Día 307, DAB Español, Domingo 3 de Noviembre
Ezequiel 7:1-9:11; Hebreos 5:1-14; Salmos 105:1-15; Proverbios 26:28 (Nueva Biblia Latinoamericana de Hoy (NBLH))
Ezequiel
7-9 Nueva Biblia Latinoamericana de Hoy (NBLH)
7 Y vino a mí la palabra del Señor: 2 “Y tú, hijo de
hombre, di: ‘Así dice el Señor Dios a la tierra de Israel: “¡El fin, el fin
viene sobre los cuatro extremos de esta tierra! 3 Ahora viene el fin sobre ti y
enviaré Mi ira contra ti; te juzgaré conforme a tus caminos y traeré sobre ti
todas tus abominaciones. 4 Mi ojo no tendrá piedad de ti ni Yo te perdonaré;
sino que te pagaré conforme a tus caminos, y tus abominaciones en medio de ti
quedarán; y sabrán que Yo soy el Señor.”’
5 “Así dice el Señor Dios: ‘¡Un desastre! ¡Viene un
desastre sin igual! 6 El fin viene, viene el fin; se ha despertado contra ti;
ya ha venido. 7 Te ha llegado tu turno (tu sentencia), oh habitante de la
tierra. Ha llegado el tiempo, se acerca el día; pánico, y no júbilo, en los
montes. 8 Ahora pronto derramaré Mi furor sobre ti y descargaré Mi ira contra
ti. Te juzgaré conforme a tus caminos y traeré sobre ti todas tus
abominaciones. 9 Mi ojo no tendrá piedad ni Yo perdonaré. Te pagaré conforme a
tus caminos, y tus abominaciones quedarán en medio de ti; y sabrán que soy Yo,
el Señor, el que hiere.
10 Llega el día; ya viene. Ha salido tu turno, ha
florecido la vara, ha reverdecido la arrogancia. 11 Se ha levantado la
violencia para hacerse vara de impiedad. Nada quedará de ellos, ni de su
multitud, ni de su riqueza, ni gloria entre ellos. 12 El tiempo ha llegado, ha
venido el día. No se alegre el que compra ni se lamente el que vende, porque el
furor está sobre toda su multitud. 13 Ciertamente el vendedor no recuperará lo
vendido mientras ambos vivan, porque la visión acerca de toda su multitud no
será revocada; y nadie, a causa de su iniquidad, podrá conservar su vida.
14 Han tocado la trompeta y lo han preparado todo,
pero nadie va a la batalla; porque Mi furor está contra toda su multitud. 15 La
espada está afuera, y la plaga y el hambre están dentro. El que esté en el
campo morirá a espada, y al que esté en la ciudad, la plaga y el hambre lo
consumirán. 16 Aun cuando escapen los sobrevivientes, estarán sobre los montes
como palomas de los valles, todos ellos gimiendo por su iniquidad. 17 Todas las
manos se debilitarán, y todas las rodillas serán como de agua. 18 Se ceñirán de
cilicio y los cubrirá el terror; en todos los rostros habrá vergüenza y todas las
cabezas estarán rapadas. 19 Arrojarán su plata en las calles y su oro se
convertirá en cosa abominable; ni su plata ni su oro podrán librarlos el día de
la ira del Señor. No saciarán su apetito ni llenarán sus estómagos, porque su
iniquidad ha llegado a ser ocasión de tropiezo. 20 Cambiaron la belleza de Sus
ornamentos en orgullo, y de ellos hicieron las imágenes de sus abominaciones y
de sus cosas detestables; por tanto, haré que esto sea cosa abominable para
ellos. 21 Lo entregaré todo en manos de extraños por botín y a los impíos de la
tierra por despojo, y lo profanarán. 22 Apartaré de ellos Mi rostro y
profanarán Mi lugar secreto; entrarán en él ladrones y lo profanarán.
23 Haz la cadena, porque la tierra está llena de
crímenes sangrientos y la ciudad llena de violencia. 24 Por tanto, traeré a las
más perversas de las naciones, y se apoderarán de sus casas; haré cesar el
orgullo de los poderosos y sus santuarios serán profanados. 25 Cuando llegue la
angustia, buscarán la paz, pero no habrá paz. 26 Vendrá calamidad sobre
calamidad, y habrá rumor tras rumor. Entonces buscarán visión del profeta, y la
ley desaparecerá del sacerdote y el consejo de los ancianos. 27 El rey hará
duelo, el príncipe se vestirá de horror y temblarán las manos del pueblo de la tierra.
Según su conducta los trataré, y por sus juicios los juzgaré; y sabrán que Yo
soy el Señor.’”
Visión de las Abominaciones en Jerusalén
8 Y sucedió en el año sexto, en el día cinco del mes
sexto, que estando yo sentado en mi casa con los ancianos de Judá sentados ante
mí, bajó allí sobre mí la mano del Señor Dios. 2 Entonces miré, y vi una figura
con aspecto de hombre; desde Sus lomos para abajo tenía la apariencia de fuego,
y desde Sus lomos para arriba tenía la apariencia de un resplandor, como el aspecto
de un metal refulgente. 3 Y extendió algo semejante a una mano y me tomó por un
mechón de mi cabello; y el Espíritu me alzó entre la tierra y el cielo y me
llevó a Jerusalén en visiones de Dios, a la entrada de la puerta que mira al
norte del atrio interior, allí donde estaba la morada del ídolo de los celos
que provoca los celos. 4 La gloria del Dios de Israel estaba allí, como la
visión que yo había visto en la llanura.
5 Y Dios me dijo: “Hijo de hombre, levanta ahora tus
ojos hacia el norte.” Y levanté mis ojos hacia el norte, y vi que al norte de
la puerta del altar, a la entrada estaba el ídolo de los celos. 6 Entonces El
me dijo: “Hijo de hombre, ¿ves lo que hacen éstos, las grandes abominaciones
que comete aquí la casa de Israel para que Me aleje de Mi santuario? Pero aún
verás mayores abominaciones.”
7 Después me llevó a la entrada del atrio, y miré que
había un agujero en el muro. 8 Y me dijo: “Hijo de hombre, cava ahora en el
muro.” Cavé en el muro, y tenía una entrada. 9 Entonces me dijo: “Entra y mira
las perversas abominaciones que ellos están cometiendo aquí.” 10 Entré, pues, y
miré; y vi grabados en el muro, por todo alrededor, toda clase de reptiles y
bestias y cosas abominables, y todos los ídolos de la casa de Israel. 11 Frente
a ellos estaban de pie setenta hombres de los ancianos de la casa de Israel.
También Jaazanías, hijo de Safán, estaba de pie entre ellos, cada uno con su
incensario en la mano; y el aroma de la nube de incienso subía.
12 Entonces Dios me dijo: “Hijo de hombre, ¿has visto
lo que hacen en la oscuridad los ancianos de la casa de Israel, cada uno en su
cámara de imágenes grabadas? Porque ellos dicen: ‘El Señor no nos ve; el Señor
ha abandonado la tierra.’” 13 También me dijo: “Aún verás que cometen mayores
abominaciones.”
14 Entonces me llevó a la entrada de la puerta de la
casa del Señor que está al norte; y había allí mujeres sentadas llorando a
Tamuz. 15 Y me dijo: “¿Has visto, hijo de hombre? Aún verás mayores
abominaciones que éstas.”
16 Entonces me llevó al atrio interior de la casa del
Señor. Y a la entrada del templo del Señor, entre el pórtico y el altar, había
unos veinticinco hombres de espaldas al templo del Señor y de cara al oriente,
y se postraban hacia el oriente, hacia el sol. 17 Y El me dijo: “¿Has visto,
hijo de hombre? ¿Le parece poco a la casa de Judá cometer las abominaciones que
aquí han cometido, que han llenado la tierra de violencia y Me han provocado
repetidas veces? Porque se llevan el ramo a la nariz. 18 Por tanto, ciertamente
Yo obraré con furor. Mi ojo no tendrá piedad, ni Yo perdonaré; y aunque griten
a Mis oídos con gran voz, no los escucharé.”
Visión de la Matanza de los Culpables
9 Entonces Dios gritó a mis oídos con gran voz,
diciendo: “Acérquense, verdugos de la ciudad, cada uno con su arma destructora
en la mano.” 2 Y seis hombres venían por el camino de la puerta superior que
mira al norte, cada uno con su arma destructora en la mano. Entre ellos había
un hombre vestido de lino con una cartera de escribano a la cintura. Y entraron
y se pusieron junto al altar de bronce.
3 Entonces la gloria del Dios de Israel subió del
querubín sobre el cual había estado, hacia el umbral del templo. Y llamó al
hombre vestido de lino que tenía la cartera de escribano a la cintura; 4 y el
Señor le dijo: “Pasa por en medio de la ciudad, por en medio de Jerusalén, y
pon una señal en la frente de los hombres que gimen y se lamentan por todas las
abominaciones que se cometen en medio de ella.” 5 Pero oí que a los otros les
dijo: “Pasen por la ciudad en pos de él y hieran; no tenga piedad su ojo, no
perdonen. 6 Maten a viejos, jóvenes, doncellas, niños y mujeres hasta el
exterminio, pero no toquen a ninguno sobre quien esté la señal. Comenzarán por
Mi santuario.” Comenzaron, pues, con los ancianos que estaban delante del
templo. 7 Entonces les dijo: “Profanen el templo y llenen de muertos los
atrios. ¡Salgan!” Y salieron, y fueron hiriendo por la ciudad. 8 Mientras
herían, quedé yo solo y caí sobre mi rostro; clamé y dije: “¡Ah, Señor Dios!
¿Destruirás a todo el remanente de Israel derramando Tu furor sobre Jerusalén?”
9 Entonces el Señor me respondió: “La iniquidad de la
casa de Israel y de Judá es grande en extremo, la tierra está llena de sangre y
la ciudad está llena de perversión; porque dicen: ‘El Señor ha abandonado la
tierra, el Señor nada ve.’ 10 Pero en cuanto a Mí, tampoco Mi ojo tendrá
piedad, ni Yo perdonaré, sino que haré recaer su conducta sobre sus cabezas.”
11 Entonces el hombre vestido de lino que tenía la
cartera a la cintura, trajo un informe, diciendo: “He hecho tal como me
ordenaste.”
Nueva Biblia Latinoamericana de Hoy (NBLH)
©
2005 by The Lockman Foundation, La Habra, California
Hebreos
5 Nueva Biblia Latinoamericana de Hoy (NBLH)
Jesús como Sumo Sacerdote
5 Porque todo sumo sacerdote tomado de entre los
hombres es constituido a favor de los hombres en las cosas que a Dios se
refieren, para presentar ofrendas y sacrificios por los pecados. 2 Puede[a]
obrar con benignidad (compasión) para con los ignorantes y extraviados, puesto
que él mismo está sujeto a flaquezas. 3 Por esa causa está obligado a ofrecer
sacrificios por los pecados, tanto por sí mismo como por el pueblo. 4 Nadie
toma este honor para sí mismo, sino que lo recibe cuando es llamado por Dios, así
como lo fue Aarón.
5 De la misma manera, Cristo no se glorificó a El
mismo para hacerse Sumo Sacerdote, sino que Lo glorificó el que Le dijo:
“Hijo Mio eres Tu,
Yo Te he engendrado hoy;”
6 como también dice en otro pasaje:
“Tu eres sacerdote para siempre
segun el orden de Melquisedec.”
7 Cristo[b], en los días de Su carne, habiendo
ofrecido oraciones y súplicas con gran clamor y lágrimas al que Lo podía librar
de la muerte[c], fue oído a causa de Su temor reverente. 8 Aunque era Hijo,
aprendió obediencia por lo que padeció; 9 y habiendo sido hecho perfecto, vino
a ser fuente (autor) de eterna salvación para todos los que Le obedecen, 10
siendo constituido por Dios como sumo sacerdote según el orden de Melquisedec.
Crecimiento en la Madurez Espiritual
11 Acerca de esto[d] tenemos mucho que decir, y es
difícil de explicar, puesto que ustedes se han hecho tardos para oír. 12 Pues
aunque ya[e] debieran ser maestros, otra vez tienen necesidad de que alguien
les enseñe los principios elementales[f] de los oráculos (las palabras) de
Dios, y han llegado a tener necesidad de leche y no de alimento sólido. 13
Porque todo el que toma sólo leche, no está acostumbrado a la palabra de
justicia, porque es niño. 14 Pero el alimento sólido es para los adultos (los
que han alcanzado madurez), los cuales por la práctica tienen los sentidos
ejercitados para discernir el bien y el mal.
Footnotes:
Hebreos 5:2 Lit Pudiendo
Hebreos 5:7 Lit El cual
Hebreos 5:7 O salvar
Hebreos 5:11 O El
Hebreos 5:12 Lit por causa del tiempo
Hebreos 5:12 Lit elementos del principio
Nueva Biblia Latinoamericana de Hoy (NBLH)
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Salmos
105:1-15 Nueva Biblia Latinoamericana de Hoy (NBLH)
Las Obras Maravillosas del Señor en Favor de Israel
105 Den gracias al Señor, invoquen Su nombre;
Den a conocer Sus obras entre los pueblos.
2 Cántenle, cántenle;
Hablen de todas Sus maravillas.
3 Gloríense en Su santo nombre;
Alégrese el corazón de los que buscan al Señor.
4 Busquen al Señor y Su fortaleza;
Busquen Su rostro continuamente.
5 Recuerden las maravillas que El ha hecho,
Sus prodigios y los juicios de Su boca,
6 Oh simiente de Abraham, Su siervo,
Hijos de Jacob, Sus escogidos.
7 El es el Señor nuestro Dios;
Sus juicios están en toda la tierra.
8 Para siempre se ha acordado de Su pacto,
De la palabra que ordenó a mil generaciones,
9 Del pacto que hizo con Abraham,
Y de Su juramento a Isaac.
10 También lo confirmó a Jacob por estatuto,
A Israel como pacto eterno,
11 Diciendo: “A ti te daré la tierra de Canaán
Como porción de la heredad de ustedes.”
12 Cuando eran pocos en número,
Muy pocos, y extranjeros en el país,
13 Cuando vagaban de nación en nación,
Y de un reino a otro pueblo,
14 El no permitió que nadie los oprimiera,
Y por amor a ellos reprendió a reyes, diciéndoles:
15 “No toquen a Mis ungidos,
Ni hagan mal a Mis profetas.”
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Proverbios
26:28 Nueva Biblia Latinoamericana de Hoy (NBLH)
28 La lengua mentirosa odia a los que oprime[a],
Y la boca lisonjera causa ruina.
Footnotes:
Proverbios 26:28 Lit sus oprimidos
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