Friday, November 1, 2019

DAB Español, Sábado 2 de Noviembre

Día 306, DAB Español, Sábado 2 de Noviembre

Ezequiel 3:16-6:14; Hebreos 4:1-16; Salmos 104:24-35; Proverbios 26:27 (Reina Valera Actualizada (RVA-2015))






Ezequiel 3:16-6:14 Reina Valera Actualizada (RVA-2015)
Ezequiel como centinela de su pueblo
16 Aconteció al cabo de los siete días que vino a mí la palabra del SEÑOR, diciendo: 17 “Oh hijo de hombre, yo te he puesto como centinela para la casa de Israel. Oirás, pues, las palabras de mi boca y les advertirás de mi parte. 18 Si yo digo al impío: ‘¡Morirás irremisiblemente!’, y tú no le adviertes ni le hablas para advertir al impío de su mal camino a fin de que viva, el impío morirá por su pecado; pero yo demandaré su sangre de tu mano. 19 Pero si tú le adviertes al impío y él no se aparta de su impiedad ni de su camino impío, él morirá por su pecado, pero tú habrás librado tu vida. 20 Y si algún justo se aparta de su justicia y hace maldad, y yo pongo tropiezo delante de él, él morirá; porque tú no le advertiste, morirá por su pecado. Sus obras de justicia que había hecho no le serán tomadas en cuenta, y su sangre demandaré de tu mano. 21 Pero si tú adviertes al justo para que no peque, y no peca, ciertamente vivirá por haber aceptado la advertencia; y tú mismo te habrás librado”.

Señal del enmudecimiento de Ezequiel
22 Entonces vino allí sobre mí la mano del SEÑOR y me dijo: “Levántate, vete al valle y allí hablaré contigo”. 23 Me levanté y fui al valle, y he aquí que se había detenido allí la gloria del SEÑOR, como la gloria que yo había visto junto al río Quebar. Y me postré sobre mi rostro. 24 Entonces entró en mí el Espíritu, me puso sobre mis pies y me habló diciendo:

—Entra y enciérrate en tu casa. 25 Y en cuanto a ti, oh hijo de hombre, he aquí que sobre ti pondrán cuerdas y te atarán con ellas, y no podrás salir entre ellos. 26 Y haré que tu lengua se pegue a tu paladar, y quedarás mudo. Así no serás para ellos un hombre que amonesta, porque son una casa rebelde. 27 Pero cuando yo te haya hablado, abriré tu boca, y les dirás: “Así ha dicho el SEÑOR Dios[a]”. El que escucha, que escuche; y el que deja de escuchar, que deje de escuchar. Porque son una casa rebelde.

Asedio simbólico de Jerusalén
4 »Y tú, oh hijo de hombre, toma una tableta de arcilla, ponla delante de ti y graba sobre ella una ciudad: Jerusalén. 2 Luego pon asedio contra ella, construye contra ella un muro de asedio y levanta contra ella un terraplén. Pon contra ella campamentos y coloca arietes contra ella en derredor. 3 Y tú, toma una plancha de hierro y ponla como muro de hierro entre ti y la ciudad. Luego afirma tu rostro contra ella, y quedará bajo asedio. Tú la asediarás; es una señal para la casa de Israel.

4 »Y tú, acuéstate sobre tu costado izquierdo y pon sobre él el pecado de la casa de Israel. Durante el número de días que estarás acostado así, cargarás con su pecado. 5 Yo te he asignado un número de días equivalente a los años del pecado de ellos: Durante trescientos noventa días cargarás con el pecado de la casa de Israel. 6 Y cumplidos estos, te acostarás nuevamente sobre tu costado derecho, y cargarás con el pecado de la casa de Judá durante cuarenta días: Te he fijado un día por cada año. 7 Luego afirmarás tu rostro hacia el asedio de Jerusalén, y con tu brazo descubierto profetizarás contra ella. 8 He aquí, yo pongo cuerdas sobre ti, y no te podrás dar vuelta de un lado al otro hasta que hayas cumplido los días de tu asedio.

9 »Y tú, toma trigo, cebada, habas, lentejas, sorgo y centeno, y ponlos en una vasija.

Con ellos te harás pan para el número de los días que estés acostado de lado: Durante trescientos noventa días comerás de él. 10 La comida que has de comer será racionada; será de doscientos gramos al día. De tiempo en tiempo la comerás. 11 También beberás el agua por medida: medio litro. De tiempo en tiempo la beberás. 12 Comerás tortas de cebada; las cocerás sobre excremento humano, ante la vista de ellos. 13 —El SEÑOR dijo además—: Así los hijos de Israel comerán su pan inmundo, entre las naciones a donde los arrojaré.

14 Entonces yo dije:

—¡Ay, SEÑOR Dios[b]! He aquí, yo nunca me he contaminado; desde mi juventud hasta ahora nunca he comido carne de animal mortecino ni despedazado ni nunca ha entrado a mi boca carne inmunda[c].

15 Y él me respondió:

—Mira, yo te concedo usar estiércol de buey en lugar de excremento humano, sobre el cual cocerás tu pan. 16 —Y añadió—: Oh hijo de hombre, he aquí yo quebrantaré la provisión de pan en Jerusalén. Comerán pan racionado y con angustia, y beberán el agua por medida y con horror. 17 Esto para que al faltarles el pan y el agua, queden desolados unos y otros, y se pudran en su iniquidad.

La señal de los pelos de Ezequiel
5 »Y tú, oh hijo de hombre, toma una cuchilla afilada, una navaja de barbero. Tómala y hazla pasar sobre tu cabeza y sobre tu barba. Luego toma una balanza para pesar y reparte los pelos. 2 Una tercera parte la quemarás con fuego en medio de la ciudad, cuando se cumplan los días del asedio. Toma otra tercera parte, y golpéala con la espada alrededor de la ciudad. Y la otra tercera parte espárcela al viento. Y yo desenvainaré la espada tras ellos. 3 Toma también de ellos unos pocos en número, y átalos en el extremo de tu manto. 4 Y de ellos toma otra vez algunos y échalos dentro del fuego, y quémalos allí. Entonces saldrá fuego de ellos hacia toda la casa de Israel.

5 »Así ha dicho el SEÑOR Dios[d]: “Esta es Jerusalén; yo la puse en medio de las naciones y de los países de su alrededor. 6 Pero ella se obstinó contra mis decretos con mayor culpabilidad que las demás naciones, y contra mis estatutos, más que los países que están alrededor de ella; porque desecharon mis decretos y no anduvieron según mis estatutos. 7 Por tanto, así ha dicho el SEÑOR Dios[e], por haberse comportado con mayor turbulencia que las naciones que están alrededor de ustedes, y porque no han andado según mis estatutos ni han cumplido mis decretos, y ni siquiera[f] han actuado según los decretos de las naciones que están a su alrededor; 8 por tanto, así ha dicho el SEÑOR Dios[g], he aquí que yo también estoy contra ti y ejecutaré actos justicieros en medio de ti, ante la vista de las naciones. 9 A causa de todas tus abominaciones haré en medio de ti lo que nunca he hecho ni haré jamás cosa semejante. 10 Por tanto, en medio de ti los padres comerán a sus hijos, y los hijos comerán a sus padres. Ejecutaré actos justicieros contra ti, y esparciré a tus sobrevivientes hacia todos los vientos”.

11 »Por tanto, dice el SEÑOR Dios[h]: “¡Vivo yo, que porque has profanado mi santuario con todos tus ídolos detestables y con todas tus abominaciones, también yo me apartaré; mi ojo no tendrá lástima ni tendré compasión! 12 Una tercera parte de ti morirá de peste y será consumida de hambre en medio de ti. Otra tercera parte caerá a espada alrededor de ti, y la otra tercera parte esparciré a todos los vientos y tras ellos desenvainaré mi espada. 13 Así se consumará mi furor; haré que en ellos se asiente mi ira y tomaré satisfacción. Y cuando haya consumado en ellos mi ira sabrán que yo, el SEÑOR, he hablado en mi celo. 14 Además, te convertiré en ruinas y en afrenta entre las naciones que están alrededor de ti, ante los ojos de todo el que pase. 15 Cuando yo ejecute actos justicieros contra ti con furor, con ira y con reprensiones de mi ira, tú serás afrenta, escarnio, advertencia y objeto de horror a las naciones que están alrededor de ti. Yo, el SEÑOR, he hablado.

16 »Cuando yo arroje contra ustedes las flechas malignas del hambre, que son para destrucción, las cuales enviaré para destruirlos, entonces aumentaré el hambre sobre ustedes y quebrantaré su sustento de pan. 17 Contra ustedes enviaré hambre y fieras dañinas que te privarán de hijos. Peste y sangre pasarán por en medio de ti, y traeré contra ti la espada. Yo, el SEÑOR, he hablado”.

Profecía contra los montes de Israel
6 Vino a mí la palabra del SEÑOR, diciendo: 2 “Oh hijo de hombre, pon tu rostro hacia los montes de Israel y profetiza contra ellos. 3 Les dirás: ‘¡Oh montes de Israel, escuchen la palabra del SEÑOR Dios[i]! Así ha dicho el SEÑOR Dios[j] a los montes y a las colinas, a las quebradas y a los valles: He aquí, yo mismo traeré contra ustedes la espada y destruiré sus lugares altos. 4 Sus altares serán desolados y sus altares de incienso destruidos. Haré que sus muertos caigan delante de los ídolos de ustedes. 5 Pondré los cadáveres de los hijos de Israel delante de sus ídolos y esparciré sus huesos alrededor de sus altares. 6 En todos los lugares donde habiten, las ciudades serán destruidas y los lugares altos desolados. Sus altares serán destruidos y desolados[k]; sus ídolos serán rotos y cesará su culto; sus altares de incienso serán destrozados y sus obras borradas. 7 Los muertos caerán en medio de ustedes, y sabrán que yo soy el SEÑOR.

8 “‘Pero dejaré un remanente, de modo que tengan entre las naciones algunos que escapen de la espada, cuando sean esparcidos por los países. 9 Entonces los que de ustedes escapen se acordarán de mí en las naciones en las cuales hayan sido hechos cautivos, de que yo quebranté[l] su corazón adúltero que se apartó de mí, y sus ojos que se prostituyeron tras sus ídolos. Ellos se detestarán a sí mismos a causa de los males que hicieron, por todas sus abominaciones. 10 Así sabrán que yo soy el SEÑOR. ¡No en vano he dicho que les haría este mal!’”.

11 Así ha dicho el SEÑOR Dios[m]: “Golpea con tu mano y pisotea con tu pie, y di: ‘¡Ay de todas las terribles abominaciones de la casa de Israel! Porque con espada, hambre y peste caerán. 12 El que esté lejos morirá de peste, el que esté cerca caerá a espada, y el que se quede y sea sitiado morirá de hambre’. Así agotaré en ellos mi ira. 13 Y sabrán que yo soy el SEÑOR, cuando sus muertos estén en medio de sus ídolos y alrededor de sus altares, en toda colina alta y en todas las cumbres de los montes, debajo de todo árbol frondoso y debajo de toda encina coposa, lugares donde ofrecieron grato olor a todos sus ídolos. 14 Extenderé contra ellos mi mano, y convertiré la tierra en desolación y asolamiento en todos los lugares en que habitan, desde el desierto hasta Diblat[n]. Y sabrán que yo soy el SEÑOR”.

Footnotes:
Ezequiel 3:27 Lit., Señor YHWH.
Ezequiel 4:14 Lit., Señor YHWH.
Ezequiel 4:14 Cf. Lev. 7:18, ss.; Hech. 10:14, ss.
Ezequiel 5:5 Lit., Señor YHWH.
Ezequiel 5:7 Lit., Señor YHWH.
Ezequiel 5:7 Según muchos mss; cf. 11:12; TM, y no han.
Ezequiel 5:8 Lit., Señor YHWH.
Ezequiel 5:11 Lit., Señor YHWH.
Ezequiel 6:3 Lit., Señor YHWH.
Ezequiel 6:3 Lit., Señor YHWH.
Ezequiel 6:6 Según vers. antiguas; heb., avergonzados.
Ezequiel 6:9 Según vers. antiguas; otra trad., que fui quebrantado a causa de su… y de sus…
Ezequiel 6:11 Lit., Señor YHWH.
Ezequiel 6:14 Algunos mss. tienen Ribla (cf. 2 Rey. 25:21).
Reina Valera Actualizada (RVA-2015)
Version Reina Valera Actualizada, Copyright © 2015 by Editorial Mundo Hispano

Hebreos 4 Reina Valera Actualizada (RVA-2015)
4 Temamos, pues, mientras permanezca aún la promesa de entrar en su reposo, no sea que alguno de ustedes parezca quedarse atrás. 2 Porque también a nosotros, como a ellos, nos han sido anunciadas las buenas nuevas; pero a ellos de nada les aprovechó oír la palabra, porque no se identificaron por fe con los que la obedecieron. 3 Pero los que hemos creído sí entramos en el reposo, como él ha dicho:

Como juré en mi ira:

“¡Jamás entrarán en mi reposo!”[a],

aunque sus obras quedaron terminadas desde la fundación del mundo. 4 Porque en cierto lugar ha dicho así del séptimo día: Y reposó Dios en el séptimo día de todas sus obras[b]. 5 Y otra vez dice aquí: “¡Jamás entrarán en mi reposo!”[c].

6 Puesto que falta que algunos entren en el reposo, ya que aquellos a quienes primero les fue anunciado no entraron a causa de la desobediencia, 7 Dios ha determinado otra vez un cierto día, diciendo por medio de David: “Hoy”, después de tanto tiempo, como ya se ha dicho:

Si escuchan hoy su voz,

no endurezcan su corazón[d].

8 Porque si Josué les hubiera dado el reposo, no se hablaría después de otro día. 9 Por tanto, queda todavía un reposo sabático para el pueblo de Dios. 10 El que ha entrado en su reposo, también ha reposado de sus obras, así como Dios de las suyas. 11 Hagamos, pues, todo esfuerzo para entrar en aquel reposo, no sea que alguien caiga en el mismo ejemplo de desobediencia.

12 Porque la Palabra de Dios es viva y eficaz, y más penetrante que toda espada de dos filos. Penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón. 13 No existe cosa creada que no sea manifiesta en su presencia. Más bien, todas están desnudas y expuestas ante los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta.

Jesucristo, sumo sacerdote superior
14 Por tanto, teniendo un gran sumo sacerdote que ha traspasado los cielos, Jesús el Hijo de Dios, retengamos nuestra confesión. 15 Porque no tenemos un sumo sacerdote que no puede compadecerse de nuestras debilidades, pues él fue tentado en todo igual que nosotros pero sin pecado. 16 Acerquémonos, pues, con confianza al trono de la gracia para que alcancemos misericordia y hallemos gracia para el oportuno socorro.

Footnotes:
Hebreos 4:3 Sal. 95:11; cf. Heb. 3:11.
Hebreos 4:4 Gén. 2:2.
Hebreos 4:5 Sal. 95:11; cf. Heb. 3:11.
Hebreos 4:7 Sal. 95:7, 8 (LXX).
Reina Valera Actualizada (RVA-2015)
Version Reina Valera Actualizada, Copyright © 2015 by Editorial Mundo Hispano

Salmos 104:24-35 Reina Valera Actualizada (RVA-2015)
24 ¡Cuán numerosas son tus obras,
oh SEÑOR!
A todas las hiciste con sabiduría;
la tierra está llena de tus criaturas.
25 Este es el mar grande y ancho,
en el cual hay peces sin número, animales grandes y pequeños.
26 Sobre él van los navíos;
allí está el Leviatán[a]
que hiciste para que jugase en él.
27 Todos ellos esperan en ti
para que les des su comida
a su tiempo.
28 Tú les das, y ellos recogen;
abres tu mano, y se sacian del bien.
29 Escondes tu rostro, y se desvanecen;
les quitas el aliento, y dejan de ser. Así vuelven a ser polvo.
30 Envías tu hálito, y son creados;
y renuevas la superficie de la tierra.
31 ¡Sea la gloria del SEÑOR
para siempre!
Alégrese el SEÑOR en sus obras.
32 Él mira la tierra, y ella tiembla; toca las montañas, y humean.
33 Cantaré al SEÑOR en mi vida;
a mi Dios cantaré salmos mientras viva.
34 Que mi meditación le sea grata
y que yo me alegre en el SEÑOR.
35 Sean exterminados de la tierra los pecadores,
y los impíos dejen de ser.
¡Bendice, oh alma mía, al SEÑOR! ¡Aleluya!

Footnotes:
Salmos 104:26 Cf. Job 3:8; 41:1; Sal. 74:14.
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Proverbios 26:27 Reina Valera Actualizada (RVA-2015)
27 El que cava fosa caerá en ella;
y al que hace rodar una piedra esta le vendrá encima.

Reina Valera Actualizada (RVA-2015)
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