Saturday, January 2, 2021

DAB Español, Domingo 03 de Enero

Día 003, DAB Español, Domingo 03 de Enero

Génesis 5:1-7:24; Mateo 3:7-4:11; Salmos 3; Proverbios 1:10-19 (Nueva Biblia Viva (NBV))








Génesis 5-7

Nueva Biblia Viva

Descendientes de Adán

5 Esta es la lista de los descendientes de Adán.

 

El día en que los seres humanos fueron creados, Dios los creó a su propia imagen. 2 Los creó hombre y mujer, y los bendijo. Ese mismo día los llamó «seres humanos».

 

3-5 Adán tenía ciento treinta años cuando le nació un hijo, a su imagen y semejanza, y le puso el nombre de Set. Adán vivió ochocientos años más, tuvo hijos e hijas, y murió a los novecientos treinta años de edad.

 

6-8 Set tenía ciento cinco años cuando nació Enós. Después de esto, vivió otros ochocientos siete años, tuvo hijos e hijas, y murió a la edad de novecientos doce años.

 

9-11 Enós tenía noventa años cuando nació su hijo Cainán. Después de esto, vivió ochocientos quince años, tuvo hijos e hijas, y murió a la edad de novecientos cinco años.

 

12-14 Cainán tenía setenta años cuando nació su hijo Malalel. Después de esto, vivió ochocientos cuarenta años, tuvo hijos e hijas, y murió a la edad de novecientos diez años.

 

15-17 Malalel tenía sesenta y cinco años cuando nació su hijo Jared. Después de esto, vivió ochocientos treinta años, tuvo hijos e hijas, y murió a la edad de ochocientos noventa y cinco años.

 

18-20 Jared tenía ciento sesenta y dos años cuando nació su hijo Enoc. Después de esto, vivió ochocientos años, tuvo hijos e hijas, y murió a la edad de novecientos sesenta y dos años.

 

21-24 Enoc tenía sesenta y cinco años cuando nació su hijo Matusalén. Después de Matusalén, tuvo otros hijos e hijas, y vivió trescientos años más. Durante toda su vida, Enoc vivió de acuerdo con la voluntad de Dios, y cuando tenía trescientos sesenta y cinco años desapareció, porque Dios se lo llevó sin que muriera.

 

25-27 Matusalén tenía ciento ochenta y siete años cuando nació su hijo Lamec. Después de esto, vivió setecientos ochenta y dos años, tuvo hijos e hijas, y murió a los novecientos sesenta y nueve años de edad.

 

28-31 Lamec tenía ciento ochenta y dos años cuando nació su hijo Noé. Lamec lo llamó Noé, porque dijo: «Él nos aliviará del duro trabajo que significa labrar la tierra que Dios maldijo». Después de esto, Lamec vivió quinientos noventa y cinco años, tuvo hijos e hijas, y murió a la edad de setecientos setenta y siete años.

 

32 Noé tenía quinientos años cuando tuvo tres hijos: Sem, Cam y Jafet.

 

La maldad humana

6 La población comenzó a multiplicarse sobre la tierra. 2 Entonces los hijos de Dios[a] se fijaron en la belleza de las mujeres y tomaron como mujeres a todas las que quisieron. 3 Por eso el Señor dijo: «No dejaré que el ser humano viva muchísimos años, porque su maldad ha aumentado. De modo que sólo lo dejaré vivir ciento veinte años».

 

4 En aquellos días y aun después, cuando los hijos de Dios tuvieron relaciones con mujeres, nacieron gigantes que fueron famosos por su valentía. 5-6 Cuando el Señor Dios vio el alcance de la maldad humana, y que la gente sólo pensaba en hacer lo malo, le dolió haberla creado y se llenó de mucho pesar.

 

7 Entonces Dios dijo: «Voy a borrar de la tierra todo lo que he creado, hombres, animales, reptiles y aves. ¡Lamento haberlos creado!».

 

8 Pero Noé contaba con la aprobación del Señor.

 

El diluvio

9 Esta es la historia de Noé y de sus descendientes.

 

Noé era un hombre justo y bueno, y todo el tiempo vivía conforme a la voluntad de Dios. 10 Noé tuvo tres hijos: Sem, Cam y Jafet.

 

11-13 Dios vio que la humanidad se había degenerado, y practicaba la violencia. La depravación llegó a tal extremo que un día Dios le dijo a Noé: «He decidido destruir a la humanidad, porque por su culpa hay mucha violencia y corrupción en la tierra. Sí, voy a destruir a toda la gente junto con lo que hay en el mundo. 14 Hazte un barco de madera de pino, cubre todas sus hendijas con alquitrán, y hazle cubiertas y camarotes a todo lo largo. 15 Hazlo de ciento treinta y cinco metros de largo, veintidós metros y medio de ancho y trece metros y medio de alto. 16 Permite que entre el techo y la pared alrededor de todo el barco haya un espacio libre de unos cuarenta y cinco centímetros para que tanto la luz como el aire puedan circular. Hazle tres cubiertas: una cubierta inferior, una intermedia y una superior, y hazle una puerta al costado. 17 Porque voy a inundar la tierra con un diluvio para destruir a todos los seres vivos. Todos morirán. 18 Pero contigo haré un pacto, de modo que entrarás en el barco junto con tus hijos, tu esposa, y tus nueras, para que no mueran.

 

19-20 »De cada animal trae un macho y una hembra, y hazlos entrar en el barco contigo, para que sobrevivan al diluvio. Haz entrar una pareja de cada especie de animal, ave y reptil. 21 También guarda en el barco todo el alimento que tú y ellos necesitarán».

 

22 Y Noé hizo todo lo que Dios le mandó.

 

Noé entra en el barco

7 Después el Señor le dijo a Noé: «Entra en el barco con toda tu familia, porque tú eres el único hombre bueno que vive en este tiempo. 2 Mete en el barco siete machos y siete hembras de todos los animales que se consideran puros; pero de los que se consideran impuros sólo lleva un macho y una hembra. 3 Lleva también siete machos y siete hembras de todas las aves que existen, para conservar su especie en la tierra. 4 Porque dentro de siete días haré que comience una lluvia que durará cuarenta días con sus noches, y todo lo que vive en la tierra morirá».

 

5 Y Noé hizo todo lo que Dios le mandó.

 

6-7 Cuando comenzó el diluvio, Noé tenía seiscientos años de edad. Entonces entró en el barco con sus hijos, su esposa, y sus nueras, para librarse del diluvio. 8-9 También entraron con Noé los animales puros e impuros, las aves y los reptiles, macho y hembra, tal como Dios se lo había ordenado.

 

10 Luego de siete días, las aguas del diluvio comenzaron a inundar la tierra. 11 Eso ocurrió el día diecisiete del mes segundo, es decir, cuando Noé cumplió sus seiscientos años de vida. Ese día se reventaron todas las fuentes del mar que está debajo de la tierra, y se abrieron las compuertas del cielo dejando caer una lluvia torrencial. 12 Llovió, sin parar, durante cuarenta días y cuarenta noches. 13 Fue en aquel día que Noé entró en el barco con su esposa, sus hijos Sem, Cam y Jafet, y sus nueras. 14-15 Con ellos había en el barco parejas de toda clase de animales, domésticos y silvestres, reptiles y aves. 16 Habían entrado de dos en dos, macho y hembra, tal como Dios lo había ordenado. Después el Señor cerró la puerta del barco.

 

17 Estuvo lloviendo sobre la tierra durante cuarenta días. Como el nivel de las aguas subió, el barco comenzó a flotar sobre las aguas. 18 A medida que el agua subía, el barco flotaba sin peligro sobre ellas. 19 Las aguas subieron tanto, que cubrieron hasta las montañas más altas de la tierra. 20 Las aguas subieron unos siete metros por encima de las montañas. 21-22 Por eso, murieron todos los seres vivos que había en la tierra: las aves, los animales salvajes y los domésticos, todos los reptiles, y todos los seres humanos. 23 Tan sólo Noé y los que estaban con él en el barco quedaron vivos. Todos los demás seres humanos murieron, junto con los animales domésticos, las aves y los reptiles. 24 Las aguas inundaron la tierra durante unos ciento cincuenta días.

 

Footnotes

6.2 Algunos comentaristas creen que la expresión «hijos de Dios» se refiere a seres del mundo espiritual; y otros, al «linaje piadoso de Set».

Mateo 3:7-4:11

Nueva Biblia Viva

7 Y cuando vio que entre los que iban a bautizarse había muchos fariseos y saduceos, les dijo:

 

«Crías de víboras, ¿quién les dijo que así podrán escapar de la ira de Dios que vendrá sobre ustedes? 8 Demuestren, antes de bautizarse, que están arrepentidos. 9 No crean que les basta con decir que son descendientes de Abraham, porque Dios puede sacar hijos de Abraham aun de estas piedras. 10 El hacha está lista para talar los árboles que no den fruto y arrojarlos al fuego.

 

11 »Yo bautizo con agua a los que se arrepienten de sus pecados; pero después de mí vendrá alguien que es más poderoso que yo y él bautizará con el Espíritu Santo y fuego. ¡Yo ni siquiera soy digno de desatar sus zapatos! 12 Él está listo para separar la paja del trigo; quemará la paja en un fuego que nunca se apaga y guardará el trigo en su granero».

 

Bautismo de Jesús

13 Jesús fue desde Galilea a donde estaba Juan en el río Jordán, para que lo bautizara. 14 Pero Juan no quería hacerlo.

 

―¿Cómo va a ser eso? —le decía Juan a Jesús—. ¡Tú eres el que debería bautizarme a mí!

 

15 ―Juan —le respondió Jesús—, bautízame, porque nos conviene cumplir lo que Dios manda.

 

Y Juan lo bautizó.

 

16 Cuando Jesús salía de las aguas del bautismo, los cielos se abrieron y vio que el Espíritu de Dios descendía sobre él en forma de paloma; 17 y una voz de los cielos dijo:

 

«Este es mi Hijo amado, y en él me complazco».

 

Tentación de Jesús

4 El Espíritu Santo condujo a Jesús al desierto para que el diablo lo tentara.

 

2 Luego de pasar cuarenta días y cuarenta noches sin probar bocado, Jesús sintió hambre 3 y el diablo se le acercó.

 

―Si eres el Hijo de Dios —le dijo—, haz que estas piedras se conviertan en pan.

 

4 ―¡No! —le respondió Jesús—. Escrito está: “Para vivir no sólo es importante el pan: debemos obedecer todo lo que manda Dios”.

 

5 Entonces el diablo lo llevó al lugar más alto del templo de Jerusalén.

 

6 ―Si eres el Hijo de Dios —le dijo—, tírate desde aquí. Las Escrituras dicen que Dios enviará a sus ángeles a cuidarte, y ni siquiera te tropezarás con las rocas.

 

7 ―Pero las Escrituras también dicen: “No pongas a prueba a tu Dios” —le respondió Jesús.

 

8 Finalmente el diablo lo llevó a la cima de una alta montaña y le mostró las naciones del mundo y la gloria que hay en ellas.

 

9 ―Todo esto te lo daré si de rodillas me adoras —le dijo.

 

10 ―¡Vete de aquí, Satanás! —le respondió Jesús—. Las Escrituras dicen: “Sólo al Señor tu Dios adorarás, y solamente a él le obedecerás”.

 

11 El diablo se fue, y ¡los ángeles llegaron a atender a Jesús!

 

Salmos 3

Nueva Biblia Viva

Salmo de David, cuando huía de su hijo Absalón.

3 ¡Oh Señor, muchos son mis enemigos! ¡Muchos están contra mí! 2 Muchos dicen que Dios jamás me ayudará 3 Pero, Señor, tú eres mi escudo, mi gloria, tú mantienes en alto mi cabeza.

 

4 Clamé al Señor a voz en cuello, y él me respondió desde su monte santo. 5 Luego me acosté y dormí en paz, y desperté a salvo, porque el Señor velaba por mí. 6 Y ahora, aunque diez mil adversarios me tengan cercado, no tengo miedo. 7 «¡Levántate, oh Señor! ¡Sálvame, Dios mío!». ¡Rómpele la quijada a mi enemigo! ¡Rómpele los dientes a los malvados!

 

8 La salvación viene de Dios. Envía su bendición a todo su pueblo.

 

Proverbios 1:10-19

Nueva Biblia Viva

10 Hijo mío, si los pecadores quieren engañarte, ¡no se los permitas! 11 Ellos te pueden decir: «Ven con nosotros; sólo por gusto atrapemos y matemos algún inocente cuando pase. 12 Nos tragaremos vivo a alguien, como el sepulcro se traga a los hombres que caen en él. 13 Obtendremos toda clase de riquezas; llenaremos nuestras casas con todo lo robado. 14 Ven, comparte tu suerte con nosotros; nos repartiremos todo lo que obtengamos».

 

15 ¡No les hagas caso, hijo mío! Apártate de sus caminos, 16 porque sus pies se apresuran hacia el mal; ¡tienen prisa por derramar sangre! 17 Cuando el pájaro ve que le ponen una trampa no se acerca, 18 pero estos hombres se meten en la trampa ellos mismos y acaban con su propia vida. 19 Así terminan los ambiciosos; esta ambición acaba con su vida.

 

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