Sunday, March 29, 2020

DAB Español, Lunes 30 de Marzo

Día 090, DAB Español, Lunes 30 de Marzo

Deuteronomio 13:1-15:23; Lucas 8:40-9:6; Salmos 71; Proverbios 12:5-7 (Reina Valera Contemporánea (RVC))







Deuteronomio 13-15 Reina Valera Contemporánea (RVC)

13 »Cuando en medio de ti surja algún profeta, o soñador visionario, y te anuncie señales o prodigios, 2 si acaso se cumple la señal o el prodigio anunciado y él te dice: “Vayamos en pos de dioses ajenos, que tú no conoces, y sirvámosles”, 3 no prestes oído a las palabras de tal profeta o soñador visionario. Seguramente el Señor su Dios los está poniendo a prueba, para ver si ustedes aman al Señor su Dios con todo su corazón y con toda su alma. 4 Ustedes deben ir en pos del Señor su Dios, y temerlo sólo a él. Deben cumplir sus mandamientos y atender su voz. Sólo a él deben servir; sólo a él deben seguir. 5 En cuanto a ese profeta o soñador visionario, será condenado a muerte por haberlos aconsejado a rebelarse contra el Señor su Dios. Porque el Señor te sacó de Egipto, te rescató del país donde eras esclavo; en cambio, aquél habrá intentado apartarte del camino que el Señor tu Dios te mandó seguir. Así acabarás con el mal que haya en medio de ti.

6 »Si tu propio hermano, o tu hijo, o tu hija, o tu mujer o tu amigo íntimo, te habla en secreto y te propone ir y servir a dioses ajenos que ni tú ni tus padres conocieron, 7 es decir, los dioses de los pueblos que te rodean, cercanos o lejanos, que hay de un extremo al otro de la tierra, 8 no aceptes su propuesta ni le hagas caso. No lo compadezcas, ni le tengas misericordia ni lo encubras. 9 Al contrario, dale muerte. Y el primero en levantar la mano contra él serás tú, y después de ti levantará la mano todo el pueblo. 10 Apedréalo hasta que muera, por haber intentado apartarte del Señor tu Dios, que te sacó de Egipto, donde eras esclavo. 11 Que todo Israel lo sepa, y sienta temor, y no vuelva a ocurrir en medio de ti nada semejante.

12 »Si en alguna de las ciudades que el Señor tu Dios te da para que las habites llegan a ti rumores 13 de que en medio de ti han surgido hombres impíos que instigan a los habitantes de su ciudad a ir en pos de dioses ajenos, que ustedes nunca conocieron, para servirles, 14 tú debes investigar esto y averiguarlo con diligencia; y si tales rumores resultan ciertos, y tal acción aberrante se ha cometido en tu medio, 15 irremisiblemente matarás a filo de espada a los habitantes de esa ciudad; la destruirás con todo lo que haya en ella, y matarás también sus ganados. 16 Juntarás todos sus despojos en el centro de la plaza, y le prenderás fuego a la ciudad y a todos sus despojos, como holocausto al Señor tu Dios. Y esa ciudad quedará para siempre convertida en un montón de ruinas, y jamás volverá a ser reconstruida. 17 Y tú, no debes retener nada de lo destinado a la destrucción, para que el Señor deponga el ardor de su ira y tenga de ti misericordia, y se compadezca de ti. Entonces te multiplicará, como se lo juró a tus padres, 18 siempre y cuando obedezcas la voz del Señor tu Dios y cumplas todos los mandamientos que hoy te mando cumplir, de hacer lo que es recto a los ojos del Señor tu Dios.

14 »Ustedes son hijos del Señor su Dios, así que no deben hacerse heridas en el cuerpo ni raparse por causa de un muerto. 2 Tú eres un pueblo santo, y perteneces al Señor tu Dios. De entre todos los pueblos de la tierra, el Señor te ha escogido para que seas un pueblo único, un pueblo suyo.
Animales limpios e inmundos

3 »No comerás nada que sea repugnante. 4 Los animales que ustedes podrán comer son los siguientes: el buey, la oveja, la cabra, 5 el ciervo, la gacela, el corzo, la cabra montés, el íbice, el antílope y el carnero montés. 6 También podrán comer todo animal que sea rumiante y tenga pezuñas hendidas con dos uñas. 7 Pero de los rumiantes, o de los que tengan la pezuña hendida, no podrán comer los siguientes: el camello, la liebre y el damán, porque rumian pero no tienen la pezuña hendida. Son animales impuros. 8 Tampoco podrán comer cerdo, porque éste tiene la pezuña hendida, pero no rumia. Deberán considerarlo un animal impuro. No comerán la carne de estos animales, ni tocarán sus cadáveres.

9 »Podrán comer, de todo lo que hay en el agua, todo lo que tenga aletas y escamas. 10 Pero no podrán comer nada que no tenga aletas ni escamas; lo considerarán impuro.

11 »Podrán comer toda ave limpia, 12 Pero las aves que no podrán comer son las siguientes: el águila, el quebrantahuesos, el azor, 13 el gallinazo, ninguna especie de milano, 14 ninguna especie de cuervo, 15 el avestruz, la lechuza, la gaviota, ninguna especie de gavilán, 16 el búho, el ibis, el calamón, 17 el pelícano, el buitre, el somormujo, 18 la cigüeña, ninguna especie de garza, la abubilla y el murciélago. 19 No comerán ningún insecto alado; lo considerarán impuro. 20 Pero podrán comer toda ave limpia.

21 »No comerán ningún animal que encuentren muerto, porque ustedes son un pueblo consagrado al Señor su Dios. Podrán dárselo o vendérselo a los extranjeros que vivan en sus ciudades; ellos sí podrán comerlo.

»No guisarás el cabrito en la leche de su madre.
La ley del diezmo

22 »Cada año deberás presentar, sin falta, la décima parte de todo el grano que tu campo produzca. 23 Y esa décima parte de tu grano, de tu vino y de tu aceite, y las primicias de tus rebaños y ganados la comerás delante del Señor tu Dios, en el lugar que él escoja como residencia de su nombre, para que aprendas a temer siempre al Señor tu Dios. 24 Si el Señor tu Dios te bendice, pero el camino es demasiado largo y te queda lejos llevar esa décima parte hasta el lugar donde el Señor tu Dios escogió como residencia de su nombre, 25 entonces venderás esa décima parte y, con el dinero en la mano, te presentarás en el lugar que el Señor tu Dios ha escogido. 26 Con ese dinero podrás también comprar todo lo que desees: vacas, ovejas, vino, sidra, o cualquier otra cosa que tú desees, y lo comerás delante del Señor tu Dios, y tú y tu familia se regocijarán.

27 »No desampares al levita que habite en tus ciudades, pues ellos no comparten contigo ninguna propiedad.

28 »Cada tres años cumplidos sacarás todo el diezmo de tus productos de aquel año, y lo almacenarás en tus ciudades. 29 Como los levitas no comparten contigo ninguna propiedad, podrán entonces venir y comer hasta quedar satisfechos, lo mismo que los extranjeros, los huérfanos y las viudas que haya en tus ciudades. Así el Señor tu Dios te bendecirá en todo lo que hagas.
La condonación de deudas

15 »Cada siete años condonarás las deudas. 2 Esta condonación se hará de la siguiente manera: Todo el que haya prestado algo a su prójimo o a su compatriota, lo relevará de la obligación de pagar la deuda. Ya no le exigirá que le pague, porque se proclamará la condonación de deudas en honor del Señor. 3 Podrás exigir del extranjero el pago de la deuda, pero si tu compatriota te debe algo, tú le perdonarás esa deuda. 4 Así no habrá entre ustedes ningún mendigo, porque el Señor tu Dios te bendecirá abundantemente en la tierra que va a darte en posesión, 5 siempre y cuando escuches fielmente la voz del Señor tu Dios y obedezcas y cumplas todos estos mandamientos que hoy te ordeno cumplir. 6 Puesto que el Señor tu Dios te bendecirá, como te lo ha prometido, podrás hacer préstamos a muchas naciones, pero tú no pedirás prestado nada; dominarás a muchas naciones, pero a ti nadie te dominará.
Préstamos a los pobres

7 »Cuando en alguna de tus ciudades, en la tierra que el Señor tu Dios te da, alguno de tus compatriotas se encuentre necesitado, no endurezcas tu corazón ni aprietes el puño para no ayudar a tu compatriota pobre. 8 Al contrario, abre tu mano con generosidad y préstale lo que le haga falta. 9 Ten cuidado de no abrigar en tu corazón pensamientos perversos, ni digas: “Ya está cerca el año séptimo, el de la condonación de deudas”, y veas con malos ojos a tu compatriota necesitado y no le des; porque él podrá clamar al Señor y este pecado contará contra ti. 10 No dejes de darle, ni seas mezquino de corazón cuando le des, porque por ello el Señor tu Dios te bendecirá en todo lo que hagas y en todo lo que emprendas. 11 En tu tierra nunca faltarán menesterosos; por eso yo te ordeno que abras tu mano y ayudes en tu tierra a tus compatriotas, y a los pobres y necesitados.
Leyes para los esclavos

12 »Si un compatriota hebreo, hombre o mujer se vende a ti y te sirve durante seis años, al séptimo año le darás la libertad. 13 Pero al darle su libertad no lo despedirás con las manos vacías, 14 sino que lo abastecerás generosamente, dándole de tus ovejas, de tu trigo y de tu vino, y de aquello con lo que el Señor te haya bendecido. 15 Acuérdate de que fuiste esclavo en Egipto, y que de allí el Señor tu Dios te rescató; por eso hoy te ordeno esto.

16 »Si tu esclavo te dice: “No quiero dejarte”, porque te ama a ti y a tu familia, y porque está a gusto contigo, 17 entonces tomarás una lesna y le horadarás la oreja contra la puerta, y para siempre será tu esclavo. Y lo mismo harás con tu esclava.

18 »No debes lamentar el darle su libertad, porque durante seis años te sirvió por la mitad de la paga de un jornalero, y el Señor tu Dios te bendijo en todo lo que hiciste.
Consagración de los primeros machos

19 »Todos los primeros machos de tus vacas y de tus ovejas los consagrarás al Señor tu Dios. No te servirás del primer macho de tus vacas, ni trasquilarás al primer macho de tus ovejas. 20 Tú y tu familia los comerán cada año delante del Señor tu Dios, en el lugar que el Señor elija.

21 »Si el macho tiene algún defecto, o si es ciego, o cojo, o tiene alguna falla, no lo ofrecerás en sacrificio al Señor tu Dios, 22 sino que lo comerás en tus ciudades. De él comerán tanto los que estén puros como los que estén impuros, como si se tratara de carne de gacela o de ciervo, 23 sólo que no comerás su sangre, sino que la derramarás en el suelo, como si fuera agua.

Reina Valera Contemporánea (RVC)
Copyright © 2009, 2011 by Sociedades Bíblicas Unidas

Lucas 8:40-9:6 Reina Valera Contemporánea (RVC)

La hija de Jairo, y la mujer que tocó el manto de Jesús

40 Cuando Jesús regresó, la multitud lo recibió con alegría, pues todos lo estaban esperando. 41 Llegó entonces un hombre llamado Jairo, que era jefe de la sinagoga. Este hombre se arrojó a los pies de Jesús y le rogó que fuera a su casa, 42 pues su única hija, que tenía como doce años, se estaba muriendo.

Mientras Jesús se dirigía a la casa de Jairo, la multitud lo apretujaba. 43 Una mujer, que hacía doce años padecía de hemorragias y había gastado en médicos todo lo que tenía, sin que ninguno hubiera podido curarla, 44 se le acercó por detrás y le tocó el borde del manto. Al instante, su hemorragia se detuvo. 45 Entonces Jesús dijo: «¿Quién me ha tocado?» Todos negaban haberlo tocado, así que Pedro y los que estaban con él le dijeron: «Maestro, son muchos los que te aprietan y te oprimen.» 46 Pero Jesús dijo: «Alguien me ha tocado. Yo sé bien que de mí ha salido poder.» 47 Cuando la mujer se vio descubierta, se acercó temblorosa y se arrojó a los pies de Jesús, y delante de todo el pueblo le contó por qué lo había tocado, y cómo al instante había sido sanada. 48 Entonces Jesús le dijo: «Hija, tu fe te ha sanado. Ve en paz.»

49 Mientras Jesús hablaba, alguien de la casa del jefe de la sinagoga llegó a decirle: «Tu hija ha muerto. No molestes más al Maestro.» 50 Cuando Jesús oyó ésto, le dijo: «No temas. Sólo debes creer, y tu hija será sanada.» 51 Jesús entró en la casa y no dejó que nadie entrara con él, excepto Pedro, Jacobo y Juan, y los padres de la niña. 52 Todos estaban llorando y se lamentaban por ella. Pero él les dijo: «No lloren, que no está muerta, sino dormida.» 53 La gente se burlaba de él, pues sabían que la niña estaba muerta; 54 pero él la tomó de la mano, y con fuerte voz le dijo: «Niña, ¡levántate!» 55 La niña volvió a la vida, y enseguida se levantó, y Jesús mandó que le dieran de comer. 56 Sus padres estaban atónitos, pero Jesús les mandó que no dijeran a nadie lo que había sucedido.
Misión de los doce discípulos

9 Jesús reunió a sus doce discípulos y, después de darles poder y autoridad para expulsar a todos los demonios, y para sanar enfermedades, 2 los envió a predicar el reino de Dios y a sanar a los enfermos. 3 Les dijo: «No lleven nada para el camino. Ni bastón, ni mochila, ni pan, ni dinero, ni dos túnicas. 4 En cualquier casa donde entren, quédense allí hasta que salgan. 5 Si en alguna ciudad no los reciben bien, salgan de allí y sacúdanse el polvo de los pies, como un testimonio contra ellos.» 6 Los discípulos salieron y fueron por todas las aldeas, y por todas partes anunciaban las buenas noticias y sanaban enfermos.

Reina Valera Contemporánea (RVC)
Copyright © 2009, 2011 by Sociedades Bíblicas Unidas

Salmos 71 Reina Valera Contemporánea (RVC)

Oración de un anciano

71 Señor, en ti busco refugio;
¡Jamás permitas que sea yo avergonzado!
2
¡Ven a socorrerme, y líbrame, pues tú eres justo!
¡Dígnate escucharme, y ven a salvarme!
3
¡Sé para mí una roca de refugio,
en donde siempre pueda resguardarme!
Sólo tú puedes decretar mi salvación,
porque tú eres mi roca y mi fortaleza.

4
Dios mío, líbrame del poder de los impíos,
del poder de los perversos y violentos.
5
Tú, Señor mi Dios, eres mi esperanza;
tú me has dado seguridad desde mi juventud.
6
Desde el vientre de mi madre me has sostenido;
¡tú me sacaste de las entrañas de mi madre,
y para ti será siempre mi alabanza!

7
Muchos se sorprenden al verme,
porque tú eres para mí un sólido refugio.
8
Mis labios rebosan con tu alabanza,
y proclaman tu gloria todo el día.
9
No me deseches cuando llegue a la vejez;
no me desampares cuando mis fuerzas se acaben.
10
Mis enemigos hablan siempre mal de mí;
se junta el grupo de los que quieren matarme,
11
y dicen: «Dios lo ha desamparado.
¡Persíganlo y atrápenlo, pues no tiene quien lo libre!»

12
Dios mío, ¡no te alejes de mí!
Dios mío, ¡ven pronto a salvarme!
13
¡Que perezcan y sean avergonzados mis adversarios!
¡Que queden confundidos y avergonzados los que buscan mi mal!
14
Pero yo siempre confiaré en ti,
y más y más te alabaré.
15
Todo el día mi boca proclamará tu justicia,
y tus hechos de salvación,
aun cuando no puedo enumerarlos.
16
Hablaré, Señor y Dios, de tus hechos poderosos;
y sólo haré memoria de tu justicia.

17
Tú, mi Dios, me has enseñado desde mi juventud,
y aún ahora sigo hablando de tus maravillas.
18
No me desampares, Dios mío,
aunque llegue a estar viejo y canoso,
hasta que haya anunciado tu gran poder
a las generaciones que habrán de venir.

19
Tu justicia, oh Dios, llega a las alturas.
Tú, oh Dios, has hecho grandes cosas.
¿Quién puede compararse a ti?
20
Me has hecho ver muchas angustias y males,
pero volverás a darme vida;
volverás a levantarme de los abismos de la tierra,
21
aumentarás mi grandeza,
y volverás a consolarme.

22
Dios mío, Santo de Israel,
yo te alabaré al son del salterio,
y al son del arpa alabaré tu verdad.
23
Mis labios se alegrarán cuando te cante,
pues me has salvado la vida.
24
También mi lengua hablará de tu justicia todo el día,
porque han quedado avergonzados y confundidos
los que procuraban perjudicarme.

Reina Valera Contemporánea (RVC)
Copyright © 2009, 2011 by Sociedades Bíblicas Unidas

Proverbios 12:5-7 Reina Valera Contemporánea (RVC)

5
Los justos sólo piensan en la justicia;
los impíos sólo piensan en engañar.
6
Los impíos hablan para derramar sangre,
pero los hombres rectos hablan y los ponen a salvo.
7
Los impíos caen y dejan de existir,
pero los justos y los suyos permanecen firmes.

Reina Valera Contemporánea (RVC)
Copyright © 2009, 2011 by Sociedades Bíblicas Unidas

No comments:

Post a Comment

DAB Español, Viernes 10 de Mayo

Día 131, DAB Español, Viernes 10 de Mayo 1 Samuel 8:1-9:27; Juan 6:22-42; Salmos 106:32-48; Proverbios 14:34-35 (Reina Valera Contemporánea ...