Saturday, January 9, 2021

DAB Español, Lunes 11 de Enero

Día 011, DAB Español, Lunes 11 de Enero

Génesis 24:52-26:16; Mateo 8:18-34; Salmos 10:1-5; Proverbios 3:7-8 (Dios Habla Hoy (DHH))









Génesis 24:52-26:16

Dios Habla Hoy

 

52 Cuando el siervo de Abraham oyó esas palabras, se arrodilló delante del Señor hasta tocar el suelo con la frente. 53 Luego sacó varios objetos de oro y plata, y vestidos, y se los dio a Rebeca. También a su hermano y a su madre les hizo regalos. 54 Después él y sus compañeros comieron y bebieron, y pasaron allí la noche. Al día siguiente, cuando se levantaron, el siervo dijo:

 

—Déjenme regresar a la casa de mi amo.

 

55 Pero el hermano y la madre de Rebeca le dijeron:

 

—Que se quede la muchacha con nosotros todavía unos diez días, y después podrá irse con usted.

 

56 Pero el siervo les dijo:

 

—No me detengan más. Dios ha hecho que mi viaje haya salido bien, así que déjenme regresar a la casa de mi amo.

 

57 Entonces ellos contestaron:

 

—Vamos a llamar a la muchacha, a ver qué dice ella.

 

58 Llamaron a Rebeca y le preguntaron:

 

—¿Quieres irte con este hombre?

 

—Sí —contestó ella.

 

59 Entonces dejaron ir a Rebeca y a la mujer que la había cuidado siempre, y también al siervo de Abraham y a sus compañeros. 60 Y bendijeron a Rebeca de esta manera:

 

«Oh, hermana nuestra,

¡que seas madre de muchos millones!

¡Que tus descendientes

conquisten las ciudades de sus enemigos!»

 

61 Entonces Rebeca y sus siervas montaron en los camellos y siguieron al siervo de Abraham. Fue así como el siervo tomó a Rebeca y se fue de allí.

 

62 Isaac había vuelto del pozo llamado «El que vive y me ve», pues vivía en la región del Négueb. 63 Había salido a dar un paseo al anochecer. En esto vio que unos camellos se acercaban. 64 Por su parte, Rebeca también miró y, al ver a Isaac, se bajó del camello 65 y le preguntó al siervo:

 

—¿Quién es ese hombre que viene por el campo hacia nosotros?

 

—Es mi amo —contestó el siervo.

 

Entonces ella tomó su velo y se cubrió la cara.

 

66 El siervo le contó a Isaac todo lo que había hecho. 67 Luego Isaac llevó a Rebeca a la tienda de campaña de su madre Sara, y se casó con ella. Isaac amó mucho a Rebeca, y así se consoló de la muerte de su madre.

Los descendientes de Abraham y Queturá

 

25 Abraham tuvo otra esposa, que se llamaba Queturá. 2 Sus hijos con ella fueron Zimrán, Jocsán, Medán, Madián, Isbac y Súah. 3 Jocsán fue el padre de Sebá y Dedán. Los descendientes de Dedán fueron los asureos, los letuseos y los leumeos. 4 Los hijos de Madián fueron Efá, Éfer, Hanoc, Abidá y Eldaá. Todos estos fueron descendientes de Queturá. 5 Isaac heredó todo lo que Abraham tenía. 6 A los hijos de sus otras mujeres, Abraham solamente les hizo regalos, y cuando todavía vivía los separó de su hijo Isaac, enviándolos a la región del oriente.

Muerte y sepultura de Abraham

 

7 Abraham vivió ciento setenta y cinco años en total, 8 y murió de muerte natural, cuando ya era muy anciano. Y fue a reunirse con sus antepasados. 9 Sus hijos Isaac e Ismael lo sepultaron en la cueva de Macpelá, que está al oriente de Mamré, en el terreno de Efrón, el hijo de Sóhar el hitita. 10 Este terreno era el que Abraham había comprado a los hititas. Allí fue sepultado Abraham, junto a su esposa Sara. 11 Después que Abraham murió, Dios bendijo a Isaac, que se había quedado a vivir junto al pozo «El que vive y me ve».

Los descendientes de Ismael

 

12 Éstos son los hijos de Ismael, el hijo de Abraham y de Agar, la esclava egipcia de Sara, 13 en el orden en que nacieron: Nebaiot, que fue su hijo mayor; luego Quedar, Adbeel, Mibsam, 14 Mismá, Dumá, Masá, 15 Hadar, Temá, Jetur, Nafís y Quedmá. 16 Éstos son los nombres de los doce hijos de Ismael, y con esos mismos nombres se conocieron sus propios territorios y campamentos. Cada uno era jefe de su propia gente.

 

17 Ismael tenía ciento treinta y siete años cuando murió, y fue a reunirse con sus antepasados. 18 Sus descendientes se establecieron en la región que está entre Havilá y Sur, frente a Egipto, en la ruta a Asiria. Allí se establecieron, a pesar de la oposición de sus hermanos.

Nacimiento de Jacob y Esaú

 

19 Ésta es la historia de Isaac, el hijo de Abraham. 20 Isaac tenía cuarenta años cuando se casó con Rebeca, que era hija de Betuel y hermana de Labán, los arameos que vivían en Padán-aram. 21 Rebeca no podía tener hijos, así que Isaac le rogó al Señor por ella. Y el Señor oyó su oración y Rebeca quedó embarazada. 22 Pero como los mellizos se peleaban dentro de su vientre, ella pensó: «Si esto va a ser así, ¿para qué seguir viviendo?» Entonces fue a consultar el caso con el Señor, 23 y él le contestó:

 

«En tu vientre hay dos naciones,

dos pueblos que están en lucha

desde antes de nacer.

Uno será más fuerte que el otro,

y el mayor estará sujeto al menor.»

 

24 Llegó al fin el día en que Rebeca tenía que dar a luz, y tuvo mellizos. 25 El primero que nació era pelirrojo, todo cubierto de vello, y lo llamaron Esaú. 26 Luego nació su hermano, agarrado al talón de Esaú con una mano, y por eso lo llamaron Jacob. Isaac tenía sesenta años cuando Rebeca los dio a luz.

Esaú vende sus derechos de hijo mayor

 

27 Los niños crecieron. Esaú llegó a ser un hombre del campo y muy buen cazador; Jacob, por el contrario, era un hombre tranquilo, y le agradaba quedarse en el campamento. 28 Isaac quería más a Esaú, porque le gustaba comer de lo que él cazaba, pero Rebeca prefería a Jacob.

 

29 Un día en que Jacob estaba cocinando, Esaú regresó muy cansado del campo 30 y le dijo:

 

—Por favor, dame un poco de ese guiso rojo que tienes ahí, porque me muero de hambre.

 

(Por eso a Esaú también se le conoce como Edom.)

 

31 —Primero dame a cambio tus derechos de hijo mayor —contestó Jacob.

 

32 Entonces Esaú dijo:

 

—Como puedes ver, me estoy muriendo de hambre, de manera que los derechos de hijo mayor no me sirven de nada.

 

33 —Júramelo ahora mismo —insistió Jacob.

 

Esaú se lo juró, y así le cedió a Jacob sus derechos de hijo mayor. 34 Entonces Jacob le dio a Esaú pan y guiso de lentejas. Cuando Esaú terminó de comer y beber, se levantó y se fue, sin dar ninguna importancia a sus derechos de hijo mayor.

Isaac se va a Guerar

 

26 En ese tiempo hubo una gran escasez de alimentos en toda aquella región, además de la que hubo cuando Abraham aún vivía. Por eso Isaac se fue a Guerar, donde vivía Abimélec, rey de los filisteos. 2 Allí el Señor se le apareció y le dijo: «No vayas a Egipto. Quédate donde yo te diga, 3 y por ahora sigue viviendo en este país. Yo estaré contigo y te bendeciré, porque a ti y a tus descendientes les voy a dar todas estas tierras. Así cumpliré la promesa que le hice a tu padre Abraham. 4 Haré que tus descendientes sean tantos como las estrellas del cielo, y les daré todas estas tierras. Además, todas las naciones de la tierra serán bendecidas por medio de tus descendientes, 5 porque Abraham me obedeció y cumplió mis órdenes, mis mandamientos, mis leyes y mis enseñanzas.»

 

6 Entonces Isaac se quedó en Guerar, 7 y cuando los que vivían en ese lugar le preguntaron en cuanto a Rebeca, Isaac tuvo miedo de decir que era su esposa y les dijo que era su hermana. Era tan hermosa Rebeca, que Isaac pensó que los hombres del lugar lo matarían por causa de ella.

 

8 Pasó el tiempo y él se quedó allá. Pero un día en que Abimélec estaba mirando por la ventana, vio que Isaac acariciaba a su esposa Rebeca. 9 Entonces lo mandó llamar y le dijo:

 

—Así que ella es tu esposa, ¿verdad? Entonces, ¿por qué dijiste que era tu hermana?

 

—Yo pensé que tal vez me matarían por causa de ella —contestó Isaac.

 

10 Pero Abimélec le dijo:

 

—¿Por qué nos has hecho esto? Un poco más y alguno del pueblo se habría acostado con tu esposa, y tú nos habrías hecho pecar.

 

11 Entonces Abimélec ordenó a todo su pueblo:

 

—Si alguien molesta a este hombre o a su esposa, será condenado a muerte.

 

12 Ese año Isaac sembró en aquel lugar y recogió muy buena cosecha, pues el Señor lo bendijo. 13 Se hizo muy rico y llegó a tener muchas posesiones. 14 Eran tantas sus ovejas y vacas, y tantos sus siervos, que los filisteos le tenían envidia. 15 Cuando su padre Abraham aún vivía, los siervos de Abraham habían abierto pozos; pero después los filisteos los habían tapado y llenado de tierra. 16 Por fin, Abimélec le dijo a Isaac:

 

—Vete de aquí, porque has llegado a ser más rico que nosotros.

Mateo 8:18-34

Dios Habla Hoy

Para seguir a Jesús

 

18 Jesús, al verse rodeado por la multitud, dio orden de pasar al otro lado del lago. 19 Entonces se le acercó un maestro de la ley, y le dijo:

 

—Maestro, deseo seguirte a dondequiera que vayas.

 

20 Jesús le contestó:

 

—Las zorras tienen cuevas y las aves tienen nidos, pero el Hijo del hombre no tiene donde recostar la cabeza.

 

21 Otro, que era uno de sus discípulos, le dijo:

 

—Señor, déjame ir primero a enterrar a mi padre.

 

22 Jesús le contestó:

 

—Sígueme, y deja que los muertos entierren a sus muertos.

Jesús calma la tormenta

 

23 Jesús subió a la barca, y sus discípulos lo acompañaron. 24 En esto se desató sobre el lago una tormenta tan fuerte que las olas cubrían la barca. Pero Jesús se había dormido. 25 Entonces sus discípulos fueron a despertarlo, diciéndole:

 

—¡Señor, sálvanos! ¡Nos estamos hundiendo!

 

26 Él les contestó:

 

—¿Por qué tanto miedo? ¡Qué poca fe tienen ustedes!

 

Dicho esto, se levantó y dio una orden al viento y al mar, y todo quedó completamente tranquilo. 27 Ellos, admirados, se preguntaban:

 

—¿Pues quién será éste, que hasta los vientos y el mar lo obedecen?

Los endemoniados de Gadara

 

28 Cuando Jesús llegó al otro lado del lago, a la tierra de Gadara, dos endemoniados salieron de entre las tumbas y se acercaron a él. Eran tan feroces que nadie podía pasar por aquel camino; 29 y se pusieron a gritar:

 

—¡No te metas con nosotros, Hijo de Dios! ¿Viniste acá para atormentarnos antes de tiempo?

 

30 A cierta distancia de allí había muchos cerdos comiendo, 31 y los demonios le rogaron a Jesús:

 

—Si nos expulsas, déjanos entrar en esos cerdos.

 

32 Jesús les dijo:

 

—Vayan.

 

Los demonios salieron de los hombres y entraron en los cerdos; y al momento todos los cerdos echaron a correr pendiente abajo hasta el lago, y allí se ahogaron.

 

33 Los que cuidaban de los cerdos salieron huyendo, y al llegar al pueblo comenzaron a contar lo sucedido, todo lo que había pasado con los endemoniados. 34 Entonces todos los del pueblo salieron a donde estaba Jesús, y al verlo le rogaron que se fuera de aquellos lugares.

Salmos 10:1-5

Dios Habla Hoy

Oración pidiendo la ayuda de Dios

 

10 Señor, ¿por qué te quedas tan lejos?,

¿por qué te escondes en tiempos de angustia?

2

Con altanería, el malvado

persigue rabiosamente al humilde;

pero ha de quedar atrapado

en las trampas que él mismo ha puesto.

3

El malvado se jacta de sus propios deseos;

el ambicioso maldice y desprecia al Señor.

4

Levanta insolente la nariz, y dice:

«No hay Dios. No hay quien me pida cuentas.»

Eso es todo lo que piensa.

5

Siempre tiene éxito en lo que hace.

Para él, tus juicios están lejos,

muy lejos de su vista.

Se burla de sus enemigos,

Proverbios 3:7-8

Dios Habla Hoy

 

7

No te creas demasiado sabio;

honra al Señor y apártate del mal:

8

¡ésa es la mejor medicina

para fortalecer tu cuerpo!

Dios Habla Hoy (DHH)

 

Dios habla hoy ®, © Sociedades Bíblicas Unidas, 1966, 1970, 1979, 1983, 1996.

 

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