Números 33:40-35:34; Lucas 5:12-28; Salmos 65; Proverbios 11:23 (Palabra de Dios para Todos (PDT))
Números 33:40-35:34 Palabra de Dios
para Todos (PDT)
40
El rey cananeo de Arad, que vivía en el Néguev, se enteró de que venían los
israelitas, 41 quienes dejaron el monte Hor y acamparon en Zalmona.
42
Dejaron Zalmona y acamparon en Punón.
43
Dejaron Punón y acamparon en Obot.
44
Dejaron Obot y acamparon en Iyé Abarín en el borde de Moab.
45
Dejaron Iyé Abarín y acamparon en Dibón Gad.
46
Dejaron Dibón Gad y acamparon en Almón Diblatayin.
47
Dejaron Almón Diblatayin y acamparon en las montañas de Abarín, cerca de Nebo.
48
Dejaron las montañas de Abarín y acamparon en las llanuras de Moab junto al
Jordán cerca de Jericó. 49 El campamento se extendía a lo largo del río Jordán
en las llanuras de Moab desde Bet Yesimot hasta Abel Acacias [a].
50
El SEÑOR le habló a Moisés en ese lugar y le dijo: 51 «Diles a los israelitas
que cuando crucen el río Jordán hacia la tierra de Canaán, 52 deben expulsar a
todos sus habitantes, destruir todas sus estatuas, sus ídolos de metal y
demoler todos sus lugares de culto. 53 Luego ustedes tomarán posesión del
territorio y habitarán ahí porque yo les he dado esa tierra para que ustedes la
posean. 54 Se repartirán la tierra entre ustedes por sorteo, de acuerdo a sus
grupos familiares. Se les dará más tierra a los grupos familiares grandes y
menos a los pequeños. El territorio de cada grupo familiar, será el que le
corresponda de acuerdo al sorteo. El reparto se hará conforme a los grupos
familiares de sus antepasados.
55
»Deben expulsar a todos los habitantes de esa tierra, pues si no lo hacen, los
que queden les harán la vida imposible como las astillas en los ojos o como las
espinas en el cuerpo; les causarán problemas en la tierra donde habiten. 56 Si
no los echan de ahí, yo les haré a ustedes lo que tenía planeado hacerle a
ellos».
Límites
de Canaán
34
El SEÑOR le dijo a Moisés: 2 «Dales esta orden a los israelitas: Cuando entren
a la tierra de Canaán, esta será la tierra que será de ustedes como herencia y
estos serán sus límites: 3 la frontera sur limitará con el desierto de Sin a lo
largo del límite de Edom. La frontera más al sur comenzará en el oriente desde
el final del mar Muerto, 4 seguirá luego para cruzar el paso de los Alacranes,
continuará a través del desierto de Sin y su límite en el sur será Cades
Barnea. Luego seguirá hasta Jazar Adar y después pasará a través de Asmón. 5
Desde Asmón, la frontera volteará hacia el arroyo de Egipto y terminará en el
mar [b]. 6 La frontera occidental limitará con las costas del mar Grande. 7 La
frontera norte será esta: Desde el mar Grande tracen una línea hasta el monte
Hor, 8 y desde el monte Hor sigan una línea hasta Lebó Jamat. Luego la línea
fronteriza llegará hasta Zedad, 9 para continuar hasta Zifrón, y terminar en
Jazar Enán. Esa será la frontera norte. 10 En cuanto a la frontera oriental,
tracen una línea desde Jazar Enán hasta Sefán, 11 de Sefán bajará a Riblá al
oriente de Ayin, de donde descenderá hasta encontrarse con las colinas al
oriente del lago de Galilea [c]. 12 La frontera continuará hasta el río Jordán
y terminará en el mar Muerto. Ese será su país y sus fronteras alrededor».
13
Moisés les dio esta orden a los israelitas: «Esta es la tierra que heredarán y
dividirán por sorteo entre ustedes. El SEÑOR ha mandado que esta tierra sea
entregada a las nueve tribus y media. 14 Las tribus de Rubén, Gad y la media
tribu de Manasés ya recibieron su parte de acuerdo a sus familias. 15 Las dos
tribus y media ya recibieron su parte al oriente, cerca al río Jordán, desde
Jericó, al lado oriental».
16
Luego el SEÑOR le dijo a Moisés: 17 «Estos son los nombres de los hombres que
repartirán la tierra entre ustedes: el sacerdote Eleazar y Josué hijo de Nun,
18 pero que un jefe de cada tribu ayude también en la repartición de la
tierra».
19
Estos eran los nombres de los jefes de las tribus:
Caleb
hijo de Jefone, de la tribu de Judá;
20
Samuel hijo de Amiud, de la tribu de Simeón;
21
Elidad hijo de Quislón, de la tribu de Benjamín;
22
el jefe Buquí hijo de Joglí, de la tribu de Dan;
23
de los descendientes de José;
el
jefe Janiel hijo de Efod, de la tribu de Manasés;
24
el jefe Quemuel hijo de Siftán, de la tribu de Efraín;
25
el jefe Elizafán hijo de Parnac, de la tribu de Zabulón;
26
el jefe Paltiel hijo de Azán, de la tribu de Isacar;
27
el jefe Ajiud hijo de Selomí, de la tribu de Aser;
28
el jefe Pedael hijo de Amiud, de la tribu de Neftalí.
29
El SEÑOR ordenó a estos hombres repartir la tierra de Canaán entre los
israelitas.
Ciudades
de los levitas
35
El SEÑOR le habló a Moisés en las llanuras de Moab, junto al Jordán, frente a
Jericó y le dijo: 2 «Ordénales a los israelitas que del territorio que reciban les
den a los levitas ciudades donde vivir, y también los campos de pastoreo
alrededor de esas ciudades. 3 En esas ciudades habitarán los levitas y los
campos de pastoreo serán para su ganado y todos sus animales. 4 Los campos de
pastoreo de esas ciudades que deben darles a los levitas se extenderán
alrededor de la ciudad, cuatrocientos cincuenta metros [d] hacia afuera de la
muralla. 5 Midan a partir de los límites de la ciudad novecientos metros hacia
el oriente, novecientos metros hacia el sur, novecientos metros hacia el
occidente y novecientos metros hacia el norte, con la ciudad en el centro. Esas
serán las tierras de pastoreo para sus ciudades.
6
»De las ciudades que ustedes les den a los levitas, habrá seis ciudades de
refugio, que servirán para que huya allí el que por accidente haya matado a
alguien. Además de estas se les darán otras cuarenta y dos ciudades, 7 o sea
que en total les darán a los levitas cuarenta y ocho ciudades con sus campos de
pastoreo. 8 La mayoría de ciudades serán cedidas por las tribus grandes; las
tribus pequeñas cederán pocas ciudades. Cada tribu les dará algunas de sus
ciudades a los levitas de acuerdo a la cantidad de territorio que hayan
recibido».
Ciudades
de refugio
9
El SEÑOR le dijo a Moisés: 10 «Diles a los israelitas que cuando crucen el río
Jordán para llegar a Canaán, 11 designen ciudades de refugio para ustedes a
donde pueda huir el que mate a alguien por accidente. 12 En esas ciudades se
refugiarán para protegerse del pariente del muerto que tenga el deber de castigar
al asesino. Así no se le dará muerte al asesino sin que se haya primero hecho
un juicio ante la comunidad. 13 De las ciudades que se hayan entregado, seis
serán ciudades de refugio. 14 Tres de esas ciudades estarán ubicadas al oriente
del río Jordán y las otras tres en la tierra de Canaán. 15 Esas seis ciudades
serán para el refugio de los israelitas y de los inmigrantes que vivan entre
ustedes. Todo el que por accidente mate a alguien, debe ir allá.
16
»Si alguien golpea a otro con un objeto de hierro y el que recibe el golpe
muere, eso es un asesinato, y el asesino debe ser condenado a muerte. 17 Si
alguien golpea a otro con una piedra que pueda causar la muerte y el que recibe
el golpe muere, se trata de un asesinato, y el asesino debe ser condenado a
muerte. 18 Si alguien golpea a otro con un objeto de madera que pueda causar la
muerte y el que recibe el golpe muere, se trata de un asesinato, y el asesino
debe ser condenado a muerte. 19 Un pariente del muerto [e] debe matar al
asesino cuando lo encuentre.
20
»Puede darse el caso de alguien que empuja a otro en un acto de odio, o le
lanza algo a propósito para que muera, 21 o lo golpea con sus manos en un acto
de odio con intención de matarlo. Si la persona muere, el responsable debe
morir porque es un asesino. Un pariente del muerto debe matar al asesino cuando
lo encuentre.
22
»Pero puede darse el caso de que el responsable lo hizo sin saberlo y sin odio,
o lo empujó o le lanzó un objeto sin mala intención, 23 o sin fijarse dejó caer
una piedra que podía causar la muerte. Si la persona muere y el responsable no
era su enemigo, ni tenía la intención de hacerle daño, 24 entonces al que
ocasionó la muerte la comunidad lo protegerá de la venganza del pariente del
muerto. 25 Será enviado de regreso a la ciudad de refugio a donde él escapó y
vivirá allí hasta que muera el sumo sacerdote que fue ungido con el aceite de
consagrar.
26
»Si el asesino deja los límites de la ciudad de refugio 27 y el pariente del
muerto lo encuentra fuera de esos límites, entonces podrá matar al asesino y no
será culpable de asesinato. 28 El asesino tendrá que permanecer en la ciudad de
refugio hasta la muerte del sumo sacerdote, después de lo cual podrá regresar a
su tierra. 29 Ese será el procedimiento legal que ustedes seguirán de ahora en
adelante, de generación en generación, dondequiera que vivan.
30
»Un asesino sólo podrá ser condenado a muerte con base en el testimonio de
varios testigos. Nadie podrá ser ejecutado por el testimonio de un solo
testigo.
31
»Ustedes no deben aceptar ningún pago a cambio de la vida de un asesino que sea
condenado a muerte. Debe ser ejecutado.
32
»Cuando alguien huya a una ciudad de refugio tendrá que vivir allí hasta la
muerte del sumo sacerdote. No se aceptará ningún pago para que pueda volver a
su tierra antes de la muerte del sumo sacerdote.
33
»No corrompan con asesinatos la tierra donde viven porque el asesinato
contamina el territorio que habitan. Él único pago [f] por un asesinato es la
muerte del asesino. 34 No contaminarán el territorio que habitan porque es la
tierra donde vivo, porque yo, el SEÑOR, habito entre los israelitas».
Footnotes:
Números 33:49 Abel Acacias Textualmente
Abel Sitín.
Números 34:5 mar Se refiere al llamado mar
Grande, que es el mar Mediterráneo.
Números 34:11 lago de Galilea Textualmente
mar de Quinéret.
Números 35:4 cuatrocientos cincuenta metros
Textualmente mil codos. Ver tabla de pesas y medidas.
Números 35:19 pariente del muerto
Textualmente redentor de sangre. Se trataba generalmente de un pariente o amigo
del muerto, y tenía el deber de buscar al asesino y matarlo.
Números 35:33 pago o redención, una forma
de quitar el pecado.
Palabra
de Dios para Todos (PDT)
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Lucas 5:12-28 Palabra de Dios para
Todos (PDT)
Jesús
sana a un enfermo
12
Un día, Jesús estaba en un pueblo donde había un hombre con lepra en todo el
cuerpo. Cuando vio a Jesús, se postró rostro en tierra delante de él y le rogó:
—Señor,
si quieres, puedes quitarme esta enfermedad.
13
Entonces Jesús extendió la mano, lo tocó y dijo:
—Sí
quiero. ¡Sana ya!
En
ese mismo instante la lepra desapareció. 14 Jesús le ordenó:
—No
se lo cuentes a nadie. Ve y preséntate ante el sacerdote [a] y da la ofrenda
por haber sido sanado, como lo ordenó Moisés. Esto servirá para que la gente
compruebe que has sido sanado.
15
Sin embargo, estas noticias se extendían cada vez más. Se le acercaban
multitudes para oírlo y para que los sanara de sus enfermedades. 16 A menudo
Jesús se retiraba a lugares donde podía estar solo para orar.
Jesús
sana a un paralítico
17
Un día Jesús estaba enseñando, y unos fariseos y maestros de la ley estaban
sentados allí. Habían venido de todos los pueblos de Galilea, Judea y de
Jerusalén. El Señor le daba poder a Jesús para sanar a la gente. 18 Entonces
llegaron unos hombres que cargaban a un paralítico en una camilla. Querían
entrar para ponerlo delante de Jesús, 19 pero había tanta gente que no pudieron
llegar hasta él. Así que subieron al techo, quitaron unas tejas y lo bajaron en
la camilla hasta que quedó en medio de la gente, ante Jesús. 20 Cuando Jesús vio
la fe que tenían, dijo:
—Amigo,
tus pecados quedan perdonados.
21
Entonces los maestros de la ley y los fariseos se dijeron: «¿Quién es este
hombre? Lo que dice es una ofensa a Dios. El único que puede perdonar pecados
es Dios». 22 Pero Jesús sabía lo que estaban pensando, y les dijo:
—¿Qué
están pensando? 23 Tal vez piensen que es más fácil que yo le diga: “Tus
pecados quedan perdonados”, porque eso no se puede comprobar. Pero si le digo:
“¡Levántate y anda!” 24 y así sucede, entonces quedará comprobado que el Hijo
del hombre tiene en la tierra el poder de perdonar pecados.
Así
que Jesús le dijo al paralítico:
—A
ti te digo: ¡levántate, recoge tu camilla y vete a tu casa!
25
De inmediato el hombre se levantó delante de todos, recogió su camilla y se fue
a su casa alabando a Dios. 26 Todos estaban asombrados y alababan a Dios.
Estaban llenos de miedo y dijeron:
—¡Hoy
hemos visto cosas increíbles!
Leví
sigue a Jesús
27
Después de esto, Jesús salió y vio a un cobrador de impuestos llamado Leví,
sentado en el lugar donde se pagaban los impuestos. Jesús le dijo:
—Sígueme.
28
Dejándolo todo, se levantó y lo siguió.
Footnotes:
Lucas 5:14 preséntate ante el sacerdote La
ley ordenaba que un sacerdote revisara a los leprosos cuando sanaran. Ver Lv
14:2.
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Salmos 65 Palabra de Dios para Todos
(PDT)
Dios
es digno de alabanza
Al
director. Canción de David. Canto.
65
Dios de Sion, tú mereces que te rindamos alabanza
y que cumplamos lo que te prometimos.
2
Tú
escuchas las oraciones;
todo el mundo acude a ti.
3
Cuando
ya no soportamos nuestra culpa,
tú perdonas nuestros pecados.
4
Afortunado
los que tú elegiste
para acercarse a ti y vivir a tu lado.
En
tu templo santo tenemos
todo el bien que necesitamos.
5
Dios
mío, porque eres justo,
contestas nuestras oraciones
con hechos asombrosos mostrando tu
justicia.
Gente
que vive lejos,
aún al otro lado del mar,
confía en ti.
6
Tú
sostienes las montañas;
vemos tu poder y fortaleza.
7
Calmas
la turbulencia de los mares
y los disturbios de las naciones.
8
La
gente de todo el mundo,
de norte a sur y de oriente a occidente,
se maravilla con tus obras.
9
Tú
cuidas la tierra y la riegas;
llevas agua a los ríos y mares
y
haces crecer los trigales.
Así preparas las tierras de cultivo.
10
Empapas
los surcos, nivelas los terrones,
reblandeces la tierra con lluvias
abundantes
y bendices lo que produce.
11
Tú
inicias el año nuevo con una cosecha fabulosa;
tus nubes [a] derraman abundancia.
12
La
pradera del desierto grita de alegría,
las colinas se visten para la celebración.
13
Multitudes
de ovejas son su vestido
y se cubren los valles de trigo,
todos ellos cantan y gritan de alegría.
Footnotes:
Salmos 65:11 tus nubes Textualmente tus
sendas.
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Proverbios 11:23 Palabra de Dios para
Todos (PDT)
23
Lo
que quieren los justos trae bienestar;
el capricho de los perversos produce enojo.
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