Día 003, DAB
Español, Domingo 03 de Enero
Génesis 5:1-7:24; Mateo 3:7-4:11; Salmos 3; Proverbios 1:10-19 (Nueva Biblia
Viva (NBV))
Génesis 5-7
Nueva Biblia Viva
Descendientes de Adán
5 Esta es la lista de los descendientes de Adán.
El día en que los seres humanos fueron creados, Dios los creó a su
propia imagen. 2 Los creó hombre y mujer, y los bendijo. Ese mismo día los
llamó «seres humanos».
3-5 Adán tenía ciento treinta años cuando le nació un hijo, a su imagen
y semejanza, y le puso el nombre de Set. Adán vivió ochocientos años más, tuvo
hijos e hijas, y murió a los novecientos treinta años de edad.
6-8 Set tenía ciento cinco años cuando nació Enós. Después de esto,
vivió otros ochocientos siete años, tuvo hijos e hijas, y murió a la edad de
novecientos doce años.
9-11 Enós tenía noventa años cuando nació su hijo Cainán. Después de
esto, vivió ochocientos quince años, tuvo hijos e hijas, y murió a la edad de
novecientos cinco años.
12-14 Cainán tenía setenta años cuando nació su hijo Malalel. Después de
esto, vivió ochocientos cuarenta años, tuvo hijos e hijas, y murió a la edad de
novecientos diez años.
15-17 Malalel tenía sesenta y cinco años cuando nació su hijo Jared.
Después de esto, vivió ochocientos treinta años, tuvo hijos e hijas, y murió a
la edad de ochocientos noventa y cinco años.
18-20 Jared tenía ciento sesenta y dos años cuando nació su hijo Enoc.
Después de esto, vivió ochocientos años, tuvo hijos e hijas, y murió a la edad
de novecientos sesenta y dos años.
21-24 Enoc tenía sesenta y cinco años cuando nació su hijo Matusalén.
Después de Matusalén, tuvo otros hijos e hijas, y vivió trescientos años más.
Durante toda su vida, Enoc vivió de acuerdo con la voluntad de Dios, y cuando
tenía trescientos sesenta y cinco años desapareció, porque Dios se lo llevó sin
que muriera.
25-27 Matusalén tenía ciento ochenta y siete años cuando nació su hijo
Lamec. Después de esto, vivió setecientos ochenta y dos años, tuvo hijos e hijas,
y murió a los novecientos sesenta y nueve años de edad.
28-31 Lamec tenía ciento ochenta y dos años cuando nació su hijo Noé.
Lamec lo llamó Noé, porque dijo: «Él nos aliviará del duro trabajo que
significa labrar la tierra que Dios maldijo». Después de esto, Lamec vivió
quinientos noventa y cinco años, tuvo hijos e hijas, y murió a la edad de
setecientos setenta y siete años.
32 Noé tenía quinientos años cuando tuvo tres hijos: Sem, Cam y Jafet.
La maldad humana
6 La población comenzó a multiplicarse sobre la tierra. 2 Entonces los
hijos de Dios[a] se fijaron en la belleza de las mujeres y tomaron como mujeres
a todas las que quisieron. 3 Por eso el Señor dijo: «No dejaré que el ser
humano viva muchísimos años, porque su maldad ha aumentado. De modo que sólo lo
dejaré vivir ciento veinte años».
4 En aquellos días y aun después, cuando los hijos de Dios tuvieron
relaciones con mujeres, nacieron gigantes que fueron famosos por su valentía.
5-6 Cuando el Señor Dios vio el alcance de la maldad humana, y que la gente
sólo pensaba en hacer lo malo, le dolió haberla creado y se llenó de mucho
pesar.
7 Entonces Dios dijo: «Voy a borrar de la tierra todo lo que he creado,
hombres, animales, reptiles y aves. ¡Lamento haberlos creado!».
8 Pero Noé contaba con la aprobación del Señor.
El diluvio
9 Esta es la historia de Noé y de sus descendientes.
Noé era un hombre justo y bueno, y todo el tiempo vivía conforme a la
voluntad de Dios. 10 Noé tuvo tres hijos: Sem, Cam y Jafet.
11-13 Dios vio que la humanidad se había degenerado, y practicaba la
violencia. La depravación llegó a tal extremo que un día Dios le dijo a Noé:
«He decidido destruir a la humanidad, porque por su culpa hay mucha violencia y
corrupción en la tierra. Sí, voy a destruir a toda la gente junto con lo que
hay en el mundo. 14 Hazte un barco de madera de pino, cubre todas sus hendijas
con alquitrán, y hazle cubiertas y camarotes a todo lo largo. 15 Hazlo de
ciento treinta y cinco metros de largo, veintidós metros y medio de ancho y
trece metros y medio de alto. 16 Permite que entre el techo y la pared
alrededor de todo el barco haya un espacio libre de unos cuarenta y cinco
centímetros para que tanto la luz como el aire puedan circular. Hazle tres
cubiertas: una cubierta inferior, una intermedia y una superior, y hazle una
puerta al costado. 17 Porque voy a inundar la tierra con un diluvio para
destruir a todos los seres vivos. Todos morirán. 18 Pero contigo haré un pacto,
de modo que entrarás en el barco junto con tus hijos, tu esposa, y tus nueras,
para que no mueran.
19-20 »De cada animal trae un macho y una hembra, y hazlos entrar en el
barco contigo, para que sobrevivan al diluvio. Haz entrar una pareja de cada
especie de animal, ave y reptil. 21 También guarda en el barco todo el alimento
que tú y ellos necesitarán».
22 Y Noé hizo todo lo que Dios le mandó.
Noé entra en el barco
7 Después el Señor le dijo a Noé: «Entra en el barco con toda tu
familia, porque tú eres el único hombre bueno que vive en este tiempo. 2 Mete
en el barco siete machos y siete hembras de todos los animales que se
consideran puros; pero de los que se consideran impuros sólo lleva un macho y
una hembra. 3 Lleva también siete machos y siete hembras de todas las aves que
existen, para conservar su especie en la tierra. 4 Porque dentro de siete días
haré que comience una lluvia que durará cuarenta días con sus noches, y todo lo
que vive en la tierra morirá».
5 Y Noé hizo todo lo que Dios le mandó.
6-7 Cuando comenzó el diluvio, Noé tenía seiscientos años de edad.
Entonces entró en el barco con sus hijos, su esposa, y sus nueras, para
librarse del diluvio. 8-9 También entraron con Noé los animales puros e
impuros, las aves y los reptiles, macho y hembra, tal como Dios se lo había
ordenado.
10 Luego de siete días, las aguas del diluvio comenzaron a inundar la
tierra. 11 Eso ocurrió el día diecisiete del mes segundo, es decir, cuando Noé
cumplió sus seiscientos años de vida. Ese día se reventaron todas las fuentes
del mar que está debajo de la tierra, y se abrieron las compuertas del cielo
dejando caer una lluvia torrencial. 12 Llovió, sin parar, durante cuarenta días
y cuarenta noches. 13 Fue en aquel día que Noé entró en el barco con su esposa,
sus hijos Sem, Cam y Jafet, y sus nueras. 14-15 Con ellos había en el barco
parejas de toda clase de animales, domésticos y silvestres, reptiles y aves. 16
Habían entrado de dos en dos, macho y hembra, tal como Dios lo había ordenado.
Después el Señor cerró la puerta del barco.
17 Estuvo lloviendo sobre la tierra durante cuarenta días. Como el nivel
de las aguas subió, el barco comenzó a flotar sobre las aguas. 18 A medida que
el agua subía, el barco flotaba sin peligro sobre ellas. 19 Las aguas subieron
tanto, que cubrieron hasta las montañas más altas de la tierra. 20 Las aguas
subieron unos siete metros por encima de las montañas. 21-22 Por eso, murieron
todos los seres vivos que había en la tierra: las aves, los animales salvajes y
los domésticos, todos los reptiles, y todos los seres humanos. 23 Tan sólo Noé
y los que estaban con él en el barco quedaron vivos. Todos los demás seres
humanos murieron, junto con los animales domésticos, las aves y los reptiles.
24 Las aguas inundaron la tierra durante unos ciento cincuenta días.
Footnotes
6.2 Algunos comentaristas creen que la expresión «hijos de Dios» se refiere
a seres del mundo espiritual; y otros, al «linaje piadoso de Set».
Mateo 3:7-4:11
Nueva Biblia Viva
7 Y cuando vio que entre los que iban a bautizarse había muchos fariseos
y saduceos, les dijo:
«Crías de víboras, ¿quién les dijo que así podrán escapar de la ira de
Dios que vendrá sobre ustedes? 8 Demuestren, antes de bautizarse, que están
arrepentidos. 9 No crean que les basta con decir que son descendientes de
Abraham, porque Dios puede sacar hijos de Abraham aun de estas piedras. 10 El
hacha está lista para talar los árboles que no den fruto y arrojarlos al fuego.
11 »Yo bautizo con agua a los que se arrepienten de sus pecados; pero
después de mí vendrá alguien que es más poderoso que yo y él bautizará con el
Espíritu Santo y fuego. ¡Yo ni siquiera soy digno de desatar sus zapatos! 12 Él
está listo para separar la paja del trigo; quemará la paja en un fuego que
nunca se apaga y guardará el trigo en su granero».
Bautismo de Jesús
13 Jesús fue desde Galilea a donde estaba Juan en el río Jordán, para
que lo bautizara. 14 Pero Juan no quería hacerlo.
―¿Cómo va a ser eso? —le decía Juan a Jesús—. ¡Tú eres el que debería
bautizarme a mí!
15 ―Juan —le respondió Jesús—, bautízame, porque nos conviene cumplir lo
que Dios manda.
Y Juan lo bautizó.
16 Cuando Jesús salía de las aguas del bautismo, los cielos se abrieron
y vio que el Espíritu de Dios descendía sobre él en forma de paloma; 17 y una
voz de los cielos dijo:
«Este es mi Hijo amado, y en él me complazco».
Tentación de Jesús
4 El Espíritu Santo condujo a Jesús al desierto para que el diablo lo
tentara.
2 Luego de pasar cuarenta días y cuarenta noches sin probar bocado,
Jesús sintió hambre 3 y el diablo se le acercó.
―Si eres el Hijo de Dios —le dijo—, haz que estas piedras se conviertan
en pan.
4 ―¡No! —le respondió Jesús—. Escrito está: “Para vivir no sólo es
importante el pan: debemos obedecer todo lo que manda Dios”.
5 Entonces el diablo lo llevó al lugar más alto del templo de Jerusalén.
6 ―Si eres el Hijo de Dios —le dijo—, tírate desde aquí. Las Escrituras
dicen que Dios enviará a sus ángeles a cuidarte, y ni siquiera te tropezarás
con las rocas.
7 ―Pero las Escrituras también dicen: “No pongas a prueba a tu Dios” —le
respondió Jesús.
8 Finalmente el diablo lo llevó a la cima de una alta montaña y le
mostró las naciones del mundo y la gloria que hay en ellas.
9 ―Todo esto te lo daré si de rodillas me adoras —le dijo.
10 ―¡Vete de aquí, Satanás! —le respondió Jesús—. Las Escrituras dicen:
“Sólo al Señor tu Dios adorarás, y solamente a él le obedecerás”.
11 El diablo se fue, y ¡los ángeles llegaron a atender a Jesús!
Salmos 3
Nueva Biblia Viva
Salmo de David, cuando huía de su hijo Absalón.
3 ¡Oh Señor, muchos son mis enemigos! ¡Muchos están contra mí! 2 Muchos
dicen que Dios jamás me ayudará 3 Pero, Señor, tú eres mi escudo, mi gloria, tú
mantienes en alto mi cabeza.
4 Clamé al Señor a voz en cuello, y él me respondió desde su monte
santo. 5 Luego me acosté y dormí en paz, y desperté a salvo, porque el Señor
velaba por mí. 6 Y ahora, aunque diez mil adversarios me tengan cercado, no
tengo miedo. 7 «¡Levántate, oh Señor! ¡Sálvame, Dios mío!». ¡Rómpele la quijada
a mi enemigo! ¡Rómpele los dientes a los malvados!
8 La salvación viene de Dios. Envía su bendición a todo su pueblo.
Proverbios 1:10-19
Nueva Biblia Viva
10 Hijo mío, si los pecadores quieren engañarte, ¡no se los permitas! 11
Ellos te pueden decir: «Ven con nosotros; sólo por gusto atrapemos y matemos
algún inocente cuando pase. 12 Nos tragaremos vivo a alguien, como el sepulcro
se traga a los hombres que caen en él. 13 Obtendremos toda clase de riquezas;
llenaremos nuestras casas con todo lo robado. 14 Ven, comparte tu suerte con
nosotros; nos repartiremos todo lo que obtengamos».
15 ¡No les hagas caso, hijo mío! Apártate de sus caminos, 16 porque sus
pies se apresuran hacia el mal; ¡tienen prisa por derramar sangre! 17 Cuando el
pájaro ve que le ponen una trampa no se acerca, 18 pero estos hombres se meten
en la trampa ellos mismos y acaban con su propia vida. 19 Así terminan los
ambiciosos; esta ambición acaba con su vida.
Nueva Biblia Viva (NBV)
Nueva Biblia Viva, © 2006, 2008 por Biblica, Inc.® Usado con permiso de
Biblica, Inc.® Reservados todos los derechos en todo el mundo.
No comments:
Post a Comment