26 Reina Valera Actualizada (RVA-2015)
24 El que aborrece disimula con sus labios, pero en su interior trama el fraude.
25 Cuando hable amigablemente
no le creas;
porque siete abominaciones
hay en su corazón.
26 Aunque con engaño encubra su odio,
su maldad será descubierta
en la congregación.

Reina Valera Actualizada (RVA-2015)
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