Deuteronomio 4:1-49; Lucas 6:39-7:10; Salmos 68:1-18; Proverbios 11:28 (Palabra de Dios para Todos (PDT))
Deuteronomio 4 Palabra de Dios para
Todos (PDT)
Moisés
le pide al pueblo que obedezca
4
»Ahora, pueblo de Israel, presten atención a las normas y leyes que yo les
estoy enseñando. Obedézcanlas para que puedan seguir con vida, y así entrar y
ocupar la tierra que les da el SEÑOR, el Dios de sus antepasados. 2 No les
añadan ni les quiten nada a mis órdenes, sino obedezcan los mandamientos del
SEÑOR su Dios que yo les ordeno.
3
»Ustedes vieron lo que hizo el SEÑOR cuando el pueblo adoró a Baal Peor. A todo
israelita que siguió a Baal Peor, el SEÑOR su Dios le quitó la vida, 4 pero
todos ustedes, que siguieron fieles al SEÑOR su Dios, todavía siguen vivos.
5
»¡Miren! Les he enseñado las normas y leyes así como el SEÑOR mi Dios me ha
ordenado, para que ustedes las pongan en práctica en la tierra que van a
ocupar. 6 Deberán ser cuidadosos en obedecer fielmente estas leyes porque esa
será la prueba de su sabiduría y entendimiento para las otras naciones que
oirán de estas leyes y dirán: “Realmente, esta gran nación es de gente sabia e
inteligente”.
7
»¿Qué gran nación hay en la que su dios esté tan cerca como el SEÑOR lo está de
nosotros, que viene cuando le pedimos ayuda? 8 Y ¿en qué gran nación hay normas
y leyes tan justas como toda esta ley que les estoy dando? 9 Pero sé cuidadoso
en extremo para que no olvides lo que tus ojos han visto y no se borren de tu
mente todos los días de tu vida. Enséñales todo esto a tus hijos y a los hijos
de tus hijos. 10 No olvides nunca lo que viste el día que te presentaste ante
el SEÑOR tu Dios en el monte Horeb, cuando el SEÑOR me dijo: “Reúne al pueblo
ante mí, para que oigan lo que tengo que decirles y aprendan a obedecerme todos
los días de su vida en la tierra, y para que les enseñen esto a sus hijos”. 11
Ustedes se acercaron y se colocaron al pie del monte que ardía en un fuego que
llegaba hasta el cielo; había oscuridad y una densa niebla. 12 El SEÑOR les
habló desde el medio del fuego. Escucharon el sonido de sus palabras, pero no
veían ninguna forma, solamente se oía una voz. 13 Él les anunció su pacto que
les mandó obedecer: los diez mandamientos que grabó en dos tablas de piedra. 14
El SEÑOR me mandó a mí que les enseñara las normas y leyes, de forma que
ustedes pudieran obedecerlas en la tierra que ocuparán al cruzar el río Jordán.
15
»Ustedes no vieron ninguna figura el día que el SEÑOR les habló en el monte
Horeb desde el medio del fuego. Así que por su propio bien sean cuidadosos 16 y
no se corrompan a sí mismos. Por lo tanto, no hagan ningún ídolo de ninguna
forma, nada de imágenes o estatuas de hombre o mujer, 17 o de un animal en la
tierra o de un ave que vuela en el cielo, 18 o de cualquier cosa que se
arrastre en el suelo o de cualquier pez que esté en el agua. 19 También sean
cuidadosos, cuando miren al cielo y vean el sol, la luna y las estrellas, y se
sientan tentados a adorarlos y servirles. El SEÑOR su Dios les asignó esos
astros a todas las demás naciones del mundo, 20 pero a ustedes el SEÑOR los
tomó y los sacó del horno de Egipto para ser su propio pueblo, como lo son
ahora.
21
»El SEÑOR se enojó conmigo por culpa de ustedes y me aseguró que yo no cruzaría
el río Jordán y que no entraría a la tierra buena que el SEÑOR su Dios les da.
22 Yo moriré aquí en esta tierra, no cruzaré el Jordán, pero ustedes sí lo
harán y ocuparán esa tierra buena. 23 Sean cuidadosos de no olvidar el pacto
que el SEÑOR su Dios hizo con ustedes para que, como el SEÑOR su Dios les ha
mandado, no se hagan ídolos de ninguna forma. 24 El SEÑOR su Dios es un fuego
que lo consume todo, un Dios celoso [a].
25
»Ustedes vivirán por mucho tiempo en la tierra, tendrán hijos y nietos, y
llegarán a viejos. Sin embargo, se corromperán si hacen ídolos de la clase que
sea, harán enojar al SEÑOR y provocarán su ira. 26 Así que les advierto hoy,
con el cielo y la tierra de testigos, que si llegan a hacer esa maldad, morirán
rápidamente en la tierra a la que entran y que van a ocupar al cruzar el río
Jordán. Vivirán poco tiempo en esa tierra porque serán destruidos. 27 El SEÑOR
los dispersará entre las naciones y sólo unos pocos sobrevivirán entre los
pueblos a donde el SEÑOR los expulsará. 28 Allí adorarán dioses hechos por
seres humanos; dioses de madera y de piedra, que no ven, ni oyen, ni comen ni
huelen. 29 Desde allí buscarás al SEÑOR tu Dios y lo encontrarás si lo buscas
de todo corazón y con toda tu alma. 30 Cuando estés angustiado y en
dificultades y te suceda todo esto en el futuro, entonces volverás al SEÑOR tu
Dios y lo obedecerás. 31 Porque el SEÑOR tu Dios es un Dios misericordioso que
no te abandonará ni te destruirá. Él no olvidará el pacto que hizo con tus
antepasados.
32
»Averigüen lo sucedido en épocas pasadas desde cuando Dios creó a Adán en la
tierra; busquen en todo el mundo de un lado a otro. ¿Ha sucedido alguna vez
algo tan grandioso como esto? ¿Se ha oído hablar antes de algo como esto? 33
¿Alguna nación ha escuchado la voz de Dios hablándoles desde el fuego, así como
ustedes la escucharon y siguieron vivos? 34 ¿Algún otro dios ha tratado de ir y
tomar una nación para sí de otra nación, por medio de obras maravillosas,
señales y milagros, guerra, gran poder y fuerza, y grandes hechos aterradores,
como todos los que el SEÑOR tu Dios hizo por ti en Egipto ante tus ojos?
35
»A ti se te mostró todo eso para que supieras que el SEÑOR es el verdadero
Dios. No hay ningún otro Dios aparte de él. 36 Te corrigió haciendo que
escucharas su voz desde el cielo, y en la tierra te mostró su fuego grandioso y
oíste sus palabras que salen del fuego. 37 Él mismo con gran poder te sacó de
Egipto porque amó a tus antepasados y eligió a su descendencia. 38 Su intención
era expulsar a otras naciones más fuertes y más poderosas que tú, y darte a ti
las tierras de ellos como tu propiedad, como sucede hoy en día.
39
»Así que reconoce hoy y grábate en la mente que el SEÑOR es el verdadero Dios
en el cielo y en la tierra. No hay ningún otro. 40 Obedece sus leyes y sus
mandamientos que hoy te ordeno para que tú y tus hijos prosperen, y para que
vivan mucho tiempo en la tierra que el SEÑOR tu Dios te da para siempre».
Moisés
elige las ciudades de refugio
41
Luego Moisés designó tres ciudades en el lado oriental del río Jordán, 42 a
donde una persona podía escapar si mataba a alguien accidentalmente sin haber
tenido intención de hacerle mal. Esa persona podía escapar a alguna de esas
tres ciudades y seguir viviendo allí. 43 Las ciudades que Moisés designó
fueron: para los rubenitas, Béser, que está en el desierto del altiplano; Ramot
de Galaad para los gaditas, y Golán de Basán para la tribu de Manasés.
Introducción
de la ley de Moisés
44
Esta es la ley que Moisés le dio al pueblo de Israel. 45 Estos son los
decretos, leyes y normas que Moisés les dio a los israelitas cuando salieron de
Egipto, 46 al otro lado del río Jordán, en el valle opuesto a Bet Peor, en la
tierra del rey Sijón de los amorreos, que reinaba en Hesbón, y al que Moisés y
los israelitas vencieron cuando salieron de Egipto. 47 Ellos ocuparon su tierra
y la tierra del rey Og de Basán, los dos reyes amorreos del lado oriental del
río Jordán. 48 Esa tierra iba de Aroer, que está en el límite del arroyo Arnón
hasta el monte Sirión, es decir, el monte Hermón, 49 junto con el valle al
oriente del río Jordán, hacia el sur hasta el mar Muerto, y al oriente hasta
las laderas del monte Pisgá.
Footnotes:
Deuteronomio 4:24 Dios celoso Esto indica
que Dios demanda completa lealtad y no tolera que se adoren a otros dioses.
Palabra
de Dios para Todos (PDT)
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Lucas 6:39-7:10 Palabra de Dios para
Todos (PDT)
39
Jesús también les contó esta comparación [a]: «¿Puede un ciego guiar a otro
ciego? ¿No caerán los dos en un hoyo? 40 Ningún estudiante es mejor que su
maestro. Sin embargo, cuando termine su aprendizaje, será como su maestro.
41
»¿Por qué te fijas en la pajita que tiene tu hermano en el ojo, pero no te das
cuenta de la viga que tienes tú en el tuyo? 42 ¿Cómo te atreves a decirle a tu
hermano: “Déjame sacarte la pajita del ojo”, si ni siquiera puedes ver la viga
que tienes en el tuyo? ¡No seas hipócrita! Primero saca la viga de tu ojo y
verás mejor para poder sacar la pajita de tu hermano.
Dos
clases de frutos
43
»Un árbol bueno no da fruto malo. Tampoco un árbol malo puede dar fruto bueno.
44 El árbol se conoce por su fruto. No se recogen higos de espinos. Tampoco se
cosechan uvas de las zarzas. 45 El que es bueno lo es en su corazón y habla de
lo que tiene allí, de igual manera el malo lo es en su corazón y habla de lo
que tiene allí; porque las palabras revelan lo que hay en el corazón.
Dos
clases de gente
46
»¿Por qué me llaman: “Señor, Señor”, y no hacen lo que les digo? 47 Les voy a
dar un ejemplo del que viene a mí, escucha y obedece mis enseñanzas: es como el
que 48 construyó una casa. Cavó bien hondo y puso el cimiento sobre la roca.
Luego vinieron las inundaciones y el río azotó contra la casa, pero no pudo
destruirla porque estaba construida sobre la roca. 49 En cambio, el que escucha
mis enseñanzas y no las obedece es como el que construyó su casa sin ponerle
cimientos. Vinieron las inundaciones y el río golpeó la casa, e inmediatamente
la casa se derrumbó y quedó completamente destruida».
Jesús
sana al siervo de un capitán
7
Cuando Jesús terminó de hablarle a la gente, se fue a Capernaúm. 2 Allí había
un capitán romano que tenía un siervo que estaba enfermo, a punto de morir. El
capitán estimaba mucho al siervo. 3 Cuando el capitán oyó hablar de Jesús,
envió a unos ancianos líderes de los judíos a pedirle que fuera y salvara la
vida del siervo. 4 Cuando encontraron a Jesús, le rogaron mucho:
—Este
capitán merece que lo ayudes 5 porque ama a nuestra nación y hasta nos
construyó la sinagoga.
6
Entonces Jesús fue con ellos. Cuando ya estaban cerca de la casa, el capitán
envió a algunos amigos para que le dijeran: «Señor, no te molestes, porque no
merezco que entres a mi casa. 7 Por eso no me atreví a ir a verte yo mismo.
Sólo te pido que des la orden y mi siervo quedará sanado. 8 Porque yo estoy
bajo la autoridad de mis superiores, y a la vez tengo a muchos soldados bajo mi
autoridad. Si le digo a un soldado: “Ve”, él va. Si le digo a otro: “Ven”, él
viene. Y si le digo a mi siervo: “Haz esto”, él lo hace».
9
Al oír esto, Jesús se admiró mucho del capitán, se volvió a la multitud que lo
seguía y dijo:
—Les
aseguro que ni en Israel he visto una fe tan grande.
10
Al regresar a la casa, los que habían sido enviados encontraron que el siervo
estaba sano.
Footnotes:
Lucas 6:39 comparación Textualmente
parábola. Ver Historia en el vocabulario.
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Salmos 68:1-18 Palabra de Dios para
Todos (PDT)
El
Dios que nos salva
Al
director. Canción de David. Canto.
68
Que Dios se levante y destruya a sus enemigos.
Que todos los que lo odian salgan huyendo.
2
La
gente mala desaparece de la presencia de Dios
como humo que se lleva el viento.
3
Pero
los justos se alegran y festejan ante la presencia de Dios.
¡Que rebosen de alegría!
4
Canten
a Dios, canten canciones de alabanza a su nombre.
Alaben al que cabalga sobre las nubes;
su
nombre es YAH [a].
¡Alaben su nombre!
5
En
su templo santo, Dios es un padre para los huérfanos
y hace justicia a las viudas.
6
Dios
le da hogar a los desamparados
y libertad a los prisioneros.
En
cambio, los que se rebelan en su contra vivirán en el desierto.
7
Dios
mío, tú ayudaste a tu pueblo a salir de Egipto,
los guiaste a través del desierto. Selah
8
Cuando
el Dios de Israel llegó al monte Sinaí,
el cielo se deshizo y el monte tembló ante
su presencia.
9
Dios
mío, tú hiciste caer lluvia sobre la tierra vieja y cansada
para que recobrara su fuerza.
10
Tu
pueblo habitó en esa tierra,
la que bondadosamente preparaste para el
pobre.
11
El
Señor dio la orden
y muchas son las mujeres que fueron a
contar las buenas noticias:
12
«¡Los
ejércitos de los reyes poderosos se han ido lejos de aquí!
La mujer que se quedó en casa reparte todo
el botín.
13
Hasta
para los que se quedaron entre los rebaños
hay alas de paloma cubiertas de plata,
con plumas de oro refulgente».
14
Cuando
Dios Todopoderoso hizo huir a los reyes enemigos,
se volaron como la nieve [b] que cae sobre
el monte Zalmón.
15
El
monte de Dios, el monte de Basán,
es un
monte de cumbres muy altas.
16
Pero,
¿por qué los montes altos desprecian al monte
donde el SEÑOR decidió quedarse a vivir
para siempre?
17
Los
carros de combate de Dios se cuentan por millones,
vino en ellos del Sinaí a su templo.
18
Tú
subiste a lo alto,
llevando cautivos a los prisioneros.
Allí
recibiste ofrendas de los seres humanos, [c]
incluso de los que se habían rebelado
contra ti, SEÑOR Dios.
Footnotes:
Salmos 68:4 YAH Forma abreviada del nombre
YAVÉ. Ver vocabulario. Igual en el versículo 18.
Salmos 68:14 se volaron como la nieve El
hebreo es oscuro.
Salmos 68:18 recibiste ofrendas de los
seres humanos o tomaste seres humanos como ofrenda o entregaste dones a la
gente. Según Siríaca, Tárgum y Ef 4:8.
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Proverbios 11:28 Palabra de Dios para
Todos (PDT)
28
El
que confía en las riquezas se marchitará,
pero el que practica la justicia
reverdecerá como el follaje.
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