Día 342, DAB Español, Domingo 8 de Diciembre
Oseas 10:1-14:9; Judas 1:1-25; Salmos 127; Proverbios 29:15-17 (Reina Valera Contemporánea (RVC))
Oseas
10-14 Reina Valera Contemporánea (RVC)
10 Israel es una viña frondosa y muy fructífera, pero
la abundancia de sus frutos fue semejante a la abundancia de sus altares.
¡Mientras más le produjo la tierra, más aumentó sus ídolos. 2 Tiene el corazón
dividido. Pero tendrá que cargar con su culpa. El Señor derribará sus altares y
destruirá sus ídolos.
3 Seguramente van a decir:
«No tenemos rey, porque no tuvimos temor del Señor. Y
si lo tuviéramos, ¿qué podría hacer por nosotros?»
4 Profieren palabras sin sentido al momento de hacer
el pacto. Eso que llaman «justicia» abunda como el ajenjo en los surcos del
campo. 5 Por causa de las becerras de Bet Avén los habitantes de Samaria se
llenarán de temor; por causa del becerro su pueblo estará de luto, lo mismo que
sus sacerdotes. Se regocijan por el becerro, del cual están orgullosos, pero
ese becerro les será arrebatado; 6 será llevado a Asiria como un regalo para el
rey Jareb. Y Efraín quedará avergonzado, e Israel se avergonzará de sus
proyectos. 7 Su rey desaparecerá de Samaria, como desaparece la espuma de la
superficie de las aguas. 8 Los lugares altos de Avén, donde Israel pecaba,
serán destruidos; sobre sus altares crecerán cardos y espinos. Entonces
suplicarán a los montes que los cubran, y a las colinas les rogarán que caigan
sobre ellos.
9 «Tú, Israel, has pecado desde aquellos días de
Gabaa, y en tu pecado has persistido. ¡Pues ahora la guerra los atrapará en
Gabaa! 10 Yo los castigaré cuando quiera castigarlos, y los pueblos se juntarán
contra ellos cuando paguen por su doble crimen. 11 Efraín es una novilla
domada, a la que le gusta trillar. Pero yo pasaré sobre su lozana cerviz, y
haré que Efraín lleve el yugo mientras Judá abre surco y Jacob rompe los
terrones.
12 »Siembren para ustedes la justicia, y cosecharán
misericordia. Hagan para ustedes el barbecho, porque éste es el momento de
buscarme. Entonces yo, el Señor, vendré y los instruiré en la justicia.»
13 Ustedes abrieron surcos para la impiedad, y lo que
cosecharon fue la iniquidad. Por eso comerán el fruto de la mentira, pues
confiaron en sus propias ideas y en la multitud de sus guerreros. 14 Por eso
habrá alboroto en sus pueblos, y todas sus fortalezas serán destruidas, como
destruyó Salmán a Bet Arbel en el día de la batalla, cuando madres e hijos
fueron destrozados. 15 Lo mismo hará Betel con ustedes, por causa de su gran
maldad. ¡El rey de Israel será derrotado al amanecer!
Dios se compadece de su obstinado pueblo
11 «Yo amé a Israel desde que era un niño. De Egipto
llamé a mi hijo. 2 Pero mientras más los llamaba yo, más se alejaban de mí, y
ofrecían sacrificios a los baales y quemaban incienso para honrar a los ídolos.
3 »Yo tomé en mis brazos a Efraín y le enseñé a
caminar, pero él nunca reconoció que era yo quien lo cuidaba. 4 Yo los atraje a
mí con cuerdas humanas, ¡con cuerdas de amor! Estaban sometidos al yugo de la
esclavitud, pero yo les quité ese yugo y les di de comer.
5 »Pero no quisieron volverse a mí. Por eso, no
volverán a Egipto, sino que el asirio mismo será su rey. 6 La espada caerá
sobre sus ciudades, y acabará con sus aldeas. Acabará con ellas por causa de
sus malas intenciones. 7 Mi pueblo insiste en rebelarse contra mí; me llaman el
Dios Altísimo, pero ninguno de ellos me quiere enaltecer.
8 »¿Cómo podría yo abandonarte, Efraín? ¿Podría yo
entregarte, Israel? ¿Podría yo hacerte lo mismo que hice con Adma y con
Zeboyin? Dentro de mí, el corazón se me estremece, toda mi compasión se
inflama. 9 Pero no daré paso al ardor de mi ira, ni volveré a destruir a
Efraín. Dentro de esta ciudad estoy yo, el Dios Santo, y no un simple hombre.
Así que no entraré en la ciudad.
10 »Ellos vendrán en pos de mí. Yo, el Señor, rugiré
como un león, y mis hijos vendrán temblando desde el occidente. 11 Saldrán de Egipto
temblorosos como aves. Saldrán de Asiria temblorosos como palomas. Yo haré que
vuelvan a habitar sus casas.
—Palabra del Señor.
12 »Efraín siempre me habla con mentiras, y la casa de
Israel siempre me habla con engaños. Judá anda perdido, lejos de mí, su Dios
santo y fiel.»
Reprensión de la falsedad y opresión de Efraín
12 Efraín anda tras el viento; va en pos del solano;
constantemente aumenta la mentira y la destrucción, porque hace pactos con los
asirios y se lleva a Egipto el aceite. 2 El Señor tiene pleito con Judá. Va a
castigar a Jacob por sus acciones; va a darle su merecido por sus hechos. 3 En
el seno materno agarró a su hermano por el talón, y cuando creció luchó con un
ángel 4 y logró vencerlo. Luego lloró, y cuando lo encontró en Betel le rogó.
Allí él habló con nosotros; 5 habló el Señor y Dios de los ejércitos. Su nombre
es el Señor. 6 Por lo tanto, vuélvete a tu Dios, haz misericordia e imparte
justicia, y confía siempre en tu Dios.
7 «Como un mercader que sostiene pesas falsas en su
mano, y que ama la opresión, 8 Efraín dijo: “¡Qué rico soy! ¡Tengo muchas
riquezas! ¡Y nadie puede acusarme de haber pecado ni de haber ganado todo esto
de manera indebida!” 9 Pero desde que estabas en Egipto yo soy el Señor tu
Dios; y todavía he de hacerte vivir en tiendas de campaña, como en los días de
fiesta.
10 »Yo les he hablado a los profetas, y aumenté las
visiones, y por medio de ellos me comuniqué en parábolas. 11 ¿Hay iniquidad en
Galaad? La verdad, los de Galaad no valen nada. En Gilgal ofrecieron bueyes en
sacrificio. Por eso sus altares quedarán como los montones de tierra en los
surcos del campo. 12 Jacob huyó a tierra de Aram. Allí, Israel trabajó como
pastor para ganarse una esposa. 13 Por medio de un profeta, yo, el Señor, saqué
a Israel de Egipto, y por medio de ese profeta lo cuidé. 14 ¡Pero cuántos
amargos disgustos Efraín me ha causado! Por lo tanto, yo, el Señor, haré que
recaiga sobre él la sangre que ha derramado, y le devolveré sus ofensas.
Anuncio de la destrucción total de Efraín
13 »Efraín era muy importante en Israel. Cuando
hablaba, había temor. Pero murió por haber pecado con Baal. 2 Y ahora ha
añadido más a su pecado, pues con su plata, y según su entender, se ha hecho
imágenes fundidas de becerros, ídolos fabricados por artífices, y piden a la
gente que les ofrezcan sacrificios y los besen. 3 Por lo tanto, desaparecerán
como la niebla matutina, como el rocío de la madrugada, como el tamo que el
viento arrebata de la era, ¡como el humo que sale de la chimenea!
4 »Yo soy el Señor tu Dios. Yo te saqué de Egipto. No
conocerás a otro dios fuera de mí, pues yo soy tu único salvador. 5 Yo te
conocí en la aridez del desierto. 6 Yo los cuidé, y ustedes comieron hasta
saciarte, pero luego su corazón se llenó de soberbia y se olvidaron de mí. 7
Por lo tanto, yo voy a ser para ellos como un león; voy a acecharlos en el
camino como un leopardo. 8 Voy a buscarlos como una osa que ha perdido a sus
cachorros y, cuando los encuentre, como león les desgarraré las fibras de su
corazón y los devoraré; ¡los despedazaré como una fiera salvaje!
9 »Tú, Israel, te has corrompido, a pesar de que
contabas con mi ayuda. 10 ¿Dónde está tu rey? ¡Que venga a proteger todas tus
ciudades! ¿Y dónde están los jueces, y el rey y los príncipes que me pediste?
11 En mi furor te di rey, y en mi ira te lo quité.
12 »Pero no he olvidado la maldad de Efraín, ni su
pecado. 13 Es un hijo poco inteligente, que al momento de nacer no encuentra la
salida. ¡Por eso le sobrevendrán dolores como de mujer parturienta!
14 »¿Y habré entonces de librarlos del poder de la
muerte? ¿Habré de ponerlos a salvo del sepulcro? ¿Y dónde están las plagas de
la muerte? ¿Y dónde está la destrucción del sepulcro? Por mi parte, ¡ya no
tengo compasión!»
15 Aun cuando Efraín prospere entre sus hermanos,
desde el desierto vendrá, de parte del Señor, el viento solano; y se levantará
para secar su manantial y agotar su fuente. ¡El Señor saqueará sus tesoros y
todas sus preciosas alhajas! 16 Samaria quedará asolada por haberse rebelado
contra su Dios; sus hombres caerán a filo de espada, sus niños serán
estrellados contra el suelo, y sus mujeres encintas serán abiertas en canal.
Israel debe volverse al Señor
14 Israel, ¡vuélvete al Señor tu Dios! ¡Por causa de
tu pecado has caído! 2 Vuélvete al Señor y, con las mejores palabras
suplicantes, dile:
«No te fijes en nuestra maldad; mira lo bueno en
nosotros; la ofrenda que te traemos son las palabras de nuestros labios. 3 Los
asirios no nos librarán, ni montaremos en caballos, ni jamás volveremos a decir
a esos ídolos que nosotros mismos hicimos: “Ustedes son nuestros dioses”,
porque sólo en ti encuentra misericordia el huérfano.»
4 «Yo sanaré su rebelión. Los amaré de pura gracia,
porque mi ira se ha apartado de ellos. 5 Yo seré para Israel como el rocío, y
él florecerá como lirio y extenderá sus raíces como el Líbano. 6 Sus ramos se
extenderán, y su esplendor será como el del olivo, y su perfume será como el del
Líbano. 7 Volverán, y se sentarán bajo su sombra; serán vivificados como el
trigo, florecerán como la vid, y su aroma será como el del vino del Líbano.
8 »Dime, Efraín: ¿Qué tengo yo que ver con los ídolos?
¡Soy yo quien te atiende y te mira! ¡Yo soy para ti como verde ciprés! Sólo en
mí encuentras tu fruto!»
9 ¿Hay alguien lo bastante sabio para entender esto?
¿Hay alguien con inteligencia para reconocerlo? Porque los caminos del Señor
son rectos, y los justos los seguirán. Pero los rebeldes tropezarán en ellos.
Reina Valera Contemporánea (RVC)
Copyright © 2009, 2011 by Sociedades Bíblicas Unidas
Judas
Reina Valera Contemporánea (RVC)
Saludo
1 Yo, Judas, que soy siervo de Jesucristo y hermano de
Jacobo, saludo a los llamados, amados por Dios Padre y resguardados por
Jesucristo. 2 Que la misericordia, la paz y el amor abunden en ustedes.
Falsas doctrinas y falsos maestros
3 Amados hermanos, yo he tenido un gran deseo de
escribirles acerca de la salvación que tenemos en común, pero ahora me
encuentro en la necesidad de escribirles para rogarles que luchen ardientemente
por la fe que una vez fue dada a los santos, 4 pues por medio de engaños se han
infiltrado entre ustedes algunos malvados. Éstos, que desde antes habían sido
destinados a la condenación, convierten la gracia de nuestro Dios en
libertinaje y niegan a Jesucristo, nuestro único Soberano y Señor.
5 Aunque ustedes ya lo saben, quiero recordarles que
cuando el Señor salvó al pueblo y lo sacó de Egipto, destruyó a los que no
creyeron. 6 Incluso a los ángeles que no cuidaron su dignidad, sino que
abandonaron su propia mansión, los ha retenido para siempre en prisiones
oscuras, para el juicio del gran día. 7 También Sodoma y Gomorra, y las
ciudades vecinas, que lo mismo que aquéllos practicaron la inmoralidad sexual y
los vicios contra la naturaleza, fueron puestas como ejemplo y sufrieron el
castigo del fuego eterno.
8 Así mismo, también estos hombres, en sus sueños,
contaminan su cuerpo, rechazan la autoridad y blasfeman de los poderes
superiores. 9 Pero ni siquiera el arcángel Miguel, cuando luchaba con el diablo
y le disputaba el cuerpo de Moisés, se atrevió a proferir contra él juicio de
maldición, sino que le dijo: «Que el Señor te reprenda.» 10 Pero éstos
blasfeman de las cosas que no conocen; y en las que por instinto conocen se
corrompen como animales irracionales. 11 ¡Lástima de ellos!, porque han seguido
el camino de Caín. Por amor al dinero cayeron en el error de Balaam y murieron
en la rebelión de Coré. 12 Éstos empañan los ágapes que ustedes celebran, pues
sin vergüenza alguna comen pensando sólo en sí mismos. Son nubes sin agua, que
el viento arrastra de un lado a otro; árboles otoñales que no dan fruto;
carentes de raíces, se han secado y vuelto a secar. 13 Son indómitas olas del
mar, cuya espuma es su propia vergüenza; estrellas errantes, cuyo eterno
destino serán las más densas tinieblas.
14 Acerca de ellos profetizó también Enoc, el séptimo
en orden a partir de Adán, y dijo: «¡Miren! El Señor viene con sus miríadas de
santos. 15 Viene para juzgar a todos, y condenará a todos los impíos por todas
las malas obras que en su impiedad han cometido, y por todas las insolencias
que los pecadores e impíos han lanzado contra él.» 16 Éstos critican y se
quejan de todo, y sólo buscan satisfacer sus propios deseos. Son arrogantes al
hablar, aunque también lisonjean a los otros para sacar provecho.
Amonestaciones y exhortaciones
17 Pero ustedes, amados hermanos, recuerden lo que
antes les comunicaron los apóstoles de nuestro Señor Jesucristo. 18 Ellos les
advirtieron: «En los últimos días habrá gente blasfema, que vivirá de acuerdo
con sus bajos deseos.» 19 Son éstos los que causan divisiones, pues son
carnales y no tienen al Espíritu. 20 Pero ustedes, amados hermanos, sigan
edificándose sobre la base de su santísima fe, oren en el Espíritu Santo, 21
manténganse en el amor de Dios, mientras esperan la misericordia de nuestro
Señor Jesucristo para vida eterna. 22 Sean comprensivos con los que dudan. 23 A
otros, arrebátenlos del fuego y pónganlos a salvo; y a otros más, ténganles
compasión, pero ¡cuidado!, desechen aun la ropa que su cuerpo haya contaminado.
Doxología
24 Y a aquel que es poderoso para cuidar de que no
caigan, y presentarlos intachables delante de su gloria con gran alegría, 25 al
único Dios, nuestro Salvador por medio de Jesucristo, sean dadas la gloria y la
majestad, y el dominio y el poder, desde antes de todos los siglos y siempre.
Amén.
Reina Valera Contemporánea (RVC)
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Salmos
127 Reina Valera Contemporánea (RVC)
Los hijos son una bendición
Cántico gradual. De Salomón.
127 Si el Señor no edifica la casa,
de nada sirve que los edificadores se esfuercen.
Si el Señor no protege la ciudad,
de nada sirve que los guardias la vigilen.
2 De nada sirve que ustedes madruguen,
y que se acuesten muy tarde,
si el pan que comen es pan de sufrimiento,
y el Señor da el sueño a los que él ama.
3 Los hijos son un regalo del Señor;
los frutos del vientre son nuestra recompensa.
4 Los hijos que nos nacen en nuestra juventud
son como flechas en manos de un guerrero.
5 ¡Dichoso aquél que llena su aljaba
con muchas de estas flechas!
No tendrá de qué avergonzarse
cuando se defienda ante sus enemigos.
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Proverbios
29:15-17 Reina Valera Contemporánea (RVC)
15 La vara y la corrección imparten sabiduría,
pero el hijo consentido avergüenza a su madre.
16 Si aumentan los impíos, aumenta el pecado,
pero los justos los verán fracasar.
17 Corrige a tu hijo, y vivirás tranquilo,
y a ti mismo te dará grandes alegrías.
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