Tuesday, December 24, 2019

DAB Español, Miércoles 25 de Diciembre

Día 359, DAB Español, Miércoles 25 de Diciembre

Zacarías 8:1-23; Apocalipsis 16:1-21; Salmos 144; Proverbios 30:29-31 (Traducción en lenguaje actual (TLA))






Zacarías 8 Traducción en lenguaje actual (TLA)
Dios bendecirá a su pueblo
8 1-2 El Dios todopoderoso también me dio este mensaje:

«Grande es mi amor por Jerusalén;
y así de grande es también mi enojo
contra sus enemigos.
3 Pero volveré a vivir en ella,
y será llamada “Ciudad Fiel”;
habitaré de nuevo en mi templo,
y Sión será llamado “Monte Santo”.
Yo soy el Dios de Israel,
y juro que así será.

4-5 »En las calles de Jerusalén
jugarán los niños y las niñas,
y descansarán los ancianos y las ancianas,
apoyándose en sus bastones.
Yo soy el Dios de Israel,
y juro que así será.

6 »Cuando llegue ese día,
los que hayan quedado con vida
creerán que esto es imposible,
pero nada hay imposible para mí.
Yo soy el Dios de Israel,
y juró que así lo haré.

7 »Yo rescataré a mi pueblo
de los países del este y del oeste,
8 y lo haré volver a Jerusalén.
Será mi pueblo,
y yo seré su Dios;
un Dios fiel y justo.
Yo soy el Dios de Israel,
y juro que así lo haré.

9-11 »Ustedes han oído mi mensaje
por medio de mis profetas,
desde que se puso la primera piedra
para reconstruir mi templo.
Por lo tanto, ¡anímense!

»Antes de empezar la reconstrucción
no se les pagaba a los trabajadores
ni se alimentaba a los animales;
por culpa del enemigo
nadie viajaba con tranquilidad,
y todos se peleaban contra todos.
Pero ya no voy a tratar así
a los que aún quedan con vida.
Yo soy el Dios de Israel,
y les juro que así será.

12-13 »¡Habitantes de Judá!
¡Pueblo de Israel!
Ustedes fueron entre las naciones
un pueblo al que todos maldecían,
pero yo los salvaré
y serán una bendición.
Sembrarán sus campos en paz,
y sus viñedos darán mucho fruto;
el cielo enviará sus lluvias
y la tierra dará sus cosechas.
Todo eso les daré a ustedes,
los que han quedado con vida.
Por lo tanto, ¡anímense!

14-15 »Habitantes de Judá y de Jerusalén:
Sus antepasados me hicieron enojar;
por eso los destruí sin compasión.
Pero no tengan miedo,
que ahora voy a tratarlos bien.
Yo soy el Dios de Israel,
y les juro que así lo haré.

16 ȃstos son mis mandamientos:
Digan siempre la verdad,
procuren hacer la paz,
y traten a todos con justicia.
17 No hagan planes malvados
en contra de sus semejantes,
ni hagan juramentos falsos,
porque todo eso lo aborrezco.
Yo soy el Dios de Israel,
y les juro que así es».

18-19 El Dios todopoderoso también me dio este mensaje:

«Habitantes de Judá:
amen la paz y la verdad.
Así serán muy felices
cuando ayunen en el mes cuarto,
y en el quinto, séptimo y décimo.
¡Será como si estuvieran de fiesta!

20-21 »Vendrán muchos pueblos y naciones,
y pasarán de una ciudad a otra
diciéndole a la gente:
“Busquen la bendición de Dios.
Nosotros también la buscaremos”.
Yo soy el Dios de Israel,
y les juro que así será.

22-23 »Cuando llegue ese día,
muchos pueblos y naciones poderosas
vendrán a Jerusalén para pedirme
que los trate con bondad.
Diez hombres buscarán a un judío,
y agarrándolo de la ropa
le dirán en otro idioma:

“¡Déjanos acompañarte a Jerusalén!
¡Sabemos que Dios está con ustedes!”

»Yo soy el Dios de Israel,
y les juro que así será».

Traducción en lenguaje actual (TLA)
Copyright © 2000 by United Bible Societies

Apocalipsis 16 Traducción en lenguaje actual (TLA)
Las siete copas
16 Entonces oí una fuerte voz que salía del templo, y que les decía a los siete ángeles: «Vayan y vacíen las siete copas que representan el enojo de Dios.»

2 El primer ángel fue y vació su copa sobre la tierra, y a todos los que tenían la marca del monstruo y adoraban su estatua les salió una llaga terrible y dolorosa.

3 El segundo ángel vació su copa sobre el mar, y el agua del mar se convirtió en sangre, como la sangre de los que mueren asesinados. Así murió todo lo que tenía vida en el mar.

4 El tercer ángel vació su copa sobre los ríos y sobre los manantiales, y el agua se convirtió en sangre. 5 Luego oí decir al ángel que tiene poder sobre el agua:

«Dios, tú eres santo,
vives por siempre,
y tus castigos son justos.
6 Tus enemigos mataron a muchos
de tu pueblo santo,
y también a tus profetas.
Por eso ahora tú
les das a beber sangre,
¡pues se lo merecen!»

7 Y escuché una voz que salía del altar y decía: «Sí, Señor Dios todopoderoso, estos castigos son correctos y justos.»

8 El cuarto ángel vació su copa sobre el sol, al cual se le permitió quemar a la gente. 9 Todos quedaron terriblemente quemados, pero ni aun así se volvieron a Dios ni lo alabaron. Al contrario, ofendieron a Dios, que tiene poder para suspender esos terribles castigos.

10-11 El quinto ángel vació su copa sobre el trono del monstruo, y su reino quedó en la oscuridad.

La gente se mordía la lengua de dolor, porque las llagas los hacían sufrir mucho. Pero ni aun así dejaron de hacer lo malo, sino que ofendieron a Dios por el dolor que sentían; ¡ofendieron a Dios, que vive en el cielo!

12 El sexto ángel vació su copa sobre el gran río Éufrates, y el agua del río se secó para que los reyes del Oriente pudieran pasar.

13 Entonces vi que de la boca del dragón, de la boca del monstruo y de la boca del falso profeta, salieron tres espíritus malos que parecían ranas. 14 Eran espíritus de demonios, que hacían cosas extraordinarias y maravillosas. Salieron para reunir a todos los reyes del mundo, para que lucharan contra el Dios todopoderoso. Lo harán cuando llegue el día en que Dios juzgará a todo el mundo.

15 Por eso el Señor Jesús dice:

«Yo volveré cuando menos lo esperen. Volveré como el ladrón, que roba en la noche menos esperada. ¡Dios bendecirá al que se mantenga despierto y vestido, pues no lo sorprenderán desnudo! ¡Ni tendrá nada de qué avergonzarse!»

16 Los espíritus malos reunieron a los reyes en un lugar, que en hebreo se llama Harmagedón.

17 El séptimo ángel vació su copa sobre el aire, y desde el trono que está en el templo salió una fuerte voz que decía: «¡Ya está hecho!»

18 Y hubo relámpagos, voces, truenos y un gran terremoto, más terrible que todos los terremotos que han sacudido a la tierra desde que hay gente en ella. 19 El terremoto partió en tres a la gran ciudad de Babilonia,[a] y las ciudades de todo el mundo se derrumbaron. Dios no se olvidó de Babilonia, sino que la castigó terriblemente, con todo su enojo. 20 Todas las islas y las montañas desaparecieron, 21 y del cielo cayeron grandes granizos sobre la gente. Los granizos parecían rocas, pues pesaban más de cuarenta kilos. Y la gente insultó y ofendió a Dios, porque aquellos terribles granizos fueron un castigo muy duro.

Footnotes:
Apocalipsis 16:19 La gran ciudad de Babilonia: Véase la nota 4 en 14.8.
Traducción en lenguaje actual (TLA)
Copyright © 2000 by United Bible Societies

Salmos 144 Traducción en lenguaje actual (TLA)
Dios es mi protector
SALMO 144 (143)
Himno de David.
144 ¡Bendito seas,
mi Dios y protector!
¡Tú me enseñas a luchar
y a defenderme!
2 ¡Tú me amas y me cuidas!
Eres mi escondite más alto,
el escudo que me protege,
¡el Dios que me permite reinar
sobre mi propio pueblo!

3 Dios mío,
¿qué somos nosotros
para que nos tomes en cuenta?
¿Qué somos los humanos
para que nos prestes atención?
4 Somos como las ilusiones;
¡desaparecemos como las sombras!

5 Dios mío,
baja del cielo,
toca los cerros con tu dedo
y hazlos echar humo.
6 Lanza tus relámpagos,
y pon al enemigo en retirada.
7 ¡Tiéndeme la mano desde lo alto
y sálvame de las muchas aguas!
¡No me dejes caer en manos
de gente malvada de otros pueblos!
8 Esa gente abre la boca
y dice mentiras;
levanta la mano derecha
y hace juramentos falsos.

9 Dios mío,
voy a cantarte un nuevo canto;
voy a cantarte himnos
al son de música de arpas.
10 A los reyes les das la victoria,
y al rey David lo libras
de morir a filo de espada.
11 ¡Sálvame también!
¡Líbrame de caer en manos
de gente malvada de otros pueblos!
Esa gente abre la boca
y dice mentiras;
levanta la mano derecha
y hace juramentos falsos.

12 Permite que nuestros hijos
crezcan en su juventud
fuertes y llenos de vida,
como plantas en un jardín.
Permite que nuestras hijas sean hermosas
como las columnas de un palacio.
13 Haz que en nuestros graneros
haya abundancia de alimentos.
Haz que nuestros rebaños
aumenten en nuestros campos
hasta que sea imposible contarlos.
14 Permite que nuestros bueyes
lleven carretas bien cargadas.
No dejes que nuestras murallas
vuelvan a ser derribadas,
ni que volvamos a ser llevados
fuera de nuestro país,
ni que en nuestras calles
vuelvan a oírse gritos de angustia.

15 ¡Tú bendices al pueblo
donde todo esto se cumple!
¡Tú bendices al pueblo
que te reconoce como su Dios!

Traducción en lenguaje actual (TLA)
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Proverbios 30:29-31 Traducción en lenguaje actual (TLA)
29 »Hay tres, y hasta cuatro cosas
que caminan con elegancia:
30 el león con su gran melena,
que sin miedo reina en la selva;
31 el gallo vanidoso,
con su roja cresta;
el carnero de la montaña
con sus enormes cuernos;
y el rey con su corona de oro
que marcha frente a su ejército.

Traducción en lenguaje actual (TLA)
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