Día 005,
DAB Español, Martes 05 de Enero
Génesis 11:1-13:4; Mateo 5:1-26; Salmos 5; Proverbios 1:24-28 (Nueva Biblia
Viva (NBV))
Génesis 11:1-13:4
Nueva Biblia Viva
La torre de Babel
11 En ese tiempo, toda la gente hablaba un mismo idioma. 2 Al salir
hacia el oriente, encontraron una llanura en la región de Sinar, y se quedaron
a vivir allí. 3 Un día decidieron hacer ladrillos y cocerlos en el fuego. De
ese modo usaron los ladrillos en lugar de piedras. Además, emplearon el
alquitrán en lugar de mezcla. 4 Después dijeron: «Construyamos una ciudad con
una torre altísima, que toque el cielo. Así nos haremos muy famosos y no
tendremos que vivir por siempre errantes».
5 Entonces el Señor bajó para ver la ciudad y la torre que estaban
edificando, 6 y pensó: «Esto lo pueden hacer porque forman un solo pueblo y
hablan el mismo idioma. Esa torre es sólo la primera de muchas otras obras que
harán. ¡Todo lo que se propongan hacer lo harán y nadie podrá detenerlos! 7 Vamos,
descendamos y hagamos que hablen diversos idiomas, para que no puedan
entenderse».
8 Así, pues, Dios los esparció por toda la tierra, lo que impidió que
terminaran la construcción de la ciudad. 9 Por esta razón la ciudad se llamó
Babel, porque fue allí donde Dios los confundió haciendo que hablaran diversos
idiomas, y los esparció por toda la tierra.
Descendientes de Sem
10 La siguiente es la lista de los descendientes de Sem: Dos años
después del diluvio, cuando Sem cumplió los cien años, tuvo un hijo al que
llamó Arfaxad. 11 Después de que Arfaxad nació, Sem vivió quinientos años más,
y tuvo más hijos e hijas.
12 Arfaxad tenía treinta y cinco años cuando le nació su hijo Selaj. 13
Después de que Selaj nació, Arfaxad vivió cuatrocientos tres años más, y tuvo
más hijos e hijas.
14 Selaj tenía treinta años cuando le nació su hijo Éber. 15 Después de
que Éber nació, Selaj vivió cuatrocientos tres años más, y tuvo más hijos e
hijas.
16 Éber tenía treinta y cuatro años cuando le nació su hijo Péleg. 17
Después de que Péleg nació, Éber vivió cuatrocientos treinta años más, y tuvo
más hijos e hijas.
18 Péleg tenía treinta años cuando le nació su hijo Reú. 19 Después de
que Reú nació, Péleg vivió doscientos nueve años más, y tuvo más hijos e hijas.
20 Reú tenía treinta y dos años cuando le nació su hijo Serug. 21
Después de que Serug nació, Reú vivió doscientos siete años más, y tuvo más
hijos e hijas.
22 Serug tenía treinta años cuando le nació su hijo Najor. 23 Después de
que Najor nació, Serug vivió doscientos años más, y tuvo más hijos e hijas.
24 Najor tenía veintinueve años cuando le nació su hijo Téraj. 25
Después de que Téraj nació, Najor vivió ciento diecinueve años más, y tuvo más
hijos e hijas.
26 A sus setenta años, a Téraj ya le habían nacido sus hijos Abram,
Najor y Jarán.
Descendientes de Téraj
27 La siguiente es la lista de los descendientes de Téraj, el padre de
Abram, Najor y Jarán.
Jarán, que fue el padre de Lot, 28 murió en el mismo lugar en el que
había nacido, es decir, en Ur de los caldeos. Jarán murió antes que su padre
Téraj.
29 Abram se casó con Saray, y Najor se casó con Milca. Esta era hija de
Jarán y hermana de Iscá. 30 Saray no podía tener hijos, pues era estéril.
31 Un día Téraj decidió salir de Ur de los caldeos para irse a vivir al
país de Canaán. Se llevó consigo a su hijo Abram, a su nieto Lot y a su nuera
Saray. Pero cuando llegaron a la ciudad de Jarán, se quedaron viviendo ahí. 32
Fue allí en Jarán donde murió Téraj, cuando tenía doscientos cinco años de
edad.[a]
Llamamiento de Abram
12 El Señor le dijo a Abram: «Deja tu tierra, tus familiares y la casa
de tu padre, y vete a la región que te voy a mostrar. 2 Te voy a convertir en
una nación muy grande; te voy a bendecir, y te haré un hombre muy famoso.
¡Serás de bendición para muchas personas! 3 A los que te bendigan, yo los
bendeciré; pero a quienes te maldigan, yo los maldeciré. ¡Por medio de ti, yo
bendeciré a todos los pueblos del mundo!».
4 Tal como el Señor se lo había ordenado, Abram salió de Jarán, y con él
también se fue Lot. En aquel tiempo Abram tenía setenta y cinco años. 5 Cuando
Abram salió hacia la región de Canaán se llevó a su esposa Saray, a su sobrino
Lot y a toda la gente que había comprado en Jarán. También se llevó todas las
cosas y animales que había conseguido. 6 Abram atravesó toda la región de
Canaán hasta que llegó a Siquén, donde está la encina sagrada de Moré. En ese
tiempo, los cananeos eran los que vivían en aquella región. 7 El Señor se le
apareció allí a Abram y le dijo: «Esta tierra se la voy a dar a tus
descendientes». Entonces Abram construyó un altar para adorar al Señor, porque
se le había aparecido allí. 8 Después, Abram salió de aquel lugar y viajó hacia
el sur, a la región montañosa que queda entre Betel por el oeste y Hai por el
este. Allí estableció su campamento e hizo un altar al Señor, e invocó su
nombre. 9 Luego, Abram continuó su viaje hacia el sur, deteniéndose en varios
lugares, hasta que llegó a la región del Néguev.
Abram en Egipto
10 En ese tiempo hubo mucha hambre en aquella región; así que Abram se
fue a vivir a Egipto. 11 Cuando ya estaban cerca de Egipto, Abram le dijo a su
esposa Saray: «¡Eres una mujer muy hermosa, y 12 tan pronto te vean los
egipcios y sepan que eres mi esposa, me matarán para quedarse contigo! 13 Pero
si dices que eres mi hermana, los egipcios me tratarán bien debido a su interés
por ti, y me dejarán con vida».
14 Y así fue. Cuando llegaron a Egipto, todos hablaban de la belleza de
Saray. 15 Los funcionarios del faraón también la vieron. Entonces fueron y le
contaron al faraón que aquella mujer era muy hermosa. Luego, la llevaron a
vivir al palacio. 16 Para congraciarse con Saray, el faraón trató muy bien a
Abram y le regaló ovejas, vacas, esclavos y esclavas, burros y burras, y
camellos.
17 Pero, debido a que el faraón llevó a Saray a su palacio, el Señor lo
castigó a él y a su familia con terribles enfermedades. 18 Entonces el faraón
mandó a llamar a Abram, y le dijo: «¿Por qué me has hecho esto? ¿Por qué no me
dijiste que Saray es tu esposa? 19 Casi la tomo como esposa, confiado en que
dijiste que era tu hermana. ¡Aquí está! ¡Tómala y vete!». 20 Luego, el faraón
ordenó a sus servidores que sacaran de Egipto a Abram y a su esposa, junto con
todas sus posesiones.
Abram y Lot se separan
13 Cuando Abram salió de Egipto con su esposa, con Lot y con todas sus
posesiones, se dirigió hacia la región del Néguev. 2 Abram era muy rico, pues
tenía oro, plata y mucho ganado. 3 Desde el Néguev, Abram avanzó lentamente
hasta llegar a Betel. Una vez allí, se dirigió al lugar donde había acampado
antes, es decir, entre Betel y Hai. 4 En ese mismo lugar Abram había construido
un altar para invocar el nombre del Señor.
Footnotes
11.32 El Pentateuco Samaritano dice que Téraj murió cuando tenía ciento
cuarenta y cinco años, esto es, el año de la salida de Abram de Jarán.
Mateo 5:1-26
Nueva Biblia Viva
Las bienaventuranzas
5 Al ver que la multitud se le acercaba, Jesús subió a un monte. 2 Allí
se sentó, y cuando sus discípulos se le acercaron comenzó a enseñarles:
3 «¡Dichosos los que reconocen su pobreza espiritual, porque de ellos es
el reino de los cielos! 4 ¡Dichosos los que lloran, porque serán consolados! 5
¡Dichosos los mansos, porque el mundo entero les pertenecerá! 6 ¡Dichosos los
que tienen hambre y sed de justicia, porque quedarán satisfechos! 7 ¡Dichosos
los que tienen compasión de otros, porque Dios tendrá compasión de ellos! 8
¡Dichosos los que tienen un corazón limpio, porque verán a Dios! 9 ¡Dichosos
los que hacen la paz, porque serán llamados hijos de Dios! 10 ¡Dichosos los que
sufren persecución por ser justos, porque el reino de los cielos les pertenece!
11 »Dichosos ustedes cuando alguien los ofenda o persiga o diga todo
tipo de mentiras contra ustedes por ser mis discípulos. 12 ¡Alégrense mucho,
porque en el cielo les espera una gran recompensa! Así fue como persiguieron a
los profetas antiguos.
La sal y la luz
13 »Ustedes son la sal del mundo. Si la sal pierde el sabor, ¿para qué
va a servir? ¡Sólo para que la boten y la pisoteen por inservible!
14 »Ustedes son la luz del mundo. Una ciudad asentada sobre un monte no
puede esconderse. 15 Nadie enciende una lámpara para esconderla bajo un cajón,
sino que la pone en alto para que alumbre a todos los que están en la casa. 16
¡Así dejen ustedes brillar su luz ante toda la gente! ¡Que las buenas obras que
ustedes realicen brillen de tal manera que la gente adore al Padre celestial!
El cumplimiento de la ley
17 »No vayan a creer que vine a anular la ley de Moisés y las enseñanzas
de los profetas. Al contrario, vine a darles su verdadero significado. 18 Les
aseguro que mientras existan el cielo y la tierra, ni la parte más pequeña e
insignificante de la ley se pasará por alto, hasta que esta se cumpla
totalmente. 19 Por eso, el que desobedezca el más pequeño mandamiento, y así
les enseñe a los demás, se convertirá en la persona más pequeña del reino de
los cielos; pero quien obedezca y enseñe los mandamientos de Dios, será grande
en el reino de los cielos. 20 Les advierto que, a menos que ustedes sean más
justos que los fariseos y los maestros de la ley de Dios, no podrán entrar al
reino de los cielos.
El homicidio
21 »Ustedes saben que bajo la ley de Moisés la regla era que el que
matara sería castigado. 22 Pues yo añado que el que se enoja contra su hermano
está cometiendo el mismo delito. El que le dice “idiota” a su hermano, merece
que lo lleven al juzgado. Y el que maldiga a una persona, merece ir a parar a
las llamas del infierno. 23 Por lo tanto, si mientras estás presentando tu
ofrenda delante del altar, te acuerdas de pronto de que alguien tiene algo
contra ti, 24 deja allí mismo tu ofrenda. Vete primero a reconciliarte con tu
hermano y luego regresa a presentar tu ofrenda. 25 Reconcíliate con tu enemigo
de inmediato antes que sea demasiado tarde, te lleve a juicio y te arrojen en
la cárcel. 26 Te aseguro que tendrás que permanecer allí hasta que pagues el último
centavo.
Salmos 5
Nueva Biblia Viva
Al director musical. Acompáñese con flautas. Salmo de David.
5 Escucha, Señor, mis oraciones; toma en cuenta mis gemidos 2 Escucha
mis súplicas, rey mío y Dios mío, porque a ti elevo mi plegaria. 3 Cada mañana,
Señor escucha mi clamor; por la mañana te presento mis súplicas y atento espero
tu presencia. 4 Sé que no te agrada la maldad y que no toleras ni el más leve
pecado. 5 Por tanto, los altivos no tienen lugar en tu presencia, pues detestas
a los malvados. 6 Por sus mentiras los destruirás. ¡Cómo aborreces a los
asesinos y tramposos!
7 Pero yo entraré en tu templo bajo el amparo de la misericordia y tu
amor; y te adoraré con profundísimo y reverente temor.
8 Señor, guíame como lo has prometido; de otro modo, caeré bajo mis
enemigos. Dime claramente qué debo hacer, qué camino tomar. 9 Porque en la boca
de ellos no hay ni una palabra de verdad. Su deseo más profundo es destruir a
otros. Su garganta es un sepulcro abierto; con su lengua hablan engaños. 10 ¡Oh
Dios, condénalos! Hazlos caer en sus propias trampas, hazlos derrumbarse bajo
el peso de sus propias transgresiones, porque han rebotado contra ti. 11 Pero
haz que se regocijen todos los que ponen su confianza en ti. Haz que siempre
clamen de alegría porque tú los defiendes. Llena de tu dicha a cuantos te aman.
12 Tú bendices al justo, oh Señor, y con tu escudo de amor lo proteges.
Proverbios 1:24-28
Nueva Biblia Viva
24 Repetidamente los he llamado y no quieren venir; les he tendido mi
mano pero no me hacen caso. 25 Porque menospreciaron mi consejo y rechazaron mi
corrección, 26 algún día van a estar en desgracia, y yo me reiré. Me burlaré de
ustedes cuando estén llenos de miedo, 27 cuando el terror caiga sobre ustedes
como una tormenta y los problemas y la angustia los arrastren como un
torbellino. 28 Entonces ellos me llamarán, pero no les responderé; me buscarán
ansiosos, pero no me encontrarán.
Nueva Biblia Viva (NBV)
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